Todo lo que necesitas saber para hacer el CAMINO DE SANTIAGO INGLÉS CORRIENDO · 115km de Ferrol a Santiago

El Camino de Santiago es una actividad mundialmente conocida y practicada, pero no tanto si hablamos de hacerla corriendo.

En el pasado mes de agosto me atreví con este reto: correr los 115km que conforman el Camino de Santiago Inglés, con origen en Ferrol y destino final, Santiago de Compostela. Y en este artículo os voy a contar todos los consejos prácticos para que planifiquéis vuestra ruta y también vuestro entrenamiento, porque no podemos tampoco olvidarnos de la parte más importante.

1. Organizar las etapas

Lo primero que tenéis que conocer es la página oficial del Camino de Santiago: caminodesantiago.gal. En esta página, pinchando en el botón de «planificar» podréis elegir qué camino queréis hacer y cómo dividir las etapas.

Desde Ferrol hasta Santiago hay 115km. Teniendo en cuenta los km que queráis hacer diariamente y los días de los que dispongáis, podéis distribuir las etapas de una forma u otra. Y ojo, no olvidéis de mirar el desnivel. No es lo mismo una etapa de 25km que una de 25km con 700 metros de desnivel positivo. Adecuad las etapas todo lo que podáis a vuestra forma física, y si estáis planificándolo con tiempo, entrenad acorde a las etapas que vais a realizar.

En mi caso, hice un total de 5 etapas (haciendo clic en cada una, os lleva al track):

  1. Ferrol – Cabanas (28km + 480m)
  2. Cabanas – Betanzos (21km + 600m)
  3. Betanzos – Bruma (23km + 730m)
  4. Bruma – Sigüeiro (24km +280m)
  5. Sigüeiro – Santiago (16km +310m)

En general, todo está bastante bien repartido excepto la primera y la última etapa, pero lo cierto es que me resultó muy complicado hacerlo de otra forma, ya que las paradas tienen que coincidir con algún pueblo. Es más, estas paradas son las que hace prácticamente el 100% de la gente que realiza el Camino Inglés en 5 etapas. Suelen ser diferentes para aquellos que hacen 4 o 6 etapas.

Seguir el recorrido es facilísimo: hay señales cada pocos metros. No hace falta seguir ningún track en el móvil o GPS, es imposible perderse porque siempre (o casi siempre) tendréis una flecha amarilla a la vista, más aún si llegáis a alguna intersección que pueda generar confusión.

La etapa más sencilla fue sin duda la última, por ser la más corta y por tener la motivación de llegar a Santiago, pero la más dura no fue la primera (la más larga) ni tampoco la tercera (la de mayor desnivel), sino la segunda, de Cabanas a Betanzos. El desnivel superado era alto pero es que además se acumulaba en unas cuantas rampas súper pronunciadas, y luego también tenía otras muchas hacia abajo que eran incómodas de bajar, mientras que la etapa de Betanzos a Bruma fue casi todo subida pero muy progresiva.

Lo grabé todo en vídeo, hablando de cada etapa específicamente y de mis sensaciones en ellas, os lo dejo por aquí:

2. Cómo llevar el equipaje de un lugar a otro

Existen varias empresas que se encargan de transportar equipajes a lo largo del Camino, y a precios súper asequibles. Yo elegí Viendo Treks y no puedo dejar de recomendarla porque la experiencia fue de 10. En caso de hacer el Camino corriendo era una prioridad que fuese una empresa que cumpliese bien con los tiempos (cosa que, por lo que me han contado, no pasa con Correos) y que al llegar a destino, mucho antes de lo que lo haría si fuese caminando, mi maleta estuviese ya allí. Y excepto un día que tuve que esperar un ratito, el resto de días, así fue. ¡Y eso que solía llegar alrededor de las 12 de la mañana a mi destino!

Por un total de 5 etapas el precio fue de 40€, y simplemente hay que entrar en la web, reservar online el servicio indicando todos los hoteles o albergues en los que vais a alojaros, y listo. Os mandan una etiqueta por email, que debéis atar al equipaje, y nada más.

