Padrón no es un pueblo cualquiera. Su nombre viene del Pedrón, la piedra que, según la tradición, sirvió de amarre a la barca que trajo el cuerpo del Apóstol Santiago desde Palestina. Ese mito lo conecta directamente con el origen del Camino de Santiago.
Pero Padrón también es cuna literaria: aquí nació Rosalía de Castro, la gran poeta gallega, y también Camilo José Cela, premio Nobel. A esa mezcla de historia jacobea y tradición literaria se suma su fama gastronómica: los pimientos de Padrón, que han hecho mundialmente conocido este rincón de Galicia.
Qué ver en Padrón
1. Iglesia de Santiago y el Pedrón Dentro encontrarás la piedra que da nombre al pueblo, símbolo jacobeo y parada obligatoria para peregrinos.
2. Casa-Museo Rosalía de Castro Situada en A Matanza, a las afueras, conserva objetos personales, manuscritos y recuerdos de la autora. Una visita imprescindible para los amantes de la literatura.
3. Fundación Camilo José Cela Un museo dedicado al Nobel, con manuscritos, primeras ediciones y una colección de arte.
4. Jardín Botánico-Artístico Un parque declarado monumento histórico-artístico, con especies exóticas y árboles centenarios. Ideal para pasear y desconectar.
5. Paseo del Espolón Centro de la vida social de Padrón, con estatuas de Rosalía y Cela, terrazas y sombra bajo los plátanos.
6. Iria Flavia A las afueras, fue sede episcopal y lugar de enterramiento de Rosalía. Su colegiata y cementerio son parte de la historia local.
La “Pedronía”: el diploma jacobeo de Padrón
En Padrón también existe un reconocimiento especial para los visitantes: la Pedronía. Es un diploma parecido a la Compostela de Santiago, pero con un matiz importante: aquí no se certifica que hayas completado un camino, sino que hayas recorrido y conocido los lugares más emblemáticos de la villa.
¿Por qué se da? Porque Padrón está considerado el origen de la tradición jacobea. Según la leyenda, fue aquí donde llegó la barca con el cuerpo del Apóstol Santiago y donde se amarró al famoso Pedrón, la piedra que se conserva bajo el altar mayor de la iglesia de Santiago. Si Compostela es la meta, Padrón es el inicio.
Para conseguir la Pedronía hay que completar un recorrido urbano que pasa por varios enclaves vinculados a la historia del pueblo: la iglesia de Santiago con el Pedrón, la colegiata de Iria Flavia, la Casa-Museo Rosalía de Castro, el convento del Carmen y otros puntos señalados. En cada uno se sella una credencial, y al final, en la oficina de turismo, se expide el diploma.
Más allá del papel, la Pedronía es un recuerdo simbólico: acredita que has estado en el lugar donde, según la tradición, comenzó todo el mito jacobeo. Una manera de darle valor al papel de Padrón en la historia y de que te lleves contigo un pedacito de esa herencia.
Santiago no es solo el final del Camino, es una ciudad que mezcla historia, espiritualidad, vida universitaria y muy buen ambiente gastronómico. Aunque se puede recorrer en un día, lo ideal es dedicarle un fin de semana para disfrutarla con calma.
El corazón de la ciudad. Visitarla por fuera ya impresiona, pero merece la pena entrar, ver el Pórtico de la Gloria, el botafumeiro (cuando funciona en las misas solemnes) y, por supuesto, abrazar al Apóstol. La plaza del Obradoiro, justo enfrente, es el lugar más emblemático: peregrinos llegando, música callejera y una energía única.
2. El casco histórico
Un laberinto de calles empedradas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Tiendas de artesanía, bares con terraza, soportales para resguardarse de la lluvia y plazas con mucho encanto (como la de Quintana o la de Platerías). Pasear sin rumbo es lo mejor.
3. Museos y cultura
Museo do Pobo Galego, en el antiguo convento de Bonaval, para entender la historia y cultura gallega.
Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), enfrente, si quieres algo más moderno.
Museo de la Catedral, para profundizar en la historia del templo.
4. Parques y miradores
Parque de la Alameda: el más famoso, con vistas preciosas a la Catedral (y el lugar donde todo compostelano pasea).
Monte Pedroso: a las afueras, ofrece la panorámica más completa de la ciudad.
Belvís y Bonaval: parques tranquilos, ideales para desconectar un rato del bullicio.
