Subida al Moncayo: la cima más alta de Zaragoza y Soria

¡Otro pico más (dos, de hecho) del Reto CIMASxPROVINCIAS tachado!

Datos técnicos de la ruta

  • Tipo de actividad: senderismo
  • Dificultad: moderada
  • Distancia: 9,3 km
  • Desnivel: 800m
  • Altitud máxima: 2314m
  • Altitud mínima: 1571m
  • Tipo de ruta: ida y vuelta por el mismo sendero (aunque también hay una opción de hacerla circular)
  • Inicio y fin: Aparcamiento de Haya Seca (a menos de 1km del Santuario del Moncayo, al que solo se puede acceder si eres cliente del restaurante).
  • Track de Wikiloc: https://loc.wiki/t/233366921?wa=sc

El Moncayo impone desde lejos. Lo ves y entiendes por qué tantas veces lo llaman la montaña sagrada del viento. Subirlo no tiene misterio técnico (aunque sí una buena subida llena de piedras sueltas, todo hay que decirlo), pero sí una energía especial.

La ruta comienza en el parking previo al Santuario del Moncayo, a unos 1.570 m. El acceso más habitual es desde el parking del Santuario del Moncayo, dentro del Parque Natural del Moncayo, al que se llega desde San Martín de la Virgen del Moncayo (Zaragoza). La carretera está asfaltada hasta arriba, aunque los últimos kilómetros son estrechos y con curvas.

Desde el aparcamiento, el sendero está perfectamente señalizado con marcas blancas y amarillas (PR-Z 79). Desde el primer paso el desnivel se hace notar. No hay tregua: el sendero se empina rápido entre pinos y piedras sueltas, y pronto el bosque se abre dejando ver la ladera pelada de rocas afiladas que lleva hasta la cima. Es una subida constante, de esas que te piden paciencia y piernas.

A mitad de camino, el paisaje cambia por completo. La vegetación desaparece y el terreno se vuelve de roca y viento. Es el Moncayo en su versión más pura: sobrio, duro y espectacular. Giré un momento para mirar atrás y la vista era brutal: ni una nube ese día cubriendo el valle, arriba el aire cortaba y todo parecía en silencio.

La última parte hasta la cumbre es más amable, una cresta ancha que invita a disfrutar el tramo final. Y al llegar al vértice geodésico, el clásico bloque de cemento con la placa de 2314 m y la Virgen del Moncayo.
Desde arriba, se ve todo: el Moncayo aragonés, el Moncayo soriano, y la sensación de estar justo entre dos provincias que comparten una misma montaña.

El descenso es rápido, todo por la misma senda, y con mucho cuidado en la zona de piedra suelta. En total, unos 9,3 km y 800 m de desnivel positivo, que se disfrutan de principio a fin si el día acompaña, como fue en mi caso. Recordad que sopla un fortísimo viento siempre, así que sea la época que sea, allí arriba suele hacer bastante frío.

Ruta a Cabeza del Covacho desde Nogal del Barranco (Guisando, Sierra de Gredos)

Ruta realizada: datos técnicos

  • Distancia total: 9,7 km
  • Desnivel positivo acumulado: 660 m
  • Tiempo total empleado: unas 3h15’ con paradas incluidas (aunque depende del ritmo de cada uno)
  • Punto de inicio y final: Aparcamiento de Nogal del Barranco (Guisando, Ávila)
  • Tipo de ruta: circular
  • Agua: solo la Fuente del Llamaril, poco fiable en verano → lleva agua suficiente
  • Dificultad: moderada. Pendiente sostenida en la subida y terreno pedregoso en la parte alta, pero sin pasos técnicos
  • Track de Wikiloc: https://loc.wiki/t/230427129?wa=sc

La circular a Cabeza del Covacho es corta, pero intensa. Una buena opción para medio día de montaña en Gredos, con un desnivel suficiente para trabajar piernas y unas vistas espectaculares sin necesidad de afrontar la dureza del Almanzor.

Una cima menos conocida, pero de esas que dejan ganas de volver y explorar más rincones de los Galayos.