Importante: este tipo de servicio no se puede realizar si vais sin reservas de albergues u hoteles. Es decir, no podéis ir «a la aventura» a los albergues públicos porque de esta forma la empresa no se compromete a llevaros el equipaje. En el siguiente apartado hablamos de los albergues públicos y qué tener en cuenta para los alojamientos.

3. Alojamiento

Existen 3 tipos de alojamientos:

  • Albergues públicos: son alojamientos que cuentan con habitaciones compartidas. Los baños y zonas comunes son compartidos, y suelen tener cocina. Es la opción más económica de todas, ya que los precios por noche rondan los 10€. Sin embargo, cuentan con una gran desventaja: no es posible reservar previamente. Abren cada día alrededor de las 13h y se ocupan por orden de llegada. Los peregrinos que quieren alojarse aquí suelen madrugar mucho cada mañana para llegar pronto al siguiente albergue, y una vez allí, esperan en la puerta hasta que les dan una cama. No suelen ser muy grandes (unas 25-30 plazas por albergue) por lo que se llenan súper rápido, más en temporada de verano.
  • Albergues privados: son iguales que los públicos, aunque suelen estar en mejores condiciones, y sí se puede reservar previamente (aunque hay que planificarlo con bastante tiempo de antelación). Son un poco menos baratos que los públicos pero siguen siendo muy económicos.
  • Hoteles/hostales: es la opción más cómoda y evidentemente la más cara. En todos los puntos del Camino hay oferta hotelera (aunque en lugares como Bruma escasea, pero en otras paradas hay bastante oferta de todo tipo). Lo malo es que se aprovechan de que quienes van a hoteles priorizan la comodidad, y los precios suelen estar bastante inflados (llegué a pagar 90€ por una habitación de hotel individual este verano).

Como mencionaba antes, si hacéis el Camino corriendo y tenéis que utilizar el servicio de transporte de mochilas, el albergue público no es una opción.

Yo me alojé en hoteles todas las noches excepto una, que lo hice en un albergue público. Y después de vivir la experiencia es que, especialmente si vais solos como yo, os alojéis en albergues privados al menos algunas noches. Algo muy especial del Camino es que la gente suele ser maravillosa, y en este tipo de alojamientos se conoce gente muy fácilmente. Mi Camino mejoró sustancialmente a partir del tercer día, cuando ya empecé a conocer gente de lo más interesante durante el Camino y en el albergue.

Al principio pensaba que sería incómodo y que era mejor una habitación de hotel para descansar lo mejor posible (necesario para el reto que tenía entre manos), pero me di cuenta de que se descansa bien y que están en mucho mejor estado del que me imaginaba.

Algunos albergues cuentan también con habitaciones privadas, así que si hay disponibilidad, podéis elegir ésta, y lo tendréis todo: la comodidad y la gente.

Os dejo la lista de alojamientos donde me quedé cada noche, y los precios:

  1. Ferrol: Residencia Porta Nova (35€, sin desayuno)
  2. Cabanas: Hotel Alda Cabanas Playa (80€, sin desayuno)
  3. Betanzos: Hotel Villa de Betanzos (87€, con desayuno)
  4. Bruma: Hotel Canaima (62€, sin desayuno), está a 2km de Bruma, hay que desviarse.
  5. Sigüeiro: Albergue Cariño Real (19€, con desayuno)
  6. Santiago: Hotel Fonte de San Roque (68€, sin desayuno)

4. Material necesario para hacer el camino corriendo

Ropa

Qué ropa llevéis dependerá totalmente del clima y de vuestros gustos. Imprescindible ropa de running, transpirable y ligera. En mi caso, que lo hice en verano, iba con un pantalón corto (pero lo suficientemente largo para evitar rozaduras en la entrepierna) y una camiseta de manga corta o sin mangas de tejido técnico.

Opté por no llevar nada de manga larga ya que no iba a hacer menos de 20º en ningún momento y tampoco tenía pensado hacer paradas largas, por lo que quedarme fría no parecía ser una opción, y lo cierto es que no lo eché de menos ni siquiera los días que llovió, que aunque acabé calada, nada más llegar a destino pude ducharme y cambiarme.

