10 de agosto: Pompeya

Hoy, antes de volver a Roma, no ha podido faltar la visita a las ruinas de Pompeya.

A unos 20km de Nápoles y a los pies del volcán Vesubio, la antigua ciudad romana de Pompeya no fue nunca un lugar demasiado importante históricamente, pero hoy es mundialmente conocida porque en el año 79 d.C. el Vesubio entró en erupción y sepultó la ciudad por completo. La lava solidificada actuó como conservadora, y muchos siglos después fue descubierta intacta. Gracias a esto se conocen muchísimas cosas acerca de los romanos.

Es curioso y un poco escalofriante, pues los cuerpos de miles de personas que no pudieron huir a tiempo fueron cubiertos de lava, que se solidificó a su alrededor, y con la desintegración de los cuerpos, se han encontrado más de 2000 «moldes» de personas, en los que se puede incluso observar las emociones de terror de las víctimas. Uno de los arqueólogos, de hecho, rellenó esos moldes con yeso, y hoy están expuestos algunos de ellos en el recinto de las ruinas. Los arqueólogos cuentan que el estudio de los calcos ha permitido conocer muchos detalles de la vida de los pompeyanos. “Tenemos los restos esqueléticos de personas congeladas en el tiempo y el estudio antropológico de dientes y huesos nos ha permitido saber que en su dieta había gachas y también miel, pues muchos de ellos tienen caries. También son muchos los que tienen enfermedades tipo artritis derivadas de una actividad física continua, es decir, la mayoría eran trabajadores”, especifica.

Hablando del recinto, éste tiene nada menos que unas 65 hectáreas (las cuales pateamos casi al completo en 3 horas a 38º bajo el sol). Recorrer las calles de Pompeya es como pasear por el pasado. Allí se alzan impresionantes edificios como el anfiteatro, el gimnasio grande, las termas, el templo de Isis o el de Apolo. También se conservan tabernas, panaderías, lavanderías y el lupanar de la ciudad, con sus camas de piedra y sus escenas eróticas pintadas en las paredes. Algo que me llamó la atención fue justamente que se conservan las pinturas y los colores de las paredes, gracias a esa fosilización, cosa que no sucede en otros restos arqueológicos tan antiguos.

A pesar de lo grande que ya es, aún queda un 40% por ser excavado, pero el tema va despacio, ya que dicen que con lo que ya tienen hay investigación para 50 años.

La entrada cuesta 16€, sin guia ni panfleto, pero hay una app para móvil (que funciona regular) llamada MyPompeii, en la que se puede ir haciendo un recorrido virtual que aporta una breve explicación de los puntos señalados de la ciudad.

9 de agosto: Nápoles

Segundo y último día en la ciudad de Nápoles, y hoy hemos hecho el Free Tour (lo reservamos desde Guruwalk, en español, pero no nos ha gustado demasiado) para terminar de visitar los lugares más importantes del casco antiguo y que nos faltaron ayer. Algunos los repetimos, y estos de aquí abajo son los que no habíamos visitado todavía:

Piazza Dante

Recibe su nombre porque hay una estatua del importante Dante Alighieri. Eso no fue hasta 1871, ya que originalmente se llamaba Largo del Mercatello, pues aquí hubo, desde 1588, uno de los mercados de la ciudad. La plaza fue remodelada para albergar un edificio en honor al rey aragonés Carlos III de Borbón (fue un largo tiempo en el que los españoles gobernaron en el sur de Italia, por lo que varias de las palabras del dialecto napolitano son similares al castellano).

Chiesa del Gesù Novo

Es una de las iglesias más importantes y grandes de la ciudad, y alberga una de las mayores colecciones de pintura y escultura barroca, en la que han trabajado algunos de los artistas más influyentes de la escuela napolitana. En su interior está custodiado el cuerpo de san Giuseppe Moscati (médico, investigador científico y profesor universitario italiano, reconocido por su trabajo pionero en la bioquímica fisiológica) canonizado por el papa Juan Pablo II en el 1987.

Originalmente fue un palacio, llamado Palazzo San Severino, y de ahí a que su fachada sea tan diferente de la de cualquier otra iglesia o catedral. El nombre de Gesù Novo lo recibe por ser la segunda de las iglesias que poseen los jesuitas en la ciudad, por lo que a la primera se la llama Gesù Vecchio.

La iglesia sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial a causa de los ataques aéreos. Durante uno de estos bombardeos, cayó una bomba sobre el techo de la nave central, milagrosamente sin explotar. Actualmente la bomba está expuesta en los locales contiguos a la nave derecha de la Iglesia.