De Nogal del Barranco al collado del Yelmo

La ruta arranca fuerte desde el mismo parking. La pendiente se nota ya en los primeros metros, con un sendero bien marcado que sube entre pinos. Enseguida se empieza a ganar altura y aparecen las primeras vistas al circo de los Galayos, con sus agujas tan características. El paisaje impresiona aunque todavía estemos al inicio.

Tras un buen tramo de subida constante llegamos al collado del Yelmo, donde por fin el camino da un respiro. Desde aquí ya se intuye la cima del día y el terreno se abre, con panorámicas más amplias.

Ascenso a Cabeza del Covacho

Desde el collado, la ruta se endurece de nuevo. El terreno se vuelve más rocoso y la pendiente aprieta. Es el tramo más exigente, pero no tiene dificultad técnica: solo requiere piernas y paciencia.

La llegada a la cumbre de Cabeza del Covacho (1.628 m) merece la pena. El mirador hacia los Galayos y la cara sur de Gredos es espectacular (lo de la foto de abajo es Arenas de San Pedro), con el Almanzor dominando la escena y, en días despejados, vistas hasta la Vera de Cáceres. Una cima discreta, pero con mucho carácter.

Descenso por deshaciendo el camino

La vuelta se hace por el mismo camino, lo que permite disfrutar con más calma de las vistas que quizá en la subida pasaron desapercibidas. Ojo en el descenso: el terreno pedregoso puede jugar malas pasadas, sobre todo si está húmedo.

10 planes para exprimir Soria capital en un fin de semana

Pequeña, tranquila y rodeada de pinos, la ciudad donde Machado se enamoró del Duero tiene mucho más que “un río de cristal sereno”. Basta un paseo de dos días para descubrir claustros románicos, leyendas de Bécquer y unos torreznos capaces de convertir a cualquier escéptico en fan de la gastronomía castellana. Aquí van diez ideas —ordenadas para que puedas enlazarlas a pie— con las que saborear Soria sin prisas.

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1. Empezar la visita en la Alameda de Cervantes

Los sorianos la llaman La Dehesa. Es un parque histórico cercado por olmos, fuentes y ardillas que corretean entre praderas. Busca la estatua de Leonor (musa de Machado), el kiosco de música y el hueco donde se alzaba el olmo seco que inspiró uno de sus poemas más famosos.

2. Viajar a Oriente sin salir del Románico en San Juan de Duero

El claustro de este antiguo monasterio hospitalario sorprende con arcos entrecruzados de sabor casi árabe que no encontrarás en otro lugar de España. Pasa la novatada: intenta fotografiar el reflejo de las columnas sobre el estanque central.

3. Caminar junto al Duero hasta la ermita de San Saturio

Toma la Senda de los Pescadores y, en apenas media hora, llegarás a la ermita excavada en la roca que preside la ribera. Su interior barroco contrasta con las vistas austeras del cañón. De regreso, fíjate en la isla del Soto Playa: en verano podrás darte un chapuzón fluvial.

4. Sentarte en la Plaza Mayor y aprender a pedir torreznos

Soportalada, con un reloj de sol y un quiosco decimonónico, es el salón de la ciudad. Asómate al Collado —la calle peatonal que arranca aquí— y elige bar: torreznos crujientes, migas pastoriles o pinchos de setas de temporada, siempre con el vino de la ribera del Duero al lado.

5. Admirar la Concatedral de San Pedro

Dentro aguarda un claustro románico declarado Patrimonio Mundial junto a otras joyas del Camino de Santiago. Si coincide tu visita con la hora del órgano, entenderás por qué los sorianos presumen de acústica sagrada.

6. Curiosear en el Museo Numantino

Entre vitrinas verás puntas de flecha celtíberas, cerámica pintada y la maqueta que recrea el asedio de Numancia. Perfecto para entender el carácter recio que todavía se atribuye a la tierra soriana.

