Ruta de 8 días por Suiza en coche · GUÍA DE VIAJE

Hemos pasado los últimos días recorriendo Suiza en coche de alquiler. Aún sentada frente a mi puerta de embarque, os traigo una guía de todo aquello que debéis saber para recorrer Suiza en coche (en este comparador puedes ver las mejores opciones de alquiler de coches en Suiza).

Para ver el día a día, qué sitios visitamos y la info concreta de cada uno, os dejo aquí el artículo de cada uno:

  1. Día 1: Lausana
  2. Día 2: Interlaken y Berna
  3. Día 3: Grindelwald
  4. Día 4: Lauterbrunnen + camino a Zermatt
  5. Día 5: Ruta de los 5 Lagos (Zermatt)
  6. Día 6: Aareschlucht y Lucerna
  7. Día 7: Liechtenstein: Vaduz y ruta de los 3 países, en bici
  8. Día 8: Gorges de l’Areuse

1. Conducir en Suiza

Alquiler de coche

Con un permiso de conducción español no hay que hacer nada más para alquilar un coche en Suiza. Es necesario tener más de 21 años, pero el precio será menor si el conductor tiene más de 25.

Los precios más baratos los tienen las compañías locales, presentes en cualquier aeropuerto o ciudad grande, pero tienen el inconveniente de que no se puede reservar el coche con antelación, cosa altamente recomendable en temporada alta como es el verano.

Como todo en Suiza, es caro. Lo normal es que los precios ronden los 700-800€ por semana alquilando un turismo normalito. Que por otro lado, no necesitáis más. Todas las carreteras en Suiza están en muy buenas condiciones, y ni siquiera en alta montaña o carreteras más secundarias encontraréis problemas o necesitaréis coches más altos o potentes.

Como en cualquier sitio, recoger y devolver el coche en sitios diferentes será siempre más caro, de forma que intentad configurar vuestra ruta para empezar y terminar en el mismo sitio. En nuestro caso fue el aeropuerto de Ginebra y lo contratamos con Sixt.

Peajes

Hay muchas carreteras de peaje en Suiza, pero funcionan diferente que en España. No hay que parar a pagar, sino que para circular por ellas es obligatorio comprar una viñeta que se pega en la luna del coche, y que cuesta 40€/año.

Los coches de alquiler ya la llevan incluida, por lo que no tendréis que preocuparos, pero si venís con vuestro propio coche, debes comprarla en alguna estación de servicio, oficina de correos o puestero fronterizo. Si quieres comprarla en España, sólo es posible a través de RACE.

Carreteras y velocidad

En las carreteras, sobre todo en autovías, suele haber radares, y a diferencia de España, no están anunciados. Por lo que es especialmente importante respetar los límites de velocidad, que son:

  • 50km/h en ciudad
  • 80km/h en vías no urbanas
  • 100/120km/h en autopistas y autovías

Si viajáis en verano, es muy normal que encontréis obras cada dos por tres. Al tratarse de un país donde hace mucho frío y nieve en invierno, aprovechan el buen clima para arreglar y modificar todo lo que sea necesario, por lo que puede pasar que tardéis más de lo normal en llegar a cualquier sitio. A nosotros nos pasó muchas veces.

Aparcamiento

Es increíble, pero en Suiza hay que pagar para aparcar en el 99% de los lugares. Incluso en pequeños pueblos encontrarás vallas y/o parquímetros. Lo bueno es que no es especialmente caro (diría que es la única cosa más barata que en España) y nunca tuvimos, en ningún sitio, problemas para encontrar hueco. Hasta los lugares más turísticos tienen espacio suficiente, y además ningún sitio está sobremasificado.

Podréis encontrar líneas de varios colores:

  • Blancas: significa que hay que pagar (alguna vez, en algún pueblo remoto, simplemente significaba que era un lugar para aparcar, pero normalmente si hay línea blanca, hay parquímetro).
  • Azules: se puede aparcar gratis pero con limite de tiempo. Los coches de alquiler incluyen un reloj de cartón en el que deberás indicar la hora a la que has llegado, para irte antes del tiempo estipulado.
  • Amarillas: se trata de plazas privadas, y no puedes aparcar a no ser que tengas autorización.

Y un dato importante que nos comentaron: en Suiza, si no pone expresamente que se puede aparcar, es que no se puede aparcar. Es decir, la ausencia de señales de prohibido aparcar no significa que se pueda. Bueno saberlo.

2. Moneda y precios

Suiza no pertenece a la Unión Europea, y por lo tanto su moneda no es el euro, sino el franco suizo (CHF). Sin embargo, en casi cualquier lado aceptan pagos en €, con la única condición de que las vueltas os las entregarán en CHF.

El cambio a día de hoy (julio 2024) es de 1CHF = 1,04€, así que es muy sencillo calcular el precio de las cosas, porque casi es el equivalente en nuestra moneda. Eso sí, pagar en € siempre saldrá más caro porque nunca hacen el cambio real, sino que inflan el precio. Por eso siempre es mejor pagar en CHF o bien con alguna tarjeta que no cobre comisión por pagos en moneda extranjera (como Revolut, por ejemplo).

En cuanto a los precios en Suiza… preparad la cartera. No es ninguna noticia que todo es extremadamente caro. Es casi imposible comer en un restaurante por menos de 30€ por persona (y esto lo más barato). Los hoteles rondan los 200€ por noche en habitación doble. Subir a los miles de teleféricos o funiculares que hay a lo largo de todo el país os costará, como poco, 40€. Y lo normal es de 60€ en adelante (hasta los 230€ que cuesta subir al Jungfraujoch).

3. Gastronomía

Para el tema de comidas, y dado que Suiza no se caracteriza por tener una gastronomía espectacular (en España tenemos el listón muy alto) nosotros optamos por:

  • Reservar hoteles con desayuno buffet. De esta forma podíamos hacer un desayuno abundante y después una comida más ligera, ya que siempre nos pillaba por ahí de excursión.
  • Para comer, casi siempre tirábamos de bocadillos y fruta. La mayoría de nuestros planes han sido excursiones de senderismo o ciclismo, así que es lo mejor que podríamos hacer.
  • Para cenar, salvo un par de cenas, hemos tirado de supermercados. Las cadenas más grandes son Coop y Migros, y ambos tienen una amplia variedad e platos preparados fríos, así como empanadas y bocadillos horneados en el día. Y también muchas cosas plant based, cosa que me alegró bastante ya que soy vegetariana.

