24 de julio: Olimpia – Zante

(Ver también Consejos para hacer una ruta por Grecia)

¡Cambiamos por completo de escenario! Finalizamos la ruta por el mítico Peloponeso, por la Grecia Clásica y por los lugares épicos, para dejar paso a los paisajes y playas de ensueño de las Islas Griegas. Y no, no vamos a las típicas, no son las Cícladas (Santorini, Mykonos…) las elegidas para nuestro viaje, sino una de las Islas Jónicas: Zante (o Zakynthos en griego), que no deja nada que desear. Que se encuentre además mucho más cerca de la Grecia Continental que las típicas que se suelen visitar, la hace mucho más accesible: sólo hemos tardado 1 hora en ferry desde Cilene.

En julio de 2019, el ferry cuesta 9,10€ por persona y 29,90€ un coche estándar (para ver y comprar os mejores precios actuales, lo mejor es hacerlo en Ferryscanner). Lo ideal es no llevar coche, ya que en la isla hay decenas de agencias locales que alquilan motos, quads y coches a un precio súper asequible. Nuestro juguete para estos días es una motito de 50cc (aquí en Grecia no se pueden conducir motos de 125cc con el carnet de coche) que nos ha costado 18€/día. Y así tenemos libertad total pata movernos donde y cuando queramos.

La isla tiene unos 400km2, y una red de carreteras en no muy bien estado según en qué zonas. En autovías ni pensemos, por supuesto. Es un lugar muy pintoresco: se nota que hasta que llegó el turismo aquí sólo vivían campesinos y ganaderos; de hecho, en el interior de la isla no paramos de ver animales de granja campando a sus anchas, tierras de cultivo y casas de campo. En las zonas costeras sí está todo preparado para turistas, con infinitos hoteles, restaurantes y tiendas.

La capital de la isla es la ciudad de Zakynthos, que cuenta también con un aeropuerto, y es también donde se encuentra el puerto. Se encuentra en la costa oriental, la cual se caracteriza por tener un terreno suave que hace que predominen las playas de arena y que esté bastante masificada.

Es la costa occidental la que a mi parecer tiene mucho más encanto: es muy escarpada y está llena de acantilados, así que las calitas de aguas azules están por todas partes. ¡Y para allá que hemos ido como primera parada de hoy!

Xigia Beach

Es una pequeña cala hacia el norte de la isla, que se caracteriza por tener mucho sulfuro en el agua, el cual proviene de las cuevas vecinas. Por lo visto, este mineral tiene «propiedades curativas» y ayuda a mejorar los dolores articulares. ¡A saber! Así lo vende la web oficial de Zante por internet. A mí lo único que me ha pasado es que mis dos anillos de plata se me han vuelto absolutamente dorados, y no han vuelto a la normalidad hasta que los he lavado con jabón en el hotel. ¿Convertirá el sulfuro la plata en oro?

La cala es muy bonita, pero está llena de gente, aunque eso es indiferente porque no se puede esperar otra cosa de Zante en verano. Además tiene un bar que sirve comida y bebida incluso abajo del todo en la cala, mediante un «montacargas» casero (una cesta y una cuerda que suben y bajan) y hay varias sombrillas y hamacas. Como para no pasarse aquí todo el día, vaya.

Mirador de la playa de Navagio

Hemos empezado fuerte el viaje, ya que este es «el plato fuerte» de la isla. Para este lugar no hay palabras ni filtros posibles. Es uno de los más bonitos en los que he estado en mi vida, sólo me viene a la cabeza un lugar tan «breathtaking» como este y es el mirador de las Islas Phi Phi en Tailandia, pero este lo supera.

Como veis, hay un barco varado en la playa. Se trata de una naviera que naufragó en los años 80 durante una persecución policial, ya que se trataba de un barco de contrabando de tabaco perteneciente a la mafia italiana. Otra versión habla de que es un montaje del gobierno griego, que colocó el barco allí y difundió imágenes del impresionante paisaje para arrancar el turismo en la isla, que se estaba quedando vacía debido a que es una zona que sufre terremotos a menudo.

Hay una carretera que llega hasta este mirador (está perfectamente señalizado en Google Maps) y para disfrutar de las mejores vistas hay que caminar hasta el extremo de la montaña de la derecha.

El remate ha sido elegir la última hora de la tarde para venir aquí: ya no había barcos de turistas en la playa, estaba totalmente solitaria (y la diferencia en el paisaje es enorme) y hemos disfrutado de una puesta de sol preciosa. 100% recomendable.

Mañana continuamos descubriendo la isla, sin destino fijo, ¡a ver qué nos encontramos!

Alojamiento – Kozanos II (60€/habitación doble/noche): un hotel a 15km al norte de Zakynthos, en una zona donde hay varios resorts como este. Tiene piscina comunitaria, la habitación está bastante bien y tiene una pequeña cocina y terraza.