Durante nuestro viaje a Copenhague y para rematarlo antes de volver a España, aprovechamos el larguísimo puente de Öresund, que con sus casi 8km de longitud une Dinamarca y Suecia. Lo mejor es hacer el trayecto en tren: rápido (unos 30 minutos), cómodo y no os tendréis que preocupar de los peajes ni de dónde aparcar al llegar al destino.
Malmö es una ciudad relativamente pequeña, apta para una visita express de un día, por lo que se convierte en el complemento perfecto durante una estancia en Copenhague. De hecho, esta ciudad fue danesa hasta el siglo XVI.
1. Malmöhus
O lo que es lo mismo, el castillo de Malmö, fue construido en 1434 por el entonces rey danés Eric de Pomerania y sirvió de residencia de la familia real durante muchos años. Posteriormente fue utilizado como cárcel hasta 1828 y en 1937 se reconvirtió en el Museo de Historia, donde a día de hoy se pueden contemplar importantes piezas artísticas y arqueológicas.
imagen de flickr.com
2. Stortorget
Es la Plaza Mayor, y en ella se encuentra la estatua de King Karl X Gustav, quien conquistó la región de Escania a los daneses. Durante el verano, es uno de los mejores sitios para tomar algo disfrutando del sol que tanta falta hace luego en invierno.
El edificio del ayuntamiento se encuentra en esta plaza y es claramente el más llamativo. Se construyó en estilo gótico seis años después de la fundación de la plaza.
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3. Lilla Torg
Significa «plaza pequeña» y es también uno de los núcleos más antiguos de la ciudad, construida en 1592, es uno de los puntos de referencia en el casco antiguo y está lleno de restaurantes, bares, tiendas de diseño y galerías.
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4. Turning Torso
A cinco minutos de la plaza Lilla se encuentra uno de los barrios más modernos de Malmö, el Västra Hammen, construido en torno al Turning Torso, el famoso rascacielos de Santiago Calatrava, y una de las imágenes más reconocibles de la ciudad desde su construcción en 2005. Funciona totalmente con energía renovable y se prevé que en 2030 la ciudad entera también lo haga.
Con 190 metros es el edificio más alto de Escandinavia y está considerado como el primer rascacielos retorcido en el mundo. En su interior hay oficinas y viviendas y se puede ver desde casi cualquier punto de la ciudad.
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5. Museo Malmö Konsthall
Se trata de uno de los mayores museos de arte contemporáneo de Europa. Alberga varias colecciones y galerías interesantes y además la entrada es gratuita, así que es una buena oportunidad para conocer el arte contemporáneo local.
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6. Gamla Kyrkogården
Un lugar de lo más peculiar, pues no solo es un parque público, sino también un cementerio. Si uno no estás acostumbrado, es toda una experiencia ver gente paseando o haciendo deporte a pocos metros de un cortejo fúnebre en pleno entierro.
imagen de Wikipedia
Estos son algunos lugares que no os podéis perder en Malmö, pero como toda ciudad escandinava (o al menos, eso me parece a mí) el simple hecho de pasear ya es un placer: edificios cuidados, calles peatonales, temperatura perfecta en verano, y menos ruido en general. Uno de los mejores planes para viajar entre junio y septiembre: cualquier lugar en Suecia, Noruega, Finlandia o Dinamarca.
Como española que soy, amante de la dieta mediterránea y acostumbrada a su calidad, mi pensamiento estereotipado sobre Suecia (y en general sobre todos los países escandinavos) es que por aquí no se come especialmente bien. Y oye, nada más lejos de la realidad. Durante mi viaje a Estocolmo pude descubrir varios platos típicos y, he de decir, ¡muy buenos!
1. Köttbullar
Significa literalmente «bollos de carne», y es uno de los platos más populares y que podréis encontrar fácilmente en casi cualquier restaurante de Estocolmo, sobre todo del centro de la ciudad. Se trata de albóndigas de carne picada que pueden ser de diferentes animales (las que yo probé eran de alce) acompañadas de una salsa hecha con la propia carne, puré de patata y arándanos rojos, enteros o en mermelada. Personalmente, no me gusta el sabor de los arándanos, pero mezclaros con el resto de ingredientes a la hora de comer este plato me parece totalmente acertado y le da mucho sabor.
