Amsterdam · día 2: Mercado de flores, Halvemaansbrug, Barrio Judío y Casa de Anna Frank

Primer día completo por Amsterdam, y el único que teóricamente nos va a respetar el clima. Así ha sido: 6-7ºC durante el día, algo de sol y nada de lluvia. Así que nos hemos pateado el centro de la ciudad de arriba abajo varias veces. Hemos subido al tranvía 13 para llegar a la Estación Central, y allí hemos comenzado nuestra caminata.

Mercado de flores

Desde la estación hemos caminado a lo largo de la calle Damrak, que comunica ésta con la Plaza Dam, así también la veíamos de día. Hemos seguido recto por la calle Rokin, y finalmente hemos llegado al famoso Mercado de Flores de Amsterdam, Bloenmarkt en holandés.

Se trata de un mercado flotante dedicado casi exclusivamente a la venta, no tanto de flores (que también), sino de bulbos y semillas, sobre todo los míticos tulipanes holandeses, aunque también hay algunas tiendas de quesos donde podréis probar de diferentes sabores. Este colorido mercado es el único de este tipo en el mundo, y se remonta a los tiempos en que las flores y otras plantas llegaban a través de los canales desde diferentes partes del país.

Halvenmaansbrug

Justo al lado de este mercado, el puente que lleva este nombre cruza el río Amstel, y desde él se pueden hacer unas bonitas fotos con el canal de agua y las típicas casas holandesas al fondo. Aunque aprovecho para decir que pasear por Amsterdam es un placer (a pesar de sus estrechas aceras y el peligro constante de ser atropellado por una bici) porque la arquitectura de la ciudad es, en mi opinión, súper agradable a la vista.

Comida rápida: Toastable

También junto al mercado de flores, hemos parado a comer un sandwich rápido, a la par que sano y rico, y un buen café en Toastable, un pequeñito local de sandwiches también apto para vegetarianos y veganos, y muy buen café.

Barrio judío

El Jodenbuurt ocupa toda esta parte de la ciudad, que corresponde a la zona donde hace muchos siglos se asentó la comunidad judía, y que posteriormente, durante el siglo XX y los acontecimientos relacionados con el Holocausto, fue convertido en el gueto judío de Amsterdam. En esta zona visitamos varios lugares:

  • Waterlooplein Market: es un mercadillo de objetos y prendas de segunda mano. Algunos puestos parecen más un basurero, pero en otros hay cosas interesantes.
  • Museo Rembrandt: no hemos podido entrar, pues está en obras hasta el 18 de marzo de 2023, pero sí nos hemos acercado a ver por fuera la que fuera la casa del famoso pintor holandés Rembrandt, en la que vivió entre 1639 y 1659.
  • Sinagoga portuguesa: es otro de los lugares que visitar en el barrio judío, pero tampoco entramos, pues el precio nos parecía excesivo (15€). Es una sinagoga sefardí del siglo XVII a la que se conoce también por el nombre de esnoga. La comunidad de judíos sefardíes en Ámsterdam fue una de las más grandes y ricas en Europa durante la Edad de Oro Neerlandesa y esta sinagoga es un reflejo de ello. Se encuentra en uso todavía, data de 1675 y es una de las sinagogas más grandes del mundo.
  • Museo de los judíos: se encuentra justo frente a la sinagoga, y en uno de sus laterales podréis pasear por una de las pocas calles mas tradicionales del barrio, ya que después de la Segunda Guerra Mundial el barrio judío quedó prácticamente destruido y realmente lo que hoy vemos son edificios residenciales modernos. La entrada al museo cuesta 17€.
  • Monumento al Holocausto: es una construcción en la que aparecen los nombre de más de 100.000 personas neerlandesas que fueron asesinadas durante el holocausto.
  • Hortus Botanicus: Inaugurado en 1638,se trata de uno de los jardines botánicos más antiguos de Europa, y curiosamente aquí se cultivó la primera planta de café en Europa. Tiene varios invernaderos con climas diversos para poder observar la vegetación de cada uno de ellos. La entrada cuesta 12€.

