Ábalos (La Rioja): más vino que personas

La cultura del vino llega a su máximo exponente en La Rioja Alta y La Rioja Alavesa, una región que tenía aún pendiente de visitar, hasta hoy: este fin de semana nos hemos alojado en el Hotel Villa de Ábalos, un antiguo y acogedor palacete restaurado que hoy cuenta con 12 habitaciones, un restaurante, jardín y un gastrobar. Nuestra reserva consistía en 2 noches en el hotel, una cena degustación y una visita guiada a los viñedos de los dueños del hotel. 100% recomendable todo.

Ábalos fue una aldea de San Vicente de la Sonsierra hasta 1657, año en el que Juan Mateo Hurtado de Velasco, señor de la villa, accedió a la petición de los vecinos de Ábalos de separarse de San Vicente, aunque continuó bajo el dominio de los Condes de Haro y no se convirtió en villa independiente hasta 1726.

El pueblo de Ábalos es muy pequeño, pero con encanto. Sobre sus pequeñas casitas de piedra, que acogen únicamente a 250 habitantes, destaca la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomártir y el Palacio de los Marqueses de Legarda. Su ubicación es privilegiada, a solo 30km de Logroño y 14 de Haro, y muy cerca de la especial villa vasca de Laguardia.

El sustento para estos dos centenares de habitantes viene, efectivamente, del vino. Más de 700 hectáreas de las que rodean Ábalos están repletas de viñedos que pertenecen a los abalenses. Algunos de ellos son solo viticultores, otros bodegueros, y solo unos pocos poseen viñedos y bodega. Así, los viticultores tienen acuerdos con determinadas bodegas para venderles sus uvas tras la vendimia que tiene lugar en el mes de octubre cada año. En Ábalos están ubicadas nada menos que 16 bodegas, algunas de ellas más familiares y otras de mayores dimensiones.

El proceso de cultivo de las vitis es muy interesante. José Luis, el dueño del hotel y también de 3 hectáreas de vides a las afueras de Ábalos nos llevó hasta ellas y nos lo explicó con todo detalle, para después volver al hotel y hacer una pequeña cata de vinos con aperitivo.

Si buscáis pasar un fin de semana rural, tranquilo y aprender mucho sobre vino, os lo recomiendo totalmente. Todo fue de 10. Para complementar la visita a los viñedos, es ideal que visitéis también unas bodegas. Os recomiendo las bodegas Óbalo, a 2km del núcleo urbano, donde hacen visitas guiadas con explicación, cata de vinos y aperitivo.

Vitoria-Gasteiz: qué ver en la capital verde de Europa

Última parada de nuestra ruta por le interior del País Vasco: tras visitar Urkiola, Durango, Gernika, Bilbao, el Gorbea y Mondragón, hemos hecho una última parada ya de camino a Madrid: la preciosa Vitoria, una ciudad que nos faltaba por conocer.

Una mañana nos ha sido suficiente para ver los lugares imprescindibles del casco antiguo, y nos ha encantado:

1. Catedral de María Inmaculada de Vitoria

Nos ha llamado la atención la cantidad de iglesias que hay por toda la zona, sin embargo, esta merece la pena ser mencionada por sus enormes dimensione, todo un despliegue de arte gótico solo al nivel de los grandes templos españoles. Se la denomina comúnmente como la Catedral Nueva, pues no es la primera de la ciudad (lo es la catedral de Santa Maria que veremos a continuación) y su construcción es bastante reciente, siendo inaugurada ya en el siglo XX.

2. Plaza de la Virgen Blanca

Es uno de los lugares más concurridos de Vitoria. Separa el casco viejo del Ensache vitoriano, en el centro de la misma se encuentra un imponente monumento en recuerdo a la Batalla de Vitoria que puso fin a la Guerra de Independencia española. Además, aquí encontraréis las típicas letras con las que echaros una foto. Y no os podéis ir de aquí sin tomar algo en alguna de sus terrazas.

Al findo de la plaza podréis ver otra de las iglesias notables de la ciudad: la de San Miguel Arcángel.

