(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica)
Antes de empezar con la excursión, hemos desayunado en Brigitt’s Horse Ranch, nos ha preparado una tortitas de plátano riquísimas, la masa hecha al momento, y acompañadas con chocolate hecho por los indígenas del pueblo Bribri (cerca de Cahuita).

Ya con la tripa llena, empezamos la aventura: La entrada del Parque Nacional está junto al pueblo de Cahuita. La entrada es gratuita aunque todo el mundo suele dejar una donación voluntaria para el mantenimiento del Parque.
El recorrido de la excursión es de 10km aprox., así que hemos estado el día entero aquí. En este lugar hemos visto aún más animales que en Tortuguero: muchísimos monos, perezosos, mapaches, tortugas, tucanes… es impresionante. Al principio el sendero va pegado a la playa, que es de arena blanca y agua cristalina, aunque como hoy estaba nublado no lo parecía tanto. Hay tramos algo embarrados y una parte en la que hay que descalzarse porque hay que pasar por la orilla del mar. No en todas las partes de la playa podemos bañarnos, hay que fijarse dónde hay banderas verdes, que es donde se puede. Por la mitad del camino hemos parado a comer en la playa un poco de fruta, y un rato más tarde hemos continuado.

La segunda mitad del camino se hace hacia el interior de la selva, donde había muchísima más vegetación y era todo más exuberante. ¡Aquí ves monos cada minuto!

El Parque cerraba a las 4 y justo hemos salido a esa hora. La salida está a 5 km del pueblo, y no es recomendable caminar de vuelta por la carretera, así que hemos cogido un autobús que pasaba por allí y nos ha dejado en el mismo pueblo.
Esta recorrido se puede hacer al revés: en el punto donde nosotros salimos hay un parking para dejar el coche, pero cuesta $10 y luego tienes que coger un bus igualmente para volver a por el coche.
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