Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Ya pasada la resaca y el jet lag del viaje, os traigo un post con consejos y pistas muy útiles si vais a viajar a Costa Rica.

Aplicable al país en general:

  • La moneda local es el Colón. 1€ equivale a 680 Colones (aproximadamente, puede variar). En cualquier lugar aceptan también dólares, y de hecho los precios en cualquier lugar turístico están indicados en dólares. Pero siempre es mejor utilizar el Colón, al cambio sale más barato.
  • La seña de identidad costarricense, la expresión pura vida, no es exactamente un lema del país, sino que es una forma de saludar y de preguntar qué tal. Es parecido a un qué pasa! español.
  • El coste de la vida es más barato que en España, pero no mucho más. De hecho, es un país muy caro teniendo en cuenta el continente donde se encuentra.
  • Los mosquitos: da igual cuán eficaz sea el antimosquitos compres, te van a picar, y mucho. No hay ninguna vacuna obligatoria, pero recomiendan unas cuantas. Eso queda a tu elección, nosotros decidimos no vacunarnos.
  • Existen varias maneras de desplazarse por el país:
    • En coche – es la forma más cómoda y rápida pero, lógicamente, la más cara. En muchos blogs y foros recomiendan alquilar un todoterreno… Yo no os lo voy a recomendar, yo os digo que es totalmente necesario un todoterreno. Muchas carreteras están asfaltadas, pero muchas otras no lo están, son caminos de tierra o piedras y a menudo con baches importantes, por no hablar de las numerosas cuestas que hay por todo el país. Además, las entradas a muchos de los hoteles en los que estuvimos están bastante poco arregladas. Si eliges esta opción, ten en cuenta que no se puede sacar el coche del país, no existe la posibilidad ni pagando otro seguro. Si quieres pasar a Panamá o Nicaragua, debes dejar el coche en Costa Rica y alquilar uno en el otro país. Las empresas más recomendables para alquilar un coche son Adobe Car y Álamo.
    • En transporte público – es la manera más económica y fácil de desplazarse. Los precios son bastante bajos, llegando a hacer trayectos de 4 horas en autobús por sólo 7€. Como habréis leído, fue la elegida por nosotros, y nos resultó fácil (con alguna excepción) encontrar la manera de ir de un pueblo a otro. También es verdad que nos movimos por zonas bastante visitadas por los turistas, y por este motivo se encargan de que no haya ningún problema con el transporte. Casi siempre hay autóctonos en las estaciones de autobús y en los puertos que te indican cuál es el transporte que te lleva a tu destino (lo hacen para que les des propina, claro, pero puedes no dársela y no pasa nada. Nosotros no le dábamos nunca porque no nos dejaban ni la oportunidad de buscarlo por nuestra cuenta… estaban al acecho en la puerta de la estación, y eso nos molestaba bastante). El inconveniente de esta forma de viajar es que se tarda bastante más que en coche y muchas veces hay que coger más de un autobús o un autobús y un barco para ir al lugar de destino, pero es la manera de viajar de los ticos y de hecho en estos transportes, por lo general, no predominábamos los turistas. Es otra manera de integrarse en su cultura.
    • En shuttle turísticos – en algunos lugares hay gente que te viene ofreciendo sus furgonetas para llevarte al destino de manera más rápida y directa por algo más de dinero. Nosotros lo cogimos en un par de ocasiones (un autobús desde Sixaola hasta Bocas del Toro en Panamá y un bote desde Tortuguero hasta Moin) y siempre porque no encontrábamos otra forma de desplazarnos o bien la diferencia de precio no era excesiva. Es menos económico pero más rápido que el transporte público, siempre está bien tenerlo en cuenta por si en ese momento os viene bien, tienes prisa por llegar al siguiente destino o no es mucho más caro que el autobús público.
