Día de cambios! Última mañana en Phi Phi, hemos aprovechado para patearla un poco más, hemos caminado por la orilla del mar en Loh Dalum Beach, en dirección hacia Monkey Beach, una playa grande en la que parece ser que también hay monos. Llegado un punto ya sólo había rocas y debido a que estaba subiendo la marea no hemos podido llegar a la playa de los monos, así que hemos tenido que dar la vuelta. Otra manera de llegar 100% seguro es alquilando un kayak.
Hemos parado a tomar un batido en una terraza de la zona de Ton Sai, al otro lado de la zona más masificada del pueblo, un bar llamado Sand and Sea que tenía dos pisos hechos de bambú y parecía una casa del árbol, además de estar en primera línea de playa y tener unas vistas preciosas.
A las 15:30 salía el barco hacia Krabi. El día de antes habíamos comprado ya los tickets en el mismo hotel en el que nos alojábamos (aquí todo el mundo vende tours y tickets para todo así que es facilísimo enterarse de cómo ir de un sitio a otro, y la manera de ir de los autóctonos de momento nunca ha sido una opción, parece que no existe!).
(Ver también Todo lo que necesitas saber si vas a viajar a Tailandia)
El billete ha costado 350BHT (unos 8€) e incluía la ruta en barco de 2 horas desde Phi Phi hasta Krabi y después un taxi hasta Ao Nang (la playa en la que se encuentra nuestro hotel), el taxi incluido en el billete.
Ya en Ao Nang, estaba anocheciendo así que hemos ido a correr un rato por la playa y a investigar un poco la zona. Cena, planear el día de mañana (iremos a Railay) y a dormir!
Alojamiento: View Son Resort (10€ por noche en una habitación doble). El lugar esta genial ubicado, en la playa de Noppharat Thara, justo al lado de la playa de Ao Nang. Esta zona es mucho más tranquila que Ao Nang, donde se encuentra la mayoría del turismo y de la fiesta, así que es ideal para nosotros. El hotel es precioso, es un camino lleno de vegetación con cabañitas a los lados, cada cabaña es una habitación. El pero? Un gran pero… el dueño del hotel tiene pinta de ser un completo desastre: el camino está lleno de hojas, tanto que casi ni se ve, la vegetación lo invade todo, parece que esté abandonado todo, las habitaciones están muy mal cuidadas, sucias y con alguna que otra cosa rota… cómo teniendo este pedazo de hotel se permite tenerlo tan feo? El lugar es espectacular y es una pena que no lo aproveche. Nos ha dicho que mañana vienen a limpiar, a ver si es verdad…
Algo que destaco de los tailandeses es que, en general, son unos cerdos. Su sentido de la limpieza y el orden desde luego es bien diferente al nuestro!