5. Gastronomía compostelana
En Santiago se come muy bien, y no solo marisco. Apunta:
Tarta de Santiago: imprescindible, con almendra y azúcar glas.
Pulpo a feira, lacón con grelos o caldo gallego en cualquier taberna.
Raxo (lomo de cerdo adobado) o zorza, muy típicos en bares universitarios. Consejo: prueba los menús del día en restaurantes locales, suelen ser abundantes y económicos.
6. Vida universitaria y ambiente
Santiago es ciudad universitaria, así que el ambiente está asegurado. La zona de vinos (Rúa do Franco y Rúa da Raíña) está llena de bares donde pedir tapas y raciones. Por la noche, encontrarás desde pubs tranquilos hasta locales con música en directo.
7. Excursiones desde Santiago
Finisterre y Muxía, para prolongar el Camino hasta la Costa da Morte.
Rías Baixas, a menos de una hora, con playas y bodegas de albariño.
Padrón, tierra natal de Rosalía de Castro y parada literaria e histórica.
8. Eventos destacados
Las Fiestas del Apóstol, en julio, son las más grandes: conciertos, fuegos artificiales en la fachada de la Catedral y ambiente festivo en toda la ciudad.
Agosto se está convirtiendo en sinónimo de correr el Camino de Santiago. El año pasado hice el inglés, y este año me he animado a dar un paso más, aumentando la distancia y el número de etapas.
Y en este post os cuento todos los consejos prácticos para que planifiquéis vuestro reto. Vamos allá.
1. Organizar las etapas
Lo primero que tenéis que conocer es la página oficial del Camino de Santiago: caminodesantiago.gal. En esta página, pinchando en el botón de «planificar» podréis elegir qué camino queréis hacer y cómo dividir las etapas.
El Camino Portugués es muy largo: oficialmente empieza en Lisboa y tiene nada más y nada menos que 620km. En esta ocasión no era una opción para mí, así que decidí hacer la variante de la costa (por ser más bonito, según dicen) y comenzarlo en la frontera con Portugal.
Eso nos lleva hasta A Guarda/La Guardia, el primer pueblo de Galicia tras cruzar el Miño. Desde aquí hasta Santiago hay 163km. Teniendo en cuenta los km que queráis hacer diariamente y los días de los que dispongáis, podéis distribuir las etapas de una forma u otra. Lo bueno es que es una variante que no tiene mucho desnivel, podríamos decir que es prácticamente llana (no acumulé más de 500m positivos en ninguna etapa, y todas superaron los 25km).
En mi caso, hice un total de 6 etapas (haciendo clic en cada una, os lleva al track):
En general, todo está bastante bien repartido excepto la etapa 5 en comparación con la 1 y la 4 que superan los 31km, pero las paradas tienen que coincidir con algún pueblo o alojamiento disponible, y es muy complicado cuadrar todo a la perfección. Así además, al haber algún día más corto, mentalmente se hace más llevadero.
Seguir el recorrido es facilísimo: hay señales cada pocos metros. No hace falta seguir ningún track en el móvil o GPS, es imposible perderse porque siempre (o casi siempre) tendréis una flecha amarilla a la vista, más aún si llegáis a alguna intersección que pueda generar confusión.
Pero ojo: en Vigo y sus alrededores sí que hay muchísimos problemas para seguir las señales. Hay poquísimas en toda la ciudad, y es que al parecer por algún motivo el alcalde no ha querido ponerlos. Así que la etapa 3, durante los últimos 7km aproximadamente, fui mirando el track todo el tiempo (se sigue súper bien en la app oficial del Camino De Santiago (muy difícil de encontrar, por cierto, te salen decenas de otras apps que no son oficiales antes que esa, así que os dejo el link para descargarla.
Grabé todo mi reto en vídeo, os lo dejo por aquí:
2. Cómo llevar el equipaje de un lugar a otro
Existen varias empresas que se encargan de transportar equipajes a lo largo del Camino, y a precios súper asequibles. Yo elegí Viendo Treks y no puedo dejar de recomendarla porque la experiencia fue de 10. En caso de hacer el Camino corriendo era una prioridad que fuese una empresa que cumpliese bien con los tiempos (cosa que, por lo que me han contado, no pasa con Correos) y que al llegar a destino, mucho antes de lo que lo haría si fuese caminando, mi maleta estuviese ya allí. Acabé todas las etapas antes de las 12:30 y siempre estuvo allí mi equipaje esperando.