  • A la hora de planificar el viaje – podríamos decir que hay tres maneras de hacerlo: a través de una agencia desde España, organizándolo por tu cuenta desde España, o llegar allí «a la aventura» y visitar unos sitios u otros en función de lo que te vayan contando otros viajeros y los propios ticos (tico = costarricense). En nuestro caso, planificamos todo en Madrid: desde la ruta a seguir hasta la reserva de los hoteles. Y nos fue bastante bien, ya que la mayoría de los hoteles los había cogido con cancelación gratuita, y en un par de ocasiones modificamos las fechas de entrada y salida de alguno de ellos. Ya de vuelta, he de decir que no hay ningún problema en ir decidiendo el recorrido sobre la marcha, muchas de las personas que conocimos allí iban de esta manera y no tuvieron dificultades para desplazarse ni para encontrar hoteles baratos. Si lo hubiésemos sabido, lo habríamos hecho así. En cuanto a la forma de viaje organizado por agencia, es lo de siempre, más caro y menos libre, y encima siempre acompañado de muchas otras personas. Una forma que no me atrae nada. Este país se puede recorrer por libre si absolutamente ningún problema.
  • La duración ideal del viaje, desde mi experiencia, creo que es de 3 semanas. Nosotros estuvimos 19 días, sin contar la ida y la vuelta se quedó en 17 días, y hubo varias zonas «típicas» que nos quedamos sin ver (Corcovado, Volcán Poás, Cerro Chirripó, Volcán Arenal…), aunque también es verdad que 5 de esos días los pasamos en Panamá.
  • Si no viajáis en coche, es bastante menos incómodo utilizar como equipaje una mochila de montaña en vez de una maleta de ruedas. Debido al mal estado de los caminos de entrada a los hoteles, a que en los alrededores hay arena de playa y al mal estado de las calles en los pueblos, es bastante difícil transportar una maleta. Eso sí, al hacer una ruta por el país y cambiar cada dos por tres de hotel, no deshacíamos las maletas, y para organizarse y no tener todo hecho un caos, está claro que es mejor tener una maleta que una mochila. Tú decides. Nuestra experiencia fue con maletas de ruedas porque en principio tendríamos coche, y al no tenerlo, las maletas sufrieron algún golpe, rasguños y terminaron bastante manchadas.
  • La temperatura es cálida todo el año (unos 30º en verano y 24º en invierno) y siempre hay mucha humedad (más o menos 78% en el interior y 85% en zonas de costa). La época de lluvias va de junio a diciembre; todos los días la previsión es de tormenta, pero no hay que alarmarse: suele llover casi todos los días, pero sólo un rato y rara vez diluviaba. En definitiva, se puede vivir perfectamente con esta lluvia, simplemente lleva siempre un chubasquero o una capa en la mochila y todo arreglado. En cuanto a la ropa de abrigo, por lo menos en verano, siempre andamos en pantalón y camiseta cortos, y no hace falta más que un par de pantalones largos y un par de sudaderas por si acaso. Únicamente hace fresco por las noches en las zonas de montaña (Monteverde, Arenal…).
  • Dónde comer – lo más recomendable es salirse de lo turístico y buscar los restaurantes realmente ticos. Es donde sirven la mejor y más típica comida, y donde los precios son más económicos. Hay unos restaurantes pequeños que allí llaman sodas, que es donde suelen ir los lugareños y son basntante más baratos.