Piazza Vincenzo Bellini

También en el centro histórico, alberga restos de lo que un día fue la muralla griega (Nápoles, originalmente llamada Neapolis – ciudad nueva – fue fundada por los griegos).

Desde hace mucho tiempo ha sido uno de los principales lugares de encuentro de los intelectuales napolitanos, ya que está rodeada por varias sedes universitarias y está cerca de la Academia de Bellas Artes y del Conservatorio de San Pietro a Maiella, donde estudiaron importantes compositores como Vincenzo Bellini, que da el nombre a la plaza y cuya estatua se eleva en el centro de ella.

Para terminar el tour, nos llevaron también a visitar las iglesias de Santa Maria Maggiore della Petra Santa, la de Santa Maria delle Anime del Purgatorio y la estatua de la Pulcinella. No nos terminó de enganchar la forma en que la guía hizo el tour, no nos pareció muy interesante lo que nos contó, la verdad.

Por la tarde estuvimos en Bagno Elena, una playa dentro de la propia ciudad, bastante pequeña y de pago, pero con el calor que hace, se agradece pasar un rato a remojo.

Y para terminar por Nápoles, os dejo el nombre de la mejor pizzería que probamos, la pena es que no está en el centro, sino en Fuorigrotta, el barrio donde teníamos nuestro alojamiento: A Cammisa do Rè. Las mejores pizzas napolitanas que he comido.

A Pisa a por pizza

Y es que el título del post resume a la perfección lo que ha sido este viaje, algo que tenía en mi lista de pendientes desde hacía tiempo: comprar un billete de avión para cenar y volver.

👉 Reserva el Free Tour de Pisa aquí 👈

Bien es cierto que no fue exactamente así, sino que llegamos a Pisa a las 14:00 del sábado y regresamos a Madrid a las 8:00 del domingo. Fue parte de una sorpresa de cumpleaños y desde luego todo un acierto, porque (a parte de que los billetes son muy económicos) Pisa es una ciudad muy pequeña que se puede ver en unas pocas horas, y lo mejor es que el aeropuerto está a menos de 4km del centro. Caminando, en menos de 40 minutos desde que bajamos del avión nos plantamos en la Piazza dei Miracoli, el centro de toda la vida turística de la ciudad y donde se encuentras sus monumentos más famosos:

La Torre de Pisa

Es el campanario del Duomo de Pisa. Famosa en el mundo entero, con sus 3,97º no es la torre más inclinada que existe, pero sí la más conocida. Se empezó a construir en 1173 e incluso antes de terminarla ya comenzó a inclinarse, no por un error arquitectónico, sino por el suelo sobre el que se situaba, muy blando y móvil.

Desde 1990 hasta 2011 permaneció cerrada para asegurar su estabilidad, y desde entonces se puede entrar y subir a lo alto.

Curiosamente, gracias a ese suelo arcilloso, la torre ha sobrevivido sin derrumbarse todos estos siglos, a pesar de los terremotos y guerras sucedidos, y es que ese suelo le dota de una buena, digamos, elasticidad.

El Duomo

Situado también en la Piazza dei Miracoli, se trata de la imponente catedral de Pisa. Fue construido en 1063 gracias a un botín de guerra, y su fachada de marmol blanco es una pasada.

El baptisterio

Es el más grande de Italia, con un diámetro de 36 metros, también fabricado con marmol. También se puede subir a los pisos superiores, desde donde precisamente se aprencia la mejor vista del Duomo, justo frente a él.

GFDL 2004-12-01

Camposanto Monumental

Es el cementerio de Pisa, también en la misma plaza, y de estilo gótico. Alberga 84 sarcófagos de época romana y para mí lo más impresionante son los 42 arcos que contiene en su interior.

Pasa algo más desapercibido entre los demás monumentos, pero por dentro merece totalmente la pena.

Piazza dei Cavalieri

Es la segunda plaza más importante después de la anteriormente mecionada, y fue el centro político de Pisa muchos años atrás.

Hoy está rodeada por edificaciones tan imponentes como el Palazzo dell Carovana, el Palazzo dell’Orologio, el Palazzo del Consiglio dei Dodici y la Iglesia de Santo Stefano.

Iglesia de Santa Maria della Spina

Fue lo primero que encontramos en nuestro paseo del aeropuerto hasta el centro, una pequeña pero muy decorada iglesia junto al río Arno, bastante grande, por cierto. Es de estilo gótico y data del 1230.

Borgo Stretto

Una de las calles más transitadas del casco histórico, peatonal y que aún conserva cierto aire medieval. En esta época de Navidad está lleno de luces y aún es más agradable pasear por ella.

