Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Ya pasada la resaca y el jet lag del viaje, os traigo un post con consejos y pistas muy útiles si vais a viajar a Costa Rica.

Aplicable al país en general:

  • La moneda local es el Colón. 1€ equivale a 680 Colones (aproximadamente, puede variar). En cualquier lugar aceptan también dólares, y de hecho los precios en cualquier lugar turístico están indicados en dólares. Pero siempre es mejor utilizar el Colón, al cambio sale más barato.
  • La seña de identidad costarricense, la expresión pura vida, no es exactamente un lema del país, sino que es una forma de saludar y de preguntar qué tal. Es parecido a un qué pasa! español.
  • El coste de la vida es más barato que en España, pero no mucho más. De hecho, es un país muy caro teniendo en cuenta el continente donde se encuentra.
  • Los mosquitos: da igual cuán eficaz sea el antimosquitos compres, te van a picar, y mucho. No hay ninguna vacuna obligatoria, pero recomiendan unas cuantas. Eso queda a tu elección, nosotros decidimos no vacunarnos.
  • Existen varias maneras de desplazarse por el país:
    • En coche – es la forma más cómoda y rápida pero, lógicamente, la más cara. En muchos blogs y foros recomiendan alquilar un todoterreno… Yo no os lo voy a recomendar, yo os digo que es totalmente necesario un todoterreno. Muchas carreteras están asfaltadas, pero muchas otras no lo están, son caminos de tierra o piedras y a menudo con baches importantes, por no hablar de las numerosas cuestas que hay por todo el país. Además, las entradas a muchos de los hoteles en los que estuvimos están bastante poco arregladas. Si eliges esta opción, ten en cuenta que no se puede sacar el coche del país, no existe la posibilidad ni pagando otro seguro. Si quieres pasar a Panamá o Nicaragua, debes dejar el coche en Costa Rica y alquilar uno en el otro país. Las empresas más recomendables para alquilar un coche son Adobe Car y Álamo.
    • En transporte público – es la manera más económica y fácil de desplazarse. Los precios son bastante bajos, llegando a hacer trayectos de 4 horas en autobús por sólo 7€. Como habréis leído, fue la elegida por nosotros, y nos resultó fácil (con alguna excepción) encontrar la manera de ir de un pueblo a otro. También es verdad que nos movimos por zonas bastante visitadas por los turistas, y por este motivo se encargan de que no haya ningún problema con el transporte. Casi siempre hay autóctonos en las estaciones de autobús y en los puertos que te indican cuál es el transporte que te lleva a tu destino (lo hacen para que les des propina, claro, pero puedes no dársela y no pasa nada. Nosotros no le dábamos nunca porque no nos dejaban ni la oportunidad de buscarlo por nuestra cuenta… estaban al acecho en la puerta de la estación, y eso nos molestaba bastante). El inconveniente de esta forma de viajar es que se tarda bastante más que en coche y muchas veces hay que coger más de un autobús o un autobús y un barco para ir al lugar de destino, pero es la manera de viajar de los ticos y de hecho en estos transportes, por lo general, no predominábamos los turistas. Es otra manera de integrarse en su cultura.
    • En shuttle turísticos – en algunos lugares hay gente que te viene ofreciendo sus furgonetas para llevarte al destino de manera más rápida y directa por algo más de dinero. Nosotros lo cogimos en un par de ocasiones (un autobús desde Sixaola hasta Bocas del Toro en Panamá y un bote desde Tortuguero hasta Moin) y siempre porque no encontrábamos otra forma de desplazarnos o bien la diferencia de precio no era excesiva. Es menos económico pero más rápido que el transporte público, siempre está bien tenerlo en cuenta por si en ese momento os viene bien, tienes prisa por llegar al siguiente destino o no es mucho más caro que el autobús público.
  • A la hora de planificar el viaje – podríamos decir que hay tres maneras de hacerlo: a través de una agencia desde España, organizándolo por tu cuenta desde España, o llegar allí «a la aventura» y visitar unos sitios u otros en función de lo que te vayan contando otros viajeros y los propios ticos (tico = costarricense). En nuestro caso, planificamos todo en Madrid: desde la ruta a seguir hasta la reserva de los hoteles. Y nos fue bastante bien, ya que la mayoría de los hoteles los había cogido con cancelación gratuita, y en un par de ocasiones modificamos las fechas de entrada y salida de alguno de ellos. Ya de vuelta, he de decir que no hay ningún problema en ir decidiendo el recorrido sobre la marcha, muchas de las personas que conocimos allí iban de esta manera y no tuvieron dificultades para desplazarse ni para encontrar hoteles baratos. Si lo hubiésemos sabido, lo habríamos hecho así. En cuanto a la forma de viaje organizado por agencia, es lo de siempre, más caro y menos libre, y encima siempre acompañado de muchas otras personas. Una forma que no me atrae nada. Este país se puede recorrer por libre si absolutamente ningún problema.
  • La duración ideal del viaje, desde mi experiencia, creo que es de 3 semanas. Nosotros estuvimos 19 días, sin contar la ida y la vuelta se quedó en 17 días, y hubo varias zonas «típicas» que nos quedamos sin ver (Corcovado, Volcán Poás, Cerro Chirripó, Volcán Arenal…), aunque también es verdad que 5 de esos días los pasamos en Panamá.