Platos Típicos: Fondue, raclette, rösti y chocolates suizos.

4. Clima

El clima puede variar mucho, aunque sea en verano. Y por supuesto depende de la zona en la que os encontréis (nada tienen que ver los Alpes con Berna, por ejemplo).

Clima en las ciudades principales

  • Zúrich: En verano, Zúrich tiene temperaturas agradables con máximas que suelen oscilar entre 20°C y 25°C, y mínimas que rondan los 10°C a 15°C. Las precipitaciones son moderadas, con lluvias ocasionales.
  • Ginebra: Ginebra tiene un clima similar al de Zúrich, con temperaturas diurnas que oscilan entre 22°C y 26°C. Las noches son frescas, con temperaturas que bajan a unos 12°C a 16°C. La región también experimenta lluvias esporádicas.
  • Berna: La capital de Suiza tiene veranos suaves, con temperaturas máximas que varían entre 20°C y 25°C. Las noches pueden ser frescas, bajando hasta los 10°C. Las lluvias pueden ser frecuentes pero no suelen ser torrenciales.

Clima en las montañas

  • Alpes Suizos: En las zonas montañosas, como los Alpes, las temperaturas son más frescas. En las altitudes más altas, como Zermatt o Jungfrau, las temperaturas pueden oscilar entre 10°C y 15°C durante el día, y pueden bajar a cerca de 0°C por la noche. Las lluvias y las tormentas eléctricas son más comunes en estas áreas.
  • Engelberg: En esta región montañosa, las temperaturas varían entre 15°C y 20°C durante el día. Las noches son frescas y pueden bajar a unos 5°C. Las precipitaciones también son frecuentes, especialmente por las tardes.

Esto es lo normal, pero nosotros hemos venido en una semana en la que parece haber hecho más calor del usual, llegando hasta los 28-29º en las ciudades y a los 22-23º en la montaña. Nos ha sobrado mucha ropa de abrigo, pero siempre hay que llevarla por si acaso.

Unas cuantas sudaderas para la noche o por si llueve, y un abrigo fino por si acaso se pone la cosa fea en los Alpes, será suficiente. Y ya dependerá de las actividades que os apetezca realizar, pero optaría por ropa de deporte casi siempre, ya que en todas partes es muy sencillo echar a caminar por cualquier sendero.

5. Idioma

Suiza tiene cuatro idiomas oficiales, cada uno predominante en diferentes regiones del país:

  1. Alemán: Es el idioma más hablado y se utiliza principalmente en la parte central y este del país, conocida como la Suiza alemana. Ciudades como Zúrich, Berna y Basilea están en esta región.
  2. Francés: Se habla en la región occidental de Suiza, conocida como la Suiza francesa. Ciudades como Ginebra, Lausana y Montreux están en esta área.
  3. Italiano: Es el idioma principal en el cantón de Tesino, al sur de Suiza, y en algunas zonas del cantón de los Grisones. Lugano y Locarno son ciudades importantes en esta región.
  4. Romanche: Se habla en algunas partes del cantón de los Grisones (Graubünden) y es utilizado por una minoría de la población. Aunque es un idioma oficial, es el menos común de los cuatro.

Por supuesto, en prácticamente cualquier parte os podréis comunicar en inglés, y en los restaurantes y tiendas es bastante normal encontrarse con personal español, italiano, portugués o latino con el que podréis hablar en español.

6. Otros datos útiles

  • Documentación para viajar a Suiza: aunque no pertenece a la UE, con el DNI español será suficiente para volar al país.
  • Seguro de viaje: siendo europeos, podemos optar a la Tarjeta Sanitaria Europea, que se puede obtener en un par de clics aquí.
  • Swiss Travel Pass: es una buena forma de ahorrar bastante en atracciones turísticas a lo largo de Suiza. Que os rente o no dependerá de las actividades que tengáis planificadas (en nuestro caso no fue necesaria porque solo subimos en un funicular). Podéis ver la info y comprarla aquí.
  • Línea móvil/internet: OJO porque Suiza no está dentro del acuerdo de Roaming de la UE, por lo tanto, con un número español no es posible navegar y llamar sin coste extra. Aseguraos de desactivar el roaming antes de llegar a Suiza. Por suerte hay ya opciones muy económicas y cómodas para tener internet en el móvil en cualquier país. Os recomiendo tener internet para no andar dependiendo de wifis a la hora de buscar información o usar los mapas. Nosotros contratamos una eSIM de Holafly por solo 6€/día con GB ilimitados; haciendo clic en este enlace podéis comprarla y activarla en cuestión de 5 minutos, es súper sencillo.

Suiza en 8 días · día 8: Gorges de l’Areuse

Emprendiendo nuestro camino de vuelta a donde empezó: el aeropuerto de Ginebra. Mañana volamos hacia España y esta noche dormiremos en un hotel junto al aeropuerto.

Y para aprovechar el día, así como hacer más amenas las 4 horas de coche que separan Zúrich de Ginebra, hemos parado en las Gargantas del río Areuse, o en francés, les Gorges de l’Areuse.

Estas gargantas o desfiladero tiene un aire a las que vimos hace unos días en Aareschlucht, pero están infinitamente menos masificadas y no requiere una entrada para pasar, ya que simplemente se trata de un sendero que discurre paralelo al río Areuse. Todo lo que vimos fue turismo local, mientras que Aareschlucht es una parada popular entre viajes organizados.

Recorrer las gargantas es súper sencillo, se trata de un sendero casi llano que no tiene pérdida, pues simplemente hay que seguir el río. Hay desvíos (todos señalizados, como siempre, con carteles amarillos), pero siempre hay que seguir el cauce del río o bien las señales de Noiraigue, que es el pueblo que se encuentra en el extremo contrario del desfiladero. Comenzando en este parking (que es el inicio de la ruta) el sendero tiene una longitud de 10km aprox. hasta llegar a Noiraigue, y como la vuelta es por el mismo sitio, no es necesario hacerlo entero. Sobre todo porque las paredes más altas y los meandros más estrechos se encuentran en la parte inicial de la ruta.

Además, a lo largo del recorrido hay varias cascadas, cuevas y pintorescos puentes que le dan un encanto especial.