2. Strömming
Si habéis leído mi post sobre el Midsommar, sabréis qué es esto. Son arenques en lata, pero con la peculiaridad de estar fermentados y oler horriblemente mal. Se dice que el sabor es bueno, y se suele tomar en una tostada con tomate y cebolla picada por encima. Si no os atrevéis, también es típico comer arenques «en buen estado», tanto en guisos como en tostadas o fritos, y en Estocolmo se pueden encontrar puestos callejeros donde los venden.
3. Kroppkakor
Son unas albóndigas de patata rellenas de cerdo, o también de cebolla o setas. Se cocinan hirviéndolas y se parecen a las köttbullar porque también se acompañan de arándanos. En el norte de Suecia se las llama Palt o Kams.
4. Raggmunk
Es una especia de crepe pero hecho (una vez más) de patatas, y se fríe en vez de estar hecho a la plancha. Se suele acompañar de algún tipo de bacon y de arándanos.
5. Salmón marinado
Al igual que en el resto de países escadinavos, el salmón es de los pescados más comunes, ya que éste se puede encontrar en lagos, y debido a que Suecia está bañado por el mar báltico, el cual apenas tiene vida, no se suele tener acceso habitual a otro tipo de pescados. Sí los hay en el mercado, pero a precios muy altos.
6. Smörgåstårta
Significa «tarcha sandwich», es como una quiche o tarta salada con muchas capas de pan de molde con rellenos de huevo, mayonesa como base, y después gambas, jamón, fiambres, caviar, quesos… un poco de todo, vaya. No tuve la oportunidad de probarlo, pero supongo que no mezclarán carne con pescado… ¿o sí?
7. Quesos
Los más típicos son el Västerbotten, el Svecia y el Kyrddost.
Queso Västerbotten
8. Panes
Tienen muchas variedades, pero lo más comunes y que no faltan en ninguna comida tradicional son el Kavring (de centeno) y el Knäckebröd (de centeno pero muy crujiente y fino). Lo bueno de ambos panes es que se pueden conservar por varios días y que sigan siendo comestibles, al contrario que lo que nos suele pasar en España.
Knäckebröd
9. Kanellbulle
Mi favorito sin duda, y uno de los dulces más típicos de Suecia. Significa «bollo de canela», y básicamente es eso, como una especie de caracola con canela y azúcar. También lo hay con otros ingredientes, por ejemplo el de cardamomo está muy bueno.
10. Pepparkakor
Si habéis ido a IKEA, seguro que os suena el nombre, porque es el que aparece en las típicas cajas de latón de las galletas que venden allí, y es que no es otra cosa que las famosas galletas de jengibre que tan ricas están. Son muy típicas en Navidad.
La ciudad de Estocolmo es la capital de Suecia y la más grande del país. Muchas veces se le apoda como «La Venecia del Norte«, ya que está compuesto por un total de 14 islas. La costa sueca no es nada regular y todo el país tiene estas formaciones, pero Estocolmo es la única ciudad grande que se encuentra junto al mar. Fue fundada en el año 1252 y se reducía entonces a lo que ahora es el casco antiguo, llamado Gamla Stan, del que ya os hablé en este post.
Panorámica de Gamla Stan desde el puente Skeppsholmsbron
No es una ciudad demasiado extensa, pero al estar formada por islas rodeadas de agua, y tantos, tantos puentes, la hacen un poco complicada para visitar caminando, ya que hay que dar muchos rodeos para ir de determinados sitios a otros. Pero eso no es problema, porque hay un buen sistema de transporte público (algo caro, eso sí): bus, tranvía, metro y ferries, y además hay también una red de patinetes eléctricos que funciona estupendamente y encuentras uno en cada esquina.
Como ya se sabe, Suecia no es un país barato, así que, como seguramente cada lector de este blog tengáis un poder adquisitivo diferente, he optado por hacer el post en un formato muy mítico: un listado de cosas que ver y hacer en la ciudad. Así, independientemente del hotel en el que estéis alojados, podéis construiros vuestra ruta al gusto. ¡Allá vamos!
