Tips útiles para viajar a Israel

Una vez pasado el viaje, como ya escostumbre, voy a tratar de contaros informaciones de utilidad para vuestro futuro viaje a Israel + Palestina.

Moneda

La moneda utilizada es el Nuevo Shekel (NIS son las siglas en inglés). 1NIS equivale a 0,26€ a día de hoy, así que es bastante fácil de convertir al ver precios en los establecimientos: divide ese precio entre 4 y te dará el precio en € aproximado.

Importante: se llama «Nuevo» porque hasta hace no mucho hubo otra moneda llamada igual, y aún circulan algunas monedas por ahí, en las que pone la cifra de 1 o 2, pero no son Shekels, sino cuartos de shekel.

Belén fue la única zona palestina en la que estuvimos, y aceptaban euros, dólares y shekels. Actualmente, en los territorios palestinos se utiliza tanto el shekel como el dinar jordano.

Idioma

El idioma hablado en Israel es el hebreo, una lengua muerta hasta principios del siglo XX, cuando los judíos decidieron rescatarla en honor a sus antepasados y establecerla como su lengua oficial en Israel (antes de que fuese Israel).

Prácticamente todo el mundo habla inglés, y sobre todo en las zonas turísticas, así que no hay mucha dificultad para comunicarse.

En Palestina se habla árabe pero también muchos hablan hebreo. De hecho, como el hebreo tiene su origen hace miles de años en oriente próximo, fonéticamente suenan muy parecidos, aunque no utilicen en mismo alfabeto escrito.

Seguridad

Aquí voy a hablar de lo que yo vi y sentí, teniendo en cuenta de que visité zonas turísticas en mayor o menor medida. Es cierto que se trata de un país en guerra, pero no se respira inseguridad en absoluto. Las autoridades israelíes quieren dar a parecer que lo tienen todo controlado, y al parecer nunca ha pasado nada serio en las zonas muy masificadas como Tel Aviv o Jerusalén. Poco más que amenazas que son poco comunes, si bien ha habido alguna agresión a policía en Jerusalén en algún momento puntual.

Curiosamente, justo dos días antes de viajar allí hubo una crisis, pues Palestina había enviado misiles contra Tel Aviv, y que la defensa los neutralizó sin mucho problema. Yo pensé que no podía ser tanta casualidad que justo cuando yo iba pasase eso, que quizás era algo que sucedía asiduamente, pero al parecer es algo que sólo ha pasado 6 veces en la última década. A raíz de esto, nos enteramos de que en cada calle hay refugios subterráneos para ocasiones similares a éstas.

En cuanto a las personas, no solo no sentí inseguridad alguna, y eso que salí de la zona turística de alguna ciudad porque tenía que ir a entrenar, sino que me sentí más acogida que en ningún otro sitio. Todo el mundo ofrece su ayuda a la mínima, a veces sin preguntar siquiera, son muy serviciales y amables, y no te dejan hasta que han resuelto tu problema. Era tanta la simpatía que de verdad me llamó muchísimo la atención en varias ocasiones.

Portada de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén

Transporte

Es perfectamente posible desplazarse por el país por cuenta propia y en transporte público. Me consta que es común alquilar un coche sin ningún inconveniente, pero nosotras optamos por movernos en transporte público, y la verdad es que funciona de marvilla. Las distancias no son largas y el servicio de trenes abarca prácticamente todo (en la zona israelí), a parte de ser bastante asequible económicamente.

Dentro de las ciudades nos movimos andando, ya que todo lo turístico está bastante cerca, pero también hay autobuses de línea por todas partes.

Aeropuerto

Esto sí que es un tostón. El aeropuerto de Tel Aviv tiene fama de ser el más seguro del mundo, y no es para menos: mil controles y preguntas, sobre todo, por raro que parezca, al salir del país:

  • Al llegar, en el control de pasaportes, similar al de cualquier país, pueden hacerte más o menos preguntas, como en cualquier país. Sí leí en internet que a veces te hacen muuchas preguntas y te ponen alguna pega, aunque siempre te dejan pasar (si eres de España no necesitas visado), debe de ser que yo tuve suerte. Te dan una tarjeta azul que es el visado y es muy importante que no pierdas, porque te la pedirán en hoteles y a la salida del país.
  • Al volver sí que es surrealista: nada más entrar al aeropuerto tienes que pasar sí o sí por la cola de facturar maleta aunque no factures, y ahí, en unas mostradores hay personas que antes de dejarte pasar te harán muchas preguntas. En mi caso, que tenía sellos de países árabes en el pasaporte, me preguntaron que cuándo había ido, con quién, por qué, qué hice, qué visité, si tenía amigos allí… y a veces me repetía la misma pregunta (para comprobar si mentía?). También me preguntó que si alguien me había ayudado a hacer la maleta, si alguien me había dado algo para llevar a mi país… Aunque por suerte no me hizo abrir la maleta, algo bastante común; a mi amiga sí le tocó.
Vistas de Tel Aviv desde el aire

Clima

En verano el calor es exagerado, superando los 40ºC casi siempre, así que los meses de junio a septiembre no son nada recomendables. Yo fui en noviembre e hizo máximas de 23-25 grados, así que es la época perfecta: primavera, otono e invierno. Y no llueve casi nunca.

En Jaffa (Tel Aviv) a 25ºC

Religión

Para entender la mezcla que hay aquí, es mejor que leáis los posts diarios del viaje, pero simplemente destaco que aparentemente aquí todo el mundo convive sin mayor problema, cada uno a lo suyo (aunque supongo que habrá excepciones).