  • Dónde dormir – como en cualquier lugar, hay hoteles de lujo del mismo estilo que en Europa y con todas las comodidades del mundo. Pero hay muchísimos hoteles de nivel medio muy económicos y preciosos, cosa que no es difícil teniendo en cuenta que todo el país es pura selva. La mayoría no dan comidas, pero sí desayunos. Aún así, en todas partes hay restaurantes que sirven desayunos muy completos. También hay hostels, un tipo de alojamiento que se basa en habitaciones compartidas (la mayoría también tienen algunas habitaciones privadas aunque baño compartido), grandes salones y cocina grande para que quien quiera pueda hacerse el desayuno, comida y cena allí. Nosotros estuvimos en dos así (en habitación privada) y nos encantó porque conocimos mucha gente, compartimos impresiones y además ahorramos bastante dinero cocinando nuestra propia comida. En los posts del viaje tenéis la impresión de cada uno de los hoteles en los que estuvimos.
  • Qué ruta seguir – nosotros hicimos una ruta circular: de norte a sur por el Caribe, cruzamos el país de este a oeste en el sur, y de sur a norte por el Pacífico. Hay que tener en cuenta que solo hay una forma de cruzar de una costa a otra por Costa Rica, y es pasando por San José. La otra forma es cruzando a Panamá y haciendo la ruta por el norte de este país. Por este motivo, una buena idea es visitar Bocas del Toro (un archipiélago de islas caribeñas precioso muy cerca de la costa panameña) y después cruzar al Pacífico utilizando la ruta Bocas del Toro – Almirante – David – Paso Canoas (la frontera).
  • Las fronteras con Panamá son un poco caóticas. Solo hay dos pasos: Sixaola en el Caribe y Paso Canoas en el Pacífico. Se trata de pueblos como otros cualquiera, con la diferencia de que uno de sus edificios son las taquillas de control de pasaporte. Debes estar atento porque nadie te impide pasar la frontera caminando sin más: si te descuidas, pasas «de ilegal». Lo que también es curioso es que en el paso del Caribe nos hicieron pagar tasas de $8 a cada lado, y por el contrario, en el paso del Pacífico no nos hicieron pagar nada pero nos abrieron las maletas en los dos lados… También se habla de que para que te dejen pasar a Panamá debes mostrar solvencia económica, y eso se hace mostrando $500 en efectivo, pero no es real, en ningún momento nos pidieron tal cosa. Lo que si es 100% necesario es poder demostrar que vas a volver a salir del país, pero es tan sencillo como mostrar el billete de avión de vuelta a España.
  • La seguridad – Costa Rica es un país bastante seguro, más que sus países vecinos. Lógicamente no es Europa y hay que tomar ciertas precauciones básicas, pero no tiene por qué pasar nada. Simplemente evitar salir por la noche por zonas solitarias, no dejar nada dentro del coche cuando lo aparques, no aparcarlo en lugares solitarios e incluso en ciertas zonas no perderlo de vista. Nosotros, que viajábamos solos, no tuvimos ningún tipo de problema de este tipo con nada ni nadie. Simplemente no salimos del hotel por las noches por simple precaución.
  • El horario de vida allí es diferente, durante todo el año anochece bastante pronto, sobre las 6 de la tarde, por lo que se cena mucho antes que en España y en consecuencia el sueño llega antes. Los días que estuvimos allí, nos acostábamos siempre antes de las 10 y nos despertábamos entre las 6 y las 8 sin problema (amanece sobre las 5:30). La verdad es que el día daba bastante de sí y nos permitía hacer un montón de cosas.

