10 planes para descubrir Ciudad Real

Mucha gente pisa Ciudad Real con la excusa de buscar molinos, pero la capital manchega tiene una identidad propia que se deja saborear en un paseo de un par de días. Iglesias mudéjares, patios encalados, tapas generosas y un puñado de museos que sorprenden a quien solo espera llanura y viñedos. Si vas a pasar por la A-43 o te tienta una escapada tranquila, apunta estos diez imprescindibles.

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1. Cruzar la Puerta de Toledo y arrancar el viaje en la Edad Media

Este imponente arco gótico-mudéjar, único vestigio de las murallas, marca la entrada simbólica a la ciudad. Fíjate en las almenas y en los escudos de la Orden de Calatrava: son la tarjeta de visita de la historia militar que vio nacer a Ciudad Real en el siglo XIV.

2. Pasear sin prisa por la Plaza Mayor

Columnas de piedra caliza, soportales con terrazas y el original edificio del Ayuntamiento —una rareza neogótica de los años 70— forman el corazón social de la capital. Pide un tinto de verano y unas berenjenas de Almagro encurtidas: nada mejor para empaparte del ambiente local.

3. Entrar en la Iglesia de Santiago para cazar dragones y lises

Templo más antiguo de la ciudad (s. XIII). El rosetón de ocho pétalos ilumina un interior plagado de detalles curiosos: fíjate en las pinturas murales, donde conviven flores de lis y pequeñas bestias fantásticas.

4. Visitar el Museo del Quijote y la Biblioteca Cervantina

Un espacio interactivo que recrea ventas manchegas, campos de batalla y escenas clave de la novela. Ideal si viajas con peques: paneles táctiles, audioguías “habladas” por Sancho y hasta un antiguo teatro de títeres quijotescos.

5. Saborear la ruta de tapas por la calle Palma

En Ciudad Real las tapas van incluidas en la consumición. Recorre los bares entre la calle Palma, Pozo Concejo y los Jardines del Torreón. Prueba el pisto manchego con huevo de codorniz, los torreznos bien fritos y, si vas en invierno, un guiso de asadillo.

6. Meterte en el Museo López-Villaseñor y flipar con sus patios

Ubicado en una casona del siglo XV. Combina arte contemporáneo (la obra colorista de Manuel López-Villaseñor) con patios manchegos llenos de geranios y azulejos. El contraste entre la pintura moderna y la arquitectura popular vale la visita.

7. Descubrir la Catedral de Santa María del Prado y su gigantesco retablo

Inacabada durante siglos, presume hoy de ser la nave gótica más ancha de España (34 m). El retablo mayor barroco, con sus columnas salomónicas doradas, se lleva todas las miradas. Sal por la puerta del perdón y curiosea el pequeño jardín lateral.

8. Respirar en el Parque de Gasset y cazar ardillas

Lagos, glorietas modernistas y una sorprendente colección de esculturas contemporáneas. Ideal para correr al amanecer o para un paseo al caer la tarde antes de perderse de nuevo por el centro.

9. Acercarte al conjunto volcánico de Poblete

A solo diez minutos en coche se alza una de las chimeneas volcánicas mejor conservadas del Campo de Calatrava. El sendero señalizado rodea cráteres, lagunillos estacionales y coladas de lava fosilizadas. Un paisaje que rompe con la idea del llano infinito.

10. Brindar con un buen DO Valdepeñas en la Taberna El Ventero

Si el vino de la tierra te tienta, este local con aire de bodega clásica sirve tintos jóvenes, crianzas y el célebre “clarete” rosado de la zona. Acompáñalo con queso manchego curado o con unas gachas de pastor para redondear la jornada.

Puertollano: ni tiene puerto, ni es llano

Puertollano, ubicado al sur de la provincia de Ciudad Real, es un municipio con un marcado carácter industrial pero rodeado de parajes naturales que sorprenden a quien lo visita. Conocido principalmente por su pasado minero, hoy combina historia, cultura y una gastronomía propia de la tierra manchega. Si buscas un destino distinto en Castilla-La Mancha, Puertollano puede ser tu próxima parada.

El origen de Puertollano se remonta a la época medieval, cuando era un enclave rural más en la región manchega. Sin embargo, su gran transformación llegó a finales del siglo XIX con el descubrimiento de importantes yacimientos de carbón. Este hallazgo propició el auge de la actividad minera y el desarrollo de la ciudad. Con el paso de los años, Puertollano diversificó su industria (petroquímica, energética) y hoy se presenta como un núcleo urbano moderno, aunque conserva vestigios de su pasado minero en su día a día.

Qué ver en Puertollano

  1. Museo de la Minería
    • Por qué es interesante: Inaugurado en el antiguo Pozo Norte, este museo muestra la evolución de la actividad minera en la zona. Encontrarás maquinaria, maquetas y testimonios de trabajadores que relatan el duro oficio de la extracción de carbón.
    • Tip: Apúntate a las visitas guiadas para entender mejor la historia minera de Puertollano.
  2. Paseo de San Gregorio
    • El corazón de la ciudad: Una alameda amplia donde se concentran cafés, heladerías y terrazas al aire libre. Pasear por aquí es conocer el pulso de Puertollano.
    • Monumento al Minero: En pleno Paseo de San Gregorio se erige esta escultura que rinde homenaje a los trabajadores que marcaron el carácter industrial de la ciudad.
  3. Parque del Pozo Norte
    • Un pulmón verde: Cerca del museo, este parque es ideal para relajarse entre arboledas y estanques. Se ha reconvertido de antiguo espacio minero a zona de recreo.
    • Actividades: Perfecto para correr, montar en bici o simplemente hacer un picnic.
  4. Cerro de Santa Ana
    • Vistas panorámicas: Sube a la ermita del mismo nombre y disfruta de una perspectiva privilegiada de la ciudad y sus alrededores.
    • Sagrado Corazón de Jesús: Una estatua situada en lo alto del cerro que se ilumina por la noche, añadiendo un toque especial al skyline de Puertollano.
  5. Iglesia de la Asunción
    • Centro histórico: Un templo de origen gótico-mudéjar que, tras varias remodelaciones, combina elementos de distintas épocas.
    • Qué ver: Retablos e imágenes de interés, además de su sobrio campanario.