7. Perderte por El Collado y el Casino Amistad Numancia

La arteria comercial luce edificios modernistas y pastelerías donde comprar mantequilla dulce de Soria, una tentación tan suave que se deshace si la tocas con los dedos. A mitad de calle, el Casino guarda el encanto de los viejos cafés literarios.

8. Levantar la vista ante el Palacio de los Condes de Gómara

Rincones renacentistas de este calibre se suelen ver en rutas por Castilla, no en una capital diminuta. Observa las almenas, la portada herreriana y los balcones de forja: no desentonarían en Valladolid o Salamanca.

9. Subir al Mirador del Mirón al atardecer

La iglesia de Nuestra Señora del Mirón protege el promontorio desde el que se dominan las huertas, el Duero serpenteante y la silueta de San Saturio al fondo. Lleva abrigo incluso en verano: Soria refresca cuando el sol se esconde.

10. Cerrar la noche en la zona de Herradores

Los sorianos terminan aquí su chiqueteo. Pide una caña y, sin desembolsar un euro extra, llegará una tapa generosa. Si es temporada de hongos, busca el champiñón relleno; si es invierno, ejercicio obligatorio: trufa rallada sobre huevo.

Consejos exprés

  • Cuándo ir: abril-junio y septiembre-octubre regalan luz dorada y buen ambiente sin frío extremo. Si viajas el 1 de noviembre, vive la Noche de ánimas: un desfile de antorchas inspirado en la leyenda de Bécquer.
  • Distancias: del parque de La Dehesa a San Saturio hay 2,5 km; todo lo demás está a menos de quince minutos a pie.
  • Souvenir comestible: mantequilla D.O.P. Soria (dulce o salada), torrezno al vacío y queso de Oncala. Ocupan poco y alegran cualquier despensa.

Soria no presume, no grita y no corre. Por eso basta medio fin de semana para que su ritmo sosegado te obligue a bajar revoluciones, saborear cada pincho y releer a Machado a la orilla del río. Vuelves con la sensación de haber descubierto un secreto a voces… y con ganas de contárselo solo a quien sepa apreciar un lujo hecho de silencio y piedra dorada.

Sanabria, mucho más que su lago: qué ver y hacer

Sanabria es una de las joyas de la provincia de Zamora, un destino perfecto para quienes buscan combinar naturaleza, historia y tranquilidad. Famosa por su lago glacial, pueblos con encanto y paisajes que parecen sacados de un cuento, esta comarca tiene mucho que ofrecer para una escapada inolvidable.

Sanabria tiene un legado que se remonta a la época prerromana, con influencias celtas, romanas y medievales. Su ubicación estratégica entre montañas y ríos hizo que fuera un lugar clave en el pasado, dejando un rastro de fortalezas, iglesias y tradiciones que aún perduran.

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Qué ver y hacer en Sanabria

1. El Lago de Sanabria

El mayor lago de origen glaciar de la Península Ibérica es el corazón de esta comarca. Rodeado de montañas y bosques, es ideal para disfrutar de actividades como:

  • Paseos en kayak o barco.
  • Senderismo en las rutas cercanas, como la del Cañón del Tera.
  • Un baño refrescante en verano en sus aguas cristalinas.

2. Puebla de Sanabria

Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Puebla de Sanabria destaca por su arquitectura medieval. No te pierdas:

  • El Castillo de los Condes de Benavente: Una fortaleza del siglo XV con vistas espectaculares.
  • La Iglesia de Nuestra Señora del Azogue y la Ermita de San Cayetano, que reflejan el pasado histórico del pueblo.
  • Las callejuelas empedradas y sus casas de piedra con balcones de madera.

3. Parque Natural del Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto

Un paraíso para los amantes de la naturaleza, con rutas de senderismo que te llevan a cascadas, valles y vistas panorámicas. Destacan:

  • La Cascada de Sotillo: Un espectáculo natural que vale la caminata.
  • La Laguna de los Peces, a más de 1,700 metros de altitud, rodeada de paisajes únicos.

4. Monasterio de San Martín de Castañeda

Este monasterio benedictino es un ejemplo de la arquitectura medieval de la región. Hoy en día alberga el Centro de Interpretación del Parque Natural del Lago de Sanabria, donde puedes aprender más sobre la fauna, flora y geología del lugar.

