Situado en el casco histórico de Oporto, el Palácio da Bolsa, llamado así porque su patio central albergó la bolsa de valores portuguesa hasta que finalmente solo quedó la sede actual de Lisboa, es, para muchos, el edificio más bonito de la ciudad. Visitarlo cuesta 10€ y la entrada incluye una visita guiada; de otra forma no se puede ver, puesto que es un edificio aún en uso: actualmente se encuentra la Cámara de Comercio de Oporto.

La actual construcción data de 1910, aunque su construcción comenzó en 1842 sobre las ruinas de un antiguo convento franciscano. A raíz de su largo tiempo de construcción, se pueden observar diferentes estilos arquitectónicos.
Patio de las Naciones
Se trata del patio central, lo primero que uno encuentra nada más entrar, presidido por una enorme y preciosa cúpula de cristal en el techo. Se llama así porque en la parte superior hay murales con los escudos antiguos de Portugal y de otras 27 naciones con las que la Asociación Comercial de Oporto negociaba ya en el siglo XIX.

Sala del Tribunal
En sus muros se ven representados en pintura diferentes juicios antiguos, y los bancos en los que uno se sienta están hechos de madera de roble, tienen 200 años y están como el primer día sin haber sido restaurados nunca (seguro que de Ikea no son).

Sala Dorada
Es en esta sala donde actualmente se reúnen los directivos de la Asociación Comercial de Oporto, y como no podía ser de otra manera, recibe su nombre gracias a que el techo está pintado con pan de oro.

Sala de las Asambleas Generales
También en uso en el presente, parece una sala construida enteramente de madera, pero solo en apariencia, pues desde el primer metro de pared hacia arriba, el muro de yeso está pintado imitando a la madera. Eso sí, los bancos son también de madera de roble centenaria, y el suelo está hecho a partir de un solo árbol, dando lugar a una lámina de parquet de 15 metros de largo sin cortes.

Salón Árabe
Sin duda la mejor estancia de todo el Palacio, cuyo nombre recibe de su decoración al estilo árabe, y cuya construcción fue inspirada por la Alhambra de Granada. Su objetivo principal ya desde su construcción fue la de impresionar al visitante, cosa que consiguen realmente.

Esta sala se utiliza actualmente para eventos oficiales. De hecho, fue aquí donde Portugal firmó su tratado de adhesión a la Unión Europea.
En tiempos de no-coronavirus se podía disfrutar de conciertos de música clásica en el Salón Árabe, pero ya no (aunque si estás leyendo esto en ¿2022? entonces quizás los hayan retomado y tengas la suerte de disfrutar uno de ellos).

Os dejo por aquí la web oficial para comprar las entradas. Hay visitas en inglés, portugués, francés y español, y duran unos 30 minutos.