Torija es un pueblo perfecto para hacer un alto en el camino en vuestro viaje por la A2, ya que se encuentra junto a ella en el km 73, y no hay más que tomar una salida en la autovía y a los pocos metros llegaréis al pueblo.
Se encuentra en la provincia de Guadalajara y lo llaman «La Puerta de la Alcarria» ya que se encuentra al final del valle donde empiezan estos característicos llanos de Castilla-La Mancha.
Todo el pueblo en sí tiene mucho encanto, pero lo más característico del mismo es su monumental castillo, el cual fue construido por los Templarios para controlar todo el valle y por el que también pasaron los navarros en el siglo XV y El Empecinado en el XVIII. Durante la Guerra Civil fue sede del Ejército Republicano. Actualmente está restaurado y en su interior hay un museo dedicado al libro de Camilo José Cela «Viaje a la Alcarria».

También podéis tomar algo en la preciosa Plaza de La Villa, junto al castillo (y es un buen sitio para aparcar el coche) y visitar la Iglesia de la Asunción.
Como decía, es una muy buena opción para hacer una parada en vuestro viaje y aprovechar para conocerlo, ya que no os llevará mucho tiempo, y comer. Hay un restaurante que se llama Asador Pocholo, que siempre está hasta arriba pero que fue galardonado en el año 2008 como uno de los mejores restaurantes de Castilla-La Mancha.
Nosotros no pudimos comer por no haber sitio y optamos por el Restaurante Las Cucharitas, justo detrás de la Plaza, con comida casera muy bien elaborada y menú del día también en fin de semana.