Qué ver en Pamplona en un día: Una joya medieval en el corazón de Navarra

Nuestro viaje a Navarra llega a su fin, y hoy, antes de poner rumbo de vuelta a Madrid, hemos pasado el día en Pamplona, su capital.

La historia de Pamplona se remonta a tiempos antiguos. Fue fundada por los romanos en el siglo I a.C. y se convirtió en una importante ciudad fortificada. A lo largo de los siglos, Pamplona fue testigo de diferentes dominaciones, incluyendo los visigodos, los árabes y los francos.

En la Edad Media, Pamplona adquirió un papel relevante como capital del Reino de Navarra. Durante este periodo, la ciudad experimentó un florecimiento cultural y arquitectónico, dejando como legado monumentos como la Catedral de Santa María.

En el siglo XVI, Pamplona se unió al Reino de Castilla y pasó a formar parte de la corona española. A lo largo de los siglos posteriores, la ciudad fue escenario de diversos conflictos y guerras, incluyendo la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil Española.

En la actualidad, Pamplona es conocida por sus festividades de San Fermín, que atraen a miles de visitantes de todo el mundo cada año. Además, es una ciudad moderna que combina su rico patrimonio histórico con una vibrante vida cultural y una próspera gastronomía.

1. Casco Antiguo

Este distrito histórico, ubicado en el corazón de la ciudad, está rodeado de imponentes murallas que datan de la época medieval.

Una de las características más destacadas del casco antiguo es su arquitectura bien conservada. Sus calles estrechas y empedradas están bordeadas por edificios de colores vivos con fachadas llenas de historia. Pasear por estas calles es como viajar en el tiempo, transportándote a épocas pasadas.

La Plaza del Castillo, situada en el centro del casco antiguo, es uno de los lugares más emblemáticos de Pamplona. Rodeada de elegantes edificios, esta plaza es un punto de encuentro popular para los habitantes y visitantes de la ciudad. Aquí podrás relajarte en una terraza, disfrutar de un café o simplemente observar la vida cotidiana que se desarrolla a su alrededor.

La Catedral de Santa María es otra joya arquitectónica que se encuentra en el casco antiguo. Esta majestuosa catedral gótica del siglo XIV destaca por su imponente fachada y su impresionante interior. Además, su claustro y su museo ofrecen una mirada detallada a la historia religiosa y cultural de la región.

El casco antiguo es claramente el lugar idóneo para probar los famosos pintxos, la tradición gastronómica por excelencia de la región, en cualquiera de sus bares: en la calle Estafeta es donde se concentra más el ambiente animado.

Uno de los momentos más emblemáticos en el casco antiguo es durante los Sanfermines, cuando las calles cobran vida con los encierros y las festividades. Miles de personas se congregan aquí para disfrutar de la emoción y la tradición de estas celebraciones.

2. Ciudadela de Pamplona

Es una fortaleza histórica ubicada junto al centro de la ciudad. Construida entre los siglos XVI y XVII, fue diseñada como una defensa militar para proteger a la ciudad de posibles invasiones y ataques.

La Ciudadela tiene forma de estrella y cuenta con impresionantes murallas y baluartes. Estas fortificaciones fueron diseñadas por el ingeniero militar francés Vauban, reconocido por sus habilidades en la construcción de fortalezas. La arquitectura de la Ciudadela refleja su importancia estratégica en el pasado.

A lo largo de su historia, la Ciudadela ha sido testigo de numerosos eventos y batallas. Durante la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, la Ciudadela fue ocupada por las tropas francesas y se convirtió en símbolo de la ocupación napoleónica.

En la actualidad ha sido restaurada y se ha convertido en un espacio público y cultural. Sus extensos terrenos están abiertos al público, lo que permite a los visitantes disfrutar de agradables paseos y actividades al aire libre. De hecho, acoge eventos culturales y artísticos a lo largo del año: conciertos, festivales y exposiciones se llevan a cabo en este espacio histórico, brindando una combinación única de historia y cultura contemporánea.

3. Parque de la Taconera

Con una extensión de aproximadamente 90.000 metros cuadrados, este emblemático parque es uno de los lugares más queridos por los habitantes de la ciudad. Se encuentra en un antiguo foso de la muralla fortificada de Pamplona, lo que le confiere un ambiente único y encantador. Sus cuidados jardines, amplios paseos y áreas verdes ofrecen un remanso de tranquilidad en medio del bullicio urbano.