El precio es de 7€ por etapa, pero no por la etapa que harás, sino por lo que Viando considera una etapa. Por ejemplo, en mi primer día (A Guarda – Baiona) recorrí 2 etapas (A Guarda – Oia y Oia – Baiona).
Para reservar simplemente hay que entrar en la web, reservar online el servicio indicando todos los hoteles o albergues en los que vais a alojaros, y listo. Os mandan una etiqueta por email (también os la pueden mandar a casa en formato plástico más resistente) que debéis atar al equipaje, y listo.
Importante: este tipo de servicio no se puede realizar si vais sin reservas de albergues u hoteles. Es decir, no podéis ir a la aventura a los albergues públicos porque de esta forma la empresa no se compromete a llevaros el equipaje. En el siguiente apartado hablamos de los albergues públicos y qué tener en cuenta para los alojamientos.
3. Alojamiento
Existen 3 tipos de alojamientos:
Albergues públicos: son alojamientos que cuentan con habitaciones compartidas. Los baños y zonas comunes son compartidos, y suelen tener cocina. Es la opción más económica de todas, ya que los precios por noche rondan los 10€. Sin embargo, cuentan con una gran desventaja: no es posible reservar previamente. Abren cada día alrededor de las 13h y se ocupan por orden de llegada. Los peregrinos que quieren alojarse aquí suelen madrugar mucho cada mañana para llegar pronto al siguiente albergue, y una vez allí, esperan en la puerta hasta que les dan una cama. No suelen ser muy grandes (unas 25-30 plazas por albergue) por lo que se llenan súper rápido, más en temporada de verano.
Albergues privados: son iguales que los públicos, aunque suelen estar en mejores condiciones, y sí se puede reservar previamente (aunque hay que planificarlo con tiempo de antelación). Son un poco menos baratos que los públicos pero siguen siendo muy económicos… aunque cada vez menos. En esta ocasión, los precios oscilaron entre los 20 y los 25€ por una cama en una litera.
Hoteles/hostales: es la opción más cómoda y evidentemente la más cara. En todos los puntos del Camino hay oferta hotelera. Lo malo es que se aprovechan de que quienes van a hoteles priorizan la comodidad, y los precios suelen estar bastante inflados. Por menos de 60€/persona posiblemente no encontréis nada.
Este año decidí alojarme en albergues privados, ya que parte de la esencia del Camino es conocer a otros peregrinos y compartir vivencias. Os dejo la lista de los alojamientos que elegí:
A Guarda – Hotel Bruselas (70€). Fue el único sitio donde no tuve más opción que alojarme en hotel, ya que en el momento de reservar (con un mes de antelación) no quedaba ni una sola plaza en albergues.
Baiona – Albergue Estela do Mar (21€). Muy recomendable, el que más me gustó de todos.
Vigo – aquí me alojé en casa de un amigo, por lo que no puedo daros referencias.
Arcade – Albergue O Mesón (13,25€). El único que no se ha subido a la parra con los precios, y además también tenía restaurante con precios súper económicos. Y realmente está en Pontesampaio, pegado a Arcade pero ya en esta otra localidad.
Caldas de Reis – Albergue Vintecatro (20€). Este fue el que menos me gustó porque las camas no tenían privacidad alguna. En los demás albergues suele haber literas con cortinilla, aquí nada. Y tampoco hay taquillas con llave.
Padrón – Albergue da Meiga (25€). Súuuuuper majos, y todo correcto, pero ¿el precio?
Santiago – Albergue la Estación (24€). Nada recomendable. Muy lejos del centro (bien ubicado si quieres estar cerca de la estación de trenes y autobuses) pero literas sin privacidad, y ubicado en una zona un poco rara a mi parecer. Y el precio de nuevo, una pasada. Lo de Santiago sí que es un abuso. No encuentras nada decente.
4. Material necesario para hacer el camino corriendo
Ropa
Qué ropa llevéis dependerá totalmente del clima y de vuestros gustos. Imprescindible ropa de running, transpirable y ligera. En mi caso, que lo hice en verano, iba con un pantalón corto (pero lo suficientemente largo para evitar rozaduras en la entrepierna) y una camiseta de manga corta de tejido técnico, para evitar rozaduras con el chaleco.
Tampoco llevaba chubasquero, ya que no le veo mucho sentido a llevar un chubasquero porque al final no te mojas por la lluvia, sino que te calas de sudor al ser una prenda que no transpira. Y personalmente me agobia muchísimo pasar tanto calor.