La piedra de la unción en la Iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén)

Gastronomía

Israel es un país con menos de 100 años de historia, y además, aunque sus generaciones más recientes ya han nacido aquí, sus habitantes provienen de todas las partes del mundo, especialmente Europa y Estados Unidos, así que la comida típica por aquí es muy muy parecida a la árabe, que es lo que había en este territorio antes de todo el conflicto.

Ensaladas de queso halloumi y hummus

El Shabbat

Es importante tener en cuenta esto, porque es un estado judío, y el sábado es su día sagrado, cosa que todo el mundo se toma al pie de la letra: desde la puesta de sol del viernes hasta el final del sábado, todos los negocios judíos permanecen cerrados, incluidos supermercados, restaurantes, tiendas y… transporte! Esto es lo más importante: el tren y los autobuses dejan literalmente de funcionar, no hay ni servicios mínimos, así que hay que tenerlo siempre muy presente.

Muro de las lamentaciones en Jerusalén

Si quieres leer qué hicimos en nuestro viaje, te dejo aquí los demás posts:

23 de noviembre: Masada, Ein Gedi y Mar Muerto

El día de hoy también ha sido movidito, aunque no del todo para bien. Es nuestro último día en Israel y hemos dejado para hoy lo que, junto a Jerusalén, era para mí lo mejor del viaje: bajar hasta las profundidades del mundo en el Mar Muerto.

Hoy es sábdo, y debido a que desde el atardecer del viernes y todo el sábado es la fiesta judía del Shabbat, y normalmente en esta religión y en este país todos son extremadamente practicantes, todos los negocios regentados por judíos cierran en esa franja de tiempo, incluído, por supuesto, el transporte público. Así que si estáis pensando en venir por aquí, no podéis olvidar esto.

Por dicho motivo, la única opción que teníamos si queríamos llevar a cabo nuestro plan, era coger un tour organizado. Lo reservamos ayer por internet con la empresa Tourist Israel, y nos ha decepcionado bastante. El precio por los 3 lugares que os voy a contar a continuación es de casi 100€ por persona. Nos han recogido a las 7:45 en Jerusalén y nos han traído de vuelta a Tel Aviv a las 19:30 (pero se supone que iba a ser a las 18:30).

Todo lo que hemos visitado estaba increíblemente abarrotado de excursiones como la nuestra, así que nos ha sido imposible apreciar el encanto real de ninguno de ellos. Nuestro guía, para mi gusto, no era demasiado bueno, y todo además ha ido con retraso, incluida la vuelta, que ha sido caótica porque nos han cambiado de bus varias veces y se han retrasado casi 1 hora. Por no hablar de que en el Mar Muerto sólo nos han dejado estar poco más de 1 hora. Odio este tipo de tours, pero no nos quedaba otra si queríamos venir aquí.

Otro detalle, que no sé si será algo común, es que me ha atacado lo que he bautizado como «mal de bajura» jajaja. Hemos salido de Jerusalén a 800m sobre el nivel del mar, y 30 minutos después estábamos en Ein Gedi, a 400m BAJO el nivel del mar. Durante todo el día me he sentido mareada y sin energías, y no he sido la única, y aunque he buscado información en internet y no encuentro nada al respecto, yo aviso por si acaso!

Masada

A poca distancia del Mar Muerto en pleno Desierto de Judea, se alza un espectacular promontorio rocoso, aquel en el que el Rey Herodes construyó su palacio unos 30 años antes del nacimiento de Jesús. Un tiempo después de la destrucción de Jerusalén por parte de los romanos, en el año 70, muchos de ellos se refugiaron aquí y resistieron a sus oponentes durante 4 años, momento en el que, justo antes de ser derrotados, prefirieron matarse ellos mismos antes de perder su libertad a manos del Imperio.

Debido al asedio perpetrado por los romanos durante esos años, aún hoy se pueden apreciar los restos de lo que fueron sus campamentos en las faldas de la enorme roca.

Para subir a las bastante bien conservadas ruinas (teniendo en cuenta de sus más de 2000 años de antiguedad) hay un teleférico de 900m de largo, 3 minutos de duración y 12€ que va desde el parking hasta lo alto, o bien existen varios caminos de tierra que suben los casi 400m de altura en un recorrido en zigzag. Afortunadamente para mi malestar, la excursión contratada incluía el teleférico!

Ein Gedi

30 minutos al norte de Masada, la segunda parada del tour: el Parque Natural de Ein Gedi es un oasis en toda regla. Rodeado por nada más que tierra desnuda, se trata básicamente de una gran grieta en la tierra por la que discurre un río lleno de cascadas donde el agua es pura y apta para beber, y también es zona de baño para muchos.

Y también, como no, este lugar ha sido mencionado en temas religiosos en varias ocasiones: se dice que el Rey David estuvo por aquí y también Saúl, según la biblia.

Mar Muerto

El famoso mar que baña tierras israelíes, palestinas y jordanas cada año que pasa está más seco (actualmente desciende 1 metro al año debido a la irresponsable explotación de sal que se está llevando a cabo).

Naturalmente, hay muchas partes de él en el que uno puede acercarse a la orilla, pero hay zonas reservadas para bañarse puesto que al parecer hay minas antiguas en algunos sitios. En nuestro caso (y en el de otros cientos de personas más) nos llevaron a Kalia Beach, todo un emplazamiento turístico con bares (uno de ellos llamado The Lowest Bar on Earth) explanadas con hamacas y el típico cartelito de The Lowest Place on Earth, nada menos que a 430m bajo en nivel del mar, una pasada.

