Si la cima que alcanzamos la semana pasada (Teide) fue la más especial, la que ayer subimos se ha convertido en la ruta más dura y complicada que he hecho hasta el momento.
Por si es la primera vez que me lees, te pongo en contexto para que entiendas también cuál es mi nivel y experiencia y puedas interpretar mejor mis impresiones: soy corredora de pista de buen nivel, llevo toda mi vida haciendo deporte de alto rendimiento y por tanto mi condición física es bastante superior a la media, tanto en resistencia como en fuerza y en coordinación. También me encanta la montaña, y desde hace unos años soy una aficionada del senderismo. He subido muchos picos de más o menos desnivel, rutas más o menos largas, pero siempre caminando; caminos más o menos claros, pero nunca he practicado alpinismo. ¡O al menos hasta ayer!
En julio de 2022 comencé un reto al que bauticé con el nombre de CIMASxPROVINCIAS, que consiste en subir a la cima más alta de cada provincia de España. Y claro, durante las 45 rutas de montaña que tengo que completar para completar las cimas de las 50 provincias, hay de todo. Desde picos a los que se puede llegar en coche, hasta cumbres tan emblemáticas como las que pueda haber en Pirineos o en Picos de Europa.
Y la ruta que hoy nos concierne es, evidentemente, de las segundas. Torre Blanca, con sus 2617m de altitud y en plenos Picos de Europa, es el punto más alto de la provincia de Cantabria. Aprovechando que estaba de vacaciones cerca, ayer convencí a mis amigos para venir hasta el Teleférico de Fuente Dé, desde donde comienza la ruta, para hacerla todos juntos, ya que, según había leído en diferentes perfiles de Wikiloc, la ruta no tenía mayor complicación, discurría por un sendero «salvo en la parte final que se escarpaba un poco y habría que hacer un par de breves trepadas». Aún así subiendo por el teleférico, pregunté al trabajador que había en la cabina, que tenía buena pinta de montañero (y no me equivocaba) que queríamos subir a Torre Blanca y que si lo veía factible, a lo cual me respondiendo que sí, sin problema, que era sólo caminar y que únicamente pasaríamos calor porque ya estaba el sol bien arriba (eran las 10:30 pero la temperatura rondaba los 20ºC). Así que sin dudarlo, para allá que fuimos.

Lección número 1: la percepción de cada persona varía en función de su propia experiencia, y desde lo que sale de la boca de uno hasta lo que entiende el otro puede haber una gran diferencia. Así fue en este caso, como podéis estar imaginando, y por eso he abierto el post contándoos quién soy para que podáis contextualizar mis puntos de vista.
En fin, al grano. Como decía, subimos en teleférico hasta lo alto del teleférico (que cuesta 20€ ida y vuelta y debéis reservar con antelación, sobre todo en verano porque las entradas vuelan), para así ahorrarnos 4km de subida con casi 800m de desnivel (todo un rompepiernas). Es posible hacer la ruta desde abajo del teleférico, pues existe un sendero, pero entonces tendréis que añadirle 8km con +800 a la ruta de 15km con +900 que resultan partiendo desde arriba.
(Aquí puedes descargar mi ruta de Wikiloc hasta Torre Blanca)
Partiendo desde arriba, la ruta inicia en 1800m de altitud, y los primeros 3,5km discurren por un sendero súper ancho, cómodo y con poco desnivel. Y por cierto, desde el comienzo las vistas ya quitan el aliento, es uno de los puntos más positivos de esta ruta, que no necesitáis subir hasta arriba para disfrutar de un paisaje espectacular.

Después el camino se inclina y se estrecha ligeramente, pero tiene cero complicación técnica, hasta el km 5, cuando se llega a la Cabaña Verónica, un refugio de montaña muy peculiar que parece una nave especial. Este es el punto final del 99% de los excursionistas que os cruzaréis, que por cierto son muchos. Esta zona es muy popular. Llegar hasta aquí no tiene ninguna pérdida, ya que en las pocas intersecciones que encontraréis hay señales que indican «Cabaña Verónica».
A partir de aquí, y según la ruta de Wikiloc que estábamos siguiendo, supuestamente quedaba solo 1,5km, pero es cuando se complica la cosa. El sendero desaparece, y hay que empezar a guiarse por los hitos de piedra que, no obstante, y aunque hay que avanzar muy atentos, no dejan lugar a dudas.