Gastronomía Sanabresa

Sanabria es un destino para disfrutar de la buena mesa, con platos que reflejan su tradición rural y montañesa. Entre los imprescindibles están:

  • Caldo sanabrés: Una sopa contundente hecha con berzas, patatas, alubias y productos de matanza.
  • Cordero asado: Cocinado lentamente al horno, perfecto para compartir.
  • Setas y hongos: Muy presentes en temporada, sobre todo boletus y níscalos.
  • Postres caseros: Como las filloas (similar a las crepes) o la miel de la zona.

Todo esto acompañado de vinos de Toro o de Tierra del Vino, dos denominaciones cercanas que no decepcionan.

Ruta al Canchal de la Ceja, el techo de Salamanca en la Sierra de Béjar

3 meses después de la última, llegó el momento de sumar no una, sino dos cimas más al Reto CIMASxPROVINCIAS, y es que tenemos la suerte de que existe una ruta en la Sierra de Béjar que pasa por 2 de los picos que nos interesan: el Calvitero (el techo de Cáceres) y el Canchal de la Ceja (el techo de Salamanca).

En lo que no tengo suerte es en enterarme bien de las cosas. Hoy podría haber sumado 2 cimas en apenas 14km de ruta…. pero no ha sido así. Y lo peor de todo es que no me he dado cuenta hasta hace 5 minutos, 10 horas después de bajar de la montaña.

Acompañadme en esta triste historia:

El track elegido para seguir la ruta de hoy ha sido este, una ruta circular de unos 15km con 900m de desnivel. Es una ruta sencilla en cuanto a terreno, exceptuando el llamado Paso del Diablo , un paso vertical entre rocas al que han añadido una cadena y unos peldaños de hierro que ayudan a superarlo. No es peligroso, pero hay que ir con ojo.

Total, que he comenzado la ruta, y apenas 3,5km más tarde llegaba al Calvitero, el techo de Cáceres. Me ha extrañado porque recordaba haber leído que el primer pico al que se llegaba era al de Salamanca, ya que la ruta partía de esta provincia (más concretamente de la Plataforma El Travieso, en la localidad de Candelario). Pero bueno, debía haberlo leído mal porque allí (y en el track) claramente ponía Calvitero (abajo la imagen del buzón en el pico).

Tras coronar el primer objetivo, seguí avanzado hacia el segundo, y 2km más tarde alcanzaba la cima del Canchal de la Ceja, el techo de Salamanca con sus 2428m. Allí no había rastro de vértice geodésico, buzón, ni nada de nada, tan solo un gran montículo de piedras. Pero tanto el track como un grupo de excursionistas de la zona me han confirmado que esa era la cima.

Segundo objetivo del día cumplido, ¡y tan solo llevaba 5,5km! Y sobre todo, no había tenido que subir por el Paso del Diablo, que aunque no iba a tener ningún problema, hoy caminaba en solitario y me gusta ser más prudente de la cuenta cuando no llevo compañía.

Si seguía hacia delante para bajar por el otro lado y hacer la ruta circular, iba a tener que pasar por allí y además iba a subir 3-4km que no eran necesarios, pues si bajaba por donde había subido, me saldrían unos 11km. Así que no me lo pensé mucho y deshice el camino de ida.

En poco menos de 3h en movimiento (3h30 aprox con las paradas), 11km y 600m de desnivel, estaba de vuelta en el coche con mis 2 cimas sumadas al reto. Todo bien.

Todo bien… hasta que he llegado a Madrid, me he sentado a escribir este post para tener los pormenores de la ruta bien frescos y contaros con todo detalle, y mirando el mapa para ir escribiendo datos más concretos…

…he visto que algún ingenioso topógrafo decidió nombrar a 2 picos separados por 4km con el mismo nombre. En la Sierra de Béjar hay 2 Calviteros. No estoy mirando un mapa cualquiera. Estoy comprobándolo en el mapa del Instituto Geográfico Nacional.