3. Plaza de España

Junto a la plaza de la Virgen Blanca, la Plaza de España alberga el ayuntamiento y posee la típica forma de plaza mayor española, siendo además la inspiración para la construcciones posteriores de las homónimas plazas en las ciudades de Bilbao y San Sebastián.

4. Catedral de Santa María

Caminando por las calles del casco viejo, dejando atrás la plaza de la Virgen Blanca, llegamos a la anteriormente mencionada Catedral de Santa María. Desde que se puso la primera piedra allá por el siglo XIII se convirtió en uno de los símbolos de Vitoria. Es un edificio curioso, bastante alejado del prototipo habitual de templo religioso al que estamos acostumbrado. La intensa reforma que sufrió en 1966 le dio su aspecto actual, mientras que el reconocimiento internacional le vino en el año 2015 cuando fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad como parte de los Caminos de Santiago de Compostela.

5. Murallas de Vitoria

Fueron construidas en el siglo XII por el Reino de Navarra, y actualmente queda poco más que lo que veis en la foto.

Nos ha encantado Vitoria, y aunque la mayoría de las veces quede relegada a un segundo plano detrás de Bilbao y San Sebastián, debéis saber que ¡Vitoria es la capital de Euskadi!

Bilbao: el encuentro de lo clásico y lo contemporáneo

Probablemente la ciudad más variada a nivel cultural de Euskadi, Bilbao ya era protagonista en el norte desde me Edad Media, cuando se la comenzó a llamar por este nombre, que tiene su origen en el término Bi Albo, que significa dos lados, gracias a que la ría formada por las desembocaduras del Nervión y el Ibaizábal dividía la localidad en dos partes.

Gracias precisamente a la ría, Bilbao tomó gran importancia en el siglo XIX con la Industrialización, ya que en ella se recibían y enviaban barcos llenos de mercancías.

Y ya en tiempos más recientes, la presencia del Museo Guggenheim ha abierto Bilbao al mundo, recibiendo así visitas de todos los rincones del planeta.

Como siempre, os recomiendo la mejor manera de conocer cualquier ciudad: a través de un Free Tour. Podéis reservarlo aquí.

La versión más clásica de la ciudad es el casco antiguo, donde podréis perderos por sus calles y llegar a los siguientes lugares:

Plaza Nueva

Es el centro neurálgico de la ciudad y del casco viejo y uno de los mejores lugares para ir de pinchos por Bilbao, además de tener una bonita arquitectura. Llama la atención la estructura irregular de las casas de la plaza, y es que en los pisos con las ventanas más grandes antaño vivían los propietarios, en la planta con las ventanas medianas, los alquilados, y en el último piso, de pequeña altura, el servicio.

Catedral de Santiago de Bilbao

Es la iglesia más destacada de la ciudad. Fue construida entre los siglos XIV y XVI, y se trata de la iglesia gótica más monumental de Vizcaya.

Teatro Arriaga

Su impresionante fachada esta considerada como una de las más bonitas de España. De estilo neobarroco de finales del siglo XIX, este edificio está dedicado al compositor bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga, conocido como el Mozart español, y tiene una extensa programación de espectáculos de teatro y música.

Es posible ver el teatro por dentro en visitas guiadas.

Mercado de la Ribera

Con sus 10.000m2, se trata del mercado cubierto más grande de Europa, de estilo Art Decó y grandes vidrieras donde encontraréis los productos más frescos de la huerta y del mar Cantábrico, que han tenido un papel principal en situar la gastronomía vasca como un referente en todo el mundo. Además de disfrutar de los olores, colores y aromas de los puestos de comida, puedes subir al piso de arriba para degustar una cuidada selección de pintxos acompañados de un rico txacoli, un vino blanco un poco ácido típico del País Vasco, en alguno de sus bares y restaurantes.

Museo Guggenheim

Abandonamos el caso viejo de Bilbao para aproximarnos a la zona más contemporánea, el Guggenheim y sus alrededores, construido por el famoso arquitecto Frank Gehry en 1997 y cuyas formas curvilíneas y colores plateados que cambian según la luz de cada momento del día, son mundialmente conocidos.