1. Hacer un Free Tour por Gamla Stan: es la mejor opción para ver de un tirón esta pequeña isla. Los tours salen de Sergels Torg, el centro neurálgico de Estocolmo, una plaza que se encuentra en Norrmalm. Yo hice este, que duró menos de 2 horas y fueron como 2km caminando. Bastante asequible, y pude conocer todos los lugares representativos del casco antiguo así como sus historias. Ojo, recordad dejar siempre propina! (Si quieres leer qué ver en Gamla Stan, pincha aquí)
2. Visitar el interior del Kungliga Slottet, el Palacio Real de Estocolmo. Es uno de los más grandes de Europa y en su interior también hay un museo de antiguedades. Todos los días a las 12:15 hay cambio de guardia, es muy curioso de ver.
3. Pedir un deseo mientras atraviesas la calle más estrecha de Estocolmo, Märten Trotzigs Gränd, tocando ambas paredes con las manos.
4. Visitar el Stadshuset, el Ayuntamiento, y/o subir a la torre si es primavera o verano. Desde allí hay unas muy buenas vistas de la ciudad vieja. Subir cuesta unos 6€.
Vistas desde lo alto de la torre
5. Pasear por Djurgarden, la isla más verde de la ciudad. Es como una Casa Campo de Madrid, o un Central Park de Nueva York. No está apenas edificada y cuenta con muchos senderos para caminar o montar en bici. Muy agradable.
6. Visitar el museo Skansen, al aire libre y también en Djurgarden. Es un museo que muestra la vida tradicional sueca y también tiene muchos animales. La entrada cuesta unos 22€.
7. Visitar el museo Vasa: está dedicado a un galeón del siglo XVII que naufragó en 1628 y permaneció hundido durante más de 300 años, momento en el que fue rescatado en casi perfectas condiciones, es el barco de este tipo mejor conservado del mundo, con un 98% de sus piezas originales. La entrada cuesta unos 15€.
8. Hartarte viendo el resto de museos de la isla de los museos (Djurgarcen y Skeppsholhem). Recibe este nombre por una buena razón: en estas zonas podréis encontrar el Museo Nórdico, el ABBA Museum, el Morderna Museet, el Ostasiastiska, y cerca de éstos, pero fuera de la isla, el Museo Nacional.
Museo Nórdico
9. Buscar un poco de adrenalina o rescatar tu niñez en Gröna Lund, un parque de atracciones en Djurgarden de lo más «cuqui». La entrada cuesta unos 12€ pero luego hay que pagar por cada atracción, dependiendo de cuál, entre 6 y 10€. El propio parque ya tiene su encanto porque se encuentra junto al agua y es más bonito que uno de los modernos que podamos tener en España. Además, todas las semanas hay conciertos, que se pueden ver con la entrada normal, y muchas veces vienen artistas muy famosos.
10. Comprar delicatessen en el mercado Östermalms Saluhall. Podréis encontrar salmón, anchoas, panes, postres, mermeladas y mucho más.
11. Admirar la ciudad desde lo alto subiendo por el ascensor de Katarina. Allí arriba, además, hay un restaurante, aunque bastante caro. Subir es gratis, pero he de decir que a día de hoy (junio 2019) no merece, para mí, mucho la pena, ya que todos los alrededores están de obras y es bastante feo todo. Mejor ir a algún otro mirador.
12. Comprar ropa barata y de segunda mano en Bruno Vintage o en Hornstulls Marknad.
13. Comprar un souvenir en la calle Drottninggatan.
14. Visitar alguna de las exposiciones de la Kultuhuset, la Casa de la Cultura, que se encuentra en Sergels Torg (donde empieza el free tour)
15. Salir de fiesta (si te gusta este plan) por el barrio de Östermalm.
16. Darse un baño (si es verano y os gusta el agua fría) en la playa de Langholmen, a menos de 4km del centro de Estocolmo.
