La provincia de Alicante está llena de rincones especiales. Los meses de junio o septiembre es el ideal para realizar un viaje por las calas de sus costas, ya que hay mucha menos gente, y que esté poco masificado es lo que da encanto a lugares como estos.
Hace un tiempo, y mientras estaba alojada en el Camping de Jávea, visité las siguientes (imprescindible tener coche):
Cala Blanca
Es de piedras y muy pequeña, pero tranquila porque no hay mucha gente. Entrar al agua no es fácil porque las piedras son bastante incómodas y grandes, así que es muy recomendable usar chanclas cerradas.
Cala Barraca (Jávea)
También llamada Portitxol, tiene menos piedras que la anterior y el agua es más cristalina, pero al estar pegada a algunas casas y tener fácil acceso, suele llenarse de gente y es difícil encontrar un buen sitio para relajarse. El camino de bajada es largo, así que os recomiendo ir en deportivas; y las vistas desde él son preciosas.
Cala Ambolo (Jávea)
Sin duda mi favorita, la más bonita de todas. Se supone que es nudista, pero hay de todo. A la entrada hay un cartel que indica que la cala está cerrada por peligro de desprendimientos, sin embargo creo que es ignorado por todos de manera sistemática.
Cala Granadella (Jávea)
Se trata de la más popular de Jávea, y a pesar de ser septiembre, estaba llenísima. No nos fue posible aparcar, ni mucho menos poner la toalla en alguna parte, pero es que además el suelo rocoso tampoco hace que sea nada cómodo tumbarse. Hay algún chiringuito y servicio de hamacas, una de las pocas playas de por aquí que lo tiene.
Cala Advocat (Benissa)
Por aquí estuvimos mucho más a gusto, ya que trepando por las rocas es posible estar casi a solas, y además la cala es bastante pequeña.
Playa de L’Ampolla (Moraira)
No tiene la belleza y el agua azul de cualquiera de las calas anteriores, pero se agradece un poco de arena, y esta playa, muy cerca del pueblo, es una buena elección.
Cala de los Tiestos (Moraira)
La bajada aquí es divertida: un camino algo largo por la cuenca deán río seco, y de hecho, hay que salvar lo que, si hubiese agua, sería una cascada. Para ello, han colocado una cuerda por la que hay que hacer rapel hasta abajo.
Cala Racó del Corb (Altea)
Las calas de Altea son, después de Ambolo, las mejores. Esta es muy impresionante, pues tiene una pared de piedra altísima y totalmente vertical, que además se puede escalar (con equipamiento, claro).
Cala Barra Grande (Altea)
Llegar es un poco más complejo, pues el camino es estrecho y escarpado, pero es preciosa y no suele haber casi nadie.
Cova Tallada (Denia)
El recorrido hasta la cala es largo y no apto para todos los públicos, pero la cala es impresionante, y es que se trata de una cueva dentro del acantilado a la que se accede nadando desde una roca grande pegada a él. A esta roca se llega, después de bajar todo el camino, atravesando el agua por un tramo que cubre por las rodillas. La cueva recibe su nombre porque parece que alguien la talló: el suelo y el techo tienen formas rectas perfectas con ángulos de 90º.
Después de disfrutar de una visita fotográfica por estas calas alicantinas, ¿con cuál os quedáis?
Sin todas una maravilla.. no sabría elegir cuál es la más bella! Gracias por compartir Susana!!👍😍😍
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