Casa de Ana Frank

A esta no hemos podido entrar, no por no querer, sino por despistados. Y es que internet está inundado de blogs que urgen a comprar las entradas con antelación, pues suelen agotarse rápido… y así es. En nuestro caso, no había entradas para ninguno de los 5 días que estaremos en Amsterdam, por lo que nos hemos limitado a verla desde fuera.

Por si acaso no os suena, os cuento que esta casa se trata de la vivienda en la que se escondió Ana Frank y fu familia (judíos) durante la Segunda Guerra Mundial: ¡estuvieron escondidos durante 2 años!. Esta niña es famosa porque su diario sobrevivió a los acontecimientos, y posteriormente fue publicado (si no lo habéis leído, estáis tardando). La casa se ha convertido, por supuesto, en un museo que abrió al público en 1960 con la ayuda de Otto Frank, padre de Ana y único superviviente de la familia. Se puede visitar la zona de la vivienda en la que estuvieron escondidos y otra parte que muestra el contexto histórico en el que tuvo lugar el Holocausto y donde se encuentra el diario original.

Cena: Food Hallen

Súper descubrimiento cerca de nuestro hotel: Food Hallen, dentro de un recinto llamado De Hallen, una especie de centro comercial donde también hay un cine y algún otro local, pero lo principal es este recinto (cubierto y calentito) lleno de puestos de comida de diferentes tipos (ramen, tacos, pizza, sushi, jamón serrano, burritos, albóndigas neerlandesas…) en los que uno puede comprar lo que quiera y sentarse a comerlo en una de las muchísimas mesas repartidas por todo el hall. El ambiente es genial y la comida está obviamente por debajo del precio medio por cenar en cualquier restaurante. Por menos de 20€ por persona se come sobradamente. Esta noche hemos elegido burritos. Y repetiremos (probando otros platos) seguro.

Entradas relacionadas:

Amsterdam · día 1: Plaza Dam y Damstraat

Llega fin de año, y como ya es casi tradición, ¡nos escapamos! En esta ocasión ha sido el turno de Amsterdam, una ciudad que aún no tenía el placer de conocer. Estaremos aquí 5 días, y os iré contando todo lo que hagamos (y cómo podríamos haberlo hecho mejor).

El primer día de viaje no ha dado mucho de sí, pues nuestro avión ha salido a las 15:00 de Madrid. 2 horas después aterrizábamos en Amsterdam Schiphol, uno de los aeropuertos con más tránsito de Europa, por lo que es enorme.

¿Cómo llegar del aeropuerto al centro de Amsterdam?

El taxi o VTC (Bolt en este caso) para llegar al centro de la ciudad cuesta unos 30-40€, así que hemos optado por utilizar el transporte público. Si os alojáis en el centro centro de Amsterdam, llegar es sencillo, pues hay un tren directo a la Estación Central, y de ahí podéis caminar o tomar un tranvía. En nuestro caso, que el hotel se encuentra a unos 2,5km del centro, y a 3 de dicha estación, hemos cogido un tren Sprinter hasta Sloterdijk (por unos 6€ por persona), y allí el tranvía 19 hasta Ruijterweg, parada que se encuentra a pocos metros de nuestro destino, el Hotel Chassé.

Alojamiento: Hotel Chassé

El hotel está bastante bien, el precio en estas fechas (26-30 de diciembre de 2022), 4 noches en una habitación doble superior con desayuno Buffet incluido, ha sido de 663€ (82€ por persona y noche), algo bastante por debajo de la media de Amsterdam y por encima de la calidad media también, ya que salvo que te vayas a hoteles grandes y muy caros, hay por ahí muchísimo hotel pequeño y antiguo que deja bastante que desear. Además, el buffet del desayuno está genial, las habitaciones tienen bastante buena insonorización para lo que a veces encontramos por ahí, y los únicos peros son que hay un campanario al lado que toca cada hora desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche, y que el gimnasio no es realmente del hotel y abre a las 10 de la mañana (esto para personas normales no es importante pero para nosotros sí, y de hecho siempre reservamos hotel que tenga gimnasio para poder seguir con nuestros entrenamientos).