El suelo bajo el agua es totalmente un barrizal, y es muy típico aplicarlo sobre toda la piel porque, según dicen, tiene propiedades regenerativas, y sí, efectivamente se flota una barbaridad debido a la altísima concentración de sal en el agua (30% frente al 3% de los mares normales).

Otros datos curiosos es que es también el lugar con la presión atmosférica más alta del mundo y, atención, la tasa de oxígeno es un 15% superior a la del nivel del mar. A ver si lo que me pasaba es que me he emborrachado de oxígeno…!

En resumen, un buen día descubriendo lugares nuevos y uno de ellos tan especial como el Mar Muerto, que ponen la guinda a nuestro viaje por Israel y Palestina. Nos ha quedado en el tintero ver la parte nueva de Tel Aviv, la correspondiente a la ciudad que construyeron los judíos sobre la nada hace apenas 100 años, pero mañana volamos de vuelta por la mañana (aunque yo hago una paradita de un par de días en otro país).

Haré un post con consejos e impresiones, como siempre, por si a alguien pudiese serle de ayuda, así que si queréis saber algo o tenéis dudas, podéis dejarme un comentario y lo añadiré encantada.

Fin de la aventurilla… gracias por leerme amigos! Pronto más y mejor, y en compañía de, entre otros, dos de mis lectoras más fieles 🙂

22 de noviembre: Jerusalén

Hoy ha sido un día agotador, con muchas horas pateando la Ciudad Vieja de arriba a abajo y de abajo a arriba.

Hemos contratado un tour de pago denominado Holy Tour: es de la empresa New Europe, que es la de los Free Tours de Tel Aviv y Jaffa. Al hacer el de Jaffa nos dieron una tarjetita con varias ciudades donde tienen también este servicio, y por cada una de ellas que hagamos y sellemos, se van acumulado y aportan descuentos para tours de pago. Pues bien, resulta que la de la ciudad de Jerusalen contaba x2, y al sumar un total de 3 puntos, nos han hecho un 50% de descuento en el tour, quedándose en 15€, que no está nada mal.

Ha durado 3 horas y media. Normalmente dura unas 4 pero al ser viernes, la explanada de las mezquitas, uno de los sitios que se visitan, está cerrado sólo a musulmanes. Como el propio nombre indica, era una ruta guiada por los lugares sagrados para las 3 religiones que conviven aquí: para judíos y cristianos Jerusalén es su ciudad más sagrada, y para los musulmanes es la tercera más sagrada después de La Meca y Medina.

Torre de David

Construida en el siglo II para reforzar las defensas de la ciudad, ha sido destruida y reconstruida muchas veces durante los reinados de las distintas culturas que han pasado por la ciudad, y actualmente alberga el Museo de Historia de Jerusalén, con restos arqueológicos y exposiciones temporales.

Puerta de Zion

Una de las entradas más emblemáticas a la Ciudad Vieja, ya que hasta que Israel ocupó los territorios que no le correspondían según el acuerdo de 1948, esta puerta marcaba la frontera entre Israel y Jordanía, y no Palestina, pues al tratarse de un territorio delicado era Jordania quien tenía el control de parte de él.

La Puerta fue foco de innumerables conflictos, y aún a día de hoy se pueden ver muchísimos desperfectos en el muro provocados por armas.

Habitación de la Última Cena y Tumba del Rey David

Ambos lugares emblemáticos se encuentran en el mismo edificio, uno que fue construido por los Cruzados después de la conquista de Jerusalén en el siglo XII. Esto demuestra que el habitáculo original no es el que podemos visitar hoy, pero según dicen, aquí se encontraba el original.

Tomando las palabras de nuestra guía, Jerusalén está plagado de lugares icónicos donde pasó tal o cual cosa, pero son todo suposiciones, no se ha demostrado ni probablemente se podrá demostar nunca si esto es cierto o no, pero supongo que para las personas que creen en todo esto, es suficiente. Al fin y al cabo, de eso se trata un poco la fe.

La Habitación de la Última Cena es sagrada para cristianos y musulmanes, los cuales vienen a rezar aquí a veces, mientras que la Tumba del Rey David lo es para los judíos, que para rezar tienen que separarse en hombres y mujeres, igual que en el Muro de las Lamentaciones, ya que su Ley les prohíbe hacerlo mezclados.

Junto a este edificio, se encuentra la Iglesia de la Dormición de María, donde se dice que la Virgen María «se durmió», que es lo que dicen para referirse a que murió, ya que, según cuentan, sólo murió temporalmente para luego resucitar y ascender al Cielo como su hijo.

Monte de los Olivos

Este ya se encuentra fuera de las murallas de la Ciudad Vieja, y hoy en día no es como fue antaño, cuando sólo había olivos. Sí quedan bastantes, los más antiguos tienen unos 800 años, pero la mayor parte de él está edificado.

A parte de tener unas vistas magníficas de la ciudad, este lugar es importante para todos por varias razones:

  • Los judíos creen que cuando llegue su Mesías, será desde este lugar desde donde comience la Resurrección, y de hecho el cementerio judío más importante se encuentrá aquí; no es el más grande del mundo pero igualmente impresiona muchísimo.
  • Según los cristianos, es en este monte donde rezaba Jesús.
  • Y según los musulmanes, por aquí pasó Mahoma en su ruta desde La Meca hasta Jerusalén.

