Siguiendo el repaso por mis viajes pre-blog, hoy vengo a hablaros de Brighton, una de las ciudades más alternativas del sur de Reino Unido, y que puede visitarse en un solo día: ni muy grande, ni muy pequeña, costera y con mucha vida. Es la localidad más gay-friendly del país y la que tiene más bares y restaurantes por habitante. Es perfecta para hacer una excursión de día desde Londres, que de hecho es lo que hice yo mientras viví allí en el verano de 2013.

Royal Pavilion
Es uno de los iconos de la ciudad, como entrar de repente a la India. Se trata de una construcción mandada a erigir por Jorge IV en el siglo XVIII, quien la ideó como su residencia familiar de verano (Brighton fue y sigue siendo uno de los destinos estivales predilectos para los ingleses).
Su exterior es de clara influencia india, recordando al Taj Mahal, y fue utilizado como inspiración al Palacio de Hielo que decoraba el Baile de Invierno The Yule Ball de Harry Potter y el Cáliz de Fuego-
Su interior tiene una decoración mayoritariamente oriental, con objetos importados de China. Es una lástima pero no está permitido hacer fotos dentro.

Brighton Palace Pier
El embarcadero de Brighton es la imagen icónica de la ciudad. El Palace Pier lleva en pie desde 1823 y cada noche se ilumina con 60.000 bombillas. Al más puro estilo dcaliforniano, de la playa sale un espigón hacia el mar con un parque de atracciones sobre sus pilares: montañas rusas, máquinas recreativas, puestos de perritos calientes…

Brighton Beach
La playa de la ciudad no es de arena sino de cantos rodados, pero pese a lo que pueda parecer es bastante cómoda para tumbarse, aunque en cualquier caso, puede disponerse de tumbonas a rayas azules y blancas características de la misma, y que colocan cada verano, junto con las casetillas de colores.

North Laines
Con un estilo retro que hace volver a los años 60, este lugar es un barrio formado por callejuelas llenas de tiendecitas vintage y pubs. Además, es una zona en la que impera el street art. Una de las calles con más graffiteadas es Kensington Street. Si podéis, pasad por el The Prince Albert Pub, cuyo lateral tiene una pintura enorme con caras de cantantes famosos, como John Lenon, Elvis, Freddie Mecury, Amy Winehouse… y en la parte baja hay una réplica del graffiti Kissing Cops de Banksy (ya que el original fue arrancado y vendido por una cantidad indecente de dinero).

Brighton Marina
Es el puerto deportivo, que no tiene el glamour de los de la Costa Azul, pero es una zona bastante viva en la que es interesante dejarse caer. Tiene cines, una bolera, restaurantes…
Está un poco apartada del centro de la ciudad, así que puedes ir caminando por el paseo marítimo y tardarás como una hora, o si es entre primavera y verano, tomar el Volk’s Electric, el primer ferrocarril eléctrico público, operativo desde el siglo XIX, que cubre en su único vagón la ruta Brighton Pier – Marina.
West Pier
El Palace Pier no ha sido el único muelle de Brighton, sino que la misma ciudad albergó dos más. La suerte del West Pier ha sido muy dispar: años de abandono y un par de incendios de considerable envergadura, el último en 2003, terminaron por malograrlo. Ahora solo queda su estructura, a modo curiosidad, pero ni siquiera está conectado a la tierra por una pasarela.