hotel chassé amsterdam

Plaza Dam

Una vez instalados en el hotel, hemos vuelto a salir a investigar, y caminando hemos llegado a la Plaza Dam, la que podríamos decir que es la principal plaza de Amsterdam, y en la que ahora en Navidad se encuentra el árbol de Navidad más grande de la ciudad (aunque tampoco es gran cosa, ciertamente). Tanto la plaza como el resto de la ciudad tienen una iluminación preciosa, confirmando así que ha sido una buena idea venir a Amsterdam en Navidad.

plaza dam Amsterdam

La Plaza Dam marca el punto donde se construyó una presa (dam en deerlandés), para poder juntar los dos asentamientos que dividía el río Amstel. De hecho, de aquí surge el nombre de Amsterdam: juntando el nombre de la presa “Dam” con el nombre del río “Amstel” derivó en el actual Amsterdam.

De la plaza parten algunas de las calles más concurridas de la ciudad, como Kalverstraat (llena de tiendas de moda de las marcas más conocidas del mundo) o Damstraat (donde predominan los restaurantes).

Dónde cenar: Damstraat

Aquí es donde decidimos buscar un lugar para cenar. Encontraréis de todo. De todo excepto restaurantes neerlandeses, y es que me quedé impactada con la cantidad de restaurantes de comida de todas partes del mundo: restaurantes argentinos, italianos, chinos, de Oriente Medio, incluso españoles: ¡vimos 3 locales de churros! Lo único que parece típico de aquí son las patatas fritas.

Nuestra elección han sido la Pizzeria Steakhouse Amsterdam, un restaurante predominantemente italiano donde la comida estaba rica (hemos pedido ensalada griega, crema de champiñones y pizza vegetariana) pero el lugar estaba hasta arriba y era muy agobiante, pues las mesas estaban tan juntas que parecía que estábamos comiendo con los de la mesa de al lado. Para ser un lugar tan turístico, los precios tampoco eran muy altos (unos 15€ por plato de media).

Pizzeria Steakhouse Amsterdam

Terminamos por hoy, mañana más y mejor.

7 planes que hacer en Ibiza en invierno

Hace 4 años pisé la isla de Ibiza por primera vez, y tampoco fue en temporada alta, sino en mayo. Fue una visita express pero al menos sí pude hacer una ruta por las calas más bonitas de la isla y sacar el bikini a pasear.

Sin embargo, hace unos días visité la isla de nuevo, esta vez en pleno diciembre. ¿Qué se hace aquí cuando no hay sol, calor ni fiesta? El clima aquí es muy bueno también en esta época, ya que durante el día suelen haber temperaturas cercanas a los 20ºC que hacen que normalmente no sea necesario abrigarse mucho. Os propongo estos 7 planes:

  • Hacer una caminata por el norte de la isla, su parte más natural, cerca de Portinatx. La ruta es totalmente llana y muy corta. En menos de 1,5km llegaréis al faro. Primero por el bosque, y al llegar al mar, el camino discurre paralelo a los acantilados. Después de llegar al faro podéis continuar un ratito más, pero nosotros nos dimos la vuelta para poder llegar a nuestro siguiente destino. Esta es la ruta que seguimos, que partía de este punto, donde podéis dejar el coche sin problema.
faro de moscarter ibiza
  • Visitar la cueva de Can Marça, un lugar que al parecer en verano está abarrotado a pesar de los 12€ que cuesta la entrada, y que sin embargo nosotros pudimos visitar con tan solo otras 3 personas más. Es una visita guiada que dura unos 20-30′ y aunque es algo caro, es un buen plan si sale un día lluvioso y es preciosa por dentro. Si os pilla la hora de comer, después podéis pasar por el Restaurante Can Tothom, en el cercano Puerto de San Miquel, donde igualmente en verano no se puede ni estar, y en estas fechas podréis comer en su terraza acristalada súper agradable. Tienen buena carta y todo lo que pedimos estaba súper rico; únicamente los postres nos parecieron carísimos (9€).
cueva de can marca ibiza
  • Subir a Sa Talaia, el punto más alto de Ibiza. Si lleváis un coche alto, podréis subir hasta allí, pero en caso contrario deberéis dejarlo por aquí y subir caminando los 2km con +160m de desnivel que lo separan (este es el camino). Las vistas, desde luego, merecen la pena. En un día claro podréis ver toda la isla nítidamente.
  • Ver el atardecer en el mirador de Es Vedrà, ese lugar tan especial del que ya os hablé en el otro post de Ibiza y que he repetido porque es el sitio más mágico de la isla.
  • Visitar el mercado hippie de Las Dalias, en Santa Eulària des Riu, que en esta época abre solo los fines de semana.
  • Hacer una ruta por el Parque Natural de Ses Salines, el cual se extiende por el sur la Ibiza y el norte de Formentera y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999 gracias a su biodiversidad marina, la pureza de sus aguas y el precioso entorno natural que es.
  • Patear de arriba abajo Dalt Vila, el casco antiguo de Ibiza, el lugar donde todo surgió y que se encuentra elevado sobre el resto de la capital y rodeado por una gran muralla que alberga en su interior pequeñas casas blancas. Y lo mejor es que hay posibilidad de hacer un free tour en cualquier momento del año. Podéis reservarlo aquí.
dalt vila ibiza