  • Si no viajáis en coche, es bastante menos incómodo utilizar como equipaje una mochila de montaña en vez de una maleta de ruedas. Debido al mal estado de los caminos de entrada a los hoteles, a que en los alrededores hay arena de playa y al mal estado de las calles en los pueblos, es bastante difícil transportar una maleta. Eso sí, al hacer una ruta por el país y cambiar cada dos por tres de hotel, no deshacíamos las maletas, y para organizarse y no tener todo hecho un caos, está claro que es mejor tener una maleta que una mochila. Tú decides. Nuestra experiencia fue con maletas de ruedas porque en principio tendríamos coche, y al no tenerlo, las maletas sufrieron algún golpe, rasguños y terminaron bastante manchadas.
  • La temperatura es cálida todo el año (unos 30º en verano y 24º en invierno) y siempre hay mucha humedad (más o menos 78% en el interior y 85% en zonas de costa). La época de lluvias va de junio a diciembre; todos los días la previsión es de tormenta, pero no hay que alarmarse: suele llover casi todos los días, pero sólo un rato y rara vez diluviaba. En definitiva, se puede vivir perfectamente con esta lluvia, simplemente lleva siempre un chubasquero o una capa en la mochila y todo arreglado. En cuanto a la ropa de abrigo, por lo menos en verano, siempre andamos en pantalón y camiseta cortos, y no hace falta más que un par de pantalones largos y un par de sudaderas por si acaso. Únicamente hace fresco por las noches en las zonas de montaña (Monteverde, Arenal…).
  • Dónde comer – lo más recomendable es salirse de lo turístico y buscar los restaurantes realmente ticos. Es donde sirven la mejor y más típica comida, y donde los precios son más económicos. Hay unos restaurantes pequeños que allí llaman sodas, que es donde suelen ir los lugareños y son basntante más baratos.
  • Dónde dormir – como en cualquier lugar, hay hoteles de lujo del mismo estilo que en Europa y con todas las comodidades del mundo. Pero hay muchísimos hoteles de nivel medio muy económicos y preciosos, cosa que no es difícil teniendo en cuenta que todo el país es pura selva. La mayoría no dan comidas, pero sí desayunos. Aún así, en todas partes hay restaurantes que sirven desayunos muy completos. También hay hostels, un tipo de alojamiento que se basa en habitaciones compartidas (la mayoría también tienen algunas habitaciones privadas aunque baño compartido), grandes salones y cocina grande para que quien quiera pueda hacerse el desayuno, comida y cena allí. Nosotros estuvimos en dos así (en habitación privada) y nos encantó porque conocimos mucha gente, compartimos impresiones y además ahorramos bastante dinero cocinando nuestra propia comida. En los posts del viaje tenéis la impresión de cada uno de los hoteles en los que estuvimos.
  • Qué ruta seguir – nosotros hicimos una ruta circular: de norte a sur por el Caribe, cruzamos el país de este a oeste en el sur, y de sur a norte por el Pacífico. Hay que tener en cuenta que solo hay una forma de cruzar de una costa a otra por Costa Rica, y es pasando por San José. La otra forma es cruzando a Panamá y haciendo la ruta por el norte de este país. Por este motivo, una buena idea es visitar Bocas del Toro (un archipiélago de islas caribeñas precioso muy cerca de la costa panameña) y después cruzar al Pacífico utilizando la ruta Bocas del Toro – Almirante – David – Paso Canoas (la frontera).
  • Las fronteras con Panamá son un poco caóticas. Solo hay dos pasos: Sixaola en el Caribe y Paso Canoas en el Pacífico. Se trata de pueblos como otros cualquiera, con la diferencia de que uno de sus edificios son las taquillas de control de pasaporte. Debes estar atento porque nadie te impide pasar la frontera caminando sin más: si te descuidas, pasas «de ilegal». Lo que también es curioso es que en el paso del Caribe nos hicieron pagar tasas de $8 a cada lado, y por el contrario, en el paso del Pacífico no nos hicieron pagar nada pero nos abrieron las maletas en los dos lados… También se habla de que para que te dejen pasar a Panamá debes mostrar solvencia económica, y eso se hace mostrando $500 en efectivo, pero no es real, en ningún momento nos pidieron tal cosa. Lo que si es 100% necesario es poder demostrar que vas a volver a salir del país, pero es tan sencillo como mostrar el billete de avión de vuelta a España.
  • La seguridad – Costa Rica es un país bastante seguro, más que sus países vecinos. Lógicamente no es Europa y hay que tomar ciertas precauciones básicas, pero no tiene por qué pasar nada. Simplemente evitar salir por la noche por zonas solitarias, no dejar nada dentro del coche cuando lo aparques, no aparcarlo en lugares solitarios e incluso en ciertas zonas no perderlo de vista. Nosotros, que viajábamos solos, no tuvimos ningún tipo de problema de este tipo con nada ni nadie. Simplemente no salimos del hotel por las noches por simple precaución.
  • El horario de vida allí es diferente, durante todo el año anochece bastante pronto, sobre las 6 de la tarde, por lo que se cena mucho antes que en España y en consecuencia el sueño llega antes. Los días que estuvimos allí, nos acostábamos siempre antes de las 10 y nos despertábamos entre las 6 y las 8 sin problema (amanece sobre las 5:30). La verdad es que el día daba bastante de sí y nos permitía hacer un montón de cosas.