En definitiva, cerramos nuestro viaje a Suiza con una rutita sencilla y preciosa por la naturaleza. Último de 8 días que nos hacen querer repetir en este país con los ojos cerrados. Sin duda, totalmente recomendable para quienes preferís naturaleza a las ciudades, silencio, paz y calma.

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Un día en Liechtenstein: Vaduz y ruta de los 3 países, en bici

El 7º día por Suiza no es técnicamente en Suiza, sino que el objetivo era visitar el micropaís vecino de Liechtenstein (por fin he aprendido a escribirlo, después e 20 veces que lo he escrito entre ayer y hoy), a solo 100km de Zúrich y 70 de dónde nos encontramos alojados ahora.

Ya que hacemos «colección» de países visitados (Liechtenstein es mi país nº 43), y nos pillaba tan cerca (y a un lugar con poca cosa que ver no vas a venir expresamente nunca), hemos aprovechado el día para hacer una ruta en bici por todo el país, que ahora os contaré.

Porque a mí lo primero que se me viene a la cabeza es cómo un territorio que mide 12km de ancho y 50 de largo consiguió el título de país.

Historia de Liechtenstein

Liechtenstein es un país debido a una combinación de factores históricos, políticos y geográficos que han permitido su existencia como un estado soberano. Se formó como un principado en el siglo XVIII. En 1719, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos VI, decretó la creación del Principado de Liechtenstein, fusionando los condados de Vaduz y Schellenberg.

Como parte del Sacro Imperio Romano Germánico, Liechtenstein se benefició de la estructura política fragmentada del Imperio, donde muchos pequeños territorios tenían un alto grado de autonomía, y tras la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806, Liechtenstein se convirtió en un estado soberano. Mantuvo su independencia a lo largo de las guerras napoleónicas y otras convulsiones europeas, a menudo apoyándose en su neutralidad.

Posteriormente fue parte de la Confederación Alemana, desde 1815 hasta 1866. Después de la disolución de esta confederación, se alineó más estrechamente con el Imperio Austrohúngaro, pero siguió siendo independiente, hasta hoy, que es un país de pleno derecho reconocido por el 100% del resto de naciones que está gobernado por una monarquía constitucional.

Cómo visitar Liechtenstein

Más allá de Vaduz, cuyo casco antiguo puede recorrerse rápidamente, Liechtenstein no posee muchos monumentos o atracciones turísticas destacables.

Lo que sí tiene, al igual que Suiza, es una red de circuitos preparados para bicicletas (tanto de carretera como de montaña) extremadamente bien señalizados. Sin necesidad de mirar ningún mapa puedes recorrer kilómetros y kilómetros de carriles bici (a veces, pero pocas, compartidas con coches) que discurren por lugares rodeados de naturaleza y vistas fantásticas de las montañas.

En este enlace os dejo la página oficial de las rutas en bici de Suiza, donde podéis ver con qué señales están marcadas.

Dado que Liechtenstein es un valle, en su pequeño territorio dispone de casi 100km de carril bici casi totalmente llano, así que hemos decidido alquilar unas bicis. Lo hemos hecho aún en territorio Suizo, concretamente aquí – Bike Huus – en la localidad de Buchs, junto a la frontera natural de Suiza con Liechtenstein, el río Rin. Nos ha costado 90CHF por 2 bicis durante 1 día. También hay posibilidad de alquilar bicis eléctricas, además de mountain bikes y gravel.

Por cierto, si optáis por entrar en el país con coche, no hay ningún tipo de peaje ni viñeta necesaria, podéis circular sin problema, aunque si el coche es de alquiler, técnicamente no podéis sacarlo de Suiza a no ser que hayáis pagado el extra del seguro por salir del país. Nosotros lo hicimos y sólo son 3€ por día (que al final no nos han hecho falta). Y no vale con pagar 3€ porque solo lo sacaréis un día, sino que hay que pagar por todo el período de alquiler.

En la misma tienda de bicis nos han proporcionado un mapa con varias rutas señalizadas, y una vez hemos llegado al punto donde pasaba una de ellas, simplemente hemos tenido que seguir las indicaciones que íbamos encontrando en cada cruce.

Hemos elegido hacer parte de la ruta 35 y parte de la ruta 2 (del link que os mencioné arriba, aunque es página suiza, también abarca Liechtenstein), con lo que hemos conseguido pasar por 3 países en poco más de 3 horas: Liechtenstein, Austria y Suiza (aquí os dejo nuestro track). Pasando por Vaduz, la capital de Liechtenstein, por zonas más residenciales, por un gran bosque de caminos de grava súper agradable, y una gran parte también por la orilla del Rin, cruzándonos constantemente con otros ciclistas. Un plan totalmente recomendable que podéis adaptar a vuestros gustos y ganas. A nosotros nos han salido 60km, pero podrían haber sido muchos menos y también muchos más.

Qué ver en Vaduz

Casi toda la memoria arquitectónica y cultural del micropaís se encuentra en su capital. Aquí una lista de las cosas que podéis ver en Vaduz:

  1. Castillo de Vaduz: es la residencia oficial del Príncipe de Liechtenstein y es uno de los símbolos más reconocibles del país. Aunque no está abierto al público, se puede disfrutar de su vista y del paisaje circundante.
  2. Catedral de San Florián
  3. Museo Nacional de Liechtenstein: ofrece una visión completa de la historia, cultura y patrimonio de Liechtenstein. Cuenta con exhibiciones que van desde artefactos históricos hasta arte moderno.
  4. Kunstmuseum Liechtenstein: es el museo de arte moderno y contemporáneo del país, que presenta obras de artistas internacionales y locales. El edificio en sí es una obra de arte arquitectónica.
  5. Museo del Sello Postal de Liechtenstein: una visita obligada para los aficionados a la filatelia, con una colección impresionante de sellos y arte postal del país.
  6. Hofkellerei: Las bodegas del príncipe de Liechtenstein ofrecen degustaciones de vino y recorridos por los viñedos.
  7. Rathaus: el edificio del Ayuntamiento de Vaduz es un buen ejemplo de la arquitectura local y a menudo alberga eventos y exposiciones temporales.

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Suiza en 8 días · día 6: Aareschlucht y Lucerna

Hoy nos despedimos del encantador pueblo de Zermatt para poner rumbo a la zona este del país. En las próximas 2 noches nos alojaremos a 30km al sur de Zúrich, a orillas del Zurichsee.