Calzado
Esta parte es muy importante. En el Camino pPortugués por la Costa NO es necesario utilizar zapatillas de trail running. No hay terreno técnico en ninguna parte, y dado que el calzado de trail siempre será más duro que el de asfalto, siempre será más agresivo.
En mi caso, opté por alternar dos pares de zapatillas de asfalto: las Ghost Max 2 y las Glycerin Max (ambas de Brooks) muy amortiguadas pero diferentes, de forma que cada día mi zancada cambiaba ligeramente y no sobrecargaba las mismas zonas.
Alimentación y suplementación
En torno a 1 hora antes de salir (sobre las 9 de la mañana, por cierto) desayunaba algo ligero pero cargado de calorías. Normalmente un café, cereales bizcocho, dátiles, plátano… que me aportase bastantes calorías y carbohidratos en poca cantidad de alimento (y que tuviese poca grasa, pues ésta ralentiza la digestión).
Hecho esto, durante la etapa, que solía ser de entre 2 y 3h (25-30km), tomaba:
Medio litro de agua con bebida isotónica con electrolitos e hidratos de carbono. Por el camino hay fuentes, así que siempre rellenaba el flask un par de veces al menos.
Cámara DJI Osmo Pocket 3 (una camarita súper pequeña y ya veis en el vídeo la brutal calidad que tiene!)
Dinero en efectivo (siempre por si acaso)
Credencial del peregrino (lo explico en el siguiente apartado)
DNI y tarjeta sanitaria
Y para llevarlo todo opté por utilizar un chaleco de hidratación, súper cómodo y totalmente recomendable.
5. Credencial y Compostela
La Credencial del Peregrino no es algo que necesitéis para hacer el Camino, sino para obtener la Compostela, una especie de diploma que entregan en Santiago si has realizado 100km o más (200 si vas en bici) hasta Santiago.
Para obtenerla, hay que demostrar que habéis realizado los km requeridos, y es aquí donde entra en juego la credencial, una especie de pasaporte que debéis ir sellando al menos 2 veces al día en lugares diferentes del Camino.
¿Cómo conseguir la Credencial del Peregrino?
Cuesta 3€ y la puedes conseguir en cualquier oficina de turismo de localidades por donde pasa el Camino, en albergues, parroquias, hoteles… la venden en muchísimos sitios. Si queréis tenerla antes, en este mapa podéis ver en qué sitios por España venden credenciales.
¿Cómo sellar la credencial en cada etapa?
Es facilísimo. En toooodas partes tienen sellos. Y cuando digo todas, es todas: bares, farmacias, tiendas… cualquier establecimiento público por el que pase el Camino, posiblemente tendrá un sello a mano para poder ponerlo en tu credencial.
IMPORTANTE: en Galicia llueve (¡sorpresa!), así que no olvides algún tipo de bolsita de plástico para protegerlo.
¿Cómo obtener la Compostela en Santiago?
Una vez lleguéis a Santiago con todos los sellos (al menos 2 al día en los últimos 100km), solo hay que ir a la Oficina del Peregrino, y allí os indicarán dónde ir, siempre hay una persona en la puerta explicando como hacerlo. Simplemente hay que rellenar un formulario desde el móvil a partir de un QR que hay en la puerta, entregar la credencial, y en pocos minutos os darán vuestra Compostela personalizada con vuestro nombre en Latín.
La Compostela es el certificado que confirma que habéis llegado a Santiago, nada más, y es gratis, pero también existe la posibilidad de obtener el certificado de kilómetros, donde sí aparece la información del origen y los km recorrido. Este documento cuesta 3€, y para mí tiene más valor que el otro, ya que te dan el mismo hayas hecho 160km desde A Guarda que 800km desde Roncesvalles.
6. ¿Por qué el Camino Portugués por la Costa?
¿Por qué elegí este para hacerlo corriendo? Básicamente porque cuentan que es más bonito que el portugués tradicional, y porque al pasar por localidades grandes, es bastante sencillo encontrar alojamiento.
Por otro lado, es muy llano y cómodo, y cuadra bien para hacer 6 etapas de 25-30km, que es lo que buscaba. Si tenéis más días, también se puede ajustar para hacer menos km y más etapas y encontraréis paradas que os encajen, sin problema. Incluso si os animáis a hacerlo en 5 etapas, será más duro, pero también se podría.
Y por último, es importante que si queréis hacer este reto en verano, no elijáis los Caminos más tradicionales (el Francés o el del Norte) porque hay tantísima gente que se hace complicado correr.