Y ahora, vamos por zonas:

  • Tortuguero – la época del desove de las tortugas es julio y agosto, y el nacimiento nos dijeron que en septiembre y octubre, por lo que si viajas fuera de estos meses, puedes no visitar este pueblo. Sí es cierto que la zona es preciosa, pero igual que muchos otros lugares en Costa Rica, por lo que puedes prescindir de visitarlo. Si vas en coche, ten en cuenta que debes dejarlo en La Pavona, pues a partir de este punto no se puede avanzar sobre ruedas, hay que coger un bote.
  • Puerto Viejo – aunque hay un pueblo que se llama así, la zona de Puerto Viejo comprende varios kilómetros de costa. La mejor manera de recorrerlo, si no tienes coche, es alquilando unas bicis.
  • Bocas del Toro (Panamá) – me permito comentar esto aquí porque fue parte de nuestro viaje. Como he dicho antes, es una buena manera de pasar los días previos a cruzar al Pacífico: pasar a Panamá solo para cruzar de costa a costa no merece realmente la pena aunque estés en Puerto Viejo (sur de Costa Rica), ya que aunque ir hasta San José es un trayecto largo, sigue siendo más corto que el de Panamá. Pero teniendo en cuenta que Bocas del Toro es un lugar espectacular y muy cercano a Costa Rica, merece totalmente la pena parar aquí unos cuantos días. Si vas en coche, un buen lugar para hacer una parada es Boquete (Panamá) cerca de un volcán y más o menos a medio camino de la frontera con Costa Rica (el viaje es bastante largo – unas 7 horas de Bocas a Uvita).
  • Uvita – en este lugar sucede algo similar a Tortuguero. Hay un Parque Nacional dedicado a las ballenas, y la época de avistamientos es entre julio y septiembre. El lugar es precioso, igual que muchos otros lugares del Pacífico, por lo que si vas en otra época, puedes prescindir de este lugar.
  • Manuel Antonio – por decirlo de alguna manera, es la zona que más nos decepcionó. Sigue siendo precioso, como el resto del país, pero es excesivamente turístico. Si vas con los días contados, puedes saltarte este destino.
  • Monteverde – una zona montañosa a 1300m sobre el nivel del mar digna de visitar. Si vas en coche, ten en cuenta que la carretera está en un estado lamentable, sobre todo cuando a partir de la mitad desaparece el asfalto y se vuelve un camino pedregoso y empinadísimo. Si llevas ropa de abrigo, es aquí donde puede que la necesites. Otro tip muy importante es que, aunque en el mapa está cerca del Volcán Arenal, no es posible estar alojado en Monteverde e ir a visitar el volcán en un día, ya que se tardan 3 horas en ir y hay que coger también una lancha. Nosotros no teníamos conocimiento de esto y nos quedamos sin visitar el volcán, una de las mejores zonas del país según nos contaron. De todas formas, hay transportes que te llevan desde Monteverde hasta La Fortuna (donde está el volcán), con lo que sería una buena ruta a seguir.
  • San José – como bien nos informaron muchas personas allí, no merece la pena. No sólo porque después de ver la increíble belleza del país una ciudad de cemento se queda corta, sino porque además, es una ciudad fea. Mi consejo personal es que no pases allí más tiempo del necesario. En nuestro caso, dormimos allí el día que llegamos (ya que el vuelo llegó a las 8 de la tarde) y la noche antes de coger el avión de vuelta (pasamos allí unas cuantas horas del día previo a la vuelta conociendo la ciudad para comprobar que realmente no tiene mucho que ver).

