Turismo por Extremadura: Villafranca de los Barros

Tradicionalmente próspera por su localización en un cruce de muchos caminos entre el sur y el norte de la Península, así como entre España y Portugal, la localidad extremeña de Villafranca de los Barros conserva aún hoy ese toque de cultura tradicional y encanto rural.

Fue en la Edad Media cuando Villafranca comenzó a tomar forma como una villa fortificada, gracias a las órdenes del rey Alfonso IX de León, y a lo largo de los años pasó por diversas manos, desde los templarios hasta la Casa de Alba. Su historia estuvo marcada por una serie de acontecimientos que dejaron huella en su patrimonio arquitectónico. Uno de los momentos más destacados ocurrió en el siglo XV, cuando el rey Juan II de Castilla otorgó a Villafranca el título de «Villa Real», convirtiéndose en una localidad de gran importancia política y económica.

Durante el Renacimiento, Villafranca experimentó un florecimiento cultural notable. Muchos palacios, iglesias y conventos se erigieron en esta época, dejando un legado arquitectónico impresionante. Uno de los edificios más emblemáticos es la iglesia de Santa María del Valle, de estilo gótico-renacentista, que alberga una valiosa colección de arte sacro en su interior.

En el siglo XIX, la llegada del ferrocarril impulsó el crecimiento económico de Villafranca. La agricultura, especialmente la producción de vino y aceite de oliva, se convirtió en el pilar de la economía local. Incluso en la actualidad, la viticultura sigue siendo una actividad importante en la región, y los visitantes tienen la oportunidad de probar algunos de los mejores vinos de Extremadura. Te dejo aquí una idea de plan: una visita guiada a las bodegas Las Encomiendas de Villafranca de los Barros.

Iglesia de Santa María del Valle

Esta impresionante iglesia gótico-renacentista es uno de los principales atractivos de Villafranca. Su fachada ornamentada y su interior ricamente decorado con retablos y pinturas lo convierten en un lugar de gran belleza. En su interior se encuentra la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona de Villafranca de los Barros.

Palacio de Monsalud

Este majestuoso palacio renacentista es una joya arquitectónica. Destaca por sus elegantes galerías y su patio central, donde se realizan eventos culturales y exposiciones. Se dice que el palacio está encantado por el fantasma de una dama vestida de blanco, que deambula por sus pasillos en las noches de luna llena.

Plaza de España

Ubicada en el corazón del pueblo, la Plaza de España es el lugar de encuentro de los habitantes de Villafranca. Rodeada de edificios históricos, es el escenario perfecto para disfrutar de la atmósfera local. En el centro de la plaza se encuentra una fuente con una escultura que representa a Don Quijote y Sancho Panza, en honor a la obra de Cervantes.

Museo de la Ciudad

Situado en un antiguo convento, el Museo de la Ciudad alberga una interesante colección de arte sacro, arqueología y objetos históricos relacionados con la historia de Villafranca. En el museo se encuentra una momia llamada «La Señora de Villafranca», que data del siglo XVII y ha sido objeto de numerosos estudios.

Ermita de San Isidro

Esta encantadora ermita es un lugar emblemático para los habitantes de Villafranca, especialmente durante la Romería de San Isidro. Se encuentra en un entorno rural, rodeada de campos y naturaleza. Curiosidad: Cada 15 de mayo, se celebra una romería multitudinaria en honor a San Isidro, donde los vecinos llevan en procesión la imagen del santo hasta la ermita.

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Mérida: la Roma de España

Si no habéis estado nunca en Mérida, estáis tardando. Porque la capital de Extremadura es una auténtica joya enterrada, y es que dicen que si levantasen toda la ciudad actual, saldría a la luz la antigua Emerita Augusta romana, una de las ciudades más importantes del Imperio Romano. De hecho, eso es exactamente lo que pasa cada vez que se llevan a cabo algún tipo de obra: aparecen ruinas de altísimo valor y ahora a ver cómo seguimos.

Mérida fue fundada bajo el nombre de Emerita Augusta en el 25 a.C. por el emperador Octavio Augusto, quien decidió asentar a los veteranos de dos legiones en una nueva ciudad, y pronto se convirtió en una de las ciudades más grandes del oeste de la Península Ibérica y la capital de Lusitania. Después de la caída del Imperio Romano, la ciudad no perdió su significado. En el siglo VI, se convirtió en la capital de un país visigodo que surgió en la Península Ibérica tras la caída del Imperio Romano de Occidente, y no fue hasta el 713 cuando cayó en manos musulmanas (así se mantuvo hasta el 1230) y se la rebautizó con su nombre actual.