17. Y si es invierno, patinar sobre hielo en Kungsträdgarden. Si tienes patines propios (cosa poco probable) es gratis.
18. Hacer un paseo en barco entre las islas de la ciudad. Cuestan unos 20€ y realiza paradas en varios lugares, así que no tienes por qué empezar en un sitio concreto, y suelen durar como 1 hora.
Vistas desde Nybroviken
19. Como puede que sepáis, el origen de los premiso Nobel es sueco, así que podéis visitar el Museo Nobel, situado en la mítica plaza de Stortorget.
20. Como no, hacerse una foto con las casitas de la plaza de Stortorget. ¡Ay si las fotos borrasen edificios…!
21. Pedir un deseo al frotarle la cabecita a la escultura más pequeña de la ciudad (y seguro que una de las más pequeñas del mundo): el Järnpojken.
22. Hacer un picnic (o simplemente disfrutar de las vistas) desde las rocas de Skinnarviksberget, un mirador muy frecuentado por los jóvenes holmienses.
23. O si no te quieres dar el paseo, admirar casi las mismas vistas desde el mirador de Monteliusvägen.
24. Si es invierno, calentarte las manos con la estatua caliente en el exterior del Teatro Dramaten. Se cuenta que la actriz Margaret Krook dijo que nunca le hiciesen una escultura para recordarla tras su muerte porque era algo muy frío, así que cuando falleció, construyeron una pero con un circuito de agua caliente en su interior. ¡Creedme que en invierno pasar por aquí y coger algo de calor os da la vida!
25. Visitar la Biblioteca Municipal, cuya curiosa forma circular con miles de libros la hace súper especial
26. Pasear por el barrio de Ostermalm, cuya elegante y amplia arquitectura contrasta mucho con Gamla Stan.
27. Visitar las paradas del metro de Estocolmo, transformadas en grandes obras de arte y muy muy curiosas de ver. La mejor es la línea azul.
28. Creerte hipster en la isla de Södermalm, el barrio de los modernitos, algo así como un Malasaña sueco, y donde se inspiró también el autor de los libros de Millenium.
29. Comer una de las muchas comidas típicas suecas, que no son pocas. Por ejemplo, un Kanellbulle o unas Kötbullar. Pero este tema da bastante de sí, así que aquí tenéis un post completo sobre platos típicos en Suecia.
30. ¿Me dejo algo? Seguro. ¿Me ayudáis a completar la lista? ¡Dejadme en los comentarios qué cosas añadiríais vosotros!
En Suecia existe una festividad que va a la par en importancia con la Navidad: se trata del Midsommar. Su traducción literal es «mitad del verano», aunque se celebra en su inicio, en el viernes y el sábado más próximos al solsticio de verano, que es el momento en el que más horas de luz hay y apartir del cual los días empiezan a hacerse más cortos poco a poco.
Realmente aquí en verano no van justos de luz, ya que incluso en Estocolmo, que se encuentra al sur del país, no llega a ser noche cerrada en ningún momento. Aunque el sol se pone sobre las 22:30 y sale sobre las 3:30, realmente se queda muy cerca del horizonte, tiñendo el cielo de un azul oscuro que va cambiando de tono durante la noche.
Como estuve alojada en casa de unos amigos, tuve la gran suerte de participar de lleno en la celebración del Midsommar, algo que me encantó, pues aún más importante que ver otros lugares, me parece que es el sumergirse en nuevas culturas y formas de vivir.
Comenzamos: se suele celebrar en casas de campo; mucha gente tiene casas de este tipo y como se juntan miembros de la familia o grupos de amigos, siempre hay alguien que pueda proporcionarla, porque tener una segunda residencia para el verano es algo bastante típico aquí. Se suele vestir de blanco, y se decoran las casas con banderitas de Suecia y flores, se hacen coronas de florecitas para que las chicas se pongan en el pelo (aunque en mi caso no tuve suerte de poder hacer una) y ¡que comience la celebración!