Inicialmente comenzamos a caminar por grandes rocas, pero al llegar al borde de un glaciar llamado Hoyos Sengros, debemos comenzar a bordearlo hasta prácticamente el lado contrario a donde estábamos porque Torre Blanca se encontraba justo al otro lado. Y, lejos de lo que he leído en las referencias de otros excursionistas de que son «un par de trepadas», nosotros tardamos 2 horas en avanzar algo así como 2km, vigilando cada paso que dábamos, pegados a las paredes de la montaña, salvando grietas, subiendo y bajando rocas, y en muchas, muchas ocasiones, utilizando también las manos para tener más seguridad y apoyando el culo para bajar cuando tocaba.
Pasadas esas 2 horas, seguíamos a 2400m de altitud, avanzábamos a ritmo de tortuga y dos de nuestros amigos decidieron, con razón, no continuar, porque no se veían capacitados para ello, ya que quedaban apenas 500 metros hasta la cima pero con 200 de desnivel y por el mismo terreno de rocas que veníamos transitando. Así que nos esperaron donde estaban, y los otros 3 nos subimos para intentar llegar a la cima, misión que no teníamos nada clara. Seguía habiendo hitos cada pocos metros y no nos habíamos desviado nada de la ruta que estábamos siguiendo, pero cada vez se hacía más pesado avanzar.

Pero estábamos tan cerca de conseguirlo que quisimos intentarlo. Sacamos fuerzas y, con mucha seguridad, comenzamos a subir. Este tramo era, casi en su 100% una trepada en la que constantemente había que usar las manos para avanzar. En determinado momento perdimos de vista el siguiente hito, y casi casi nos damos la vuelta porque no veíamos claro por dónde seguir, pero decidí subir un par de pasos más para tener mejor visión, y ¡ahí lo vi! Se veía casi la cumbre y un paso muy claro por el que avanzar.
Y finalmente, media hora después de comenzar la subida, llegamos a la cima de Torre Blanca, una pequeña y picuda superficie gobernada por dos pequeñas torrecitas que son testigo de los valientes que llegan hasta aquí. ¡Qué satisfacción, después de haber estado tan cerca de abandonar!
Pero lo cierto es que aún quedaban muchas cosas importantes por delante: en primer lugar, bajar por el mismo recorrido hasta donde estaban nuestros amigos, para recogerles e ir abriendo camino de vuelta. Hay un par de opciones para llegar a la cima, así que había que estar muy pendientes de no seguir los hitos equivocados.

He de resaltar que, aunque por supuesto el terreno es altamente técnico y esta ruta no puede ser calificada como senderismo, sino como alpinismo (ahí quizás mi error al interpretar las opiniones de otras personas, que posiblemente fuesen alpinistas experimentados, y por eso les parece una ruta sencilla), la rocas agarran extremadamente bien. En ningún momento ninguno de nosotros resbaló ni se trastabilló, porque además íbamos muy, muy concentrados, pendientes y asegurando cada paso.
Otros 30 minutos desde comenzar la bajada alcanzamos a nuestros amigos, y comenzamos el camino de vuelta. En este punto llevábamos exactamente 4h10 de ruta, y mentalizanos ya de lo que nos esperaba hasta alcanzar de nuevo Cabaña Verónica, continuamos la vuelta, que fue bastante más fluida que la ida.
Nos llevó algo más de 1 hora recorrer los 2km hasta el refugio, y tras salvar las zetas de después y estar por fin en el camino sencillo, ya sin presión y todos felices de nuevo, comimos por fin: a la tensión del terreno se le sumaba que el último teleférico bajaba a las 19:00, y no queríamos perderlo, pero finalmente, tras caminar cómodamente los últimos kilómetros, y sin prisas, llegamos allí alrededor de las 18:00.
Ruta completada con éxito (finalmente 15km con 900m D+), de la cual estamos ahora tremendamente orgullosos, que para muchos será, como ya hemos comprobado, algo sencillo, pero que dada nuestra experiencia no lo era, y por algo se empieza, aunque mejor empezar sabiendo lo que te vas a encontrar 😅

En la bajada del teleférico estaba el mismo trabajador: le contamos nuestra aventura y le echamos un poco la bronca por habernos dicho que sería algo fácil, y por supuesto el siguió insistiendo en que así era, que no tenía misterio alguno.
(Aquí puedes descargar mi ruta de Wikiloc hasta Torre Blanca)
Nosotros ya estamos de vuelta en casa, yo con una cima más, la 16ª del reto, con un ☑️ puesto, con unas cuantas anécdotas que contar en el futuro y habiéndome bautizado en las «montañas de verdad». Porque de estas quedan unas cuantas, como por ejemplo Torre Cerredo (Picos de Europa), el Aneto o la Pica d’Estats (Pirineos), para las que pretendo unirme a algún experimentado que ya haya subido alguna vez. ¿Alguno por aquí?
¿Habéis echo ya la ruta? Me encantará leer vuestras impresiones en los comentarios 😊
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