Uno de los aspectos más destacados del Parque de la Taconera es su abundante flora. Los senderos están bordeados por hermosos árboles, arbustos y flores, creando un entorno natural y colorido. Además, cuenta con un estanque central donde nadan elegantes cisnes y patos, lo que añade un toque de serenidad al parque.

Dentro del parque, también encontrarás diversos elementos arquitectónicos y esculturas que embellecen el paisaje. Destaca la Fuente de los Gigantes, una hermosa fuente de estilo neoclásico que representa a los reyes navarros. Además, el parque alberga el Palacio de la Diputación Foral de Navarra, un edificio de estilo renacentista que se encuentra en uno de los extremos del parque.

Además, el parque ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad, ya que se encuentra en una posición elevada. Desde ciertos puntos del parque, podrás contemplar panorámicas magníficas de los tejados y monumentos de Pamplona.

4. Museos

Para terminar, si eres amante de los museos o bien ha salido un día desapacible a nivel climático, te dejo 2 ideas de museo, dependiento de tus gustos:

  • Museo de Navarra: para sumergirse en la historia y el arte de Navarra, con colecciones que abarcan desde la prehistoria hasta la actualidad.
  • Museo Universidad de Navarra: Si eres amante del arte contemporáneo, este museo es un imperdible.

Ruta de 2 días por el Valle del Baztán (Navarra)

Desde que leí la famosa trilogía de Dolores Redondo (El Guardián Invisible, Legado en los Huesos y Ofrenda a la Tormenta, las cuales han sido ya adaptadas a la gran pantalla) tenía pendiente visitar el místico Valle del Baztán, una región al norte de Navarra que forma parte de Euskal Herria, la región en la que históricamente se ha desarrollado la cultura vasca y el euskera, que comprende, además del País Vasco, una gran parte de Navarra y parte del suroeste de Francia.

De hecho, el Valle ha estado hasta hace un par de siglos muy aislado del resto de Navarra, y eso se hace notar aún hoy en día en sus gentes, sus costumbres y sus leyendas «mágicas». De hecho, en el siglo XVI fue testigo de un fenómeno que marcaría su historia: la caza de brujas. Entre los años 1609 y 1611, se llevaron a cabo numerosos juicios y ejecuciones de personas acusadas de brujería.

A continuación os dejo los lugares que no os podéis perder en la zona del Baztán. El orden que os propongo es teniendo en cuenta que os alojáis en Elizondo, el pueblo principal de la zona, pero realmente todo está bastante cerca, por lo que podéis adaptarlo según os parezca.

Día 1

1. Ruta de las Cascadas de Xorroxin

Empezamos el día con esta sencilla ruta circular de 7km que parte del precioso pueblo de Erratzu. El camino es bastante llano, discurre rodeado de un frondoso bosque. Más o menos a mitad de camino llegaréis a 2 cascadas, que dan el nombre a la ruta. La segunda de ellas es la más grande, con una caída de unos 15m y si es verano, os podréis bañar sin problema.

cascadas de xorroxin

Os dejo aquí la ruta de wikiloc por si queréis seguirla, aunque está muy bien señalízada en todo momento y no tiene mucha pérdida.

2. Castillo de Amaiur

En el pueblo llamado Amaiur, o Maya en castellano, se encuentran los restos de este castillo que ha tenido gran importancia en diversos acontecimientos históricos a lo largo de los siglos.

Fue construido en el siglo XIII por la familia Amaiur, señores de la zona en aquel entonces. La fortaleza tenía una posición estratégica en la cima de una colina, lo que le otorgaba una clara ventaja defensiva y le permitía controlar el valle circundante.

castillo de Amaiur

Durante la Edad Media, el Castillo de Amaiur desempeñó un papel fundamental en la resistencia del Reino de Navarra frente a las invasiones castellanas. Amaiur era considerada una plaza fuerte y fue escenario de numerosos enfrentamientos entre navarros y castellanos. La fortaleza resistió varios asedios, pero finalmente, en 1512, las tropas castellanas conquistaron el castillo y anexaron el Reino de Navarra a Castilla.

Tras la conquista castellana, el Castillo de Amaiur perdió su función defensiva y fue abandonado. Con el tiempo, el castillo cayó en ruinas y quedó en estado de abandono durante varios siglos.

