El Brooks Best Fest llegaba a su fin hoy. Todas las actividades se concentraron en el día de ayer, y hoy era turno del check out y despedidas. Algunos han salido muy pronto (si se descuida, alguno empalma la fiesta con la vuelta en barco…) y otros no tanto.
Todos los demás han vuelto a sus países, pero yo he decidido quedarme unos días más por Croacia: hace 5 años viví en Eslovenia por unos meses y durante mi estancia allí visité este país, pero los rincones por descubrir son infinitos, así que repito destino, pero diferentes ciudades.
Como no tenía que coger ningún vuelo, he sido de las últimas en abandonar la Isla de Obonjan. Había que recuperar energías de ayer, así que ha sido mañana de hamaca y playa, aunque las playas aquí en Croacia rara vez son de arena, son más bien tipo calas.

A las 15:00 una lancha me ha traído hasta Sibenik, la ciudad más cercana a la isla, y la que dice que es una de las joyas escondidas de Croacia. La mayoría de los turistas acude a Zadar, Split o Duvrovnik, pero Sibenik no tiene nada que envidiar a ninguna (aunque en mi opinión Duvrovnik es la mejor).
Sibenik es nada menos que la ciudad más antigua de la costa adriática y a diferencia de otras ciudades antiguas de esta zona, ésta fue fundada por croatas, en los siglos X-XI, aunque entre los siglos XIV y XX estuvo sometida a dominio extranjero. Volvió a ser plenamente croata hace menos de 30 años, cuando en 1991 toda Croacia se separó de Yugoslavia.

La tarde también ha sido relajada, me he instalado en «mi nuevo hogar» para los próximos 3 días y he ido a ver la puesta de sol a uno de los 3 fuertes que hay en la ciudad, el único que está en ruinas pero el que más alto está y mejores vistas tiene: St. Jhon’s Fortress. He alucinado con la cantidad de islas que se pierden en el horizonte. Sólo la región de Sibenik posee casi 250 de ellas, y a lo largo de Croacia hay más de 1200!

Para acabar el día, y como no podía ser de otra manera, he cenado algo que no comía desde que estuve de Erasmus en Eslovenia: Cevapi (o cevapcici). Es un plato típico que lleva carne muy sabrosa picada, servida sobre un pan parecido a la pita que se llama lepinja, y acompañado de cebolla picada y una salsa anaranjada con pimentón y otras especias. Que recuerdos me ha traido!

Alojamiento: Hostel Splendido – 14€/cama en habitación compartida/noche. De los mejores hostels en los que he estado, súper cuidado, muy bonito, un baño dentro de la habitación mejor que el de un hotel, jardín al salir por la puerta y una dueña que es la mamá de todos.En este viaje, al ir tantos días sola, he optado por dormir en hostels (albergues) para reducir gastos y porque el ambiente es genial y puedo conocer gente parecida a mí: ya he hecho amigos de Austria, Suecia, China y Alemania, es genial! Os dejo el post sobre cómo viajar más barato, en el que hablo de los beneficios de alojarse en hostels.