Entre las 12 y las 13 empieza la comida: se colocan platos tradicionales en el centro de la mesa y cada uno se sirve lo que prefiere. A mí todo me encantó, lo cual me sorprendió gratamente ya que se habla de que en estas tierras la comida no es muy buena. Había huevos rellenos, patatas hervidas, pasteles de queso y de carne, varios tipos de queso, pan de ajo, salmón… y algo que es exclusivamente típico de este día, son los arenques. Pero no unos cualquiera, sino algo llamado Surströmming, que es básicamente un tipo de arenque enlatado y fermentado. Huele exageradamente mal, pero supuestamente sabe bien, y se suele tomar en una tostada con tomate y cebolla triturados por encima. Hay quien dice que si es el responsable de abrir la lata, no se los come ni en broma. Por suerte, en la casa donde pasé el día optaron por una variedad de arenques en lata normales, los cuales estaban bastante ricos, aunque me quedé con la curiosidad de descubrir por mi misma el Surströmming… ¿me habría atrevido?
Toda la comida se acompaña con un vodka sueco llamado Nubbe, que se suele tomar muy muy frío. En el momento de brindar, se canta una canción llamada Nubbe Visa, que yo pensé que era algo de las películas pero que realmente se cantó en la casa en la que estuve, aunque muy entre risas.
Y después de la comida, las actividades comienzan. Algo que nosotros no hicimos pero que sí que es bastante común es bailar alrededor de una especie de palo decorado con flores llamado Maypole, una danza tradicional llamada Sma Grodorna, que significa «la ranita» así que ¡imaginaos cómo es el baile!
Y algo que sí hicimos es lo que viene después, que lo llamaron de alguna manera en sueco y soy incapaz de acordarme, pero era algo así como «Los 5 Juegos«. Es algo que siempre se hace y siempre son 5, pero cuáles, ya es algo que queda más a elección de los anfitriones (ya que dudo que los que hiciésemos nosotros se hagan en familia con niños). Se hacen equipos, y uno compite contra otro. El primer juego era de beber un vaso (a priori, de alcohol) rápido y voltear el vaso con el dedo dándole golpecitos desde abajo, después nos pusimos globos en la cintura y teníamos que explotar los del otro sin tocarlos con las manos, en tercer lugar teníamos que dar 10 vueltas mirando al suelo y meter un boli atado a una cuerda a nuestra cintura en un botellín, y el cuarto juego sí parecía más típico: jugamos a la petanca sueca. Por último, competimos a ver quién disparaba con una escopeta de perdigones más veces a unas latas.
Morland Knuut, la petanca sueca
Para «recuperar» después de los juegos, no hay mejor forma: merienda con tarta de fresas (casera, por supuesto) con nata casera y fresas enteras por encima. Ya estábamos para explotar, ¡pero había que probarla!
Para la cena, la celebración continúa: la comida típica en esta ocasión es la barbacoa, sobre todo de carne, y acompañada de lo que seguramente haya sobrado al mediodía, claro.
Mi plato de la comida con un poco de todo lo que fui cogiendo
Aunque casi todo gira en torno a la comida (como en casi cualquier acto socail) me gustó mucho porque se realizan otro tipo de actividades, y además la connotación de esta festividad no tiene nada que ver con ningún aspecto religioso, sino con reconectarse con la naturaleza, celebrar el inicio del verano y disfrutar de la luz del sol que en otras épocas del año tantísimo echan en falta.
Isla de Gräso, donde pasé el Midsommar
Os dejo un vídeo que explica el Midsommar para Dummies, un poco parodiado pero está genial, a mí me lo enseñaron los propios suecos.
Nueva aventura fuera de España! Estaré unos días descubriendo Estocolmo, y esta vez vengo a hablaros de una de sus islas.
Estocolmo está compuesto por 14 islas, y una de ellas, la más céntrica, de llama Gamla Stan y corresponde a la zona más antigua de la capital sueca.
Panorámica de Gamla Stan vista desde el puente Skeppsholmsbron
El tamaño de esta isla es totalmente asequible para visitarla caminando, y como no, la mejor forma (para mí) de conocerla, fue participar en un Free Tour.