Hemos elegido esta ubicación porque vamos a visitar varios lugares que están muy dispersos, como son Liechtenstein o las Cataratas del Rhin, así que hemos preferido un lugar menos urbano para movernos en coche más fácilmente.

La distancia que separa Täsch (el pueblo donde teníamos nuestro coche en los días que hemos estado en Zermatt) de Pfäffikon (la localidad donde estaremos alojados hoy y mañana) es de 187km, pero dado que la gran mayoría de kilómetros se hacen por carreteras de montaña y/o de doble sentido, hemos tardado 3 horas y media en llegar, así que el día de hoy lo hemos dedicado a visitar lugares interesantes que se encontrasen en el camino entre nuestro origen y nuestro destino.

Aareschlucht

Se trata de un impresionante desfiladero producido por las aguas del río Aar, en el que han construido pasarelas a lo largo de 1,5km que pueden visitarse en un paseo muy agradable, previo pago de la entrada de 12CHF que podéis comprar allí mismo sin necesidad de reservar previamente.

La formación del desfiladero comenzó hace más de 10.000 años, al final de la última glaciación. El agua del deshielo glaciar comenzó a erosionar la roca caliza, creando el desfiladero que vemos hoy. Esta área ha sido de interés turístico ya desde finales del siglo XIX, las primeras pasarelas fueron construidas en 1888 y en la II Guerra Mundial sus cuevas fueron utilizadas como búnkers para los soldados.

Lucerna

De todas las ciudades que hemos visitado en estos días (Lausana, Interlaken y Berna) creo que mi favorita es Lucerna. Una localidad súper animada, donde no solo vemos turistas, sino también mucha vida local. Y estéticamente me parece un lugar donde cada esquina parece una postal.

¿Qué Ver en Lucerna?

  1. Puente de la Capilla (Kapellbrücke): Este puente de madera del siglo XIV es como un viaje al pasado. Con sus pinturas históricas, cada paso es una lección de historia.
  2. Torre del Agua (Wasserturm): Junto al Puente de la Capilla, esta torre imponente ha sido de todo: prisión, archivo, tesorería.
  3. Casco Antiguo: Un laberinto de calles empedradas y plazas encantadoras. Cada rincón tiene su propio encanto, con tiendas pintorescas y cafés acogedores.
  4. Monumento al León (Löwendenkmal): Tallado en roca, este conmovedor monumento conmemora a los valientes guardias suizos que murieron durante la Revolución Francesa. Mark Twain lo llamó «el trozo de piedra más triste y conmovedor del mundo».
  5. Muro de Musegg (Museggmauer): Parte de las antiguas fortificaciones de la ciudad, este muro medieval y sus torres ofrecen vistas panorámicas de Lucerna.
  6. Lago de los Cuatro Cantones: Se encuentra a los pies del casco antiguo de la ciudad y se llama así porque está rodeado por 4 cantones (así es como llaman aquí a lo que en España serían provincias).
  7. Monte Pilatus: Se encuentra más alejado del centro de la ciudad, pero sin duda es el complemento perfecto a una visita a Lucerna, ya que, como no podía ser de otra forma tratándose de una montaña suiza, se puede subir en teleférico o en el tren de cremallera más empinado del mundo para disfrutar de vistas espectaculares desde la cima. En esta ocasión no lo hemos hecho porque en mi anterior viaje a Suiza ya subí. Su precio es de 80€ (ida y vuelta) y podéis reservar las entradas aquí. Una vez arriba, existe la posibilidad de hacer varias rutas de senderismo, para todos los gustos y niveles.

Y por fin, después de casi 11 horas desde que salimos de Zermatt, estamos en nuestro nuevo «campamento base». ¡Seguimos mañana!

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Suiza en 8 días · día 5: Ruta de los 5 Lagos (Zermatt)

El día de hoy ha sido tan espectacular que no sé ni por dónde empezar. Tenía las expectativas altas con esta zona, me habían dicho que Zermatt era el mejor lugar en Suiza para sentir los Alpes, y ahora entiendo por qué.

El pueblo, a «solo» 1600m de altitud (digo solo porque a su alrededor abundan los picos de +3000m), está gobernado por el imponente, impactante y emblemático Cervino (Matterhorn en alemán), que se eleva a 4478m de altitud, destacando muy por encima de todo lo que se ve a su alrededor, cima que además es frontera entre Suiza e Italia.

El Monte Cervino

El Cervino es toda una eminencia entre las montañas, entre otras cosas, por la dificultad que implica ascender hasta su cumbre, cosa que no muchos consiguen, ya que es todo un reto de alpinismo. Esta montaña emblemática es, de hecho, el símbolo de los chocolates Toblerone: el logo de la marca es el Cervino, y la forma picuda de las onzas hace alusión a su forma.

Pero es que además, se dice que el alpinismo moderno nació del deseo de querer culminar su cima (aquí un artículo muy chulo de National Geographic que lo cuenta). El primer ascenso exitoso al Cervino tuvo lugar el 14 de julio de 1865, dirigido por Edward Whymper. Sin embargo, la expedición terminó en tragedia con la muerte de cuatro de los siete miembros durante el descenso.

Para aclarar la dificultad que entraña, desde ese primer ascenso en 1865, más de 500 escaladores han perdido la vida intentando conquistarla. Esto le ha ganado el sobrenombre de “la montaña de los sueños rotos”.

Aunque para nada es lo mismo, en Zermatt se puede experimentar una simulación virtual del ascenso al Cervino. La atracción “Matterhorn Glacier Paradise” ofrece una experiencia inmersiva que permite “subir” la montaña sin moverte del lugar.

Senderismo con vistas: Ruta de los 5 Lagos

Suiza es, entre otras cosas, el paraíso del senderismo. No sabría deciros cuantas opciones de rutas salen desde Zermatt y desde lo alto de los funiculares o trenes que parten de aquí. Para todos los gustos y niveles.

En nuestro caso, ya que estaremos aquí solo 2 días (mañana nos vamos), hemos optado por hacer la más tradicional y conocida: la ruta de los 5 Lagos (Stellisee, Grindjisee, Grünsee, Mosjesee y Leisee).

