La realidad es que Vera son dos mundos: Vera Pueblo y Vera Playa. Separados por 7km de campo (cada vez más lleno de urbanizaciones, también es verdad), en Vera Playa se ven pocos veratenses: en verano es un popular destino de sol y playa, muy especial gracias a su familiar zona nudista, y en invierno cada vez vive más gente aquí, pero son en su mayoría extranjeros o españoles de otras zonas de España.
Es Vera Pueblo, de quien venimos a hablar hoy, esa localidad no bañada por el mar, a diferencia de sus vecinas Villaricos o Garrucha, donde se encuentra la esencia y la tradición de esta localidad, y debemos remontarnos a la época romana para hallar el porqué de su nombre. En esta época era era conocida como «Baria» y se convirtió en un importante enclave comercial y agrícola. Los romanos aprovecharon las fértiles tierras de la zona para el cultivo de diversos productos, como olivos y vid, y establecieron una importante industria pesquera en la cercana desembocadura del río Almanzora.

Tras la caída del Imperio Romano, Vera fue ocupada por diferentes culturas, incluyendo visigodos y árabes. Durante la ocupación árabe, la localidad se llamaba «Bira» y se convirtió en un centro agrícola y comercial próspero.
En el siglo XIII, Vera fue conquistada por los Reyes Católicos y se integró en el Reino de Castilla. Durante este periodo, se construyeron fortificaciones y murallas para proteger la ciudad de los ataques piratas y moriscos.
En el siglo XIX, Vera sufrió las consecuencias de la Guerra de Independencia y más tarde se vio afectada por las Guerras Carlistas y la Guerra Civil Española. A pesar de los conflictos, la localidad logró recuperarse y se desarrolló como un centro agrícola y turístico.
Actualmente es uno de los núcleos urbanos más grandes y referencias del levante almeriense,
¿Qué ver en Vera?
- Plaza Mayor: es el centro neurálgico de la ciudad y un lugar encantador para pasear y disfrutar del ambiente local. Está rodeada de edificios históricos, como el Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, y cuenta con numerosos bares y terrazas donde puedes relajarte y disfrutar de la auténtica vida de la plaza. Durante las fiestas locales, la Plaza Mayor se llena de color y alegría con eventos culturales, conciertos y celebraciones tradicionales, como la Feria de Vera.

- Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación: es un impresionante edificio religioso situado en el corazón de Vera. Su fachada barroca y su interior lleno de detalles artísticos te sorprenderán. Puedes admirar sus retablos, su órgano histórico y su hermoso altar mayor.
- Cristo del Espíritu Santo: lo verás casi desde cualquier lado, porque se encuentra en el punto más alto de Vera en lo alto de una colina, blanco e imponente. Se dice que está situado donde la antigua Baria tenía su emplazamiento original, y fue construido como símbolo de fe y de protección para los veratenses. Te animo a subir hasta él y disfrutar de las áridas vistas almerienses.

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