Y ahora, vamos por zonas:

  • Tortuguero – la época del desove de las tortugas es julio y agosto, y el nacimiento nos dijeron que en septiembre y octubre, por lo que si viajas fuera de estos meses, puedes no visitar este pueblo. Sí es cierto que la zona es preciosa, pero igual que muchos otros lugares en Costa Rica, por lo que puedes prescindir de visitarlo. Si vas en coche, ten en cuenta que debes dejarlo en La Pavona, pues a partir de este punto no se puede avanzar sobre ruedas, hay que coger un bote.
  • Puerto Viejo – aunque hay un pueblo que se llama así, la zona de Puerto Viejo comprende varios kilómetros de costa. La mejor manera de recorrerlo, si no tienes coche, es alquilando unas bicis.
  • Bocas del Toro (Panamá) – me permito comentar esto aquí porque fue parte de nuestro viaje. Como he dicho antes, es una buena manera de pasar los días previos a cruzar al Pacífico: pasar a Panamá solo para cruzar de costa a costa no merece realmente la pena aunque estés en Puerto Viejo (sur de Costa Rica), ya que aunque ir hasta San José es un trayecto largo, sigue siendo más corto que el de Panamá. Pero teniendo en cuenta que Bocas del Toro es un lugar espectacular y muy cercano a Costa Rica, merece totalmente la pena parar aquí unos cuantos días. Si vas en coche, un buen lugar para hacer una parada es Boquete (Panamá) cerca de un volcán y más o menos a medio camino de la frontera con Costa Rica (el viaje es bastante largo – unas 7 horas de Bocas a Uvita).
  • Uvita – en este lugar sucede algo similar a Tortuguero. Hay un Parque Nacional dedicado a las ballenas, y la época de avistamientos es entre julio y septiembre. El lugar es precioso, igual que muchos otros lugares del Pacífico, por lo que si vas en otra época, puedes prescindir de este lugar.
  • Manuel Antonio – por decirlo de alguna manera, es la zona que más nos decepcionó. Sigue siendo precioso, como el resto del país, pero es excesivamente turístico. Si vas con los días contados, puedes saltarte este destino.
  • Monteverde – una zona montañosa a 1300m sobre el nivel del mar digna de visitar. Si vas en coche, ten en cuenta que la carretera está en un estado lamentable, sobre todo cuando a partir de la mitad desaparece el asfalto y se vuelve un camino pedregoso y empinadísimo. Si llevas ropa de abrigo, es aquí donde puede que la necesites. Otro tip muy importante es que, aunque en el mapa está cerca del Volcán Arenal, no es posible estar alojado en Monteverde e ir a visitar el volcán en un día, ya que se tardan 3 horas en ir y hay que coger también una lancha. Nosotros no teníamos conocimiento de esto y nos quedamos sin visitar el volcán, una de las mejores zonas del país según nos contaron. De todas formas, hay transportes que te llevan desde Monteverde hasta La Fortuna (donde está el volcán), con lo que sería una buena ruta a seguir.
  • San José – como bien nos informaron muchas personas allí, no merece la pena. No sólo porque después de ver la increíble belleza del país una ciudad de cemento se queda corta, sino porque además, es una ciudad fea. Mi consejo personal es que no pases allí más tiempo del necesario. En nuestro caso, dormimos allí el día que llegamos (ya que el vuelo llegó a las 8 de la tarde) y la noche antes de coger el avión de vuelta (pasamos allí unas cuantas horas del día previo a la vuelta conociendo la ciudad para comprobar que realmente no tiene mucho que ver).

Espero que os haya sido de ayuda, espero que no se me haya olvidado nada y espero que Costa Rica os enamore tanto como lo hizo conmigo. Realmente un viaje que merece la pena.

11 y 12 de agosto: San José – Miami – Madrid

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Y… se acabó! Nuestro avión salía el viernes a las 12:40, y como nos despertamos pronto, desayunamos y cogimos un autobús en la estación Parada Alajuela, muy cerca de nuestro hotel y desde donde salen buses hacia el aeropuerto cada 10 minutos. En media hora estábamos en el aeropuerto. Y del vuelo de vuelta poco que contar: 3 horas hasta Miami, 5 de escala y 9 a Madrid, 17 horas de viaje que sumadas a las 8 horas de diferencia horaria de Costa Rica con España, hicieron que el viaje finalizase a las 14:00 de hoy sábado.

Pasando las horas en el aeropuerto de Miami

La sorpresa del día fue descubrir la novedad de Iberia (y según me han contado de todas las compañías) es que comprar los billetes a la vez no significa que tengamos derecho a que los asientos estén juntos. Eso es un «privilegio» y si lo quieres debes pagar un suplemento extra. No importa que el vuelo haya costado $700 ni que dure 12 horas. Sé que no hay nada que hacer ante esto, pues es algo en lo que se han puesto todas de acuerdo para sacar más tajada, pero me indigna muchísimo y dejo aquí mi queja por si sirviera de algo. Me parece absurdo, innecesario y molesto.
Pero no hablemos de cosas feas, prefiero que esto acabe a la altura de los acontecimientos!

