6 de agosto: Descenso del Sella

Día intenso el de hoy, nuestro agosto por el norte empieza fuerte! Hoy hemos puesto rumbo a Arriondas, la localidad desde la que empieza el recorrido típico del famosos Descenso del Sella. Para hacer este plan, lo ideal es asegurarse el día de antes las canoas con alguna empresa de las muchas que hay dedicadas a este plan. Nosotros hemos optado por la de un conocido, llamara Sellastur. Realmente todas son muy similares, y los precios son los mismos: 20€ por una piragua durante 6 horas, con comida tipo picnic incluida.

Es bastante cómodo: al llegar al centro a recoger el material y la comida, se pueden depositar los objetos personales en una taquilla allí mismo, aunque también proporcionan barriles herméticos para llevar todo lo necesario para el descenso. Una ve preparados, nos llevan en minibus hasta el inicio de la ruta en el río Sella. Hay varias paradas (estas sí dependen de la empresa pero todas son parecidas): en el km 7, el 12 y el 16. No es necesario decidir de primeras dónde terminar, ya que en cada parada hay personal de la empresa esperando.

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Y ahora os cuento cómo nos ha ido y qué nos ha parecido: aunque ha sido muy entretenido, la cantidad de personas que había en el río no era ni normal ni seguro (y no me refiero al tema Coronavirus). Aquello parecía la cola del súper, pero llena de personas que no sabían manejar la canoa. Nosotros íbamos en individuales, lo cual hace que seamos bastante ágiles, pero la mayoría opta por piraguas dobles, con la necesaria (y en casi todos los casos, inexistente) coordinación entre miembros que eso implica.

En tramos anchos no había problema, pero en bajadas y rápidos más estrechos, era imposible que no te llevasen por delante. En una ocasión han llegado a tirarme al agua, y mientras trataba de recuperar mi piragua y mi pala, seguía embistiéndome gente. En qué me he visto de salir! Y por supuesto allí no había monitores, ni señales ni nada de nada. Allá cada cual se apañe en controlar su rumbo.

Personalmente, ha perdido muchísimo encanto, y aunque es una experiencia más que sumo y que había que hacer, no repetiría en esta situación y tampoco la habría hecho si lo hubiese sabido. No sé cómo de lleno está en otras ocasiones, pero desde luego si es así, pienso que deberían estipular un aforo diario para evitar accidentes. Quizás una buena forma de bajar con menos gente sea madrugando un poco más: nosotros hemos llegado como a las 11:45 a recoger las piraguas y empezado el descenso a las 12:30.

Cambiando de tema, el paisaje durante todo el recorrido quita el aliento: rodeados de montañas y todo tan verde como el resto de Asturias. Hemos hecho el recorrido completo, los 16km, en unas 4 horas: 3h10 en movimiento y 50 minutos de parada para comer y descansar. El picnic consistía en un típico bollo preñao (un pan con un chorizo dentro), una empanada de atún y una barrita de postre, bien de energía!

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Mirador del Fitu

De vuelta a Lastres no podía faltar la parada en el Mirador del Fitu, en el punto más alto de la carretera que une Arriondas con Colunga (junto a Lastres). Para no variar, también está atestado de gente, y debido a la situación actual, hay control de número de personas en el mirador y en consecuencia hay que hacer cola para subir. Por supuesto, no hemos esperado esa cola y hemos subido al Refugio del Fitu (así se llama en Google Maps), justo detrás del Mirador. Y allí no hay casi nadie y las vistas son, casi seguramente, mucho mejores, pues está aún más alto que el Mirador. Y desde luego merece totalmente la pena, porque la panorámica de las montañas y del mar es espectacular.

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Y para compensar el trabajo de brazos (y las agujetas que segurísimo nos van a salir), mañana ponemos rumbo a la zona más oriental de Asturias para hacer la Ruta del Cares, otro obligado de esta región.