Ruta de 4 días por Marruecos (desde Marrakech)

En 2011 visité Marruecos durante 6 días, y solo 6 años después, regresé para hacer una ruta muy parecida en un viaje express de 4 días y 3 noches (es decir, en esos 4 días están los vuelos de ida y vuelta incluidos).

Marruecos es un país para regresar una y otra vez (a no ser que lo visites por 2 o 3 semanas y puedas entonces visitar muchos más lugares y con menos prisas), y en esta ocasión volamos hasta Marrakech y nos mentalizamos para hacer muchas horas de coche para visitar todo aquello que teníamos pensado.

Repasemos día por día…

Día 1: Madrid – Marrakech

No es necesario visado alguno para volar con un pasaporte español. Aterrizamos en la ciudad a media tarde, y después de pasar por el control de pasaportes, donde suele haber bastante cola, nos dirigimos al centro de Marrakech en el autobús 19, que en 15 minutos nos dejó en el centro por 20 dirhams (para que os orientéis aproximadamente, 11 dirhams equivalen a 1€).

Era casi noche cerrada, así que nos quedamos en la plaza principal, la Yamaa el Fna, siempre abarrotada de gente, sea la hora que sea, y llena de puestos de todo tipo, incluida comida típica de allí a precios irrisorios para un europeo. Inauguramos nuestro viaje con una riquísima pastela de pollo y un té moro (allí se pide como té a la menta).

imagen de barcelo.com

Y después vino lo menos gracioso: encontrar nuestro Riad (Riad Souad). Para poneros en situación: éramos dos rubias de metro 75 vestidas con ropas de verano, con el mapa en la mano intentando orientarnos en el laberinto de las calles de Marrakech. En menos de 30 segundos ya teníamos a un par de hombres majísimos tratando de guiarnos hasta el hotel, y fue imposible deshacerse de ellos. Porque en efecto, allí nadie hace nada porque sí. Al llegar a la puerta del riad, nos exigieron dinero. Les dimos algún euro que llevábamos suelto, y empezaron a despotricar exigiendo más dinero. No sabían con quién estaban tratando, que de inocentes no teníamos ni un pelo, así que, sorprendidos por nuestra agresiva reacción, se fueron por donde habían venido, no sin dejarnos algo preocupadas, pues sabían donde nos alojábamos. Pero no, no paso nada de nada.

Esto no fue más que una anécdota, si bien los árabes tienen mucha fama (y muy justificada) de ser muy, muy, muy insistentes con los turistas, por lo que mi primer consejo es que si no queréis líos, no habléis con nadie o bien pedid un taxi hasta donde vayáis.

Alojamiento: Riad Souad, un lugar precioso a la par que económico, y es que hoteles tipo riad es lo más típico y recomendable para alojarse en Marrakech, y los hay de todos los precios habidos y por haber. Este nos costó solo 80€ por una habitación doble y 3 noches, nada mal. El único pero es que las habitaciones no tenían llave, solo un candado tipo taquilla. De esto han pasado 5 años, por lo que quizás hayan mejorado este aspecto también. El barrio en el que se encuentra es seguro, aunque pueda parecer lo contrario.

Día 2: Ouarzazate, Zagora y noche en el Sáhara

¡Empieza la aventura! Para los dos días siguientes habíamos contratado una excursión que era bastante paliza en coche, pero no queríamos quedarnos sin hacerla: una noche en el desierto del Sáhara.

Hay varias formas de realizar esta excursión en función de los días disponibles: la primera vez que visité Marruecos en 2011 tenía más tiempo e hicimos 2 noches, la primera en Ouarzazate (a 3h40 de Marrakech) y la segunda en el desierto, cerca de Merzouga (a 5h. de Ouarzazate). Así es posible disfrutar mucho más sin necesidad de una paliza de coche enorme, aunque la vuelta sí es en un mismo día.