Os dejo el vídeo en el que hicimos 5 de esos 7 planes:

Los imprescindibles de Logroño (La Rioja)

La capital de la Comunidad Autónoma del vino por excelencia, queda quizás en un segundo plano frente al turismo de bodegas y viñedos, y también frente a otras comunidades limítrofes quizás más populares dentro del turismo nacional. Pero lo cierto es que la pequeña ciudad de Logroño tiene de todo, y con mucho encanto. Nuestro fin de semana de turismo enológico dio mucho de sí, y nuestra última parada fue Logroño.

Destacar que por supuesto Logroño cuenta con Free Tour, el cual os recomiendo totalmente para exprimir bien la ciudad.

1. Iglesia de San Bartolomé

Esta iglesia románica fue levantada en el siglo XIIy es la más antigua de toda la ciudad. La vida del santo que le da nombre está representada en las figuras de su llamativo pórtico.

2. Concatedral de Santa María de la Redonda

Aunque no lo hagáis intencionadamente, os toparéis con esta catedral sí o sí, en pleno centro neurálgico de Logroño desde el siglo XV. Se llama «Concatedral» porque comparte el título de Catedral con los templos de las localidades riojanas de Santo Domingo de la Calzada y Calahorra.

3. Puente de Piedra

Este puente, uno de los 5 que cruzan el Ebro para entrar en Logroño, es uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad. Fue construido en 1884 tras derrumbarse uno que había en su lugar, Es el más importante o al menos conocido de la ciudad pues el Camino de Santiago para por él.

4. Bodegas Franco-Españolas

Justo al otro lado del Puente de Piedra se encuentran estas bodegas, que gozan de ser las pioneras en Logroño. Si tenéis tiempo, podéis hacer una visita guiada por ellas (incluyen cata de vinos y aperitivo).

5. Paseo del Espolón

Es el principal paseo de la ciudad, en pleno centro, y sin embargo un espacio muy amplio rodeado de zonas verdes. En el centro de la misma hay una estatua del General Espartero, quien se retiró a la capital riojana después de abandonar la presidencia del gobierno, y además es uno de los mejores lugares para tomar algo, pues en esta calle abundan los bares de pinchos.

6. Calle del Laurel

Aunque si una calle es famosa por su ambiente de pinchos y vinos, esa es Laurel, que se ha convertido en todo un icono de la gastronomía riojana, y aunque en horas punta es bastante agobiante (la calle es muy muy estrecha), si sois pocos no tendréis problema en encontrar hueco en algún bar donde tomar algo acompañado de unos buenos pinchos.

7. Museo de La Rioja

Está emplazado sobre un palacio muy bien conservado del siglo XVIII, y entrar es totalmente gratis. En él podréis observar una gran colección de objetos históricos relacionados con la historia y la cultura de La Rioja.

Qué ver en Vilaseca (Tarragona)

Toda localidad, grande o pequeña, más o menos turística, tiene algo que la hace especial y por lo que pararse a pasear entre sus calles. Este es el caso de Vilaseca, una localidad quizás algo eclipsada por su vecina Salou (desde donde prácticamente se puede llegar caminando) y su cercanía con Tarragona. Pero si vienes por la zona y buscas tranquilidad, te recomiendo visitarla, pues de hecho es uno de los pueblos más grandes de la provincia de Tarragona hablando en número de habitantes.