La idea de hacer un tour de este tipo me parece muy buena, no sólo por ser gratis (además lo suyo es dejar una propina al guía) sino porque se hace una ruta por los lugares más representativos conociendo también su historia, y se hace relativamente rápido, por lo que después ya tendréis varias ideas de a dónde volver más tarde y disfrutarlo más detenidamente.
El tour duró 1h30 y estos son los lugares que visité (y en este orden, aunque realmente todo está cerca y la caminata fueron menos de 2km):
Gustav Adolfs Torg: se encuentra justo antes de entrar en Gamla Stan, es una plaza donde se encuentra la ópera de la ciudad y cuyo nombre viene debido a que en ella asesinaron al rey con este nombre, un personaje no tan preocupado por conquistas y guerras como por el arte y la música, y así acabó por sus ideas..
Riksbron: uno de los puentes que conectan con Gamla Stan. Desde él se puede ver la zona nueva y la zona vuela del Parlamento, en uno de los lados, y mirando hacia el agua de puede observar el ayuntamiento a lo lejos. Es curioso, porque aquí también se encuentras casa del Presidente, y no os imaginéis una mansión súper protegida u oculta! Es una casa a pie de calle a la cual podríais llamar al telefonillo (si tuviese, porque en Suecia no se lleva eso de los telefonillos, ni de las persianas). Los suecos se consideran todos iguales unos a otros y piensan que nadie tiene que recibir un trato especial por tener una profesión u otra.
Parte antigua del parlamento a la izquierda, y la nueva a la derecha
Catedral de Estocolmo: en cuyo interior hay una escultura en honor a San Jorge y el dragón. Aquí no entramos porque en los Free Tours no se entra a lugares y mucho menos si son de pago, como lo era esta iglesia, pero a un par de manzanas puede verse una réplica de la escultura en plena calle, con la diferencia de que la interior es de madera y la exterior de hierro.
Palacio Real: a mis ojos se da un aire al de Madrid, y es uno de los más grandes del mundo con 609 habitaciones. Es la residencia oficial de los reyes de Suecia, pero realmente no viven allí sino en un palacio a las afueras más pequeños, y vienen aquí sólo para actos oficiales. Algo muy típico (como turista) es venir a ver el cambio de guardia, que se produce cada día a las 12:15.
Järnpojke: habéis estado en el Manneken Pis de Bruselas o en La Sirenita de Copenhague? Algo ridículos para la fama que tienen, verdad? Pues no habéis visto todo. El Järnpojke es una mini estatuita en pleno Gamla Stan, y es muy típico tocarle la cabeza para que se cumplan los deseos.
Stortorget: diría que la plaza más emblemática de la ciudad, con las casas más fotografiadas del país. Es la más antigua de la ciudad, desde donde se produjo toda la expansión urbana medieval.
Runas Vikingas: caminando entre la casa verde y la roja en la foto de arriba, unos metros más adelante llegaréis a una pared en la que hay incrustada una runa, pues se trata de una 100% original que recibe miles de visitas al día, y aunque no es gran cosa, como española me llama mucho la atención que algo de tal calo se pueda tener así al descubierto sin que sufra los efectos del vandalismo!
Prätsgatan: es una pequeña calle llamada así porque en ella viven muchos curas (Prat significa cura), y lo que la hace especial son sus casitas amarillas que las hacen de lo más fotogénica, y otro de los puntos más «instagrameables» de la ciudad (yo ya lo hice😏).
Tyska Kyrkan: es una iglesia alemana que entre otras cosas representa la buena relación de suecos y alemanes.
Marten Trotzigs Grand: la calle más pequeña de Estocolmo (me recordó mucho a la de Praga, pero esta vez la calle sí es más real y comunica dos calles transitables). La tradición dice que da buena suerte atravesarla tocando con las manos ambas paredes.
El tour acabó aquí, pero os dejo un extra, ya que se encuentra bastante cerca de todo esto: el Ayuntamiento, el cual está abierto y también tiene buenas vistas de Gamla Stan, y lo mejor es que en los meses de verano si torre está abierta al público y desde arriba hay unas vistas magníficas de la ciudad, eso sí, después de subir los 365 escalones que la componen!