A diferencia del mapa satélite, el mapa del IGN tiene marcado el nombre de las provincias que separa una frontera, es decir, que no solo dibuja la línea, sino que pone a cada lado qué región es. Y en ese mapa he podido comprobar que:

  • El Calvitero visitado no es el que hace frontera entre Cáceres y Salamanca, sino entre Salamanca y Ávila. O sea, que aquello no es Cáceres.
  • Y que hay 2 montañas con el mismo nombre. De verdad. 2 sitios donde pone «Calvitero» (podéis verlo en la imagen de abajo). Y que el segundo de ellos, aquel que estaba solo 2km más allá del Canchal de la Ceja, que mide 2 metros más que el primero, sí que pertenece a Cáceres.

En resumen: que me he quedado, sin saberlo, a tan solo 2km del techo de Cáceres. No os digo lo tonta que me siento ahora mismo. Pero tampoco entiendo por qué hay 2 montañas que se llaman igual 🥲

La última vez que salí de viaje en busca de techos de provincias conseguí 2 de los 3 objetivos (la nieve me impidió llegar siquiera al inicio de uno de ellos). Esta vez, por querer ser también precavida, y por no haber memorizado bien la ruta, también me quedo con un resultado del 50%. ¡Qué rabia!

Así que nada, con el punto más alto de Salamanca, oficialmente sumamos 22/50 cimas al reto CIMASxPROVINCIAS. Nos tocará volver a Béjar (cosa que tampoco me importa, porque me ha parecido una zona muy chula) y completar la misión.

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Subida al Almanzor (2592m) desde la Plataforma de Gredos. El techo de Ávila

Por fin es mío!!! Más de un año después de iniciar el reto CIMASxPROVICIAS, el pasado fin de semana conseguimos coronar el Almanzor, que con sus 2592m no solo es el techo de la provincia de Ávila, sino también de todo el Sistema Central.

Y digo por fin, porque mi pueblo de adopción es Arenas de San Pedro, por lo que el Almanzor casi me da los buenos días cada mañana cuando estoy allí. Y también porque esta ruta no es en absoluto apta para todos los niveles. Os cuento:

La ruta comienza en la Plataforma de Gredos, un parking en plena montaña a unos 12km de Hoyos del Espino. Aparcar aquí cuesta 3€ y no suele haber problemas de encontrar hueco. Nosotros fuimos un sábado de septiembre en el que reinaba un sol espléndido, y aunque estaba bastante lleno y llegamos sobre las 10:15, había huecos. El horario del parking es de 8:00 a 20:00 (y de octubre a mayo, de 8:00 a 18:00).

La primera parte de la ruta es un absoluto paseo de domingo, y de hecho suele haber más gente que en la Feria de Sevilla. Este camino extremadamente bien marcado se trata del Sendero de la Laguna Grande de Gredos, un clásico de la zona, que de hecho ya hicimos hace 4 años (os dejo aquí la descripción para no repetirme y porque no tiene misterio).

Desde el parking hasta la Laguna Grande son 6km, 4 de subida y 2 de bajada hasta la Laguna, más o menos unos 400m de desnivel en total. Después, bordeando el agua se llega hasta el Refugio Elola, siempre tan animado, donde incluso puede tomar un menú del día si te entra hambre 🤣

A partir de aquí «sólo» restan 3km hasta la cima, y la ruta evoluciona de paseo a un «uf cómo pica» constante. El primer km sigue siendo por un sendero (no tan bien marcado, pero sí se puede seguir fácil) y relativamente llano. Es a partir del km 8,5 más o menos, momento en el que encaramos una pedrera de 1km y 300m de desnivel, cuando la cosa se pone físicamente exigente, pero sin mayor dificultad técnica, todo sea dicho. Aquí la dirección la marcan los hitos de piedras, pero la realidad es que da un poco lo mismo por donde subir, pues es todo recto hasta llegar a la Portilla Bermeja, una abertura en la cresta de la montaña que se ve claramente.