7. Cómo llegar hasta A Guarda
Llegar hasta A Guarda no es tarea sencilla. Lo mejor es llegar a Vigo (en tren, bus o avión) y desde allí solo hay un modo: en autobús hasta a Guarda, saliendo de la Estación Intermodal en la línea 1.
Aún así, los poco más de 50km que separan Vigo de A Guarda se tardan en recorrer casi 1h30, porque el autobús va haciendo paradas cada pocos km en los pueblos de la zona.
Espero que os haya servido esta información acerca de cómo hacer el Camino de Santiago Portugués por la Costa corriendo, y si os queda cualquier otra duda, os leo en los comentarios para resolverla y seguir completando este artículo. ¡Buen Camino!
El Camino de Santiago es una actividad mundialmente conocida y practicada, pero no tanto si hablamos de hacerla corriendo.
En el pasado mes de agosto me atreví con este reto: correr los 115km que conforman el Camino de Santiago Inglés, con origen en Ferrol y destino final, Santiago de Compostela. Y en este artículo os voy a contar todos los consejos prácticos para que planifiquéis vuestra ruta y también vuestro entrenamiento, porque no podemos tampoco olvidarnos de la parte más importante.
1. Organizar las etapas
Lo primero que tenéis que conocer es la página oficial del Camino de Santiago: caminodesantiago.gal. En esta página, pinchando en el botón de «planificar» podréis elegir qué camino queréis hacer y cómo dividir las etapas.
Desde Ferrol hasta Santiago hay 115km. Teniendo en cuenta los km que queráis hacer diariamente y los días de los que dispongáis, podéis distribuir las etapas de una forma u otra. Y ojo, no olvidéis de mirar el desnivel. No es lo mismo una etapa de 25km que una de 25km con 700 metros de desnivel positivo. Adecuad las etapas todo lo que podáis a vuestra forma física, y si estáis planificándolo con tiempo, entrenad acorde a las etapas que vais a realizar.
En mi caso, hice un total de 5 etapas (haciendo clic en cada una, os lleva al track):
En general, todo está bastante bien repartido excepto la primera y la última etapa, pero lo cierto es que me resultó muy complicado hacerlo de otra forma, ya que las paradas tienen que coincidir con algún pueblo. Es más, estas paradas son las que hace prácticamente el 100% de la gente que realiza el Camino Inglés en 5 etapas. Suelen ser diferentes para aquellos que hacen 4 o 6 etapas.
Seguir el recorrido es facilísimo: hay señales cada pocos metros. No hace falta seguir ningún track en el móvil o GPS, es imposible perderse porque siempre (o casi siempre) tendréis una flecha amarilla a la vista, más aún si llegáis a alguna intersección que pueda generar confusión.
La etapa más sencilla fue sin duda la última, por ser la más corta y por tener la motivación de llegar a Santiago, pero la más dura no fue la primera (la más larga) ni tampoco la tercera (la de mayor desnivel), sino la segunda, de Cabanas a Betanzos. El desnivel superado era alto pero es que además se acumulaba en unas cuantas rampas súper pronunciadas, y luego también tenía otras muchas hacia abajo que eran incómodas de bajar, mientras que la etapa de Betanzos a Bruma fue casi todo subida pero muy progresiva.
Lo grabé todo en vídeo, hablando de cada etapa específicamente y de mis sensaciones en ellas, os lo dejo por aquí:
2. Cómo llevar el equipaje de un lugar a otro
Existen varias empresas que se encargan de transportar equipajes a lo largo del Camino, y a precios súper asequibles. Yo elegí Viendo Treks y no puedo dejar de recomendarla porque la experiencia fue de 10. En caso de hacer el Camino corriendo era una prioridad que fuese una empresa que cumpliese bien con los tiempos (cosa que, por lo que me han contado, no pasa con Correos) y que al llegar a destino, mucho antes de lo que lo haría si fuese caminando, mi maleta estuviese ya allí. Y excepto un día que tuve que esperar un ratito, el resto de días, así fue. ¡Y eso que solía llegar alrededor de las 12 de la mañana a mi destino!
Por un total de 5 etapas el precio fue de 40€, y simplemente hay que entrar en la web, reservar online el servicio indicando todos los hoteles o albergues en los que vais a alojaros, y listo. Os mandan una etiqueta por email, que debéis atar al equipaje, y nada más.