Y al contrario que la mayoría de la gente, la hemos hecho saliendo directamente andando desde Zermatt, y no subiendo en tren cremallera. Os explico:

Opción fácil/corta

Existe una forma de superar casi 900 metros de desnivel, partiendo de los 1600 de Zermatt y llegando a los 2600 de Blauherd, y allí comenzar la ruta de los lagos, que dura unos 8km y es casi totalmente en bajada (160m positivos frente a 490 negativos), discurriendo además por senderos y pistas forestales magníficamente señalizados y sin pérdida alguna.

¿Cómo hacer esta ruta? Muy sencillo:

  1. Deberéis coger el tren cremallera Zermatt – Sunnega (en esta estación) que en solo 5 minutos os subirá hasta la estación de Sunnega, a 2280m de altitud. El precio es de 40CHF ida-vuelta.
  2. Una vez allí, y en el mismo lugar, coger el teleférico Sunnega – Blauherd (36CHF, solo ida, que es lo que necesitaréis).
  3. Una vez en Blauherd, seguir este track que os llevará a los 5 lagos, aunque está perfectamente bien señalizado y solo tendréis que seguir la flecha amarilla que dice «5-seenweg».
  4. El final de esta ruta es, no Blauherd, sino Sunnega (de ahí a que sea desnivel negativo). En Sunnega tendréis que coger de nuevo el tren hasta Zermatt, y fin de la ruta.

Opción difícil/larga

Esta opción es la que prescinde de trenes y teleféricos. Sale y llega a Zermatt y se va a pie en todo momento. La subida hasta Blauherd es de casi 6km y 900m de desnivel. Es decir, bastante dura (técnicamente sencilla, es 100% sendero).

E igualmente, una vez en Blauherd la ruta es la misma que en la anterior opción, 8km más hasta Sunnega, y de ahí para abajo de nuevo (5km con 600 de desnivel negativo). En total, 20km con 1100 de desnivel acumulado.

Pero nosotros hemos hecho una pequeña modificación: hemos subido caminando, pero una vez llegados al lago Stellisee, el más famoso de los 5 (el de la típica foto con el Cervino al fondo) hemos continuado hasta el refugio Fluhalp, y aún un poco más allá hasta la cresta del glaciar Findel. Y menos mal que lo hemos hecho, porque nos ha parecido espectacular, una vistas inigualables, sin duda.

Como la ruta se nos ha alargado, hemos decidido volver a Sunnega y allí bajar en tren hasta Zermatt, por lo que finalmente nos ha salido una ruta de 17km con 1300m de desnivel. Dura, pero preciosísima. Cada metro ha merecido la pena. Aquí os dejo nuestro track para seguirlo si os apetece.

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Suiza en 8 días · día 4: Lauterbrunnen + camino a Zermatt

El día de hoy ha sido mucho más tranquilo que el de ayer, si bien más largo, ya que hoy ha tocado cambiar de campamento base.

Por la mañana, después de desayunar y dejar la habitación, hemos puesto rumbo a otro de los pueblos más turísticos de la zona: Lauterbrunnen, en el valle con el mismo nombre.

Ruta de las cascadas de Lauterbrunnen

Desde Lauterbrunnen comienza un sendero peatonal de unos 6km totalmente llano y asfaltado en el 90% del trayecto que recorre parte del que llaman «valle de las 72 cascadas» porque tiene nada menos que 72 caídas de agua altísimas. Y es que el valle de Lauterbrunnen es de origen glaciar, haciendo que tenga forma de U en vez de V (como los valles fluviales que estamos acostumbrados a ver). Lo cual hace que la nieve de lo alto de las montañas que lo forman caiga en forma de cascada fina y alta.

Hoy además ha amanecido soleado, y hemos podido disfrutar de una espectaculares vistas de los Alpes que se erigen al fondo del valle. Una pasada de ruta 100% recomendable para cualquier persona, ya que no es necesario hacer los 6km de camino (que haciendo ida-vuelta serían 12) sino que podéis daros la vuelta donde queráis.

Nosotros hemos llegado hasta el km 4,5: la cascada de Mürren (Mürrenbachfall), que recibe su nombre del pueblo ubicado justo en lo alto de ella. En esa misma ubicación, a los pies de la cascada, hay también un gran parking y de allí parte un teleférico hasta Murren, que discurre junto a la cascada y promete una experiencia preciosa. No era nuestra idea subir, pero además en este momento (julio 2024) se encuentra en mantenimiento y no funcionaba.

Después de comer junto a la cascada y volver hacia Lauterbrunnen, donde teníamos aparcado el coche (en este parking, por 10€/5h), hemos emprendido el largo viaje que nos esperaba hasta nuestro siguiente destino: Zermatt, el epicentro de los alpes suizos (mañana os hablaré de él).

La distancia era de solo 160km, pero una gran parte de ellos se hacen por carreteras de montaña, y casi en su totalidad por carretera de doble sentido, por lo que el trayecto se ha alargado hasta las 3 horas.

Qué ver entre Interlaken y Zermatt

Por el camino hemos parado en un par de sitios:

  • El puente colgante de Handeckfallbrücke, un puente de 70m de longitud que cruza de un lado a otro del río Aar, y donde también se puede coger el funicular Gelmerbahn, uno de los más verticales del país, y nada caro en comparación con otros (32CHF subir y bajar).
  • La presa del pantano Glemmersee, una inmensa superficie de agua que contiene una infinidad de litros de agua del deshielo. Existe un sendero que lo rodea, así que podéis optar por hacer una rutita fácil si tenéis tiempo (nosotros ya íbamos justos).
  • Murmeltierpark Grimselpass: es el puerto de montaña que pasa de un lado a otro de esta franja montañosa. Hay algunos restaurantes y hoteles, y también buenas vistas.

Cómo llegar a Zermatt

Parece una tontería, pero no es simplemente seguir una carretera y ya.

La forma más rápida es venir a este destino desde Lausana (2 horas). Nosotros hemos tardado 3 horas porque nos encontrábamos en la zona de Interlaken y había que rodear un buen puñado de montañas.

Pero lo más importante es que a Zermatt no se puede llegar en coche. Se trata de un pueblo libre de vehículos (solo se puede ven algunos carricoches eléctricos que hacen las funciones de taxi y son privados de los hoteles).