En estas situaciones no le veo mucho sentido a llevar un chubasquero porque al final no te mojas por la lluvia, sino que te calas de sudor al ser una prenda que no transpira. Y personalmente me agobia muchísimo pasar tanto calor.

Calzado

Esta parte es muy importante. Por contra de lo que se pueda pensar al ver la cantidad de km y el desnivel, NO es necesario utilizar zapatillas de trail running. No hay terreno técnico en ninguna parte, y dado que el calzado de trail siempre será más duro que el de asfalto, siempre será más agresivo.

En mi caso, opté por alternar dos pares de zapatillas de asfalto: las Ghost Max y las Glycerin 21 (ambas de Brooks) muy amortiguadas pero muy diferentes entre sí, de forma que cada día mi zancada cambiaba ligeramente y no sobrecargaba las mismas zonas. La Ghost Max tiene menos drop que la Glycerin 21. Y hacer algo así me parece clave para evitar esas pequeñas molestias musculares que pueden aparecer (en mi caso, acabé perfecta los 115km).

Alimentación y suplementación

En torno a 1 hora antes de salir (sobre las 9 de la mañana, por cierto) desayunaba algo ligero pero cargado de calorías. Normalmente un café, un yogur proteico y algo tipo tostadas con mermelada, cereales bizcocho, dátiles, plátano… que me aportase bastantes calorías y carbohidratos en poca cantidad de alimento (y que tuviese poca grasa, pues ésta ralentiza la digestión).

Hecho esto, durante la etapa, que solía ser de entre 2 y 3h, tomaba:

  • Medio litro de agua con bebida isotónica (unos 25g de CH con sales y electrolitos). Por el camino hay fuentes, así que siempre rellenaba el flask un par de veces al menos.
  • Al cabo de 1h aproximadamente, tomaba una barrita o un gel.
  • Y dependiendo de cómo me encontrase, tomaba un segundo gel y una pastilla de sal para los últimos 45 minutos.

Así que, lo que no podía faltar entre mis enseres durante las etapas era: isotónico, una barrita, un gel y 2 pastillas de sal. Ojo, las cantidades dependerán de vuestra constitución y necesidades, y de cuánto tiempo tardéis, además de si hace más o menos calor. Lo que os he adjuntado en los links es de Crown, una marca especializada en deportes de resistencia creada en España y con la que colaboro. Si compráis algo, podéis descontaros un 11% usando el código SUSAFLY.

Almacenamiento

Además de la comida mencionada arriba, también llevé:

  • Un soft flask de 500ml
  • Cleenex
  • Móvil
  • GoPro (en mi caso porque fui grabando el vídeo que habéis visto arriba)
  • Monedas (hay puestos de voluntarios por el camino y podéis comprar comida, bebida y algún regalito)
  • Credencial del peregrino (lo explico en el siguiente apartado)
  • DNI y tarjeta sanitaria

Los dos primeros días opté por utilizar un chaleco de hidratación, pero al ver que todo me cabía bien en el cinturón, a partir de la tercera etapa escogí esta opción. Eso sí, tenía el del decathlon y no os lo recomiendo porque la malla para meter el flask era muy blanda y me botaba mucho la bebida. Aún así, sigo prefiriendo cinturón porque es menos agobiante que el chaleco.

5. Credencial y Compostela

Si habéis hecho el Camino anteriormente, sea el que sea, ya sabéis de que va esto, pero por si acaso, os lo cuento igualmente. La Credencial del Peregrino no es algo que necesitéis para hacer el Camino, sino para obtener la Compostela, una especie de diploma que entregan en Santiago si has realizado 100km o más (200 si vas en bici) hasta Santiago.

Para obtenerla, hay que demostrar que habéis realizado los km requeridos, y es aquí donde entra en juego la credencial, una especie de pasaporte que debéis ir sellando al menos 2 veces al día en lugares diferentes del Camino.

¿Cómo conseguir la Credencial del Peregrino?

Yo volé hasta Santiago, así que me hice con ella antes de comenzar el Camino en la propia oficina del Peregrino que está a pocos metros de la Plaza del Obradoiro, pero también podéis conseguirla en el mismo km 0 del Camino Inglés en Ferrol, punto exacto en el que hay una Oficina de Atención al Peregrino. Allí mismo os proporcionarán una (cuesta 3€). Si queréis tenerla antes, en este mapa podéis ver en qué sitios por España venden credenciales.