Hay otra forma de subir hasta el Almanzor que no es pasando por la portilla, algo más corta, pero mucho, mucho más empinada, por lo que creo que esta es la mejor opción.

Una vez en Portilla Bermeja, las vistas quitan el aliento, pues habréis llegado al vértice que separa el norte del sur de Gredos. A un lado, la Laguna Grande, y al otro, los pueblos del sur de Ávila (El Raso, Candelada y el Embalse de Rosarito).

Ya sólo quedan unos 500m hasta la cima, pero sin duda son los más complicados y los más lentos (con mucha diferencia). Hay que avanzar hacia la derecha de la cresta, según miramos hacia el sur, y comenzar a ascender hasta las proximidades de la Portilla del Crampón, donde poco antes habremos tenido que rodear otro macizo. En este rodeo, de hecho, es donde uno de nuestros compañeros de excursión decidió quedarse, pues tiene vértigo y hay un paso de apenas 15m que tiene una pared para agarrarse a un lado, pero el otro tiene bastante caída. No tiene mucha dificultad más allá de que hay que ir muy atento, pues el tramo para caminar es de menos de 1m, pero si tienes vértigo, esta parte desde luego que no es la mejor. Subiendo de la forma acortada que os comentaba antes, no es necesario pasar por aquí (aquí os dejo una ruta de ejemplo para seguir).

Una vez pasado este tramo, ahora sí, llegamos a la última parte, a esa trepada final de la que todo el mundo habla. Son sólo unos 50m en total, pero prácticamente verticales, donde hay que ir buscando agarres en las rocas para pies y manos, y subir con mucho cuidado (hay anclajes en las rocas por si quieres llevar cuerda y subir asegurado). La dificultad, en idioma montañero, está calificada como II+.

En este punto es recomendable dejar las mochilas abajo y subir sin nada y con casco, y lo cierto es que aunque para subir no se nota, para bajar sí que es incómodo llevar un bulto en la mochila. Aún así, hay mucha gente que llega hasta aquí y no corona la cima, porque es necesario estar muy en forma: necesitas fuerza, movilidad, habilidad y no pesar demasiado para poder subir esta parte con seguridad. Toda la zona de la Portilla del Crampón y el Cuerno del Almanzor estaban llenas de gente cuando subimos. Fácil pudimos ver o cruzarnos a unas 25 personas en aquella zona.

Y ahora sí, por fin, tras unas 4h de ascenso (en movimiento) y 10km totales, tocamos el vértice geodésico del Pico Almanzor! Una de las cimas más disfrutadas y satisfactorias hasta el momento.

La bajada es exactamente por el mismo sitio, prestando especial atención a, obviamente, el descenso de la pared, que según fuimos comprobando, es mejor hacer de frente que de espaldas, pues es mucho más difícil así ver dónde poner los apoyos.

Después de 6h20 en movimiento (unas 8h con las paradas) volvíamos al parking de la Plataforma exhaustos pero satisfechos. Hay gente que prefiere hacer la ruta en 2 días: subir después de comer hasta el Refugio Elola y dormir allí, y al día siguiente subir hasta el pico y bajar hasta el parking. En nuestro caso, preferimos hacerlo todo en un día porque solemos ser bastante rápidos en los ascensos, pero he visto rutas de gente que se extiende hasta las 5h de subida, y quizás se haga largo así.

Aquí os dejo mi track de Wikiloc por si queréis seguirlo. Únicamente tened en cuenta que desde el Refugio hasta Portilla Bermeja fuimos intuitivamente, y como podréis ver, en la bajada a veces fuimos ligeramente desviados de por donde habíamos subido. Usad el sentido común.

Espero que os haya servido este post, y si lo habéis leído solo por placer, que haya podido transmitiros un poco de la emoción que supuso coronar el techo de la imponente Sierra de Gredos.

Por mi parte, sumo una más al reto CIMASxPROVINCIAS, y ya van 18! Aquí podéis ver cómo va la cosa. Se aceptan acompañantes para las que me quedan!