El pueblo más cercano es Täsch, a 7km de Zermatt. Si tenéis coche, como es nuestro caso, deberéis llegar hasta aquí, aparcar (lo mejor es dejarlo en el parking de la estación de tren, por 16CHF/día) ya que desde aquí parten los trenes hacia Zermatt.

Se trata de un trayecto de 12 minutos de duración, y la frecuencia de los trenes es estupenda: cada 20 minutos exactos desde las 6 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, cada día. El coste es de 18CHF ida y vuelta (se puede comprar también solo la ida).

Una vez en Zermatt, depende de dónde tengáis el hotel pero es un pueblo súper pequeño, lo normal es que podáis llegar caminando en menos de 10 minutos. En nuestro caso, a 200 metros estamos de la estación.

Hemos llegado ya cerca de la hora de cenar (hemos cenado en el Restaurant Vieux-Valais da Nico, un italiano muy rico pero caro, como todo por aquí), así que mañana os sigo contando acerca de este lugar y los planes que haremos.

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Suiza en 8 días · día 3: Grindelwald

Tenía muchísimas ganas de venir a Grindelwald. Hace años lo vi en fotos y vídeos y me enamoró. Y por fin llegó el día.

Grindelwald es una pequeña localidad dedicada casi enteramente al turismo, y es que este lugar se encuentra a los pies de montañas tan renombradas como el Eiger o el Jungfrau, ambas por encima de los 4000m, pero no son las únicas de esta zona. Podéis imaginaros la impresionantes vistas que hay mirando en cualquier dirección.

Pues eso es lo que hemos hecho nosotros hoy, imaginarlo. Y es que aunque estamos en pleno julio, zonas tan montañosas tienen el riesgo de acumular capas y capas de nubes, justo lo que nos ha pasado hoy. El resto de los días que estaríamos por aquí pinta igual la cosa, así que no hemos podido posponer nuestra visita. El resultado: no hemos visto absolutamente nada por encima de los 2000m, altitud aproximada en la que estaban estancadas nubes.

Bueno, miento, sí hemos podido ver durante unos minutos la cima del mismísimo Eiger (4107m) porque justo se ha abierto un pequeño espacio entre las nubes. Bonita casualidad que nos ha permitido hacer un fotón (aquí debajo, fijaos en la parte superior de la imagen):

Esa foto ha sido tomada, no desde Grindelwald, sino desde bastante más arriba, y es que nuestro plan para hoy era prescindir de cualquiera de los muchos teleféricos y trenes cremallera que parten del pueblo, y hacer una ruta de senderismo hasta el Lago Bachalpsee.

Pero antes de contaros nuestra ruta, os dejo información de todos los teleféricos y trenes cremallera que salen desde Grindelwald hasta lo alto de las montañas (para arriba dar un paseo, admirar las vistas o hacer alguna ruta de senderismo, que hay decenas de ellas):

Teleféricos:

  • Firstbahn: lleva desde Grindelwald hasta First, y desde allí es posible caminar 2km hasta el lago Bachalpsee (es decir, el que nosotros habríamos cogido de no haber subido caminando). Es el único teleférico que sube hacia el lado contrario de los Alpes, de forma que se pueden admirar de frente como si de un croma se tratase. El viaje de ida y vuelta cuesta 70€ y podéis comprar las entradas aquí.
  • Männlichenbahn: leva desde Grindelwald hasta Männlichen, para acceder también a pistas de esquí y rutas de senderismo.
  • Eiger Express: conecta Grindelwald con el glaciar de Eiger. Este teleférico es mucho más moderno, una de las incorporaciones más recientes y de las más populares.

Trenes cremallera:

  • Wengernalpbahn: conecta Grindelwald con Kleine Scheidegg, pasando por Wengen. Es una de las líneas de tren de cremallera más largas del mundo y ofrece vistas espectaculares del Eiger, Mönch y Jungfrau.
  • Jungfraubahn: desde Kleine Scheidegg, este tren cremallera lleva hasta la estación Jungfraujoch, la estación de tren más alta de Europa, a 3,454 metros sobre el nivel del mar.

Jungfraujoch o Top of Europe

La actividad sin duda más popular es la que sube al conocido como Top of Europe: la estación del Jungfraujoch, que tiene el honor de ser la más alta de Europa. Y como no podía ser de otra forma, es también la más cara, y con mucha diferente, aunque realmente abarca 2 transportes: el Eiger Express y el Jungfraubahn (es decir, se coge un teleférico y un tren cremallera). El precio total es de 218€ y podéis comprar los tickets aquí.

En nuestro caso, no hemos subido porque yo ya subí en el pasado. Y os puedo decir que merece la pena. Es una auténtica pasada. Os dejo aquí debajo una foto de cuando subí hace unos años.

Aprovecho para mencionar la Swiss Travel Pass, un pase que cuesta 250€ y que permite entrada gratuita a muchos museos en todo el país, así como utilizar todo tipo de transportes de forma gratuita y tener grandes descuentos en prácticamente todos los funiculares, trenes cremallera y teleféricos. Nosotros no la hemos comprado porque tenemos pensado subir solo a 2, y tenemos coche para desplazarnos. Pero podéis echar cuentas y ver si os compensa (normalmente casi siempre es así). Podéis comprar el pase aquí.

Senderismo al Lago Bachalpsee

Ahora sí os cuento acerca de nuestra excursión a lo alto de las montañas suizas, una larga ruta de 21km con +1360m de desnivel que no es recomendable si no estáis en muy buena forma y con ganas. 1000 de los 1360m se suben en tan solo 5km. Subir y subir sin parar, una inclinación importante.

El sendero no tiene ningún tipo de pérdida, imposible, ya que está todo fantásticamente señalizado y cada vez que hay un cruce de caminos hay también varias señales que indican dónde va cada uno. En nuestro caso, debíamos seguir las señales de Bachsee / Bachalpsee (a veces lo escribían de una o de otra forma).

Hemos partido de Grindelwald, a 950m de altitud, y el lago se encuentra a 2265m. Cuando hemos llegado a los 1800-2000, hemos tocado esas nubes estancadas y desde ese momento no veíamos más que niebla y unos pocos metros hacia delante. Nada de vistas a los Alpes, y nada de las impresionantes cascadas que acompañan el sendero en casi todo momento, y que sonaban con mucha fuerza.