Hemos estado en San José, Cariari, La Pavona, Tortuguero, Moin, Limón, Cahuita, Puerto Viejo, Sixaola, Almirante, Bocas del Toro, David, Paso Canoas, Uvita, Quepos, Manuel Antonio, Puntarenas y Monteverde…

Hemos visto perezosos, monos, iguanas, basiliscos, ranas, tortugas, ballenas, delfines, estrellas de mar, barracudas, colibríes, tucanes, caimanes, guacamayos y mapaches…

Hemos comido gallopinto, casados, pupusas, guanabana, jugos, fajitas, guacamole, fruto de pan, patacones, café, res, mamones, piñas, papayas y mangos…

Hemos hecho snorkel, escalada, puenting, tirolinas, rapel y muchas caminatas…

Y volvemos a España con la maleta llena de experiencias únicas, recuerdos imborrables y muchas ganas de seguir viajando. Pura vida, Costa Rica!


Gracias por leernos!

Pronto empieza una nueva aventura.

10 de agosto: Monteverde – San José

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

El final de acerca…! Esta mañana temprano hemos cogido un bus desde Santa Elena (Monteverde) hacia San José. Sólo hay dos buses que hagan este trayecto al día: a las 6:30 y a las 14:30. Así que a las 11 de la mañana ya estábamos en la jungla de cemento. Dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a investigar un poco. Caminamos por las calles, vimos puestecillos y comimos en una soda en el interior del Mercado Central. Elegimos bien el lugar porque estaba repleto de ricos y ningún turista. Tomamos el plato más típico de Costa Rica: un casado (puede ser de carne, pollo, pescado…).

Casado de carne

Después continuamos el paseo en dirección al Mercado Nacional de Artesanía, compuesto por 3 hileras de puestos pequeñitos y llenos de todo tipo de chorraditas. Nos llamó la atención una tienda, la que más artesanal parecía, además un chico valenciano que conocimos en tortuguero nos había hablado de ella. Tenía un montón de joyas hechas a mano en el momento, de hecho me hizo un colgante de jade en 5 minutos!

La tiendita del artesano

Al lado del mercado se encuentra el Museo del Jade y Precolombino. Había descuento para estudiantes, así que pasamos a verlo. El jade es una piedra semipreciosa que se empezó a usar en Centroamérica 2000 años antes de Cristo, los indígenas de las tribus precolombinas lo utilizaban en los ritos chamánicos y más tarde se comenzó a comerciar con él. Para esta cultura, este mineral, tiene mucho significado.

Esferas precolombinas; existen unas 500 y no se sabe cómo fueron talladas con tanta precisión

Después del museo y de caminar un rato más, confirmando lo que nos habían dicho que San José es una ciudad bastante fea, o por lo menos con poca cosa que merezca la pena ver (de ahí que no hayamos pasado más que las dos noches post y pre vuelo aquí), volvimos al hotel, cena y a descansar.

Y mañana es el día de abandonar este precioso país 😞

Alojamiento: Hotel Novo ($37/habitación doble/noche con desayuno incluido) – un hotel «normal», de esos que se abren con tarjeta, tienen pasillos, ventanas, edredón… se nos ha hecho hasta raro! 😂 Está bastante bien y más teniendo en cuenta el precio y la localización (en pleno centro)

9 de agosto: Monteverde

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Otro día en el que este país no ha dejado de sorprendernos. Por la mañana fuimos a dar un paseo por el pueblo y dimos con un centro donde tenían terrarios con serpientes y ranas, y Jorge no dio opción, había que entrar! Nos dejaron la entrada en $12 por ser estudiantes y podíamos entrar dos veces: una por el día y una por la noche, ya que algunas especies son diurnas y otras nocturnas. Además, la entrada de por la tarde tenía incluida una visita guiada a las 6.

Después de comer visitamos Selvatura, una parte de la montaña que está llena de puentes colgantes altísimos y larguísimos, bastante impresionantes! La entrada fueron $30 e incluía el transporte desde nuestro hotel.

Caminando sobre un puente colgante de 157m de largo y 30 de largo

En la salida había un recinto con recipientes de miel, es decir, bebederos de colibríes, y pudimos entrar, ver a los pajaritos de cerca y hasta se posaron en nuestras manos! Había un montón, de varios colores y preciosos.

 

Al terminar la visita a los puentes, volvimos al hotel a esperar a las 6, que entonces fuimos a la visita guiada de los reptiles: una bióloga nos dio una charla sobre serpientes y ranas de Costa Rica, con muchos datos curiosos, y después visitamos los terrarios para ver a los animales nocturnos despiertos.