Espero que os haya sido de ayuda, espero que no se me haya olvidado nada y espero que Costa Rica os enamore tanto como lo hizo conmigo. Realmente un viaje que merece la pena.

4 de agosto: Bocas del Toro – Uvita (Costa Rica)

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Qué día más largo! En este punto hemos modificado un poco nuestro recorrido. La idea (cuando pensábamos que tendríamos coche) era hacer una noche en Boquete (Panamá) para hacer una excursión al volcán que hay en esa zona. Pero al no tener coche para desplazarnos, el viaje se hacía demasiado largo, así que hemos decidido ir directamente a Uvita (Costa Rica) que era el siguiente destino, y así solo gastar un día en desplazamientos, en vez de dos.

Las paradas de esta ruta son: Bocas del Toro – Almirante – David – Paso Canoas (la frontera) – Uvita.

Afortunadamente, Willy, el marido de Juani (la dueña de nuestro hotel) tenía que ir hoy a Almirante, así que nos ha llevado hasta allí en bote desde la puerta de nuestro hotel, y en Almirante nos ha llevado a la estación de autobuses en su coche. Nos ha ahorrado casi dos horas de viaje (el bus desde nuestro hotel hasta Bocas, bote desde Bocas hasta Almirante y el taxi desde el embarcadero hasta la estación de autobuses), así que le estamos eternamente agradecidos.

En la estación hemos cogido un bus que salía a las 9 ($8,50) y tardaba 3h30 a David, una de las ciudades más grandes del norte de Panamá. Ya en David, hemos cogido otro bus que salía de la misma estación en la que nos han dejado, y que nos llevaba a Paso Canoas ($2). En Paso Canoas nos ha tocado hacer de nuevo todo el papeleo propio de una frontera, aunque a diferencia de la vez que cruzamos por Sixaola (en el lado del Caribe) no nos han cobrado tasas ni en Panamá ni en Costa Rica… en lugar de eso, nos han registrado los equipajes.

Tras realizar todo esto (hemos tardado como 30 minutos) hemos cogido un bus en dirección a San José (10.000 colones – unos 15€, no sabemos por qué tan caro) que hacía parada en Uvita.

Y a las 4 de la tarde, desde las 7 de la mañana que habíamos salido, por fin estábamos en nuestro nuevo hotel, el Cascada Verde, llamado así porque está junto a una famosa cascada de Uvita. Lamentablemente, como lleva lloviendo toda la tarde, no hemos podido ir a verla, aunque no nos ha importado quedarnos en el hotel, y ahora veréis por qué.

Alojamiento: Cascada Verde Hostel ($25/habitación doble/noche) – el más especial de todos los que hemos estado, con mucha diferencia. Alejado del pueblo, se encuentra en medio de la selva, está hecho completamente de madera, el salón, comedor, cocina y terraza están conectados porque no hay paredes… pero tampoco hay paredes que lo separen de la jungla, sólo techo! Por todos lados hay hamacas, tumbonas, sillas y sofás donde relajarse, y el ambiente es perfecto para ello! Las habitaciones están separadas unas de otras por paredes de madera que no llegan hasta el techo, pero en la parte en que dan al exterior, solo tienen una barandilla y unas cortinas muy finas. En resumen… es como dormir en medio de la jungla! Nos parece espectacular, súper original y precioso!