Para llegar andando, la caminata es bastante larga y cuesta arriba, y lo que mucha gente hace es coger un taxi desde la Puerta del León (ya hay taxistas allí a todas horas esperando a sus «presas»)

Sinagoga Hurva

Hurva en hebreo significa ruinas, y es que esta sinagoga, la más importante de la ciudad y situada en el barrio judío, ha estado en ruinas hasta nada mens que el año 2010.

En la antigüedad hubo aquí una sinagoga, que fue destruida por los romanos después de su conquista, y no fue hasta la dominación musulmana cuando se permitió a los judíos restaurarla. El caso es que el que se encargó de ello pidió un préstamo a los gobernantes, y después de terminarla falleció, dejando la deuda en manos de la comunidad judía, que aseguraba que no tenía dinero para pagarla. Por este motivo, los musulmanes la destruyeron de nuevo, y no ha sido hasta hace apenas 9 años cuando se ha erguido de nuevo, momento hasta el cual en este lugar sólo había ruinas.

Cúpula de la Roca

Situada en el centro de la explanada de las mezquitas (a donde por desgracia -y por pardillas- nos hemos quedado sin entrar) es un lugar que, aunque controlado por los musulmanes, es importantísimo para ellos y también para los judíos.

La Cúpula al fondo, detrás del Muro de las Lamentaciones

Pues bien, bajo esta cúpula se encuentra exactamente (recordad, no lo toméis al pie de la letra) la roca donde la tradición bíblica cuenta que Abraham judío o Ibtrahim musulmán fue a sacrificar a su hijo Isaac judió o Ismael musulmán, porque se lo había pedido Dios para demostrarle su fe. Justo cuando iba a hacerlo, bajó Dios a la Tierra y le dijo que no hacía falta, que ya lo había demostrado.

Esto «sucedió» quizás 1000 años a.C., pero la cosa no queda aquí: en el siglo VII, Mahoma ascendió a los cielos justo desde aquí y conversó con Dios, para luego bajar y contarlo, lo que dio lugar a la creación del Islam.

El Templo más importante de los judíos, construido por Salomón, estaba aquí y su centro corresondía a esta roca. A día de hoy, no queda nada de ese templo original salvo una reconstrucción de los muros, cuyo lado oeste corresponde al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para los judíos por ser el que más cerca de la roca se encuentra.

Este ha sido durante años un lugar de conflicto entre ambas religiones en su disputa por el control del lugar, pero actualmente parece bastante asentado.

Vía Dolorosa

Este es su nombre original, y no la traducción, pero no es español sino latín. Se trata de el recorrido que hizo Jesús después de ser condenado a muerte, camino que tuvo que hacer con la cruz a cuestas.

La ruta no es larga y está compuesta de varias estaciones que hacen referencia a diferentes puntos donde sucedieron determinadas cosas: donde Simón le ayudó a llevarla durante unos minutos, donde se cayó… Es bastante común que ciertos feligreses hagan esta ruta rezando como conmemoración a su dios.

Aquí supuestamente apoyó Jesús su mano para descansar

La vía, que lejos de ser un sitio de culto, es una calle más del mercado del barrio musulmán, y después del cristiano, acaba en la Iglesia del Santo Sepulcro.

Iglesia del Santo Sepulcro

Construida donde Jesús fue crucificado, es decir, en el Monte Gólgota, es curiosa porque está dividida en 6 partes correspondientes a 6 corrientes diferentes del cristianismo: Católica, Ortodoxa Griega, Ortodoxa Armenia, Ortodoxa Siria, Ortodoxa Etíope y Copta. Para evitar conflictos, representantes de todas ellas firmaron un acuerdo por el que prometían no intentar jamás apropiarse de la parte de los otros.

Sepultura de Jesús

En esta iglesia (atestada, como podéis imaginar), se encuentra la roca donde Jesús fue crucificado, la piedra de la unción, donde fue preparado para enterrarlo, y también el lugar donde se le dió sepultura.

Piedra de la Unción

Y ya un poquito (o bastante) saturadas de temas religiosos, y con nuestro viaje tocando a su fin, mañana haremos una de las excursiones que más nos apetecen: el Mar Muerto.

21 de noviembre: Jerusalén y Belén

Parece que hoy nos hemos dado un paseo por las clases de «reli» que nos daban en el cole: desde el Santo Sepulcro de Jerusalén hasta el Portal de Belén y su pesebre en la ciudad palestina con el mismo nombre, pasando por la gruta de la leche.

Por la mañana hemos hecho el Free Tour de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Nos han hecho un recorrido por los 4 barrios de este área: el judío, el musulmán, el cristiano y el armenio.

Historia de Jerusalén

Jerusalén siempre ha sido muy importante en la historia, y es que, lo que realmente oculta todo este tema de la religión, es que la ciudad era la puerta entre Oriente y Occidente, o al principio de los tiempos, Egipto. Se encuentra en lo alto de un monte desde el que se podía vigilar toda la zona, y de ahí que todas las civilizaciones se hayan «pegado» por él a lo largo de la historia. Ya en el año 1003 a.C. el Rey David la hizo capital de su reino y el principal centro religioso judío.