La rana de cristal. Se llama así porque es transparente, y eso blanco que se ve son sus órganos digestivos.

Para rematar el día completito, cenamos en Tree House, que como el propio nombre indica, es un restaurante que está en un árbol gigante, literalmente una casa del árbol como la de las películas! La comida está bastante buena aunque no hay casi cosas típicas y la verdad que es bastante caro, aunque por un día no pasa nada teniendo en cuenta que el lugar era lo más.

La «casa del árbol»

Mañana ponemos rumbo a la jungla… pero a la de cemento. Volvemos a San José!

8 de agosto: Monteverde

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Buuuah! Día de adrenalina pura! Esta mañana fuimos a conocer los alrededores de Santa Elena, y dimos con un árbol gigantesco con un tronco enorme y que estaba hueco, había varias personas allí escalándolo por dentro y ahí que fuimos nosotros! Serían unos 20 metros de alto en un tronco cada vez más estrecho y en cuyo final tenía un agujero para salir a la copa del árbol, toda una experiencia!

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Escalando por el interior del tronco del árbol
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En la copa del árbol. Encuentra a Wally!

Antes de la aventura de la tarde paramos a comer en una Soda, que es como un restaurante pequeño donde normalmente sólo van los lugareños y es menos turístico que un restaurante normal, tiene comida típica tica y es bastante más barato.

Y por la tarde, el remate del viaje: hicimos un tour de canopy (tirolinas) buenísimo: dos horas de recorrido en las que pasamos por 10 tirolinas, una de ellas de 2 kilómetros de longitud, un puente colgante, una caída en rappel, un paseo en buggy (un todoterreno pequeñito), dos tirolinas de 600 metros en posición de superman (boca abajo) y para acabar, caída libre desde 45 metros!!! Ha sido un chute de adrenalina impresionante, nos ha encantado! El precio son $50 y $45 si somos un grupo de 4 (lo contratamos con la empresa 100% Aventura)  Una experiencia inolvidable!

Yo cayendo al vacío 😂
Saliendo en la tirolina Superman

Por la noche, un poco de relax en el hostel con los nuevos amigos y otra barbacoa ha caído. Mañana más!

7 de agosto: Manuel Antonio – Monteverde

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Otro día de viaje, el penúltimo de nuestra andadura por Costa Rica 😔. Hoy nos desplazamos más hacia el norte y dejamos definitivamente el mar para subir a las montañas de Monteverde.

Tuvimos que coger varios buses para llegar:

Primero uno de Manuel Antonio a Quepos; nosotros fuimos en taxi porque en la cafetería donde desayunamos tardaron 45 minutos en traernos la comida y ya se nos echó el tiempo encima, pero hay autobuses que pasan cada 15 minutos y en media hora llegan a Quepos.

En Quepos cogimos un autobús grande con destino Puntarenas, y tardamos unas 3 horas. Ya allí, no nos costó encontrar el bus porque había varios autóctonos que se querían ganar la propina guiando turistas hacia los autobuses (los de hoy eran muuuuy pesados, todo el rato encima sin dejarnos ni ir al baño siquiera). Media hora después estábamos ya de camino a Santa Elena, el pueblo en Monteverde donde nos alojamos, y aunque nos dijeron que tardaríamos 3h y media, no podíamos creerlo: miramos Google Maps y ponía que estábamos a 60km!

Luego lo entendimos, a medida que nos íbamos acercando a la montaña, la carretera se iba estrechando y empinando hasta que llegó un momento en que el autobús iba todo el rato en primera, y por si no era suficiente, la carretera de asfalto se terminó y pasó a ser un camino de tierra… y efectivamente, 3 horas después, llegamos a nuestro destino.

El dueño del hostel nos vino a buscar en coche a la estación y compró carne para hacer a la barbacoa para cenar. Qué buena bienvenida!