Importante: este tipo de servicio no se puede realizar si vais sin reservas de albergues u hoteles. Es decir, no podéis ir «a la aventura» a los albergues públicos porque de esta forma la empresa no se compromete a llevaros el equipaje. En el siguiente apartado hablamos de los albergues públicos y qué tener en cuenta para los alojamientos.
3. Alojamiento
Existen 3 tipos de alojamientos:
Albergues públicos: son alojamientos que cuentan con habitaciones compartidas. Los baños y zonas comunes son compartidos, y suelen tener cocina. Es la opción más económica de todas, ya que los precios por noche rondan los 10€. Sin embargo, cuentan con una gran desventaja: no es posible reservar previamente. Abren cada día alrededor de las 13h y se ocupan por orden de llegada. Los peregrinos que quieren alojarse aquí suelen madrugar mucho cada mañana para llegar pronto al siguiente albergue, y una vez allí, esperan en la puerta hasta que les dan una cama. No suelen ser muy grandes (unas 25-30 plazas por albergue) por lo que se llenan súper rápido, más en temporada de verano.
Albergues privados: son iguales que los públicos, aunque suelen estar en mejores condiciones, y sí se puede reservar previamente (aunque hay que planificarlo con bastante tiempo de antelación). Son un poco menos baratos que los públicos pero siguen siendo muy económicos.
Hoteles/hostales: es la opción más cómoda y evidentemente la más cara. En todos los puntos del Camino hay oferta hotelera (aunque en lugares como Bruma escasea, pero en otras paradas hay bastante oferta de todo tipo). Lo malo es que se aprovechan de que quienes van a hoteles priorizan la comodidad, y los precios suelen estar bastante inflados (llegué a pagar 90€ por una habitación de hotel individual este verano).
Como mencionaba antes, si hacéis el Camino corriendo y tenéis que utilizar el servicio de transporte de mochilas, el albergue público no es una opción.
Yo me alojé en hoteles todas las noches excepto una, que lo hice en un albergue público. Y después de vivir la experiencia es que, especialmente si vais solos como yo, os alojéis en albergues privados al menos algunas noches. Algo muy especial del Camino es que la gente suele ser maravillosa, y en este tipo de alojamientos se conoce gente muy fácilmente. Mi Camino mejoró sustancialmente a partir del tercer día, cuando ya empecé a conocer gente de lo más interesante durante el Camino y en el albergue.
Al principio pensaba que sería incómodo y que era mejor una habitación de hotel para descansar lo mejor posible (necesario para el reto que tenía entre manos), pero me di cuenta de que se descansa bien y que están en mucho mejor estado del que me imaginaba.
Algunos albergues cuentan también con habitaciones privadas, así que si hay disponibilidad, podéis elegir ésta, y lo tendréis todo: la comodidad y la gente.
Os dejo la lista de alojamientos donde me quedé cada noche, y los precios:
Ferrol: Residencia Porta Nova (35€, sin desayuno)
Cabanas: Hotel Alda Cabanas Playa (80€, sin desayuno)
Betanzos: Hotel Villa de Betanzos (87€, con desayuno)
Bruma: Hotel Canaima (62€, sin desayuno), está a 2km de Bruma, hay que desviarse.
Sigüeiro: Albergue Cariño Real (19€, con desayuno)
Santiago: Hotel Fonte de San Roque (68€, sin desayuno)
4. Material necesario para hacer el camino corriendo
Ropa
Qué ropa llevéis dependerá totalmente del clima y de vuestros gustos. Imprescindible ropa de running, transpirable y ligera. En mi caso, que lo hice en verano, iba con un pantalón corto (pero lo suficientemente largo para evitar rozaduras en la entrepierna) y una camiseta de manga corta o sin mangas de tejido técnico.
Opté por no llevar nada de manga larga ya que no iba a hacer menos de 20º en ningún momento y tampoco tenía pensado hacer paradas largas, por lo que quedarme fría no parecía ser una opción, y lo cierto es que no lo eché de menos ni siquiera los días que llovió, que aunque acabé calada, nada más llegar a destino pude ducharme y cambiarme.
En estas situaciones no le veo mucho sentido a llevar un chubasquero porque al final no te mojas por la lluvia, sino que te calas de sudor al ser una prenda que no transpira. Y personalmente me agobia muchísimo pasar tanto calor.
Calzado
Esta parte es muy importante. Por contra de lo que se pueda pensar al ver la cantidad de km y el desnivel, NO es necesario utilizar zapatillas de trail running. No hay terreno técnico en ninguna parte, y dado que el calzado de trail siempre será más duro que el de asfalto, siempre será más agresivo.