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Peñafiel en un día (Valladolid)

Levantado sobre una colina rocosa ya desde al siglo X, el castillo de Peñafiel es el lugar protagonista de la localidad de Peñafiel, que se extiende a sus pies. Antes de la presencia castellana por estas tierras habitaron aquí comunidades ya desde la prehistoria, pero no es hasta la Reconquista cuando Peñafiel comienza a desarrollarse, hasta tal punto de importancia que llegó a contar con 18 iglesias, 3 conventos y 6 ermitas, los cuales han desaparecido casi todos, relevancia obtenida gracias a ser un punto estratégico junto al Duero en la pelea contra los musulmanes.

Castillo de Peñafiel

Está adaptado a la estructura de un cerro alargado que domina los valles del Duratón y el Botijas en su confluencia con el Duero. La primera edificación data del siglo X y 5 siglos más tarde fue restaurado por el escritor del famoso Conde Lucanor, el noble Don Juan Manuel. La torre del homenaje, que separa dos patios, tienes tres plantas hasta alcanzar los 34 metros de altura.

Os recomiendo totalmente la visita, que solo puede ser guiada; dura alrededor de una hora y media y además de explicaros todo lo que vais viendo, os pondrán en situación histórica sobre el castillo, sus ocupantes y el pueblo de Peñafiel. Aquí podéis ver los horarios y reservar (cuesta 6,60€), entrada que incluye la visita al museo del vino, que se encuentra dentro del castillo y podéis recorrer por vuestra cuenta.

Convento de San Pablo

Es un templo levantado en el siglo XIII sobre los restos históricos del Alcázar de Alfonso X, que en el siglo XIV se convirtió en monasterio. Del álcazar queda el emplazamiento, una de las bases de un antiguo torreón y el patio de armas del mismo, que actualmente es el claustro del monasterio. 

Es aquí donde se encuentran los restos de Don Juan Manuel, junto a una urna de madera que contiene los restos de Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán.

Plaza del Coso

En este amplio lugar se celebran las fiestas de Nuestra Señora y San Roque del 14 al 18 de agosto, y se tiene constancia de su celebración ya desde 1433, por lo que se la considera una de las primeras plazas mayores de España. Aquí podréis encontrar la Oficina de Turismo.

Iglesia de Santa Clara

Construida en 1698 es actualmente el Hotel Spa Convento Las Claras emplazado en el lugar donde antaño estuvo el convento, si bien la iglesia sigue teniendo funciones litúrgicas. Es un buen lugar donde pasar la noche si finalmente pasáis más de un día en Peñafiel.

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Valladolid: Cerro de Cuchillejo (931m) – Reto CIMASxPROVINCIAS 9/50☑️

Mi novena cima conquistada del reto CIMASxPRONVINCIAS es muy graciosa, y este artículo no es más que meramente informativo porque no hay mucho que contar: el punto más alto de Valladolid (una provincia, por lo que se ve, sin montañas) es este punto, un lugar a 931 metros de altitud, más o menos igual que todo lo que hay a su alrededor, que son campos para sembrados.

La única forma de distinguir que estamos en el techo de Valladolid es que allí se encuentra el correspondiente vértice geodésico (¡menos mal!). Pero es que además, es posible llegar en coche hasta prácticamente el punto justo, pues las fincas están flanqueadas por caminos sin asfaltar.

Nosotros teníamos un poco de prisa porque íbamos de camino a Peñafiel (habíamos reservado para ver el castillo) así que metimos el coche por los caminos, pero si os apetece dar un paseo, podéis dejar el coche junto a la carretera asfaltada o en Castrillo de Duero y os saldrá una caminata de unos 4km de ida.

El punto se encuentra junto a la pequeña localidad de Castrillo de Duero, a solo 15 minutos de Peñafiel si estáis volviendo por la A1 hacia Madrid (o al revés) solo hay que hacer un desvío de 25km para llagar aquí, por lo que si os da por venir, ya sabéis con qué combinarlo.