El museo alberga una importante colección y exposiciones temporales de arte modern que han situado Bilbao en una posición destaca en el panorama cultural a nivel mundial.

Fuera de las puertas del museo, no olvidéis de visitar a Puppy, el perro de flores, y a Mamá, la araña patilarga gigante.

Mirador de Artxanda

Para terminar la visita por Bilbao podéis alejaros un poco de la ría y subir en funicular a este mirador (desde la plaza del Funicular) para disfrutar de la mejores vistas de la ciudad.

Ruta por los pueblos vascos: MONDRAGÓN (Gipuzkoa)

La vasca localidad de Arrasate (Mondragón en castellano) es uno de los pocos núcleos urbanos que tienen a 1 hora o menos las 3 capitales vascas: Vitoria, San Sebastián y Bilbao. A las orillas del río Deba, también es el lugar en el que se creo el movimiento cooperativo, un modelo económico que ha llevado al Grupo Mondragón a convertirse en el mayor grupo empresarial de Euskadi (ejemplo de ello son empresas como Caja Laboral, Eroski, Fagor o Mondragón Unibertsitatea).

Si estáis de paso por aquí, podéis dar una vuelta por el casco antiguo, muy reducido, pero con encanto. En el pasado estuvo amurallado, con 5 puertas que permitían el acceso a esta villa de las cuales se conservan 3.  Como curiosidad, al parecer en caso de incendio se cerraban a cal y canto para que todos los habitantes ayudasen en las tareas de extinción del incendio.

El centro neurálgico de la zona antigua es la plaza del ayuntamiento, una edificación del siglo XVII, y frente a él, la Iglesia de San Juan Bautista, construido durante diferentes épocas: el campanario en el siglo XVI, mientras que el resto de las edificaciones fueron levantadas entre los siglos XII y XIV. 

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Ruta por los pueblos vascos: GERNIKA (Vizcaya)

Famoso nombre donde los haya, aunque no por ninguna buena causa. La localidad vizcaína de Gernika fue la protagonista del bombardeo conocido por el mismo nombre, de la Luftwaffe nazi en 1937. Más del 80% de los edificios fueron calcinados y cientos de vecinos heridos o fallecidos. De aquel atentado quedó el archiconocido cuadro de Picasso, el Gernika, y un pueblo que supo resurgir de entre las cenizas y años después la localidad estaba totalmente reconstruida.

La que hoy se conoce como Ciudad de la Paz nos deja varios lugares que visitar durante un paseo por sus calles:

  • Parque de los Pueblos de Europa: fue nuestra primera parada ya que uno de los parkings gratuitos de las afueras del casco urbano se encontraba justo aquí. Es un gran espacio verde muy agradable, con praderas, un riachuelo, y también una escultura de Eduardo Chillida llamada Gure Aitaren Etxea (La casa de nuestro padre), realizada en 1987 para conmemorar el 50 aniversario del bombardeo de Gernika.
  • Casa de Juntas y Árbol de Gernika: la relevancia de Gernika se remonta siglos antes de aquel 1937. Según la tradición vasca, a la sombra del árbol de Gernika se tomaban las decisiones acerca de la comunidad. De ahí salieron, durante siglos, todas las leyes del territorio de Vizcaya, e incluso pasaban por aquí los reyes para jurar respeto a los Fueros Vizcaínos. Hoy en día la Casa de Juntas es el recinto donde se celebran las Juntas Generales de Vizcaya y frente al Árbol de Gernika los Lehendakaris juran su cargo. El árbol actual no es el original, sino uno que lo simboliza.
  • Museo de la Paz: su sala principal ofrece material de la época del bombardeo y testimonios de supervivientes que sirven mejor para ponerse uno en situación.
  • Iglesia de Santa María: Es una de las más representativas de estilo gótico en el País Vasco. Al parecer se pueden solicitar visitas guiadas a través de la web del ayuntamiento, o bien entrar en horario de misa.
  • Mural del Gernika: el cuadro original se encuentra en el Museo Reina Sofía de Madrid, por lo que esta réplica se colocó aquí para conmemorar el 60 aniversario del bombardeo.
  • Refugios antiaéreos: los principales son el de Pasealekua, en pleno centro, y el de Astra, un pelín más alejado. El primero tiene horario de visitas (cierra al mediodía) y el segundo, que nos pareció más interesante, está cerrado desde que comenzó el COVID (datos de noviembre 2022).