Pero en esta ocasión teníamos mucho menos tiempo, y lo que hicimos fue Marrakech – Zagora (otra parte del desierto menos bonita pero más cercana) parando cada 2 horas en puntos interesantes, pero el viaje no dejó de ser de 9 horas y las paradas más cortas de lo que nos hubiese gustado.

Aquí tenéis las dos excursiones para que comparéis y elijáis la que más se adapte a vuestro viaje y presupuesto:

Excursión al desierto desde Marrakech – 2 noches, 3 días

Excursión al desierto desde Marrakech – 1 noche, 2 días

Pues bien, el día comenzaba: vinieron a buscarnos al riad a las 6am y nos montamos en un minibús con otras 13 personas, rumbo al sur. Paramos en varios lugares para admirar el paisaje, entre ellos lo alto de la cordillera del Atlas, a 2600m de altitud, con unas vistas espectaculares, ¡similares a las curvas que tuvimos que sufrir para subir y bajar!

cordillera atlas Marruecos

Ouarzazate

Primera parada larga con visita guiada incluída. A 1160 m de altitud, con 50.000 habitantes, Ouarzazate se encuentra a los pies del Atlas y la llaman la Puerta del Desierto, ubicada en el valle donde se unen los ríos Draa y Dades en un cruce de caminos saharianos.

ouarzazate marruecos

La Kasbah de Taourirt es lo que más destaca de toda la ciudad: es la mayor kasbah de Marruecos y ha sido recientemente restaurada, por lo que se pueden apreciar todos los detalles y adornos que le han dado fama. Es curioso el contraste con las estrechas callejuelas de la medina, donde la vida se sigue desenvolviendo como hace siglos, y con el mercado, donde se puede adquirir desde una alfombra hasta platos para cuscús.

Zagora

Por fin, aunque no como última parada, llegamos a Zagora justo antes del atardecer. Allí nos montaron en dromedario en dirección al desierto, y después de una media hora de trayecto llegamos al lugar donde pasaríamos la noche: un campamento de jaimas en el desierto de Zagora que, he de decir, me decepcionó mucho, no el campamento en sí, pero sí los alrededores, pues no era aquella imagen que todos tenemos en la cabeza del desierto (dunas de arena dorada); había más bien pocas dunas, y sí bastantes rocas y plantas desperdigadas. Eso sí, el campamento era una pasada, éramos un grupo grande de personas que nos unimos para cenar en una de las jaimas mientras los beréberes tocaban canciones típicas, lo pasamos genial (la cena y el desayuno del día siguiente están incluidos en la excursión).

desierto Zagora marruecos

Día 3: Aït Ben Hadou y vuelta a Marrakech

A la mañana siguiente nos despertamos para ver el amanecer entre las pocas dunas que había cercanas al campamento, y después de un desayuno al estilo árabe, empezamos a deshacer el camino: a Zagora en Dromedario y de nuevo allí al minibús hacia Marrakech.

desierto Zagora marruecos

Aït Ben Hadou

La parada grande en este día fue en el impresionante ksar de Aït Ben Haddou, elevado en lo alto de un risco visible a muchos kilómetros de distancia.

Un ksar es un pueblo fortificado de origen bereber y compuesto por numerosas kasbahs en su interior, la típica construcción del norte de África hecha con materiales tradicionales como adobe o madera. Ait Ben Haddou es el ksar más conocido de Marruecos y, probablemente, uno de los monumentos más impresionantes y fascinantes del país. Adentrarse en este fuerte es perder por un instante la orientación. Las callejuelas y los pasadizos de este laberinto urbano se cuelan entre unas casas con varios siglos de historia y que resisten, prácticamente deshabitadas, al paso de los años.

ait ben hadou marruecos

A pesar de ser un reclamo turístico enorme y parece una ciudad antigua en ruinas, curiosamente varias familias residen aquí todavía, lo que le da un aire de lo más peculiar.

Y tras muchas horas de trayecto, llegamos por fin a Marrakech, donde de nuevo cenamos en la plaza central y volvimos al Riad de la primera noche (donde habíamos dejado nuestras maletas, pues al desierto solo fuimos con una mochila).

