Hace unos días cayó una que no tiene nombre. Bueno, en realidad sí lo tiene: Filomena, un temporal de frío y nieve que, después de 72 horas nevando, dejó Madrid (y media España más) sepultado bajo la nieve.
Más de medio metro de nieve en pleno centro de la capital dejó, a parte de la ciudad en stand by, unas fotos únicas, de postal, que ninguno imaginamos que veríamos nunca. Todo ello sumado al uso del último complemento de moda en estos tiempos, la mascarilla, creó un escenario que te lo dicen en 2019 y no te lo crees.
Las instantáneas tomadas durante esos días son una pasada, así que aprovecho estos meses en el dique seco en el blog por falta de viajes, para dejaros unas cuantas y tener un recuerdo para la posteridad.