Aquí fue levantado el Templo de Salomón, el lugar más sagrado en el Judaísmo y donde se cree que se guardaba el Arca de la Alianza: un cofre cubierto de oro que contenía las tablas de los Diez Mandamientos. Actualmente, no queda nada de este templo salvo, supuestamente, un único muro: el famoso Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para los judíos y donde miles de creyentes vienen todos los días a rezar y hacer sus peticiones.

Desde ni se sabe, la ciudad ha sufrido invasiones en infinidad de veces: desde los babilonios que destruyeron el Primer Templo en el 586 a.C, momento en el que comenzó la conocida Diáspora judía y reconstruido 50 años más tarde una vez se les permitió volver a la ciudad; hasta los romanos que destruyeron el Segundo Templo en el 70 d.C. momento clave en la historia y especialmente para los judíos, que desde entonces han buscado regresar a Jerusalén.

Fue también durante el control romano de Jerusalén cuando Jesús fue condenado a muerte y crucificado en el Gólgota, un lugar situado a las afueras de los muros de Jerusalén y donde hoy se levanta la Iglesia del Santo Sepulcro, y ya tenemos una segunda religión, la cristiana, deseando tomar este lugar como propio.

De acuerdo al Islam, fue en el Monte del Templo donde el profeta Mahoma ascendió a los cielos en el 621 a.C, convirtiendo a Jerusalén en la tercera ciudad más sagrada del islam. La ciudad fue conquistada posteriormente por los musulmanes en el 637, y reconquistada por los cruzados en 1099 durante su misión para devolver la Tierra Santa a los cristianos.  Un cacao religioso todo, vamos.

Más en la actualidad, Jerusalén fue administrada por los británicos hasta 1948, y Jerusalén Este (donde se sitúa la ciudad vieja y los principales lugares sagrados) fue originalmente cedido al Estado Palestino que iba a crearse tras la división territorial de Palestina e Israel (que nunca resultó ser como se había marcado sobre el papel, pero este tema da para 10 posts más).

Sin embargo, tras la Guerra de los Seis Días en 1968, la parte oriental de la ciudad fue anexionada por Israel, quien aún administra tanto el este como el oeste. Jerusalén es, de hecho, el principal foco de conflicto entre israelíes y palestinos.

La Ciudad Vieja de Jerusalén

Como os decía antes, se divide en 4 barrios:

  • Barrio cristiano – cuenta con unos 40 lugares santos para dicha religión, y fue construido alrededor de la Iglesia del Santo Sepulcro, su lugar más sagrado en la religión cristiana, por encontrarse en el Gólgota, donde Cristo fue crucificado. Por supuesto, al igual que el resto de la ciudad, está absolutamente atestado de personas, y el guía nos ha recomendado venir o muy temprano (antes de las 7 de la mañana) o casi entrada la noche (después de las 6 de la tarde) para poder verlo con menos gente.
  • Barrio musulmán – el más grande y poblado de todos. Sus monumentos más destacados incluyen el Monte del Templo con la Mezquita Al-Aqsa y la Vía Dolorosa. Cuenta también con zocos donde comprar todo tipo de souvenirs, y algo que me llamó la atención fue que venden cruces cristianas, gorros judíos y túnicas musulmanas sin discriminación, todo junto. Igual es una tontería, pero me hizo ver claramente que aquí, entre las personas normales, no hay disputas ni enfrentamientos, al contrario de lo que otros grupos o ciertos medios nos quieran «vender».
  • Barrio judío – Uno de los principales lugares de interés aquí es el cardo (que no es único de aquí, sino de muchas ciudades romanas); se trataba de una gran vía pública con dos filas de columnas, la cual cortaba la ciudad de norte a sur. El cardo fue la principal avenida comercial de Jerusalén durante casi 500 años y datan del siglo II. Pero naturalmente la principal atracción es el Muro de las Lamentaciones, que según la tradición, la Presencia Divina nunca dejó el Muro tras la destrucción del Templo, y esta es la razón por la que los judíos aún rezan frente al él, y además las sinagogas de todo el mundo están orientadas hacia la ciudad de Jerusalén. 
  • Barrio armenio – el que más ha despertado mi curiosidad… por qué armenio concretamente? Pues es que Armenia fue el primer país que adoptó el cristianismo como su religión oficial en el siglo IV, y desde entonces, sus monjes están asentados en Jerusalén, y han sobrevivido aquí porque en determinado momento entre tanto conflicto, construyeron sus propios muros, que rodeaban todo su barrio, y cada vez que había problemas, cerraban sus puertas y se refugiaban hasta que todo pasase. Hoy en día, esta comunidad está en decadencia, principalmente por las restricciones impuestas por Israel – los armenios que viven en Jerusalén son considerados palestinos tanto por Israel como por las Naciones Unidas.

Belén

Denominada Bethelem en su idioma, esta famosísima ciudad lo es por ser supuestamente el lugar de nacimiento de Jesucristo, y debido a esto recibe cientos de peregrinos cristianos cada día. De hecho, a pesar de que se encuentra en Palestina, no hay problema alguno (como turistas) para llegar en transporte público desde Jerusalén, y tampoco hemos tenido sensación de inseguridad en absoluto.

El lugar más visitado es la Iglesia de la Natividad, construida sobre la cueva donde nació Jesús. El lugar concreto dentro de la iglesia se puede visitar, eso sí, esperando colas interminables y siendo la visita no más larga de un par de minutos.

También es un lugar muy importante para los cristianos la Gruta de la Leche, lugar donde la Virgen María se escondió cuando Jesús era un bebé y huían del rey que trataba de matar a todos los niños de la región.

