Domingo, día de descanso, así que teníamos todo el día por delante para descubrir sitios nuevos.
Por la mañana nos acercamos al mercadillo de Benidorm, que pone sus puestos los domingos (como cualquier típico mercadillo de pueblo). Aprovechamos para comprar verduras de primera calidad, que nos encanta, y después de dejar la comida en casa empezamos a caminar en dirección norte (tenemos la casa en el norte de la playa de Levante, así que nos pilla muy cerca la «salida de la jungla»). Nos aproximamos al Parque Natural de Serra Gelada, a su inicio en Benidorm. Desde la Punta del Pinet se puede hacer una caminata no muy larga y con preciosas vistas, pues se puede caminar junto a los acantilados. En este camino hay dos calas: primero la Cala Almadraba y más adelante la Cala Tío Ximo. Nosotros llegamos hasta aquí, pero se puede continuar mucho más, por ejemplo hasta la Punta de L’Escaleta, donde está el mirador de Serra Gelada. Y todo esto sin coger el coche! Parece mentira que mirando hacia atrás tengamos los horribles rascacielos de esta extraña ciudad.


Para comer elegimos un lugar recomendado por un amigo de Benidorm: Los Marianos. Es un restaurante abierto 24 horas y casi siempre lleno de gente. Se caracteriza porque las raciones son bastante grandes y muy, muy baratas (por 6-7€ comes hasta llenarte), además, hay bastante donde elegir, no es la típica comida basura. Se puede comer sano, sí.
Después de comer nos fuimos directamente con el coche a visitar otro lugar que nos prometieron espectacular, y así fue: se trata de Les Fonts de L’Algar (en Callosa de Ensarriá). Es el nacimiento del río Algar, donde se encuentran numerosas cascadas y piscinas naturales de agua cristalina. En verano siempre está bastante lleno, pero en esta ocasión (porque además llovía) lo teníamos todo para nosotros solos. Normalmente hay que pagar y el cierre es a las 20:00.

*Tip* si caminas hasta el final del recinto, encontrarás un cartel que dice «fin del recorrido, no pasar». Puedes pasar sin problema y continuar caminando hasta el final, donde hay otra poza más y donde realmente está el nacimiento el río (al que sólo se puede acceder nadando). Incluso en verano, aquí nunca suele haber gente, y es un lugar mágico.