Se encuentra, además, muy muy cerca de Port Aventura: el parque temático está realmente a medio camino entre Salou y Vilaseca, por lo que alojaros aquí si vais a visitarlo no es una mala idea.

El Castillo de Vilaseca

Su nombre oficial es castillo del Conde Sicart, y es un precioso castillo del siglo XII construido durante la repoblación cristiana de la costa mediterránea. Primeramente tuvo una función puramente defensiva, y 6 siglos más tarde pasó a ser la residencia de Joan Kies Helmont, Cónsul de Holanda en Barcelona, conocido por promover fábricas de licor en la zona del Camp de Tarragona.

Los descendientes de Joan Kies fueron propietarios del dastillo hasta el final de 1899, que fue comprado por el Conde de Sicart, que fue el responsable de las reformas que le llevaron a tener la apariencia de la que hoy podemos disfrutar. Y finalmente, en 2005 el castillo fue comprado por el Ayuntamiento de Vilaseca a la familia Sicart.

Desde entonces, restauró su interior y sus jardines, y hoy en día es sede de actividades y exposiciones que van cambiando a lo largo del año, además de ser posible visitarlo por dentro y por fuera. Tenéis toda la info en la web.

Qué ver en Salou: más allá de la playa y Port Aventura

¿Quién no ha oído hablar de Salou? Una de las localidades más grandes de la Costa Dorada tarraconense, La sede del famoso parque de atracciones Port Aventura y también de miles de extranjeros del norte de Europa en busca de buenos rayos del sol, hasta bien entrado octubre, tal y como pudimos comprobar en nuestro reciente viaje, cuando nos encontramos a muchos de ellos bañándose en la playa como si de un día veraniego cualquiera se tratase.

Pero además de toda su cara más conocida, en este artículo quiero sacar a la luz su patrimonio histórico, que también lo tiene. Así que, vayáis cuando vayáis a Salou, os invito a pasear por los siguientes lugares:

La Torre Vella de Salou

Es una edificación defensiva construida en 1530 para proteger a la población de los frecuentes ataques de piratas y corsarios. Hoy en día conserva el exterior original a pesar de haber sufrido varias reformas a lo largo de los siglos.

Podéis visitarla gratis de lunes a sábado de 18:00 a 21:00 en horario de verano (29 de abril al 12 de octubre) y mientras que el resto del año cierra una hora antes.

Villa Romana de Barenys

Descubierto en 2007, este yacimiento arqueológico es de origen romano, construido nada menos que en entre el I a.C. y I d. C., y de él se conserva en bastante buen estado un antiguo edificio dedicado a la producción de cerámica y ánforas para la exportación de vino tarraconense.

Aunque para ruinas romanas deberíais por supuesto acercaros a Tarragona (una auténtica joya), también os animo a que visitéis este pequeño enclave en Salou. Su horario es el mismo que el de la Torre, pero fuera de la temporada de verano permanece cerrado.

Camí de Ronda de Salou

Como otros pueblos de la costa catalana, Salou cuenta con su Camí de Ronda. Se trata de un camino que bordea el mar que cuenta con unas vistas espectaculares. Aunque no es tan conocido como el de la Costa Brava, bien merece una caminata por sus 1,6km de longitud.

Paseo Marítimo Jaume I

Este amplio y bonito paseo de 2km de longitud lleva este nombre porque, curiosamente, Jaume I el Conquistador, partió desde Salou a conquistar Mallorca. Más o menos a mitad del paseo hay un monumento en su honor.

La Playa de Levante es la que discurre a su lado, una de las más concurridas de la ciudad.

San Vicente de la Sonsierra: ¿El atardecer más bonito de La Rioja?

De casualidad pasamos por este pequeño pueblo ubicado en la Alta Rioja, en nuestro camino desde Haro hasta Ábalos, donde pasamos un fin de semana estupendo de turismo enológico.

Llamativo donde los haya, pues San Vicente de la Sonsierra está emplazado en lo alto de un cerro custodiado por un castillo amurallado. Históricamente solo fue una pequeña aldea con casas desperdigadas, que se encontraba aislado de los núcleos protagonistas de las disputas entre visigodos, musulmanes y navarros, por lo que existía bastante pobreza entre sus pobladores.