Ha sido un día bastante completo, y nos ha impactado mucho todo esto, especialmente los sitios cristianos, incluído el Santo Sepulcro en Jerusalén, por la ingente cantidad de peregrinos que pasaban por ellos completamente emocionados y muchos envueltos en un mar de lágrimas por estar en lugares tan sagrados para ellos. Mañana comienza el Shabat judío y también nos han contado que es muy impactante y digno de presenciar.

20 de noviembre: Haifa – Jerusalén

Turno de conocer la ciudad en la que nos hemos alojado los últimos 2 días: Haifa, la tercera ciudad más grande y cuyo puerto es el más importante del país.

Realmente hasta finales del siglo XIX no fue más que un pequeño pueblo que no llegaba a tener 1km de largo, hasta que los ingleses decidieron que era un buen lugar para establecer un puerto que ayudase al transporte de sus mercancías con Oriente.

Jardines de Bahá’i

El lugar más famoso, turísiticamente hablando, de la ciudad, no se trata sólo de unos jardines preciosos en el Monte Carmel en pleno Haifa, sino que éstos son la sede de una religión llamada Bahaísmo, que cuenta con 7 millones de seguidores en todo el mundo y que me parece muy curiosa porque (tomando casi literalmente las palabras de nuestro guía del Free Tour) es como el «level up» del Islam, y realmente de las otras dos: si nos paramos a pensar, primero fue el Judaísmo, después el Cristianismo tomó lo del primero y añadió y modificó varias cosas, y finalmente el Islam tomó lo de las otras dos e hizo lo mismo. Pues bien, el Bahaísmo, llamado así por ser Baha’ullah su fundador, añadió aún más profetas de los que los musulmanes creían; es decir, que ha venido a hacer lo mismo que las demás, solo que ésta data de nada más que el siglo XIX.

Lo primero que se construyó aquí fue el mausoleo donde yacen los restos de ese primer profeta que los musulmanes no reconocieron como tal y por eso tuvo que nacer esta nueva religión, y posteriormente se crearon los jardines en su honor. Desde entonces, este lugar es la sede mundial del Bahaísmo y es aquí a donde peregrinan sus creyentes, eso sí, habiéndose apuntado antes a una lista de espera que ronda los 2 años.

Un último dato curioso sobre esta religión es que está permitida (obviamente) en todos los países, salvo en uno… Israel! Y la respuesta, aunque parezca inexplicable, es sencilla: los creyentes decidieron en su momento, que el hecho de que esta tierra sea tan sagrada para todas las religiones no ha hecho casi nada más que traer dolor y guerras durante miles de años, así que decidieron que no se podían construir comunidades bahaistas en Israel para no añadir más posibilidades de enfrentamientos, y es por eso que sólo es un lugar de peregrinación, pero no de culto permanente.

Más sobre Haifa

  • Haifa albergó la primera universidad del país, aunque a día de hoy el edificio en el que se encontraba no lo es más, y se ha trasladado a las afueras.
  • La ciudad se divide en barrios que fueron construidos por habitantes de diferentes países, y en concreto, la Colonia Alemana a los pies de los Jardines, fue construida a semejanza de las casas alemanas, implicando esto que sus tejados son rojos y muy inclinados, algo absurdo teniendo en cuenta de que esto es un medio para que la nieve no se quede en los tejados, y aquí no ha nevado nunca! Lo curioso de esto, es que como era considerado uno de los barrios más prestigiosos, no sólo de Haifa, sino de todo Israel, muchos copiaron este estilo y ahora hay casas con tejados inclinados en muchas partes del país.
  • La población se extiende entre la zona costera y todo el Monte Carmel, elevado a casi 300m sobre el mar pero muy pegado a él, lo cual aporta una imponente imagen de la ciudad, y de hecho desde lo alto se puede ver todo Haifa a los pies, Acre al fondo y también la frontera con Líbano y los montes de Galilea, otro mítico nombre de la religión cristiana.

Tras completar el Free Tour, algo que recomiendo totalmente, no sólo por el motivo por el que siempre lo hago, sino porque gracias a ello hemos podido entrar en los Jardines, cosa que sin guía es imposible, hemos vuelto por última vez al hotel a por las maletas, para emprender el camino a nuestro siguiente destino: nada menos que Jerusalén!

Como siempre, hemos utilizado el tren que tan bien funciona, primero de Haifa al Aeropuerto de Tel Aviv, y allí transbordo para coger otro hasta Jerusalén, a sólo 25 minutos del aeropuerto.

Hemos llegado casi anocheciendo, y no sabíamos qué nos íbamos a encontrar, pero nos hemos topado con un centro de la ciudad atestado de turistas cuyas supuestas fronteras con Palestina hemos, aparentemente, atravesado, pero ahí no hay frontera por ninguna parte (o de momento no la hemos visto). Hay buen ambiente (siempre hablo de la zona céntrica), muchísima variedad de etnias, personas, religiones y estilos y, a primera vista, ningún problema, así que nos hemos llevado buena impresión.

Muro de las Lamentaciones

Mañana haremos el Free Tour del casco antiguo y tenemos muchas ganas de que nos cuenten todo y más sobre este lugar, que os puedo decir que no hace falta ser creyente para sentirlo especial.

Alojamiento: Citadel Youth Hostel (65€/habitación doble/noche) – es una habitación privada en un hostel cuyas zonas comunes son muy guays: tiene un salón enorme con sofás estilo árabe donde es muy fácil hacer amistades, y también una terraza en el tejado con vistas a toda la ciudad. En cuanto a la habitación… bastante regular. Sin ventanas, y bueno, sin prácticamente nada más que la cama. No nos gusta demasiado.