El «salón» del hotel. Donde estén estas vistas que se quite una televisión

3 de agosto: Isla Bastimentos

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Hoy el día ha sido movidito. Es nuestro último día en Panamá y una de las islas que nos quedaban por descubrir era Bastimentos. Hay tours organizados que llevan a los turistas a Red Frog Beach, que es el lugar más famoso de esta isla, pero nosotros queríamos ver más cosas, así que no contratamos ninguno, simplemente cogimos un bote que nos llevaba a Old Bank, el pueblo principal de la isla.

Al llegar, fuimos las dos únicas personas que se bajaron del bote en esa parada, el resto iban a otros destinos. En este pueblo no hay casi turistas a pesar de que hay bastantes hoteles, pero estaba medio vacío, algo que nos chocó bastante.

Caminamos por las calles hasta que dimos con un camino que iba a Wizard Beach, otra de las playas de la isla. El camino empezó a estrecharse y empinarse primero hacia arriba y luego hacia abajo, hasta que unos 30 minutos después llegamos a la playa. De nuevo, completamente vacía a excepción de unos cuantos surfistas en el mar. Estuvimos un rato viendo como surfeaban y después retomamos la caminata, pues la mujer que nos había vendido los billetes hacia Bastimentos nos dijo que se podía llegar de Wizard Beach a Red Frog Beach caminando por la playa… y en qué momento la creímos!

De la playa salía un sendero que iba paralelo al mar en dirección a Red Frog. Empezamos a caminar por él y poco a poco el camino se fue haciendo más y más estrecho, hasta que a veces desaparecía y había que salir a la playa, que en un momento se transformó en rocas. Continuamos alternando entre el supuesto camino y las rocas, hasta que, no sabemos en que momento, el camino desapareció.

Como nos parecía que estábamos cerca de nuestro destino, continuamos abriéndonos paso por las rocas o la selva, según se terciase. Y por fin, después de una hora caminando, vimos la playa de Red Frog a lo lejos! Ya casi estábamos, o eso nos creímos, porque el relieve empezó a complicarse hasta que ya no podíamos ir más por las rocas sin tener que tirarnos al mar, y aparentemente tampoco había ninguna manera de avanzar por la selva. Pero teníamos que llegar, estábamos tan cerca…! Y deshacer el «camino» no era una opción.

Analizando el percal en el que nos habíamos metido

Nos armamos de valor, y utilizando nuestros brazos como machetes y las lianas que encontrábamos como cuerdas para sujetarnos, avanzamos como pudimos entre toda la la vegetación que había (y no cabía un árbol más).

En nuestra ruta hacia Red Frog, liana arriba liana abajo

Cuando ya casiiiii casi estábamos, y justo en el momento en el que en el suelo empezaron a aparecer huellas de jaguar, la espesura de la selva no nos dejo avanzar más. Por suerte, salimos a la zona del mar y encontramos arena, y aunque tuvimos que arrastrarnos porque los árboles eran muy bajos, conseguimos atravesarlos y al fin llegamos a unas rocas. Y después de esas rocas… POR FIN! Esta vez sí, llegamos a la playa de Red Frog! No sabemos cómo, pero no nos cruzamos con ninguna tarántula, ni serpiente, ni nigun otro bicho venenoso. Estamos sanos y salvos y sin más picaduras de las que ya teníamos (que no son pocas), aunque llenos de barro, nosotros, nuestra ropa y nuestras zapatillas.

Ya en Red Frog Beach, sólo nos quedaban fuerzas para pedirnos unos batidos en uno de los chiringuitos y comer nuestra fruta de todos los días.

Y por fin llegamos al oasis…

A propósito, esta playa se llama así porque en ella habitan muchas ranitas rojas, aunque a decir verdad no vimos ni una allí, pero sí las vimos en nuestra aventura por la selva. Aunque lo parezcan, no son venenosas CORRIJO ESTO: sorprendentemente, el lugareño que nos informó estaba totalmente equivocado, estas ranitas tan monas son muy venenosas! No se pueden tocar bajo ningún concepto, ya que si su veneno entra en contacto con los fluidos corporales, hay incluso riesgo de muerte.