Por suerte en la bajada (después de tener que esperar un buen rato dentro de un refugio que hay en el lago a que parase de llover) se ha despejado ligeramente y hemos podido ver algo de paisaje.

Una opción que eligen muchos (ya que 21km es una distancia considerable) es subir caminando, como nosotros, y después continuar desde el lago hasta la estación de First (unos 2km más) y bajar en teleférico. Eso dejaría una ruta de unos 12-13km (depende de dónde aparquéis el coche en Grindelwald) con mucho desnivel, pero ya más asequible de distancia.

En nuestro caso, subida y bajada por el mismo sitio, aunque para ahorrarnos la parte con más desnivel (los primeros km de subida) en ese punto bajando nos hemos desviado por uno de los caminos grandes que daba más vuelta (6km en vez de 4) pero era más cómodo y con unas bajadas más llevaderas.

Por aquí os dejo el track de nuestra ruta (la completa): Grindelwald – Lago Bachalpsee – Grindelwald

Y aquí os dejo el track de solo la subida y hasta First: Grindelwald – Bachalpsee – First

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Suiza en 8 días · día 2: Interlaken y Berna

El plan de hoy se ha chafado apenas comenzaba el día. La idea era hacer una ruta de montaña, pero el cielo estaba totalmente cubierto y justo antes de salir del hotel se ha puesto a llover, así que hemos optado por cambiar, y hacer hoy lo que teníamos pensado hacer mañana (y mañana haremos lo de hoy, espero).

Así que, por delante, otro día de turismo urbano y alguna otra cosa chula.

Interlaken

La ciudad literalmente entre lagos (el lago Thun en el oeste y el lago Brienz en el este) es más bien un punto de partida para diversas actividades y excursiones alrededor de ella. Es, de hecho, donde estamos alojados nosotros (no en la ciudad, pero sí en las afueras), porque se encuentra cerca de muchos puntos turísticos interesantes.

Pero hoy veníamos a pasear por sus calles y subir a lo que se conoce como el Top of Interlaken: el Harderkulm.

Y es que las montañas suizas están mucho menos protegidas que las españolas, y por ello, para aprovechar el tirón que puede haber entre los turistas, Suiza cuenta con la friolera de ¡120 funiculares, 50 trenes cremallera y 240 teleféricos! Todos ellos con objetivo de subir a lo alto de alguna montaña.

Hoy, como el día no acompañaba, hemos optado por un plan de «personas normales» y hemos subido en funicular hasta Harderkulm, una montaña que se erige sobre el núcleo de Interlaken y que alberga un restaurante y un mirador con unas vistas es-pec-ta-cu-la-res.

Se sube desde la estación de Harderbahn, muy cerca de la estación de tren y de ferris de Interlaken, y su precio es de 44€ ida-vuelta. Se pueden comprar por separado por si queréis subir andando (es posible por un sendero de 4,5km con +750 de desnivel y que sale justo al lado izquierdo de la estación – está perfectamente señalizado y no tiene pérdida).

Pese a su precio, creo que merece la pena. Una vez allí arriba podéis, además de disfrutar de las vistas desde el mirador, hacer alguna ruta. Por ejemplo, el pico Wannichnubel está apenas a 1,5km desde el mirador, por el único sendero que sale desde allí. Pero incluso podéis hacer rutas más largas, ya que se puede crestear toda esa cordillera.

Una vez abajo, hemos comido en un restaurante tailandés (Sri Manee Isaan) al final de la calle principal de Interlaken, y a pesar de la lluvia que caía después de comer, hemos dado un paseo por el centro, que se limita a esa bonita calle principal y poco más.

Berna

Por la tarde ha sido el turno de visitar la capital de Suiza, a 60km de Interlaken. Berna fue fundada en 1191 por el duque Berchtold V de Zähringen. Según la leyenda, el duque prometió nombrar la ciudad en honor al primer animal que cazara, que resultó ser un oso («Bär» en alemán).

A día de hoy, su casco antiguo (muy reconocible porque esta totalmente rodeado por el río Aar) es súper sencillo de visitar, ya que su forma alargada y su calle principal situada justo en el centro, hacen que todo esté muy cerca.

Hemos aparcado en este parking a pocos metros del inicio del casco antiguo, muy bien ubicado pero algo caro (17CHF por menos de 3h). Y desde ahí hemos comenzado a caminar en línea recta, con algún desvío, para ver las principales edificaciones y monumentos de la ciudad:

  • Palacio Federal: es uno de los edificios más emblemáticos del país y alberga la sede del Parlamento suizo y el Consejo Federal.
  • Kramgasse: se trata de la calle principal de la ciudad, abarrotada de comercios y restaurantes. Esta larga calle llega hasta el final del casco antiguo, y llama la atención por sus estupendamente conservados edificios medievales.
  • Torre del Rejoj: conocida como Zytglogge en alemán, fue construida a principios del siglo XIII como parte de la primera muralla occidental de la ciudad de Berna. Tenía funciones únicamente de vigilancia, pero en 1405, después de un gran incendio que devastó Berna, fue reconstruida y se le añadió el reloj astronómico en 1530, que es el que le da el nombre.
  • Catedral de Berna: Su construcción comenzó en 1421 y se extendió por varios siglos. De hecho, lo que más llama la atención, la torre, no se completó hasta 1893. En la entrada principal, se puede admirar un impresionante portal que representa el Juicio Final. Esta obra de arte esculpida en piedra data del siglo XV y es una de las pocas representaciones medievales del Juicio Final que aún conservan su policromía original. 
  • Bärenpark: llegando ya al final del casco antiguo, y cruzando el río Aar, encontramos aquello que simboliza la ciudad, un recinto arbolado junto al río donde viven tres osos pardos. Las «mascotas» de Berna. El antiguo foso de los osos, conocido como Bärengraben, fue inaugurado en 1857 y durante más de 150 años albergó a osos en un espacio que, aunque icónico, no cumplía con los estándares modernos de bienestar animal. Así que en 2009 se inauguró el Bärenpark, mucho más espacioso diseñado para proporcionar un ambiente más natural y adecuado para los osos.
  • Rosengarten: como última parada del día, un jardín de rosas en lo alto de una colina fuera ya del casco antiguo, a donde merece la pena subir, no tanto por ver las rosas (que no nos ha parecido muy llamativo) sino por disfrutar de unas buenas vistas panorámicas del casco antiguo de la ciudad.