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Ruta por los pueblos vascos: DURANGO (Vizcaya)

Gracias a mi reciente viaje por la zona interior de Euskadi, comienzo una pequeña serie de artículos que tendrán como protagonistas pequeños o grandes pueblos de la zona, que podréis aprovechar para visitar cuando estéis de paso, o bien alojaros en alguno de ellos y hacer excursiones varias por las numerosas montañas de alrededor (algo 100% recomendable).

Nosotros hemos estado alojados en el precioso Parque Natural de Urkiola, en un hotel rural junto al Santuario de Urkiola, y desde ahí hemos estado en Durango, Gernika, Bilbao, Mondragón y Vitoria.

Qué ver en Durango

Durango es uno de los pueblos más grandes de los arriba mencionados, y rodeado de un precioso entorno gracias a su ubicación a las faldas de Urkiola.

  • Casco histórico: está compuesto principalmente por 4 calles paralelas: Barren Kalea, Arte Kalea, Goien Kalea y Kalebarria, atravesadas en el centro por Zehar Kalea y es donde se concentra la vida social de la villa, más concretamente en la plaza de Andra Mari.
  • Basílica de Santa María de Uríbarri, también en el centro histórico, fue construida en el siglo XVI, y su gran pórtico de madera es el más grande del País Vasco.
  • El mercado fue construido en los años 30 y tiene una arquitectura bastante peculiar.
  • Arco de Santa Ana: se trata de la única de las seis puertas de entrada que queda de la antigua muralla que rodeaba Durango, construida en 1566, y cuyo nombre le viene dado por la iglesia con el mismo nombre que se encuentra junto a ella.
  • Museo de Arte e Historia de Durango: emplazado en el antiguo Palacio de Etxezarreta, que fue convertido a museo en 1984. En el interior se encuentra el archivo histórico, el museo de bellas artes, una biblioteca, el museo histórico, y diferentes salas de exposiciones.

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Álava y Vizcaya: Gorbea (1482m) – Reto CIMASxPROVINCIAS 11/50 ☑️

(Descarga y sigue la ruta de Wikiloc aquí)

Cómo mola cuando subes una cima y cuenta por 2 😂. Estamos pasando el puente en Urkiola (Vizcaya) y esta mañana hemos puesto rumbo al punto más alto, no solo de Vizcaya sino también de Álava, pues el Gorbea hace frontera con ambos.

Ya hace años me hablaron de que el Gorbea, centro del Parque Natural con su mismo nombre, es una de las montañas más emblemáticas del montañismo vasco y, palabras textuales, «un monte al que todo vasco que se precie debería subir al menos una vez en la vida».

El día ha amanecido nublado, ventoso y con amenaza de lluvia. Hemos tenido muchísima suerte con la lluvia (han caído un total de cero gotas) pero el viento ha sido otro tema. Os cuento paso a paso:

Hemos elegido una ruta circular de 12km con 790m de desnivel que partía de las presas del Gorbea. Este es el punto exacto donde sale el camino, cuyo inicio está perfectamente señalizado y se puede aparcar sin problemas, a pesar de que se encuentra bastante frecuentado por senderistas y trail runners.

Pero ojo, porque de nuevo nuestro querido Google no tiene ni idea de cómo guiarnos en coche hasta aquí, y al igual que ya ha pasado otras veces, nos pretendía meter por caminos intransitables. Por lo tanto, lo mejor es que pongáis este punto en el GPS (en la pequeña aldea de Murua) y a partir de ahí ya pongáis el que os he dejado antes.