En mi caso, opté por alternar dos pares de zapatillas de asfalto: las Ghost Max y las Glycerin 21 (ambas de Brooks) muy amortiguadas pero muy diferentes entre sí, de forma que cada día mi zancada cambiaba ligeramente y no sobrecargaba las mismas zonas. La Ghost Max tiene menos drop que la Glycerin 21. Y hacer algo así me parece clave para evitar esas pequeñas molestias musculares que pueden aparecer (en mi caso, acabé perfecta los 115km).
Alimentación y suplementación
En torno a 1 hora antes de salir (sobre las 9 de la mañana, por cierto) desayunaba algo ligero pero cargado de calorías. Normalmente un café, un yogur proteico y algo tipo tostadas con mermelada, cereales bizcocho, dátiles, plátano… que me aportase bastantes calorías y carbohidratos en poca cantidad de alimento (y que tuviese poca grasa, pues ésta ralentiza la digestión).
Hecho esto, durante la etapa, que solía ser de entre 2 y 3h, tomaba:
Medio litro de agua con bebida isotónica (unos 25g de CH con sales y electrolitos). Por el camino hay fuentes, así que siempre rellenaba el flask un par de veces al menos.
Al cabo de 1h aproximadamente, tomaba una barrita o un gel.
Y dependiendo de cómo me encontrase, tomaba un segundo gel y una pastilla de sal para los últimos 45 minutos.
Así que, lo que no podía faltar entre mis enseres durante las etapas era: isotónico, una barrita, un gel y 2 pastillas de sal. Ojo, las cantidades dependerán de vuestra constitución y necesidades, y de cuánto tiempo tardéis, además de si hace más o menos calor. Lo que os he adjuntado en los links es de Crown, una marca especializada en deportes de resistencia creada en España y con la que colaboro. Si compráis algo, podéis descontaros un 11% usando el código SUSAFLY.
Almacenamiento
Además de la comida mencionada arriba, también llevé:
GoPro (en mi caso porque fui grabando el vídeo que habéis visto arriba)
Monedas (hay puestos de voluntarios por el camino y podéis comprar comida, bebida y algún regalito)
Credencial del peregrino (lo explico en el siguiente apartado)
DNI y tarjeta sanitaria
Los dos primeros días opté por utilizar un chaleco de hidratación, pero al ver que todo me cabía bien en el cinturón, a partir de la tercera etapa escogí esta opción. Eso sí, tenía el del decathlon y no os lo recomiendo porque la malla para meter el flask era muy blanda y me botaba mucho la bebida. Aún así, sigo prefiriendo cinturón porque es menos agobiante que el chaleco.
5. Credencial y Compostela
Si habéis hecho el Camino anteriormente, sea el que sea, ya sabéis de que va esto, pero por si acaso, os lo cuento igualmente. La Credencial del Peregrino no es algo que necesitéis para hacer el Camino, sino para obtener la Compostela, una especie de diploma que entregan en Santiago si has realizado 100km o más (200 si vas en bici) hasta Santiago.
Para obtenerla, hay que demostrar que habéis realizado los km requeridos, y es aquí donde entra en juego la credencial, una especie de pasaporte que debéis ir sellando al menos 2 veces al día en lugares diferentes del Camino.
¿Cómo conseguir la Credencial del Peregrino?
Yo volé hasta Santiago, así que me hice con ella antes de comenzar el Camino en la propia oficina del Peregrino que está a pocos metros de la Plaza del Obradoiro, pero también podéis conseguirla en el mismo km 0 del Camino Inglés en Ferrol, punto exacto en el que hay una Oficina de Atención al Peregrino. Allí mismo os proporcionarán una (cuesta 3€). Si queréis tenerla antes, en este mapa podéis ver en qué sitios por España venden credenciales.
¿Cómo sellar la credencial en cada etapa?
Es facilísimo. En toooodas partes tienen sellos. Y cuando digo todas, es todas: bares, farmacias, tiendas… cualquier establecimiento público por el que pase el Camino, tendrá un sello a mano para poder ponerlo en tu credencial.
IMPORTANTE: en Galicia llueve (¡sorpresa!). Para que no te pase como a mí, que calé mi pasaporte en la etapa 1, no olvides algún tipo de forro de plástico para protegerlo. Si ves mi vídeo de YouTube comprobarás el estado en el que terminó mi credencial. No sabía si llegaría legible a Santiago jajaja.