En la actualidad, se pueden apreciar las ruinas del Castillo de Amaiur, que se han convertido en un símbolo de la resistencia navarra frente a la conquista castellana. A pesar de su estado ruinoso, las murallas, las torres y algunos restos de la estructura original aún se conservan, lo que permite imaginar su antiguo esplendor.

3. Cuevas de Zugarramurdi

La última parada del día fue en las famosas cuevas de Zugarramurdi, protagonistas también de películas y libros. También conocidas como Cuevas de las Brujas, pues tienen una gran relevancia histórica y cultural debido a su asociación con los juicios de brujería que tuvieron lugar en el siglo XVII.

En el siglo XVII, Zugarramurdi fue escenario de una serie de persecuciones y juicios relacionados con la brujería. Se estima que alrededor de 53 personas fueron acusadas de brujería y sometidas a juicios en la región. Las Cuevas de Zugarramurdi fueron consideradas el lugar donde supuestamente se llevaban a cabo los aquelarres y rituales relacionados con la brujería.

cuevas de zugarramurdi

En el interior de las cuevas, se encuentra un museo dedicado a la brujería y a los juicios de Zugarramurdi. El museo ofrece una visión detallada de la época, con exhibiciones que muestran las creencias populares, los métodos de tortura utilizados durante los interrogatorios y la vida cotidiana en aquel entonces.

Además, en la localidad de Zugarramurdi se celebra cada año la «Noche de las Brujas» el 18 de agosto, donde se recrea el ambiente de aquellos tiempos y se realizan representaciones teatrales y actividades relacionadas con la brujería.

Día 2

4. Elizondo

Comenzamos el día visitando la capital administrativa y cultural de la comarca del Baztán, y donde la arquitectura tradicional vasca es una característica distintiva, con esas casas de entramado de madera y balcones floridos que le dan un encanto especial.

Elizondo

En el centro de Elizondo se encuentra la Plaza de los Fueros, un espacio amplio y animado donde se celebran eventos y festivales. En la plaza, se encuentra el Palacio de los Obanos, un edificio del siglo XVIII que alberga la Casa del Valle del Baztán, un centro cultural donde se promueve y se preserva la identidad cultural de la región.

No dejéis de visitar la Iglesia de Santiago y el Puente el Txokoto, también en el pueblo, lugares que aparecen en las famosas novelas de Dolores Redondo.

iglesia Santiago Elizondo

5. Parque Natural Señorío de Bertiz

A 15 minutos de Elizondo, es un paraje natural de gran belleza, compuesto por bosques, jardines, prados y ríos, que abarca una extensión de 2.040 hectáreas. Toma su nombre del palacio de Bertiz, que se encuentra en su interior y que fue construido en el siglo XVII.

El parque cuenta con numerosas rutas de senderismo, de diferentes dificultades y duración, que permiten explorar sus bosques y rincones. Algunas de las rutas más populares son la ruta de los miradores, la ruta del río Bidasoa, la ruta de los árboles singulares, y la ruta de los sentidos. Todas ellas están señalízalas al inicio del parque.

Parque Natural Señorío de Bertiz

También es conocido por su jardín botánico, que cuenta con más de 100 especies diferentes de plantas, muchas de ellas autóctonas de la región. El jardín fue creado en el siglo XIX por el marqués de Bertiz y es considerado uno de los jardines botánicos más importantes de España.

6. Berroeta – Aniz – Ziga – Mirador del Baztán – Irurita

La última parada del día (y de la ruta por el Baztán) no es tampoco una parada, sino 5. Y es que en la oficina de turismo de Elizondo nos recomendaron parar en varios pueblos muy pequeños pero que conservan muy bien su esencia y que apenas han cambiado en el tiempo: Berroeta, Aniz, Ziga e Irrita (este último algo más grande). El recorrido es perfecto para hacer en coche porque están todos en la misma carretera y de un os a otros hay apenas 10 minutos.

iglesia ziga

Si no tenéis tanto tiempo, podéis hacer menos paradas, ya que son muy parecidos entre ellos. Quizás el mejor sea Ziga por su imponente iglesia.

Antes de llegar a Irurita pasaréis por el Mirador del Baztán, desde donde se pueden ver los pueblos del Valle rodeados de montañas. Una vista preciosa para acabar la ruta.