La ruta inicia de manera bastante progresiva: la ida tiene unos 6km y no es hasta el km 4 cuando hay que subir casi con las manos en el suelo de lo inclinado que está el terreno. Aún no es alta montaña, pues la ruta comienza y sigue discurriendo por un bonito bosque hasta bien avanzados los kilómetros.

En el km 5 aproximadamente se abre el bosque y ya se pueden divisar las montañas de alrededor y la cruz del Gorbea al fondo. Bueno. O no. Será así si el día está despejado, algo poco común por aquí y menos en otoño. Hoy además hacía muchísimo viento. Al parecer raro es el día que no corre el viento por la cima del monte, pero lo de hoy yo no lo he vivido nunca antes: el viento continuado, sin parar, era similar al que te pega cuando te montas en una montaña rusa o sacas la cabeza por la ventanilla del coche. A ojo, eso llevaba una velocidad de más de 80km/h sin duda. Chicas, consejo útil: ¡trenza o moño imprescindible si no queréis morir intentando desenredaros el pelo al volver a casa!

A causa del viento el último kilómetro hasta la cima ha sido bastante incómodo. Al principio todo eran risas, pero tras unos minutos estábamos volviéndonos locos.

Lo bueno es que las nubes se iban rápido, y ya en la cima hemos podido disfrutar de algunos minutos de vistas, después de otros minutos en los que ni siquiera se veía la mismísima cruz (gigantesca, como veis en las fotos).

La cima estaba bastante concurrida, y poco después de conseguir hacernos la foto de rigor sin que se nos volase el móvil, hemos tirado para abajo lo más rápido posible, porque el viento hacía que la sensación térmica fuese de casi 10ºC menos que los 12 que hacía, y se nos ha congelado el cuerpo entero.

La vuelta la hemos hecho por el lado derecho del monte que hemos subido, esta vez casi todo el tiempo sin bosque y con una bajada más progresiva al tener unos 500m más de longitud.

Hemos caminado con mucha mucha calma, y finalmente hemos estado caminando unas 3h30. El desnivel total han sido 790m y la longitud exacta, 12,4km.

Una cima y 2 tics ☑️ más que sumamos al reto CIMASxPROVINCIAS, y sumamos, de momento 11. ¡Esto no para!

(Descarga y sigue la ruta de Wikiloc aquí)

Peñafiel en un día (Valladolid)

Levantado sobre una colina rocosa ya desde al siglo X, el castillo de Peñafiel es el lugar protagonista de la localidad de Peñafiel, que se extiende a sus pies. Antes de la presencia castellana por estas tierras habitaron aquí comunidades ya desde la prehistoria, pero no es hasta la Reconquista cuando Peñafiel comienza a desarrollarse, hasta tal punto de importancia que llegó a contar con 18 iglesias, 3 conventos y 6 ermitas, los cuales han desaparecido casi todos, relevancia obtenida gracias a ser un punto estratégico junto al Duero en la pelea contra los musulmanes.

Castillo de Peñafiel

Está adaptado a la estructura de un cerro alargado que domina los valles del Duratón y el Botijas en su confluencia con el Duero. La primera edificación data del siglo X y 5 siglos más tarde fue restaurado por el escritor del famoso Conde Lucanor, el noble Don Juan Manuel. La torre del homenaje, que separa dos patios, tienes tres plantas hasta alcanzar los 34 metros de altura.

Os recomiendo totalmente la visita, que solo puede ser guiada; dura alrededor de una hora y media y además de explicaros todo lo que vais viendo, os pondrán en situación histórica sobre el castillo, sus ocupantes y el pueblo de Peñafiel. Aquí podéis ver los horarios y reservar (cuesta 6,60€), entrada que incluye la visita al museo del vino, que se encuentra dentro del castillo y podéis recorrer por vuestra cuenta.

Convento de San Pablo

Es un templo levantado en el siglo XIII sobre los restos históricos del Alcázar de Alfonso X, que en el siglo XIV se convirtió en monasterio. Del álcazar queda el emplazamiento, una de las bases de un antiguo torreón y el patio de armas del mismo, que actualmente es el claustro del monasterio. 