Las famosas ranitas rojas. Esta la encontramos en la selva de camino a la playa

La playa es un lugar súper turístico lleno de restaurantes, hoteles y chiringuitos, y al estar en mar abierto, hay muchas olas y corrientes.

Tras descansar y disfrutar de la playa, nos fuimos hacia el embarcadero donde las barcas llegan para dejar y recoger a las «personas normales» que vienen a la playa sin jugarse la vida 😂.

Ay de nosotros cuando le contemos nuestra aventura a Juani…

Y mañana, nos despedimos del Caribe!

2 de agosto: Boca del Drago

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Después del ajetreo de ayer, hoy nos hemos tomado un día de relax. Hemos explorado la zona de Boca del Drago, que es donde se encuentra nuestro hotel.

Por la mañana hemos caminado por la playa en una dirección, comprobando que ese lado está totalmente desierto, a excepción de alguna casita suelta donde viven familias de panameños. Llama la atención las malas condiciones de estas casas, cosa que aquí parece normal, pero en las que viven madre, padre, abuela, niños, perros, gallinas, patos… de todo. Además, está zona está muy aislada del resto de la isla, los niños necesitan coger un autobús que les lleva hasta la escuela a 30 minutos, por una carretera en horribles condiciones.

Al mediodía hemos pasado por el hotel a comer fruta (nuestras comidas se basan en esto día tras día) y plátano frito que compramos ayer en el supermercado, y después nos hemos ido en dirección contraria a la mañana, camino de Playa Estrella.

Esta vez sí la hemos disfrutado al máximo (porque además el día ha vuelto a salir soleado), nos hemos bañado en sus aguas cristalinas llenas de estrellas de mar (ojo, también hay rayas que pican!), hemos bebido agua de coco y pasado la tarde entera tirados en las hamacas.

Estrellas de mar en Playa Estrella

Cuando me refiero a la tarde entera, quiero decir hasta las 5, aquí el ritmo de vida es diferente. Ya de vuelta en el hotel, nos hemos duchado, y hemos comido otra cena riquísima que nos ha preparado Juani, que nos sigue tratando genial y contándonos sus batallitas, mientras disfrutábamos de una preciosa puesta de sol.

La puesta de sol desde la playa de nuestro hotel

1 de agosto: Bahía de los Delfines, Cayo Coral e Isla Zapatilla 

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Hoy ha sido un día muy bien aprovechado. Amaneció lloviendo pero los lugareños nos dijeron que saldría el sol. No tenía mucha pinta, pero les hicimos caso, y efectivamente en dos horas se fueron las nubes y se quedó un día espectacular para la excursión que íbamos a hacer.

Contratamos un tour por $30 (era más caro pero conseguimos regatearle algo) que salía de Bocas Town a las 10 (todos salen de allí), y que consistía en una excursion de 7 horas en barca que nos llevaba a varios lugares. Es un lujo porque íbamos solo 7 personas con el patrón/guía. Estas son las paradas que hicimos:

1. Bahía de los Delfines: es una bahía donde viven muchos delfines, donde acuden para aparearse y criar. Se pueden ver un montón de delfines nadando, aunque hoy no hemos tenido suerte y ninguno se ha acercado a nuestra barca. En la orilla de esta bahía hay dos pueblos de indígenas que viven allí, pero no nos hemos acercado.

2. Cayo Coral: una isla muy pequeña donde hemos parado a hacer snorkel en una barrera de coral. El agua es totalmente cristalina y hemos podido ver muchos peces, corales, y hasta hemos nadado cerca de una barracuda. Después de esto hemos comido (nos hemos inflado a fruta que hemos comprado en el supermercado por la mañana) y hemos descansado en unas hamacas (como no).

Buceando en Cayo Coral

3. Cayo Zapatilla: cuando te imaginas una isla paradisiaca, piensas en una isla como esta. Pequeña, completamente llena de vegetación excepto la playa de pocos metros que la rodea, arena blanca y agua de color turquesa. Aquí hemos estado 1 hora y media disfrutando del paisaje y bañándonos un poco más, antes de partir de vuelta hacia Isla Colón (la isla principal, donde se encuentra Bocas Town y nuestro hotel).

