6 de septiembre: Haugesund

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a hacer un Crucero por los Fiordos Noruegos)

Y llegamos a otra ciudad de Noruega, nuestra penúltima parada antes de volver a España.

Teníamos 6 horas aquí, y dado que en la ciudad no hay mucho que ver, contratamos una excursión en autobús (con la empresa española Fiordos Noruega – muy recomendable) que nos llevó a Langfoss, una de las cascadas más altas del país con más de 600m de altura, y una de las más bonitas del mundo según la CNN. Y la verdad es que sí que es bastante impresionante.


El único inconveniente es que está a 1h30 de Haugesund, y junto a la cascada no hay nada más que ver salvo montañas y el fiordo, por lo que el viaje duró mucho más que lo que estuvimos en tierra.

Para completar la excursión, nos llevaron a ver el Ayuntamiento, donde pudimos entrar a ver la sala de juntas, y después visitamos un obelisco construido en 1872 que conmemora la unificación de Noruega 1000 años antes (en el año 933) gracias a Harald Haarfacre, quien fuera rey de una de las regiones de Noruega, pero quería serlo de toda Noruega y por ello luchó para unificarla.

Cada uno de las columnas de abajo (son 27) representa las regiones que fueron unificadas en un único país

Esta excursión es ofrecida por bastantes compañías, pero nosotros no hicimos la que sería la completa por falta de tiempo del barco en el puerto. Por lo visto se hace una parada en una granja de un particular desde donde se puede ver la cascada de lejos y el paisaje es bastante impresionante, y además te dan de comer. Pero no os puedo dar más detalles de esto porque no tuve el placer de hacerlo.

Si vais por vuestra cuenta, sin un bus que os diga cuánto tiempo tenéis en la cascada, podéis hacer una ruta de senderismo que sale justo al lado y que tiene unos 3km de recorrido por los alrededores de la misma, y por lo que vimos en el mapa, parece que llegas a una parte en la que se puede disfrutar de la cascada desde arriba. Creo que también merece la pena, ya que el trayecto desde Haugesund es demasiado largo para sólo estar viendo únicamente la cascada.

5 de septiembre: Flåm

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a hacer un Crucero por los Fiordos Noruegos)

Esta vez teníamos desde las 9 hasta las 7 para visitar Flåm. Es un pueblo muy pequeño, pero es el fiordo más estrecho de Noruega, de ahí su encanto.

Por la mañana cogimos un bus hasta Gudvangen, donde realmente no había nada, pero servía para coger un barco de vuelta que navegaba por todo el fiordo hasta Flåm, pudiendo así ver las altas paredes desde el agua. Llovía bastante pero como el barco tenía cristaleras muy grandes pudimos disfrutar bien del paisaje. La duración del viaje en autobús fue sólo de 20 minutos, mientras que en el barco estuvimos casi 1h30.

Esta excursión combinada de bus-barco se compra tal cual en las ventanillas del puerto de Flåm, pero sí es totalmente recomendable comprar los tickets por internet, y más si estáis viajando en crucero y vais a hacer esta excursión junto con otros cuantos cientos de personas. De esta manera os ahorrareis las horribles colas que se forman en las ventanillas y además os asegurareis de que tenéis plaza a la hora que queréis. Además es conveniente hacerlo con bastante antelación porque los cruceros reservan casi la totalidad de los horarios para así venderlo desde el barco (y comprárselo a ellos supone pagar más de la mitad de lo que cuesta realmente).

Nosotros tuvimos la suerte de tener hueco en esta excursión en el bus que salía dos horas después de que atracase el crucero, pero los tickets del barco normal estaban agotados, así que tuvimos que comprar los del barco premium, que era bastante más caro, aunque de mucha más calidad, sobre todo porque el interior estaba completamente rodeado de grandes ventanales, cosa que se agradeció ya que estuvo lloviendo todo el trayecto.


Por la tarde cogimos un tren hasta la estación de Myrdal (866 metros sobre el nivel del mar, y el recorrido parte desde el mar) que va por un recorrido rodeado de cascadas en las montañas. Para bajar de vuelta a Flåm, alquilamos unas bicis (nos costaron un ojo de la cara, pero como todo en este país) e hicimos un recorrido de 20km por un camino al principio empinadísimo hacia abajo y con curvas muy cerradas, y después menos pronunciado pero más o menos recto donde pudimos darle bien a los pedales. El único inconveniente es que estuvo lloviendo toooodo el día y llegamos al barco después de la ruta calados y llenos de barro hasta las orejas. Pero nos mereció la pena.

El tren no es un tren estándar, sino que conserva su estilo antiguo, y como el trayecto es bastante largo, por megafonía van explicando un montón de cosas interesantes sobre su trayecto y sobre el paisaje.

A la hora de elegir asiento, lo ideal sería sentarse más o menos por los vagones 5-7, que son los que están justo en frente de la cascada en el momento de la parada del tren en este alto. Como en el tren viajan muchas personas, así os aseguraréis bajar los primeros y poder hacer una foto sin gente, aunque sólo tendréis unos pocos segundos!


Ese camino de curvas tan cerradas y empinadas era el comienzo de nuestra ruta en bici

Y después de un día movidito de excursiones en bus, barco, tren y bici, con lluvia y frío incluidos… llegó la hora de descansar!

Pueblo árabe de Sierra Cabrera (Turre, Almería)

Uno de mis lugares favoritos de Almería es este pueblo artificial construido en Sierra Cabrera, a unos 15 minutos de Turre.

Hace unos años un inglés compró un pedazo de montaña y construyó en ella unas cuantas casas de estilo árabe. Las puso en venta, así como varias parcelas para construir, con la condición de que el comprador construyese también al estilo árabe. A día de hoy, es un pequeño Marruecos en medio de la montaña, cuyas casas se camuflan con el marrón de la sierra. La mayoría de sus habitantes son ingleses y alemanes que viven aquí durante el invierno y que en verano vuelven a sus países, por lo que en esta época el pueblo se ve bastante vacío.


La visita ideal es subir antes de que se ponga el sol y ver el pueblo y después el atardecer desde las almenas.


Para rematar la visita, puedes cenar en el restaurante Riad Cabrera, cuya dueña y cocinera, Fátima, ha conseguido construir un oasis con plantas y fuentes en medio de tanta montaña desierta, y donde podrás disfrutar de una comida marroquí riquísima en un ambiente tranquilo.