Naturaleza cercana

Aunque se asocie a Puertollano con la industria, la ciudad está rodeada de entornos naturales propios de La Mancha. Muy cerca se encuentran:

  • Sierra de Puertollano: Donde es posible practicar senderismo, contemplar fauna local o simplemente disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza manchega.
  • Embalse de Montoro: A unos kilómetros, ofrece paisajes de ribera y la posibilidad de observar aves acuáticas.

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Gastronomía manchega en Puertollano

La cocina de Puertollano es heredera de la tradición manchega, pero con influencias de las migraciones que llegaron a la ciudad en su época de expansión minera.

  • Gachas manchegas: Elaboradas con harina de almorta, panceta y ajo. Un plato contundente muy típico de la región.
  • Pisto manchego: Con tomate, pimiento y calabacín. Ideal acompañado de huevo frito.
  • Cordero y cerdo: En forma de asados, guisos o embutidos artesanales.
  • Quesos y vinos: El queso manchego y los vinos de la DO La Mancha son imprescindibles para entender la identidad gastronómica local.

Ruta a los Riscos del Amor (1344m), el punto más alto de Ciudad Real

(Descarga y sigue la ruta de Wikiloc aquí)

¡Nueva cima de mi reto CIMASxPROVINCIAS conquistada! Hoy he subido al punto más alto de Ciudad Real, un punto con el romántico nombre de Riscos del Amor, a 1344m de altitud.

Pero aunque este e el punto más alto de Ciudad Real, lo cierto es que la ruta en casi su totalidad discurre por la provincia de Toledo, partiendo también de un pueblo toledano: Las Ventas con Peña Aguilera. De hecho, el punto más alto de la Sierra del Castañar, donde se encuentran los Riscos, es el Pico Amor (de ahí el nombre de los Riscos del Amor) a 1380m. Pero este sí pertenece a Toledo. Aquí os dejo un mapa para mayor aclaración (la línea naranja es la ruta que yo he llevado).

Bueno, curiosidades geográficas a parte, como os decía, para llegar al inicio de la ruta hay que conducir hasta Las Ventas con Peña Aguilera, a unos 40km de Toledo ciudad y a 120 de Madrid. Una vez allí, hay que tomar un camino de tierra por el que pasa cualquier coche (yo he ido con un Clio, y sin problemas) y recorrer 5km hasta llegar al punto de inicio de la ruta, justo al lado de una granja y rodeado por un coto de caza supuestamente privado.

Esto es importante, ya que entre los meses de octubre y mayo el acceso al sendero puede estar prohibido si se celebran monterías, así que es importante que llaméis primero al Ayuntamiento para confirmar que podréis pasar.

Dicho esto, comienzo mi ruta, que en esta ocasión he hecho corriendo porque la predicción era de solo 10km con +500 de desnivel, y así me sirve como entrenamiento para un trail corto que tengo próximamente.

Como os decía, al ser un (o varios) coto privado de caza, hay varias vallas que hay que traspasar, pero todas ellas tienen una puerta. Siguiendo la ruta que yo he hecho (esta) no vais a tener problema, porque os llevo por las 4 cancelas que hay que pasar para poder continuar.

La ruta comienza por un sendero casi llano y muy agradable, pues discurre por un bosque. Y es a los 2km cuando la cosa se pone interesante: llegamos a un cortafuegos empinado e infinito, y está claro: hay que subirlo entero. Solo tiene alrededor de 1,5km, pero 300 de desnivel positivo. Al dejarlo atrás, ya estaba a más de 1200m de altitud y me quedaba poco más de 1km para llegar a la cima.

El resto del camino hacia arriba también es muy lineal y muy vertical, y también menos cómodo a nivel de terreno que el cortafuegos, ya que se va totalmente campo a través, no hay un sendero marcado, aunque no hay problema porque la cima se ve claramente y no hay obstáculos que obliguen a ir por un sitio concreto.

En esta zona hay todo el tiempo una valla que queda a la derecha, solo hay que subir paralela a ella, y al llegar al collado final, veréis claramente el palo (porque no hay vértice geodésico al no ser un pico como tal) que marca el que es el punto más alto de la provincia de Ciudad Real.

La valla que os mencionaba separa nuestro camino de la meta, y evidentemente, pues estaba agujereada para poder pasar. En fin, que no se le pueden poner puertas al campo. Se ve que han intentado cerrar el agujero, pero una y otra vez lo vuelven a abrir.

¡Y ya está! Tras 4km de recorrido, llegamos a la cima de Ciudad Real: los Riscos del Amor, a 1344m de altitud. Y el Pico Amor, su hermano mayor, está a sólo 1km por un camino bastante majo, así que ya que estaba aquí, por supuesto he decidido continuar hasta él. En total, entonces, 5km de ida con 520m de desnivel, que después hay que bajar por el mismo sitio sin mayor complicación.

En total la ruta ha sido de 10km con esos 520m de desnivel, y salvo por la parte del cortafuegos y la posterior parte hasta el pico, que se puede hacer dura debido al desnivel, es una ruta apta para cualquiera. El tiempo ya dependerá de vuestro ritmo, en mi caso ha sido 1h15 total, pero porque he ido corriendo.

¡Ponedme un comentario si ya habéis hecho o vais a hacer la ruta!

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