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Dolmen de Mazariegos (Burgos)

Este curioso y nada frecuentado lugar es uno de los monumentos megalíticos más relevantes del norte de la Península. Oficialmente se llama Dolmen de Cubillejo de Lara, pues se encuentra a apenas 2km de dicha localidad. Sin embargo, los vecinos de la zona reclaman el cambio de nombre a Dolmen de Mazariegos, pues junto al dolmen se encontraba el ahora despoblado Mazariegos.

Sea como fuere, este monumento fue construido hace nada menos que unos 5000 años por las primeras comunidades ganadera y agrícolas que poblaron el valle, y no fue hasta 1970 cuando fue redescubierto y excavado, encontrando dentro de él restos humanos y joyas neolíticas.

dolmen mazariegos

Se trata de un sepulcro de corredor, de unos 10 metros de largo pero muy bajito (tanto que nos sorprendió al llegar, pues a través de las fotos nos habíamos hecho otra idea), y lo más interesante es que está orientado de tal forma que durante el solsticio de invierno, el sol entra directamente a través de su corredor, iluminando así la cámara funeraria a través de la puerta. Y es que lo que se ve hoy es el «esqueleto» del dolmen: en su día estuvo completamente cubierto de tierra (salvo parte del corredor), y es por ello por lo que es aún más especial la entrada del sol en la cámara.

En uno de los megalitos más próximos a la cámara se pueden observar unos grabados de lo que parecen unos animales de cuatro patas y un símbolo con ramas. Este lugar no pudo ser casualidad, pues durante el solsticio de invierno, cuando el sol inunda la cámara funeraria, su luz termina justo en estos grabados. Además, el color de esta piedra es más rojizo que el de las demás.

dolmen mazariegos

Os dejo la ubicación del camino sin asfaltar que llega al Dolmen de Mazariegos tras 1km de recorrido, pues está prácticamente sin señalizar. La ubicación exacta del Dolmen es esta.

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Covarrubias (Burgos): la cuna de Castilla

En pleno Valle Arlanza, el apodado como la cuna de Castilla es una localidad llena de historia medieval, fuertemente vinculada al Conde Fernán González del siglo X, un famoso noble altamente ligado a los orígenes del reino de Castilla, en cuya creación jugó un papel fundamental. Fue el responsable de convertir la localidad en la capital del Infantazgo, razón por lo que a Covarrubias se la conoce como la cuna de Castilla.

Hoy en día la villa se conserva en excelentes condiciones, con sus edificios del casco antiguo bien cuidados, lo que la hace enormemente atractiva para los turistas; por lo que allá que fuimos nosotros a nuestra vuelta desde Ezcaray hacia Madrid.

  • Pasaje del Archivo del Adelantado de Castilla: la entrada al núcleo histórico más común y conocida, que en su día sirvió para guardar documentos y escrituras y hoy acoge a la Oficina de Turismo.
  • Torreón de Fernán González: es el monumento más famoso de Covarrubias, una torre defensiva del siglo X cuya parte inferior fue el palacio del Abad de Covarrubias, mientras que a la torre en sí se la conoce como de «la Emparedada«, pues según la leyenda, fue donde Fernán González encerró a su hija, la infanta doña Urraca, por negarse a casarse con el rey de León, ya que ella decía estar enamorada de un pastor. 
  •  Colegiata de San Cosme y San Damián: un templo del siglo XV en cuyo interior se encuentra el famoso órgano de Covarrubias aún en funcionamiento y el sepulcro de Fernán González.
  • Paseo de la Solana: junto a la colegiata y paralelo al cauce del rí­o y a las antiguas murallas.
  • Ermita de San Olav: También junto a la colegiata podréis ver una escultura de una princesa noruega. ¿Cómo llegó hasta aquí? Se trata de Kristina, la hija del rey Haakon IV nacida en Bergen en 1234, cuyo destino era casarse con el infante Felipe de Castilla, hermano de Alfonso X el Sabio y aspirante al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. La princesa no consiguió adaptarse a la vida de la corte castellana y murió sin descendencia poco después de la boda. Fue entonces cuando su marido mandó construir una capilla dedicada a San Olav, santo patrón de Noruega.

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