19 de noviembre: Acre

Esta mañana hemos madrugado para aprovechar bien el día: esto de que anochezca a las 16:30 es un rollo.

El plan de hoy era visitar la ciudad de Acre, o Akko en hebreo (Acre viene por Juan de Acre y la época en la que predominó el cristianismo en estos territorios tras la misión de los cruzados de recuperar Tierra Santa).

Historia

A tan solo 25km al norte de Haifa, se trata de una ciudad que, al igual que Jaffa, cuenta con milenios de historia. Esta ciudad ya es mencionada en la Biblia como una ciudad habitada por los Cananeos (que hisóricamente datan de unos 3500 a.C.) y después estuvo altamente influida por los fenicios, convirtiéndose en un puerto de gran importancia y unos 400 años a.C. también usado por los Persas en la guerra contra los Egipcios.

Más tarde, Alejandro Magno la ciudad de transformó por completo haciendo a sus habitantes transformarse a la cultura griega, y por supuesto los Romanos también pasaron por aquí después, convirtiéndola en una provincia romana y posteriormente en un núcleo urbano principalmente cristiano.

De hecho, es de esta larga época de la que quedan la mayoría de los lugares turísticos en la ciudad actual, y esto es debido a que fue el puerto de llegada de los Cruzados cuando decidieron tomar Tierra Santa en el 1095, y tras este logro, lo fue también para los miles de peregrinos que venían hasta aquí desde Europa para visitar Jerusalén.

Uno de los recintos mejor conservados para visitar hoy es la Fortaleza Hospitalaria, que según hemos aprendido allí gracias a una audioguía, sirvió como hospicio y hospital a todo el que lo necesitara antes de proseguir su camino a Jerusalén o antes de coger el barco de vuelta.

Hasta 1291, cuando la ciudad fue tomada definitivamente por los Mamelucos, Acre cambió varias veces de manos entre cristianos y musulmanes, y desde la conquista por los Otomanos en 1517, todo fue bastante más estable pero la ciudad ya no fue nunca más importante ni esplendorosa, y así quedó hasta los casi actuales problemas palestino-israelíes, perteneciendo antes a los primeros, pero tomado tras la creación del Estado de Israel por los segundos.

Qué visitar

Lo que es el casco antiguo se reduce a una pequeña parte de la actual Acre, así que la visita en un día es más que suficiente. Hay una entrada combinada para ver distintos recintos, empezando por la Fortaleza Hospitalaria para aprender mucho más al detalle lo que os acabo de contar (si bien, en mi opinión, no esta narrado con demasiada objetividad), y siguiendo con los Treasures in the Wall, un pequeñito museo situado en lo que queda de las murallas de la ciudad (de ahí su nombre) en el que están expuestos diversos objetos de muy distintas épocas que representan un poco cómo vivía la gente por aquí: no sólo en Acre, sino también en toda la zona de Galilea.

Los Baños Turcos también están incluídos en la entrada. Están totalmente restaurados, con un aspecto algo moderno además, pero son interesantes porque nos han contado su historia, para qué servían y por qué tenían determianda importancia entre los musulmanes.

Para completar la visita por la ciudad, hemos pasado por el Tunel Templario, que conectaba la Fortaleza con el puerto mediante una galería secreta subterránea, la Mezquita de Al-Jazzar, el Puerto y el Mercado.

Al acabar las visitas, momento de probar el típico falafel (una especie de croquetas de garbanzo) y descansar admirando las vistas de la pequeña ciudad en la Playa del Caballo. Eso sí, la teníamos justo a contraluz, así que más bien hemos admirado sólo su silueta…

Vuelta a Haifa, entrenamiento por mi parte (aquí cumpliendo sea donde sea), cena y un corto paseo hasta llegar a los pies de los iluminados Jardines de Bahá’i, lo más famoso de por aquí, y que de día tiene que ser precioso. Mañana haremos el Free Tour y podremos admirarlos con la luz del sol.

18 de noviembre: Tel Aviv – Haifa

En esta primera estancia en Tel Aviv estamos alojadas en el Barrio de Florentine, conocido por ser la zona más alternativa, hipster o hippie de la ciudad, y está muy cerca de Jaffa (o Yafo), la parte más antigua de Tel Aviv.

Aunque esto no es realmente así: Tel Aviv surgió como ciudad hace poco más de 100 años, construida por comunidades de judíos (esto os lo conteré más adelante cuando visitemos esta parte), y en este tiempo se ha ido expandiendo hasta llegar a rodear a la vieja ciudad de Jaffa, un pueblo que ha sobrevivido a 5000 años de historia en una tierra que han sucedido miles de acontecimientos por ser un punto tan estratégico geográficamente hablando. Y es por esto que hoy en día el nombre completo de Tel Aviv es Tel Aviv-Yafo.

En la mañana de hoy hemos hecho el free tour, el cual no nos ha defraudado, y además de pasear por las viejas callecitas de la Old City, nos ha contado muchas anécdotas históricas de lo más interesante.