La playa de Cayo Zapatilla

4. Isla de los Perezosos: en el camino de vuelta hemos parado aquí, una pequeña islita llena de perezosos; sin bajar de la barca hemos visto tres, aunque todos durmiendo, haciendo honor a su nombre.

5. Isla de las Estrellas de Mar: también solamente de paso, nos hemos acercado a una islita en la que hay muchísimas estrellas de mar en el fondo. Ya en el hotel, la dueña nos ha contado que en esa isla antes no había estrellas de mar, pero un extranjero que tenía un negocio de tours se llevó varias de la Playa de las Estrellas y las puso allí, para poder así organizar tours a esa isla, que estaba más cerca de su negocio. Cuando las autoridades del Parque Natural se enteraron, quisieron echarle del país, ya que lo que hizo es ilegal.

Sobre las 17 llegamos a Bocas, y solo nos quedaban fuerzas para comprar algo de comida para mañana y volver al hotel. Juani (la dueña) nos tenía preparada la cena, arroz con carne y verduras, y también nos ha preparado un guacamole riquísimo y para mojar, fruto de pan, una fruta que se hace rodajas y se fríe, y queda parecido a las patatas pero con un sabor muy peculiar.

Nuestro plato de fruto de pan

31 de julio: Cahuita – Bocas del Toro (Panamá)

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Llegó el día de cambiar de país. Nos despertamos pronto por la mañana, y tras dejar el hotel, fuimos en coche hasta Puerto Viejo, donde está la oficina de Adobe Car más cercana a la frontera. Tras hablar con la compañía Auto Escape por teléfono, nos han dicho que ellos no saben nada de las condiciones de sus intermediarios (en este caso Adobe Car) y no podían informarnos de que no se puede sacar el coche de Costa Rica. Finalmente nos han dicho que abramos una reclamación en su página de internet (veremos si resulta en algo bueno).

Después de dejar el coche, cogimos un autobús público que iba a Sixaola, donde está el paso fronterizo con Panamá (1 hora de viaje). Nada más bajar del bus ya hay autóctonos ofreciendo viajes en autobús desde la frontera hasta el puerto de Almirante (donde se coge el bote para ir a Bocas del Toro, que es un conjunto de islas también en la costa caribeña del país). Son muy pesados y aseguran que es la mejor forma de ir y solo es 2$ más cara que ir en buses públicos, pues hay que coger dos y el segundo para lejos del puerto de Almirante. No sabemos si esto es real o no, porque al final regateamos el precio hasta $7, y nos llevaron rápido y «de puerta a puerta».

Tanto en el lado de la frontera de Costa Rica como de Panamá, hay que enseñar los pasaportes y pagar $8 a cada lado. Tras hacer todos estos trámites nos pusimos en marcha hacia Almirante (1 hora de trayecto), y ya allí cogimos un bote hasta Bocas del Toro (30 minutos). Este nos dejó en Bocas Town, donde se concentra casi toda la población. Nuestro hotel está en la otra punta de la isla, a 15km hacia el norte, así que cogimos un autobús público que nos llevaba hasta la misma playa de Boca del Drago (donde está el hotel). La carretera está asfaltada pero en malísimas condiciones así que tardamos algo más de media hora en llegar.

La playa de nuestro hotel en Boca del Drago

Esta zona es impresionante. Está casi desierta, y a 20 minutos tenemos una playa llamada Playa de las Estrellas, con este nombre porque está llena de estrellas de mar. Hemos dado una vuelta ya cuando el sol estaba cayendo, en estos días volveremos allí porque el agua cristalina tiene que estar preciosa con la luz del sol, y además hemos visto que hay restaurantes que tienen langosta recién pescada.

Dando un paseo por la orilla en la Playa de las Estrellas

Alojamiento: Hospedaje Yarisnori ($54/habitación triple/noche) – en la mismísima playa, el hotel se compone de una cabaña con 3 habitaciones y un restaurante al aire libre. La dueña de hotel es una mujer encantadora que está en todo momento pendiente de lo que necesitemos y nos ayuda en todo lo que nos hace falta. La localización de excelente, esto es lo más parecido al paraíso que he visto nunca. Por ponerle un pero, es lo lejos que está de Bocas Town, que es desde donde salen todos los tours al resto de las islas y donde están todos los restaurantes y supermercados. De todas formas salen buses cada hora desde las 8 hasta las 18.

Desde aquí os escribo: después de cenar, relax frente al mar