Posteriormente, el noble navarro Íñigo Arista decidió crear una línea defensiva contra los musulmanes a lo largo del Ebro, cuyo cauce pasa junto a San Vicente. Desde ese momento, San Vicente empieza a cobrar importancia, y el apellido de la Sonsierra se le otorga puesto que está a los pies de la Sierra de Cantabria (sonrierra significa debajo de la sierra). Más tarde, en 1194, es Sancho el Sabio quien levanta el castillo que vemos hoy en día, y además dota a San Vicente de la Sonsierra de la condición de villa, acto a partir del cual se impulsará su actividad y economía.

Desde la construcción del castillo y con el paso de los siglos, la localidad ha sido constantemente utilizada por unos y otros en los diferentes conflictos que han tenido lugar en la Península, debido a su ubicación estratégica elevada sobre los meandros del Ebro, y a pocos kilómetros de lugares como Haro, Laguardia, Logroño o Vitoria.

San Vicente de la Sonsierra cuenta con una oficina de turismo, ubicada en la Plaza Mayor, uno de los lugares que ver en el pueblo, donde podréis informaros de qué se puede hacer en los alrededores de él. En el casco antiguo, podéis dar un paseo visitando los lugares que os dejo a continuación:

  • La Plaza Mayor: donde además podréis encontrar el Ayuntamiento y el Palacio de los Gil Aguiriano.
  • Basílica de Nuestra Señora de los Remedios: Construida en el año 1715, es uno de los mejores ejemplos del barroco de La Rioja.
  • Murales de San Vicente de la Sonsierra: este pueblo también se ha sumado a la moda del street art. A lo largo de él hay varias paredes decoradas con grandes murales que muestran algunos acontecimientos históricos de la localidad.
  • Puente Medieval: se divisa perfectamente desde el castillo este puente que cruza el Ebro y que a día de hoy ya es secundario, pues se construyó uno más grande para el paso de la carretera.
  • Bodega Carlos Moro: es la más conocida e importante de las bodegas que tienen su sede en San Vicente de la Sonsierra. Cuenta con un calado subterráneo de 1250m cuadrados y es posible hacer una visita guiada a las vides, la bodega y hacer una cata de vinos.
  • Castillo de San Vicente de las Sonsierra: os aconsejo finalizar vuestro paseo por el pueblo en este punto, y si puede ser en la puesta de sol, mucho mejor. La entrada a las ruinas de este castillo y a su iglesia es gratuita. Podréis subir a la torre y disfrutar de unas vistas 360º de la Alta Rioja, y con la luz dorada de las últimas horas del día sobre los viñedos de tonos cálidos dejan un paisaje espectacular. Una de las mejores puestas de sol que hemos visto nunca.

Haro, la capital del Rioja

El alumbrado público llegó por primera vez a las calles del mundo en el siglo XVIII, y al ser financiado por los ayuntamientos, las ciudades más importantes y ricas fueron las primeras en disfrutar de él. Las privilegiadas fueron ciudades como París, Londres… y Haro. Sí. En España, no fueron Madrid, Barcelona o Valencia las pioneras, sino la (no tan) pequeña localidad riojana de Haro.

Pero la curiosidad no se queda aquí, y es que el responsable de esto fue un insecto microscópico llamado filoxera. Si sois aficionados al vino o habéis hecho enoturismo alguna vez, este término os sonara, pero… ¿qué tendrá que ver? Comencemos por el principio, lo cual nos servirá para entender la historia de Haro.

Tradicionalmente siempre fueron los franceses los más avanzados en conocimientos y técnicas de elaboración del vino. Además de una antigua tradición, ya desde la Edad Media contaban con centros de estudio y universidades vinícolas. Exportaban vino a América, y de allí traían vides americanas y madera de roble americano para fabricar barricas, y otras materias primas. Con la fabricación del barco de vapor en el siglo XIX, los tiempos de transporte por el Atlántico se acortaron considerablemente, lo cual trajo muchos beneficios… y un gran, gran problema: un pequeño insecto (al que posteriormente se bautizó con el nombre de filoxera) que se alimenta de las raíces de la vid, llegó vivo a Europa dentro de los barcos de vapor; el reducido tiempo de transporte no permitió que muriera durante el camino, y entonces comenzó la invasión: la filoxera descubrió que media Francia estaba atestada de un gran manjar, y a partir de 1832, comenzó a consumir las viñas francesas, y en 8 años arrasó con prácticamente el 100% de ellas.