¿Cómo obtener la Compostela en Santiago?
Una vez lleguéis a Santiago con todos los sellos (al menos 2 al día en los últimos 100km), solo hay que ir a la Oficina del Peregrino, y allí os indicarán dónde ir, siempre hay una persona en la puerta explicando como hacerlo. Simplemente hay que rellenar un formulario en unos ordenadores, entregar la credencial, y en pocos minutos os darán vuestra Compostela personalizada con vuestro nombre en Latín.
La Compostela es el certificado que confirma que habéis llegado a Santiago, nada más, y es gratis, pero también existe la posibilidad de obtener el certificado de kilómetros, donde sí aparece la información del origen y los km recorrido. Este documento cuesta 3€, y para mí tiene más valor que el otro, ya que te dan el mismo hayas hecho 115km desde Ferrol que 800km desde Roncesvalles.
6. ¿Por qué el Camino Inglés?
¿Por qué elegí el Camino Inglés para hacerlo corriendo? En primer lugar, porque dos amigas lo habían hecho previamente a mí también corriendo este año, lo cual me hizo ver que era perfectamente posible. Por otro lado, también tengo una cabeza bastante cuadriculada y me llamaba más la atención hacer un Camino entero en vez de una parte de cualquier otro (por ejemplo, el Camino Primitivo tiene 300km, el Francés 800…).
Por otro lado, y siendo más prácticos, el terreno y el desnivel son súper asequibles, y las paradas cuadran muy bien. Las etapas estuvieron bastante bien repartidas en general. Y algo importantísimo, era verano, y en temporada alta hay ciertos Caminos que se saturan hasta incluso no poder correr en algunos puntos… ¡no me lo imagino! El peor (dicen) es el Francés desde Sarriá, pero al parecer el Primitivo desde Lugo también se pone hasta arriba.
7. Cómo llegar hasta Ferrol
Esta es otra ventaja de hacer el Camino Inglés: llegar hasta Ferrol es fácil y rápido. Normalmente vendréis hasta Galicia en avión, tren o autobús.
Avión: podéis volar a A Coruña o a Santiago de Compostela. En mi caso fue hasta Santiago, y una vez en el aeropuerto tomé un bus de línea por 1€ que me dejó cerca de la estación de autobuses de la ciudad, donde compré un ticket a Ferrol por 8€ (se pueden comprar por internet con antelación en la página de Monbus).
Tren: existen trenes que llegan directamente a Ferrol desde Madrid, hay con un par de conexiones al día en Alvia y se tarda aproximadamente unas 5 horas y media. Si es desde otras ciudades, habrá que hacer transbordo en A Coruña, Santiago, Vigo u Ourense.
Autobús: Es cierto que el bus es la forma más lenta y quizás incómoda de viajar, pero también la más barata. Alsa cuenta con buses directos y a diario desde Madrid, tanto desde la ciudad (Estación Sur e intercambiador Moncloa) como desde el propio aeropuerto de Barajas, y también existen otras con ciudades como Ponferrada, Zamora o Sevilla. Incluso también existen conexiones con Portugal, Alemania, Bélgica, Francia y Suiza.
Espero que os haya servido esta información acerca de cómo hacer el Camino de Santiago Inglés corriendo, y si os queda cualquier otra duda, os leo en los comentarios para resolverla y seguir completando este artículo. ¡Buen Camino!
Tenía muchas ganas de visitar este lugar, había oído hablar mucho de él y además me parece un sitio muy especial y con un ambiente especial. Y así es: que haya sido considerado el final del planeta durante tanto tiempo lo dota de un halo de misterio y su peculiaridad aumenta al ser el km 0 del Camino se Santiago. Son muchos los peregrinos que deciden continuar hasta aquí después de llegar a Santiago, y hay muchos testimonios físicos allí de todos ellos. También se puede llegar en bus desde dicha ciudad, ya que hay unos 80km desde allí y hay que invertir algunos días más.
El día estaba totalmente gris y no paraba de diluviar. La niebla era tal que no se distinguía la línea entre el cielo y el mar. Puedo entender por qué en su día alguien decidió que aquello era el fin del mundo! Parece que no hay nada más allá.
En el mismo cabo hay un faro y un hotel con muy buena pinta, sería curioso pasar allí alguna noche. También cuenta con un restaurante para todo aquel que lo necesite, peregrinos incluidos.