¿Cómo sellar la credencial en cada etapa?

Es facilísimo. En toooodas partes tienen sellos. Y cuando digo todas, es todas: bares, farmacias, tiendas… cualquier establecimiento público por el que pase el Camino, tendrá un sello a mano para poder ponerlo en tu credencial.

IMPORTANTE: en Galicia llueve (¡sorpresa!). Para que no te pase como a mí, que calé mi pasaporte en la etapa 1, no olvides algún tipo de forro de plástico para protegerlo. Si ves mi vídeo de YouTube comprobarás el estado en el que terminó mi credencial. No sabía si llegaría legible a Santiago jajaja.

¿Cómo obtener la Compostela en Santiago?

Una vez lleguéis a Santiago con todos los sellos (al menos 2 al día en los últimos 100km), solo hay que ir a la Oficina del Peregrino, y allí os indicarán dónde ir, siempre hay una persona en la puerta explicando como hacerlo. Simplemente hay que rellenar un formulario en unos ordenadores, entregar la credencial, y en pocos minutos os darán vuestra Compostela personalizada con vuestro nombre en Latín.

La Compostela es el certificado que confirma que habéis llegado a Santiago, nada más, y es gratis, pero también existe la posibilidad de obtener el certificado de kilómetros, donde sí aparece la información del origen y los km recorrido. Este documento cuesta 3€, y para mí tiene más valor que el otro, ya que te dan el mismo hayas hecho 115km desde Ferrol que 800km desde Roncesvalles.

6. ¿Por qué el Camino Inglés?

¿Por qué elegí el Camino Inglés para hacerlo corriendo? En primer lugar, porque dos amigas lo habían hecho previamente a mí también corriendo este año, lo cual me hizo ver que era perfectamente posible. Por otro lado, también tengo una cabeza bastante cuadriculada y me llamaba más la atención hacer un Camino entero en vez de una parte de cualquier otro (por ejemplo, el Camino Primitivo tiene 300km, el Francés 800…).

Por otro lado, y siendo más prácticos, el terreno y el desnivel son súper asequibles, y las paradas cuadran muy bien. Las etapas estuvieron bastante bien repartidas en general. Y algo importantísimo, era verano, y en temporada alta hay ciertos Caminos que se saturan hasta incluso no poder correr en algunos puntos… ¡no me lo imagino! El peor (dicen) es el Francés desde Sarriá, pero al parecer el Primitivo desde Lugo también se pone hasta arriba.

7. Cómo llegar hasta Ferrol

Esta es otra ventaja de hacer el Camino Inglés: llegar hasta Ferrol es fácil y rápido. Normalmente vendréis hasta Galicia en avión, tren o autobús.

  • Avión: podéis volar a A Coruña o a Santiago de Compostela. En mi caso fue hasta Santiago, y una vez en el aeropuerto tomé un bus de línea por 1€ que me dejó cerca de la estación de autobuses de la ciudad, donde compré un ticket a Ferrol por 8€ (se pueden comprar por internet con antelación en la página de Monbus).
  • Tren: existen trenes que llegan directamente a Ferrol desde Madrid, hay con un par de conexiones al día en Alvia y se tarda aproximadamente unas 5 horas y media. Si es desde otras ciudades, habrá que hacer transbordo en A Coruña, Santiago, Vigo u Ourense.
  • Autobús:  Es cierto que el bus es la forma más lenta y quizás incómoda de viajar, pero también la más barata. Alsa cuenta con buses directos y a diario desde Madrid, tanto desde la ciudad (Estación Sur e intercambiador Moncloa) como desde el propio aeropuerto de Barajas, y también existen otras con ciudades como Ponferrada, Zamora o Sevilla. Incluso también existen conexiones con Portugal, Alemania, Bélgica, Francia y Suiza.

Espero que os haya servido esta información acerca de cómo hacer el Camino de Santiago Inglés corriendo, y si os queda cualquier otra duda, os leo en los comentarios para resolverla y seguir completando este artículo. ¡Buen Camino!

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