Mientras investigaban el motivo de la epidemia que afectaba a sus vides, los viticultores decidieron salir de Francia para continuar con su negocio.

En efecto, La Rioja fue uno de los lugares elegidos, y concretamente a Haro se trasladaron muchos de ellos, pues, entre otras cosas, la localidad tenía parada de ferrocarril desde el año 1863. Primero fueron en busca de vino para llevar a Francia, ya que allí había dejado de producirse (Haro ya era famoso por su vino desde la Edad Media) y posteriormente los bodegueros franceses comenzaron a construir sus bodegas alrededor de la estación, lo que dio finalmente lugar a uno de los lugares más emblemáticos de Haro que hoy podéis visitar: el Barrio de la Estación, una zona a las afueras del casco antiguo en la que tienen presencia decenas de bodegas, que desde su construcción subían sus vinos al tren rumbo a Francia.

Gracias a estos acontecimientos, Haro se convirtió en una de las ciudades más ricas de España, y su mote «la capital del Rioja» ha llegado hasta nuestros días.

Una visita a alguna de sus bodegas es algo imprescindible que hacer en Haro, pero además, no dejéis de pasar por los siguientes lugares:

  • Plaza de la Paz: el centro neurálgico de Haro y donde podréis haceros la mítica foto con el cartel. La fachada del Ayuntamiento es también muy curiosa, decorada con barricas de las diferentes bodegas de la ciudad.
  • Iglesia de Santo Tomás: fue construida entre los siglos XVI y XVII y presenta diferentes estilos arquitectónicos.
  • Palacio de los Condes de Haro: con su llamativa fachada, acoge hoy en día un Centro Cultural.
  • Basílica de la Virgen de la Vega: esta Virgen es la patrona de Haro (junto con San Felices), data de principios del siglo XVIII y fue construida sobre los restos de una antigua ermita románica

Y para completar la visita, cerca de Haro, podéis visitar la capital de La Rioja Alavesa: Laguardia.

Laguardia, el pueblo hueco de La Rioja Alavesa

Aunque parezca que seguimos en La Rioja, lo cierto es que traspasar las murallas de Laguardia significa que nos hallamos en la provincia vasca de Álava. Y es que las fronteras en esta región serpentean a lo largo de los meandros del Ebro y las montañas de la Sierra de Cantabria (que no se llama así por tener nada que ver con Cantabria, ojo. De hecho, también la llaman Sierra del Toloño).

La Rioja Alavesa se caracteriza por tener el típico paisaje vinícola riojano, toda una zona que antaño perteneció al Reino de Navarra y cuya actual capital es precisamente Laguardia, una localidad con mucha historia, la cual es precisamente la responsable de que no sea posible circular con vehículos de motor por su casco antiguo.

Elevado sobre el resto del terreno, de forma alargada y estrecha, la antigua villa de Laguardia es un lugar totalmente amurallado en el siglo XII y cuya posición estratégica la convirtió en un punto importante durante los conflictos bélicos de la Edad Media. Y es que en el siglo XV, prácticamente la totalidad del pueblo fue «agujereado»: se excavaron pequeñas cuevas debajo de los edificios con objetivos puramente defensivos. Pues bien, estas mismas cuevas, 2 siglos después, en el XVII, comenzaron a ser utilizadas como bodegas. El principal sustento de Laguardia desde hace siglos es el del vino, y aquellas cuevas eran perfectas para llevar a cabo todo el proceso de transformación de la uva en vino y también para guardar las barricas y las botellas a una temperatura ambiente perfecta y constante durante todo el año.

A día de hoy solo quedan 3 bodegas en el casco antiguo de Laguardia, por lo que casi todas las cuevas están vacías o sirven como trastero. Y este es el motivo que mencionaba antes por el cual no se permite la circulación dentro de Laguardia (tampoco cualquier coche actual cabría por sus pequeñas callejuelas).