Es aquí donde se encuentran los restos de Don Juan Manuel, junto a una urna de madera que contiene los restos de Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán.

Plaza del Coso

En este amplio lugar se celebran las fiestas de Nuestra Señora y San Roque del 14 al 18 de agosto, y se tiene constancia de su celebración ya desde 1433, por lo que se la considera una de las primeras plazas mayores de España. Aquí podréis encontrar la Oficina de Turismo.

Iglesia de Santa Clara

Construida en 1698 es actualmente el Hotel Spa Convento Las Claras emplazado en el lugar donde antaño estuvo el convento, si bien la iglesia sigue teniendo funciones litúrgicas. Es un buen lugar donde pasar la noche si finalmente pasáis más de un día en Peñafiel.

Valladolid: Cerro de Cuchillejo (931m) – Reto CIMASxPROVINCIAS 9/50☑️

Mi novena cima conquistada del reto CIMASxPRONVINCIAS es muy graciosa, y este artículo no es más que meramente informativo porque no hay mucho que contar: el punto más alto de Valladolid (una provincia, por lo que se ve, sin montañas) es este punto, un lugar a 931 metros de altitud, más o menos igual que todo lo que hay a su alrededor, que son campos para sembrados.

La única forma de distinguir que estamos en el techo de Valladolid es que allí se encuentra el correspondiente vértice geodésico (¡menos mal!). Pero es que además, es posible llegar en coche hasta prácticamente el punto justo, pues las fincas están flanqueadas por caminos sin asfaltar.

Nosotros teníamos un poco de prisa porque íbamos de camino a Peñafiel (habíamos reservado para ver el castillo) así que metimos el coche por los caminos, pero si os apetece dar un paseo, podéis dejar el coche junto a la carretera asfaltada o en Castrillo de Duero y os saldrá una caminata de unos 4km de ida.

El punto se encuentra junto a la pequeña localidad de Castrillo de Duero, a solo 15 minutos de Peñafiel si estáis volviendo por la A1 hacia Madrid (o al revés) solo hay que hacer un desvío de 25km para llagar aquí, por lo que si os da por venir, ya sabéis con qué combinarlo.

Dolmen de Mazariegos (Burgos)

Este curioso y nada frecuentado lugar es uno de los monumentos megalíticos más relevantes del norte de la Península. Oficialmente se llama Dolmen de Cubillejo de Lara, pues se encuentra a apenas 2km de dicha localidad. Sin embargo, los vecinos de la zona reclaman el cambio de nombre a Dolmen de Mazariegos, pues junto al dolmen se encontraba el ahora despoblado Mazariegos.

Sea como fuere, este monumento fue construido hace nada menos que unos 5000 años por las primeras comunidades ganadera y agrícolas que poblaron el valle, y no fue hasta 1970 cuando fue redescubierto y excavado, encontrando dentro de él restos humanos y joyas neolíticas.

dolmen mazariegos

Se trata de un sepulcro de corredor, de unos 10 metros de largo pero muy bajito (tanto que nos sorprendió al llegar, pues a través de las fotos nos habíamos hecho otra idea), y lo más interesante es que está orientado de tal forma que durante el solsticio de invierno, el sol entra directamente a través de su corredor, iluminando así la cámara funeraria a través de la puerta. Y es que lo que se ve hoy es el «esqueleto» del dolmen: en su día estuvo completamente cubierto de tierra (salvo parte del corredor), y es por ello por lo que es aún más especial la entrada del sol en la cámara.

En uno de los megalitos más próximos a la cámara se pueden observar unos grabados de lo que parecen unos animales de cuatro patas y un símbolo con ramas. Este lugar no pudo ser casualidad, pues durante el solsticio de invierno, cuando el sol inunda la cámara funeraria, su luz termina justo en estos grabados. Además, el color de esta piedra es más rojizo que el de las demás.

dolmen mazariegos

Os dejo la ubicación del camino sin asfaltar que llega al Dolmen de Mazariegos tras 1km de recorrido, pues está prácticamente sin señalizar. La ubicación exacta del Dolmen es esta.