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Suiza en 8 días · Día 1: Lausana

Comenzó nuestro gran viaje del Verano, y como cada año, os iré contando en vivo lo que vamos haciendo cada día, para, al final, escribir un gran post con toda la información útil necesaria para hacer una ruta por Suiza, tanto lo que aprendimos previamente, como lo que nos tocó averiguar durante el viaje.

En esta ocasión estamos comenzando un viaje en coche de 9 días recorriendo Suiza, pero el noveno día será simplemente de vuelta a España, por lo que no lo vamos a contar. Hoy, primer día, sí, porque hemos aterrizado en Ginebra a las 13:00.

Dicho esto… ¡vamos allá!

Como os decía, hemos llegado a las 13h al aeropuerto de Ginebra, ubicado en un emplazamiento muy curioso porque el propio aeropuerto hace frontera con Francia. De hecho, la salida hacia Francia está señalizada para aquellos pasajeros que se dirijan allí y no a Ginebra (Suiza).

Durante estos 8 días nos alojaremos en 3 hoteles diferentes: 3 noches en Interlaken, 2 noches en Zermatt y 2 noches cerca de Zúrich, y nos desplazaremos en un coche de alquiler. Dejar claro que es posible moverse bastante bien por Suiza con trenes, pero preferimos la libertad que aporta un vehículo propio, ya que como veréis nuestros planes no se limitan a visitar pueblos y ciudades.

Desde Ginebra hasta Interlaken hay unos 200km (2h) de viaje en coche, debiendo pasar necesariamente por la ciudad de Lausana, así que ese ha sido nuestro plan de hoy.

Lago Leman

Hemos aparcado en un gran parking que hay muy cerca del centro de la ciudad, a los pies del Lago Leman, que no es nada caro: 2,50CHF/hora pero 8CHF por el día completo, algo súper asequible para los precios que se manejan en este país.

Por cierto, a julio de 2024 el cambio de euro a franco suizo es casi de 1=1 (1CHF=1,03€) así que es súper fácil echar cuentas para ver lo que cuesta cualquier cosa.

Una vez dejado el coche, hemos dado un paseo por la orilla de este precioso lago lleno de vida ahora en verano, con un montón de barquitos, gente tomando el sol y bañándose (la playa de Suiza sin duda). Pero es que las vistas son una pasada: rodeando el lago todo son altas montañas, y al fondo se pueden admirar los Alpes, con el inconfundible Cervino (Matterhorn en alemán) al fondo, una montaña de la que os hablaré unos días más adelante.

Teníamos pocas opciones para comer, ya que entre la hora de aterrizaje e ir a por el coche de alquiler, eran las 15h, y ya sabemos todos qué horarios se gastan por Europa fuera de España. Pero hemos encontrado un restaurante a los pies del lago, con unas vistas excelentes, llamado The Lacustre, que a estas horas solo tenía disponible la carta de pizzas, pero eso no es un problema para nosotros. Ya probaremos algo más «auténtico» en otro momento.

Museo Olímpico

Después de comer hemos seguido caminando en la misma dirección, hasta llegar a las puertas del Museo Olímpico de Lausana, también a los pies del lago.

Impresionante lugar, aunque es una opinión sesgada por alguien (yo) extremadamente amante del deporte (y del atletismo en particular) y también atleta en activo. Todo lo que tiene que ver con los Juegos Olímpicos, la máxima expresión del deporte y sus valores, es siempre especial. Y esta vez más aún porque estamos a 6 días de que comiencen los JJOO de París 2024.

Lausana es la sede del Comité Olímpico Internacional, y por ello el Museo Olímpico fue erigido aquí, concretamente el 23 de junio de 1993 y bajo la iniciativa de Juan Antonio Samaranch, quien fuera presidente del COI.

En la entrada se puede observar una réplica de la llama olímpica, que simboliza el espíritu de los Juegos Olímpicos y la continuidad del legado olímpico. La original es encendida en Olimpia, en Grecia (ciudad que tuve el placer de visitar hace años, y eso sí que es magia), y luego es transportada a través de una serie de relevos hasta el lugar en el que se desarrollen los Juegos Olímpicos. En esta ocasión pilla cerca, París.

Ya dentro del museo, éste se divide en 3 pisos, y en él es posible leer acerca de la historia de los Juegos Olímpicos, tanto los antiguos como los modernos, y alberga miles de objetos relacionados con los JJOO, como todas las antorchas de los JJOO modernos, todas las medallas, y de todo tipo de material deportivo original que muchos deportistas han donado al museo.

Si os gusta el deporte, os recomiendo la visita 100%. La entrada cuesta 20€ y podéis comprarla allí mismo o bien por adelantado en internet aquí.

Casco antiguo de Lausana

Aquí os voy a contar lo que habríamos hecho, ya que finalmente, como teníamos 1h30 de coche hasta Interlaken, y de haberlo hecho no hubiésemos llegado a hacer el checkin en el hotel, hemos optado por dejarlo pasar. Quizás lo visitemos a la vuelta, si nos da tiempo.

Os cuento los puntos más importantes que visitar en el núcleo antiguo de la ciudad, que se encuentra a unos 2km en subida del museo:

  • Catedral de Lausana, que además de entrar, se puede subir a la torre para unas buenas vistas de la ciudad).
  • Palacio de Rumine, una de las joyas arquitectónicas del casco antiguo y que también alberga exposiciones en su interior.
  • Place de la Palud, la principal plaza de Lausana, donde también se encuentra en ayuntamiento.
  • Escaliers du Marché, unos pintorescos escalones cubiertos que conectan la Place de la Palud con la Catedral de Lausana.
  • Castillo de Saint-Marie, situado en la cima de una colina, actualmente alberga la sede del gobierno cantonal de Vaud, por lo que no se puede visitar por dentro.
  • Rue de Bourg, una de las calles comerciales más antiguas y elegantes de Lausana, donde se mezclan tiendas de lujo, boutiques, y cafeterías, todo en un ambiente histórico.

Ahora ya estamos asentados en nuestro primer «campamento base» un hotel a las afueras de Interlaken y a orillas del Lago Thunersee, el que está al oeste de Interlaken (ciudad «entre lagos»).

Ha sido un gran día para abrir este viaje, y mañana: primera ruta de montaña.

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