Las 3 bodegas mencionadas que aún se mantienen activas dentro de las murallas son El Fabulista, Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre y Casa Primicia, y las 3 ofrecen visitas guiadas en las que explican el proceso de elaboración del vino y terminan con una pequeña cata. a nosotros nos recomendaron el Fabulista, pero no reservamos, y al llegar todas las horas del día estaban llenas, por lo que terminamos en las Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre, cuya visita dura 40 minutos y cuesta 7€ con cata de 2 vinos elaborados por ellos mismos.

Os dejo también otra opción, que es reservar una visita guiada por Laguardia y visitar una de las 3 bodegas + cata, por 12€. Me parece más interesante esta opción pero hay que decidirlo antes (y nosotros íbamos un poco fluyendo con el día).

Bodegas a parte, pasear por las calles de Laguardia es un must: todo el casco antiguo tiene mucho encanto y buen ambiente. No podéis dejar de visitar la Iglesia de Santa María de los Reyes, en cuyo interior destaca sobre todas las cosas su pórtico policromado, el más grande de Europa. Su construcción, en piedra tallada, corresponde a fines del siglo XIV, aunque su policromía es del siglo XVII.

Otros lugares destacados en Laguardia son la muralla, la Iglesia de San Juan Bautista, la plaza del Gaitero y la Plaza Mayor. Afortunadamente Laguardia cuenta con la posibilidad de hacer un Free Tour, lo cual os recomiendo totalmente.

Si preferís (o queréis también) visitar una bodegas más modernas, os recomiendo visitar las Bodegas Campillo, que cuentan también con viñedos, y en cuya visita guiada os explicarán y mostrarán tanto la parte de las viñas como las bodegas, adem

Ábalos (La Rioja): más vino que personas

La cultura del vino llega a su máximo exponente en La Rioja Alta y La Rioja Alavesa, una región que tenía aún pendiente de visitar, hasta hoy: este fin de semana nos hemos alojado en el Hotel Villa de Ábalos, un antiguo y acogedor palacete restaurado que hoy cuenta con 12 habitaciones, un restaurante, jardín y un gastrobar. Nuestra reserva consistía en 2 noches en el hotel, una cena degustación y una visita guiada a los viñedos de los dueños del hotel. 100% recomendable todo.

Ábalos fue una aldea de San Vicente de la Sonsierra hasta 1657, año en el que Juan Mateo Hurtado de Velasco, señor de la villa, accedió a la petición de los vecinos de Ábalos de separarse de San Vicente, aunque continuó bajo el dominio de los Condes de Haro y no se convirtió en villa independiente hasta 1726.

El pueblo de Ábalos es muy pequeño, pero con encanto. Sobre sus pequeñas casitas de piedra, que acogen únicamente a 250 habitantes, destaca la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomártir y el Palacio de los Marqueses de Legarda. Su ubicación es privilegiada, a solo 30km de Logroño y 14 de Haro, y muy cerca de la especial villa vasca de Laguardia.

El sustento para estos dos centenares de habitantes viene, efectivamente, del vino. Más de 700 hectáreas de las que rodean Ábalos están repletas de viñedos que pertenecen a los abalenses. Algunos de ellos son solo viticultores, otros bodegueros, y solo unos pocos poseen viñedos y bodega. Así, los viticultores tienen acuerdos con determinadas bodegas para venderles sus uvas tras la vendimia que tiene lugar en el mes de octubre cada año. En Ábalos están ubicadas nada menos que 16 bodegas, algunas de ellas más familiares y otras de mayores dimensiones.

El proceso de cultivo de las vitis es muy interesante. José Luis, el dueño del hotel y también de 3 hectáreas de vides a las afueras de Ábalos nos llevó hasta ellas y nos lo explicó con todo detalle, para después volver al hotel y hacer una pequeña cata de vinos con aperitivo.

Si buscáis pasar un fin de semana rural, tranquilo y aprender mucho sobre vino, os lo recomiendo totalmente. Todo fue de 10. Para complementar la visita a los viñedos, es ideal que visitéis también unas bodegas. Os recomiendo las bodegas Óbalo, a 2km del núcleo urbano, donde hacen visitas guiadas con explicación, cata de vinos y aperitivo.