Aunque es la principal ciudad de Extremadura, sigue teniendo tintes de pequeña población, pues a los principales lugares es posible llegar caminando agradablemente. Esto es lo que no os podéis perder en vuestra visita a Mérida (¡también hay Free Tour!):

1. Museo Nacional de Arte Romano

Para conocer en profundidad la cultura romana y los hallazgos arqueológicos de la antigua ciudad. Se celebran exposiciones, conferencias, congresos y otras actividades culturales.

2. Anfiteatro romano

Se utilizó desde el siglo I al IV y en él combatían sobre todo esclavos, delincuentes y prisioneros de guerra, a veces entre ellos y a veces contra fieras. Tenía una capacidad para 14.000 espectadores y aún mantiene gran parte del graderío en buen estado y algunas de las entradas al recinto.

3. Teatro romano

Es uno de los sitios más emblemáticos de Mérida, donde además de poder visitarlo, se celebraban obras de teatro, asambleas electorales, reuniones de ciudadanos y homenajes. Y en verano cada año tiene lugar el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

En las columnas inferiores del escenario había esculturas del Emperador y su familia (algunas todavía se conservan) y en las columnas superiores estaban las imágenes de los dioses. Era la forma de unir la política y la religión bajo la figura del Emperador.

4. Circo romano

Tenía un aforo de unos 30.000 espectadores, lo que le convierte en uno de los mayores del Imperio, fue construido sobre el siglo I d.C. Los lados longitudinales estaban ocupados por las gradas, que debieron tener la misma forma que las del Teatro, separados de la arena por un podio. En el eje de uno de esos lados se ubicaba la tribuna, desde donde disfrutaba del espectáculo su patrocinador; y en el lado opuesto la tribuna de los jueces.

Es de los monumentos peor conservados (al igual que en otras ciudades con la misma edificación), pero aún se puede observar la magnitud del recinto.

imagen de cadenaser.com

5. Templo de Diana

A pesar de su nombre, se trata de un templo de culto Imperial y ¡fue descubierto hace menos de 40 años! Esta edificación se encuentra en el centro de Mérida y es uno de los templos mejor conservado de la ciudad, debido en parte a que se utilizó como armazón del palacio del Conde de los Corbos.

6. Puente romano

Fue uno de los más largos de la antigüedad y a día de hoy es el más largo de los que se conservan, con 792 metros y 60 arcos. Aunque se conserva íntegramente, es a causa de diferentes restauraciones a lo largo del tiempo.

imagen de spain.info

7. Acueducto de los Milagros

Forma parte de una conducción hidráulica que traía aguas procedentes del pantano de Proserpina. Popularmente es conocida como “Los Milagros” por la admiración que causaba en la gente su estado de conservación a pesar del paso del tiempo, y no es para menos, teniendo en cuenta que se conservan todavía más de 800 metros del acueducto, cuya altura alcanza los 27 metros.

8. Las 7 sillas

Primer monumento que no es romano, pero sí hace alusión a uno romano. Se trata de 7 columnas que representan lo que hasta hace 100 años se veía del teatro romano: 7 pilares de piedra en los que los niños jugaban y apodaban «sillas». A principios del siglo pasado comenzaron sus excavaciones, dejando estupefactos a los arqueólogos antes la magnitud de tal descubrimiento.

las 7 sillas antes del descubrimiento del teatro (flickr.com)
monumento las 7 sillas hoy (comeya.com)

9. Alcazaba de Mérida

Para que veáis que no solo hay arte romano en Mérida. Esta fortificación árabe fue estratégicamente situada junto al río Guadiana en el año 835. Poseía unos muros de casi 3 metros de ancho y 10 de altura, convirtiendo la fortaleza en casi inexpugnable. Dentro de los 550 metros de perímetro de la alcazaba hay unos pocos edificios, entre los que no os podéis perder el aljibe subterráneo. También podréis subir a lo alto de las murallas y tener buenas vistas del Guadiana.

imagen de Wikipedia

Esto son 9 lugares que visitar en Mérida, pero pasear por la ciudad es una caja de sorpresas, pues en muchas de sus calles hay restos que se han ido encontrando a lo largo de los años, como la Casa del Mitreo, el Arco de Trajano, la Casa del Anfiteatro, el Pórtico del Foro Romano o el Acueducto de San Lázaro.

Sin duda una mini Roma en toda regla, y una de las ciudades más bonitas de España.