En general merece la pena perderse por las calles del casco antiguo, que son las que lindan a ésta y a la Piazza dei Miracoli

Y ahora bien… Susana, ¿dónde comisteis esa pizza? Pues finalmente nos decidimos por un restaurante llamano Taverna di Pulcinella que os recomiendo totalemente (eso sí, previa reserva porque es pequeño y muy concurrido) porque las pizzas estaban espectaculares. Horno de piedra, masa gruesa al ser pizzas napolitanas y con una textura buenísima.

Pueblos del Norte de Italia: Mantova, Borghetto y Sirmione

A pesar del frío que nos ha sorprendido estos días, hemos cogido el coche esta mañana desde Milán en dirección Verona. A medio camino, hemos llegado a Mantova (1h30). Un pueblo junto al Río Mincio con varias construcciones medievales en él.

He aquí lo que podéis visitar, más unas cuantas fotos:

Piazza delle Erbe

Piazza Sordello

Castelo di San Giorgio

Siguiente parada: un pequeñísimo pueblo a media hora de Mantova, llamado Borghetto. También predominan las construcciones medievales, y a sus afueras se puede hacer una caminata hasta el castillo medieval.

El castillo medieval visto desde el pueblo

Por último, hicimos parada para ver la puesta de sol en Sirmione: de los tres, mi favorito. También una ciudad medieval cuyo castillo es impresionante y si paseas por sus calles no parece que haya pasado el tiempo (excepto por las tiendas de souvenirs…). Al final de la calle principal hay unas termas al aire libre que tenían muy buena pinta (aunque eran carísimas, por supuesto).

Qué ver en Milán (Italia) en un día

👉 Reserva aquí el Free Tour de Milán 👈

Dicen que Milán no es una ciudad especialmente bonita. Yo pienso que el centro sí lo es, y además es algo que puedes ver en un día completo. Esta es mi cuarta vez en la ciudad, así que me dediqué simplemente a pasear por los lugares más representativos de ella. Os dejo una lista de todos los que se pueden visitar caminando. No cogí ningún autobús; eso si,no andé poco:

  • Duomo: el edificio de Milán por excelencia. Todo el mundo ha visto alguna vez una foto de esta catedral, preciosa en mi opinión. Se puede también entrar dentro y subir al tejado, aunque en mi opinión no merece tanto la pena y siempre hay que esperar mucha cola.

  • Galleria Vittorio Emmanuele: está junto al Duomo en la misma plaza. Es una galería con techos muy altos de cristal donde están las tiendas más caras de la ciudad. Más o menos por el centro hay un toro en el suelo adoquinado, y cuentan que si apoyas el talón en sus partes y das tres vueltas, tendrás buena suerte.

  • Terrazza Aperol: se sube a ella por el edificio que está justo al lado de la Galleria. No está arriba del todo peso desde ella se puede ver el Duomo desde media altura mientras tomas un aperitivo (la comida tipoca italiana que se suele hacer entre las 5 y las 8). Es bastante caro pero las vistas lo merecen. Eso sí, no vayáis buscando un café porque no sirven, solo cocktails y copas (también tienen sin alcohol). El mejor momento para venir aquí es para ver el atardecer y el Duomo iluminado por la noche.
  • Castelo Sforzesco: un poco más alejado de la plaza del Duomo cogiendo la vía Orefici. Es una fortificación antigua con un gran parque bastante agradable.
  • Arco della Pace: está el final del parque junto al Castelo. Es una de las muchas antiguas puertas del la ciudad.
  • Colonne di San Lorenzo: al final de via Torino (también sale de la plaza del Duomo). Es una plaza llena de columnas romanas y una iglesia antigua.
  • Piazza Gae Aulenti: es la zona «nueva», con varios rascacielos modernos y un par de edificios llamados «Bosco Verticale», que están recubiertos de vegetación.
  • Cimetero Monumentale di Milano: el cementerio más importante y grande de la ciudad. Su entrada es preciosa y justo al entrar hay una sala enorme llena de nombres y esculturas de personajes importantes de Milán. En el exterior, puedes pasar todo el tiempo que quieras observando tumbas y mausoleos cada cual más curioso y original. Merece la pena visitarlo.

Con esto y parando a comer un par de veces, tenéis para todo el día. Un buen lugar para comer algo rápido es Luini Panzeroti, donde venden algo parecido a empanadas pequeñas al horno o fritas, y en cuyo interior tienen varias cosas (mozzarella y tomate, verdura, salami…) y también los hay dulces. Es muy barato y sirven muy rápido. Eso sí, no hay mesas, hay que irse a la calle a comer.