El puerto de Jaffa es uno de los más antiguos del mundo, y fue durante muchos años también uno de los más importantes. En general todo el territorio que comprende hoy Israel/Palestina ha sido y sigue siendo objeto de conflicto, aparentemente por la religión, pero como todos sabemos, las cosas van más allá: efectivamente, el dinero y el poder siempre están detrás, y es que toda esta región fue en su día la puerta que unía Europa con Egipto, Egipto con Asia y Asia con el Mediterráneo. Más al sur todo es desierto, así que era siempre necesario pasar por aquí, y por eso todos querían controlarla. Probablemente éste fue el motivo por el que las religiones monoteístas, empezando por el judaísmo, fueron creadas aquí.

Una de las razones por las que Jaffa sobrevivía a las guerras era porque su puerto, a pesar de ser pequeño, está situado en una zona muy rocosa, lo cual hacía que fuese muy complicado de conquistar por mar.

En tiempos más contemporáneos, ha sido testigo de primera mano del conflico palestino-israelí, y hasta bien entrados los años 80 fue una zona conflictiva que casi todo ciudadano de Tel Aviv trataba de evitar para no sufrir robos o cosas peores. En un momento dado, el gobierno decidió arreglar la situación, y puso en venta todas las casas abandonadas del núcleo a un precio muy barato. La condición para adquirir una era ser estudiante de arte, sencillamente porque creían que este tipo de personas, normalmente preocupadas por su entorno, restaurarían las casas, y además de una manera «artística» y de hecho así fue.

Hoy en día, vivir en Jaffa es muy «trendy», y da gusto pasear por sus calles de piedra que te transportan a otra época.

El tour comenzaba en la Torre del Reloj, famosa por ser el primer reloj que tuvo Jaffa… nada menos que a principios del siglo XX. Hasta entonces, nadie aquí medía el tiempo en minutos, sino con el sol, y también (según ha contado nuestra guía) basándose en cigarrillos: «nos vemos dentro de 3 cigarrillos». Suena un poco raro, la verdad!

Después de la productiva mañana, hemos vuelto al hostel a por nuestro equipaje y de nuevo al tren, que en este caso nos llevaría a nuestro siguiente destino: la ciudad de Haifa, a unos 100km al norte de Tel Aviv. Hemos utilizado el tren porque la línea ferrea de este país funciona de lujo y conecta casi cualquier ciudad con una frecuencia bastante alta, y de manera tan sencilla como ir a cualquiera de las 3 estaciones de Tel Aviv y comprar un ticket para el próximo tren, que en nuestro caso ha sido 4 minutos más tarde, y en hora y media hemos llegado a la estación central de Haifa. Eso sí, como no… ya de noche.

Después de dejar las maletas, hemos cenado unas ensaladas riquisimas en un restaurante de la calle principal llamado Fattoush, con una terraza muy guay además, y de postre, una tarta típica llamada Halva, hecha de tahini (sésamo molido) y harina de avellanas.

Mañana más y mejor!

Alojamiento: Haifa Art (40€/habitación doble con baño compartido/noche) – bien situado, en el centro y a pocos minutos de la estación central y de la Avenida Sderot Ben Gurion, la más turística de la ciudad. Las habitaciones son enanas, eso sí, y las paredes de papel.

17 de noviembre: Madrid – Tel Aviv (ISRAEL)

¡Nueva aventura a la vista! Y nada menos que a Israel, país que tenía muchas ganas de visitar desde hace varios años, y esta curiosidad me la despertó el libro Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro (el cual os recomiendo totalmente).

Aunque el vuelo ha sido directo, el día no ha dado mucho de sí. En el aeropuerto de Madrid el procedimiento es el mismo que el de cualquier viaje a un país de fuera de la Unión Europea. El vuelo dura unas 4 horas y media y el tostón llega en el aeropuerto de Tel Aviv: al parecer la entrevista en el control de pasaportes es bastante tediosa y puede serlo más si cumples cierto requisito, como ir vestido de manera «desaliñada» o tener sellos en el pasaporte de algún país árabe. Todo esto os lo cuento porque lo he leído, pero en mi caso, que llevaba sellos de los UAE, me han hecho dos preguntas: de dónde venía y por qué visito el país. Y en menos de 2 minutos estaba en el otro lado del control.

Llegar a Tel Aviv es súper rápido y fácil. Se puede tanto en tren como en bus, nosotras hemos elegido el tren y en 10 minutos hemos llegado a Ha-Hagana, la parada más cercana a la parte más antigua de la ciudad: Jaffa.

La mayor alegría del día han sido los 24ºC que nos han hecho olvidar el horrible frío que está haciendo en Madrid estos días, pero que el sol se ponga a las 16:30 no mola tanto. Y entre eso y que el checkin en el hostel nos ha llevado más de una hora porque se lo han tomado con calma, Tel Aviv nos ha recibido de noche.

Hemos dado una vuelta por Jaffa y por el paseo marítimo y poco más, y para terminar el día, teníamos que probar algo nuevo y típico: hemos cenado en Dr. Shakshuka, un restaurante en plena calle que sirve, como su propio nombre indica, shakshuka: se trata de un revuelto de tomate con huevo, al que se le puede añadir algún ingrediente extra como champiñones, carne, berenjena… Nos ha gustado mucho pero el sabor era muy fuerte!

Mañana tenemos free tour y además cambiamos de ciudad después, así que os podré contar más cosas.

Alojamiento: Florentine Hostel (40€/habitación doble con baño compartido/noche) – un hostel con un ambientazo, o sea que 100% recomendable, pero además nosotras estamos en un edificio anexo con apartamentos privados, así que muy a gusto, y el personal es súper atento y desprende muy buen rollo.