Como se nota que han acabado las competiciones y los findes se puede hacer algo más que estar en una pista de atletismo!
La aventura de este fin de semana pasó por Windobona Madrid (Calle Calderilla 16 – frente al centro comercial Islazul en Carabanchel). Tuve la oportunidad de probar el túnel de viento, una simulación de caída libre sin prácticamente «quitar los pies de la tierra».
Siempre me ha atraído mucho eso de tirarme en paracaídas, y esto está bien como primer paso. Os cuento como fue:
Hay que llamar con días de antelación para reservar. A mi me dieron hora el sábado a las 20:00, pero me citaron una hora antes para firmar el documento de exención de responsabilidad, dar la clase teórica y vestirme.
Nada más llegar, después de rellenar los datos y firmar, nos juntan a todo un grupo de unas 12 personas, nos dan el mono, casco, gafas y tapones y un instructor que estará con nosotros todo el rato nos da la clase teórica. En mi opinión esta fue un poco pobre. El chico no nos explicó nada más que como ponernos en posición neutral y nos enseñó los símbolos que nos haría cuando estuviésemos dentro del túnel (no se puede hablar, o más bien no se escucha nada) pero no nos explicó como funciona nuestro cuerpo en contacto con el aire: cómo se sube, se baja, se avanza, se gira… Y una vez en el túnel mi cuerpo se movía a su bola y yo no sabía que estaba haciendo mal.
Cuando fue nuestro turno de volar, entramos todos juntos en la cabina que está aislada junto al túnel. Mi regalo (fue un regalo de reyes) era la opción de 2 vuelos de 2 minutos (90€), pero lo que casi todo el mundo coge es 2 vuelos de 1 minuto (50€).
Va todo muy seguido: nos colocan en orden y debemos estar preparados porque en cuanto sale uno, entra el siguiente. Los vuelos se hacen separados, primero todos un vuelo y después todos el siguiente. El instructor siempre está dentro del túnel guiándonos y no dejando que nos choquemos, caigamos o vayamos hacia arriba. Según ve que se te da mejor o peor te va soltando más o menos. Y es en el segundo vuelo cuando te da la opción taxi (que es la subida y bajada que podéis ver en el video de abajo) y que cuesta 5€ extra (para hacer caja, porque esfuerzo para el chaval poco).
Me gustó mucho, es una experiencia muy diferente, pero me lo había imaginado mejor. La verdad es que estando tan pendiente de lo que te va indicando el instructor todo el rato no eres realmente consciente de dónde estás y qué sensaciones estás teniendo, y de repente el tiempo se ha acabado y tienes que salir. Tampoco se siente una sensación de adrenalina exagerada como supongo que sí se sentirá en un paracaídas real (lo más parecido que he hecho es puenting en Costa Rica y no tiene nada que ver), pero en cualquier caso me encantó y mi conclusión es que merece la pena probarlo. Eso sí, si luego quieres fotos, son 3€ en digital por foto y 6€ en papel. También te pasan varios videos grabados con GoPro por 15€. A mí me lo dieron gratis y supongo que es porque estaba incluido en el regalo…
Una experiencia más al bolsillo!