Día 4: Marrakech y vuelta a Madrid

Último día del viaje y única oportunidad de ver Marrakech, suerte que nuestro vuelo partía hacia Madrid por la tarde-noche. Así que, como no podía ser de otra manera… ¿qué hicimos? eso es, el Free Tour. Teníamos poco tiempo y no podíamos correr el riesgo de perdernos nada, así que esa era la mejor opción. Estos son los sitios que no os podéis perder en Marrakech (y todos ellos se visitan con el Free Tour, excepto los Jardines Majorelle):

  • Tumbas Saadiens: Encontrar las Tumbas Saadís en la Medina es un poco complicado, por lo que no es de extrañar que estas tumbas que datan del siglo XVI no se descubrieran hasta el año 1917. Para acceder a ellas hay que recorrer un estrecho pasadizo, situado en el lado derecho de la mezquita Moulay El Yazid, y una vez en el complejo funerario, acercarse al mausoleo de la Sala de las Doce Columnas, el cual tiene doce columnas de mármol blanco sosteniendo una cúpula de madera de cedro hecha a mano que es una verdadera maravilla. La Sala de los Tres Nichos y la Sala de Mirhab se encuentran al lado, pero son más pequeñas y no tan decoradas, aunque por supuesto, también merecen una visita. En todas descansan miembros de la Dinastía Saadí mientras que en los jardines hay más de 100 tumbas de sirvientes y soldados decaoradas con mosaicos.
tumbas saadiens marrakech
  • Madrasa Ben Yousef: es la escuela musulmana más grande de Marruecos, un precioso edificio construido en el siglo XIV. En su máximo apogeo 800 estudiantes memorizaban el Corán en sus 130 austeras celdas hasta su cierre, en el año 1960.
madrasa ben yousef marrakech
  • La Kotubia: Es la mezquita más importante de Marrakech y una de las más grandes del mundo árabe. Como en el resto de mezquitas de la ciudad, está prohibida la entrada a los no musulmanes.
imagen de Wikipedia
  • Barrio judío: también llamado Mellah, es una de las zonas menos visitadas de la Medina y uno de los más diferentes, mucho menos caótico y claramente más limpio y ordenado. La creación de este barrio se remonta al siglo XVI con la expulsión de muchos hebreos de la península ibérica ordenada por los reyes de España y Portugal, lo que ocasionó la emigración y formación de una de las comunidades judías más grandes de Europa en esta zona. Aunque ahora su presencia es testimonial, aún se conserva alguna sinagoga como la Al Azama, que junto al cementerio judío son dos de sus principales atractivos.
imagen de barcelo.com
  • El Zoco: En plena Medina y entrando por el lateral norte de la Plaza Jamaa el Fna nos adentramos en un laberinto de callejuelas llenas de tiendas y algún que otro puesto de comida, que harán las delicias a los amantes de las compras. En él hay infinidad de cosas, desde los típicos farolillos de metal, babuchas, chilabas, juegos de té, especias, frutos secos, hasta ropa. Además, a medida que os adentréis más y más, veréis que los artesanos del mismo ramo se agrupan en una misma zona del zoco, siendo así mucho más fácil, encontrar lo que uno busca.
  • Jardines Majorelle: Estos jardines botánicos diseñados por el artista francés Jacques Majorelle fueron adquiridos en 1980 por el gurú de la moda Yves Saint Laurent y a día de hoy son un pequeño oasis para desconectar de la estresante Marrakech y refugiarte del calor sentado debajo la sombra de sus árboles. El jardín tiene especies de todo el mundo, desde cactus, bambú y plantas acuáticas hasta cocoteros y bananeros además de fuentes, lagos y edificios de color azul hacen que hacen que el conjunto sea realmente bonito y fotogénico, siendo también uno de los lugares más visitados de la ciudad.
imagen de TripAdvisor

Y con esto y un bizcocho, ¡fin de nuestro viaje express y 100% aprovechado a Marruecos! Por supuesto volveré a este país, pues tiene aún muchísimos rincones que mostrarme.

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