Las vistas desde nuestro hostel

Alojamiento: Pura Vida Hostel ($25/habitación doble/noche) – un hostel pequeñito con muy buen ambiente y lleno de gente joven. Tiene habitaciones compartidas y también privadas, pero el baño es compartido y sólo hay uno para todos.

6 de agosto: Uvita – Manuel Antonio

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Después de desayunar y despedirnos de nuestras amigas belgas, bajamos al pueblo en busca de una manera para ir a Manuel Antonio, donde la idea era llegar pronto para ver el Parque Nacional y dormir una noche. La cosa se complicó cuando vimos que la oficina de turismo estaba cerrada y un taxista nos dijo que el autobús hacia Quepos (el pueblo de antes de Manuel Antonio) no salía hasta la 1 de la tarde, y que tardaba dos horas en llegar. Pero cuando hemos aprendido que no hay que creerse todo lo que te cuenten aunque sean lugareños.

Fuimos a la estación de autobuses, y efectivamente, pasó un bus hacia Quepos a las 10:30. Y 40 minutos después, llegamos a nuestro destino. En Quepos cogimos un taxi «pirata» (sin licencia y más barato que los normales) con un conductor majísimo que nos contó un montón de cosas sobre la ciudad. Y por fin a las 12 dejamos las maletas en nuestro nuevo hotel en Manuel Antonio y nos encaminamos al Parque Natural: cerraba a las 4, así que teníamos 4 horas para recorrerlo.

El Parque es bastante bonito, lleno de vegetación, playas y animales de todo tipo, pero no me terminó de convencer porque es el lugar más turístico que hemos visitado. Estaba llenísimo de gente, tanto que en los caminos estrechos de formaban atascos, las playas estaban llenas y los merenderos también; de ahí que los monos estén rondando a todas horas para intentar robar comida. Es más, a la entrada del parque nos registraron las mochilas para ver qué tipo de comida llevábamos, pues no se puede introducir ningún alimento procesado (patatas, galletas, etc.) ya que los monos son muy hábiles y lo roban todo, y esa comida es muy perjudicial para ellos.

Como he dicho, el parque es precioso, pero no más de lo que lo es el resto de Costa Rica. Un consejo que os doy a posteriori es que prescindáis de hacer parada en Manuel Antonio y aprovechéis para visitar alguno de los sitios de los que nosotros no vimos, como por ejemplo Corcovado, el volcán Poás, el Cerro Chirripó o el volcán Arenal.

El mono que estuvo a punto de robarme la comida

El Parque tiene varios senderos que van a diferentes lugares: cascadas, miradores, playas… Nosotros recorrimos casi todo, sólo nos faltaron un par de caminos, recorrimos en total 10km, y no eran llanos!

Una cascada al final de un sendero
El mirador de las Playas Gemelas

A las 4 salimos del Parque y nos fuimos a descansar al hotel, pasando antes por la Playa Espadilla, la mejor playa de Manuel Antonio, que más que Costa Rica eso parece Benidorm: hasta la bandera de gente, restaurantes, tiendas de souvenirs… Un ambientazo vamos.

Por la noche cenamos en Raphael Terrazas, un restaurante que nos había recomendado el taxista, aunque de comida tica tenía bastante poco: Jorge comió un bistec al estilo americano y yo sushi… Combinación perfecta jajaja.

Alonjamkento: Hotel Coco Beach ($41/habitación doble/noche) – un hotel normalito muy cerca de Playa Espadilla. Las habitaciones son grandes y tienen aire acondicionado, y además hay piscina, que se agradece mucho con el calor que hace por aquí.

5 de agosto: Uvita

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Ya estamos disfrutando del Pacífico! Esta mañana hicimos una excursión por excelencia de esta zona: fuimos a ver ballenas!

En la playa de Uvita se encuentra el Parque Nacional Marino Ballena, que comprende varios kilómetros de mar y playa, y curiosamente, posee una formación rocosa que sale de la playa y tiene forma de ballena.

Desde mediados de julio hasta mediados de septiembre es la época en la que se ven ballenas casi 100%, así que a pesar de que el tour costaba $65 (el precio varía de unas empresas a otras) no nos pensamos dos veces.

La duración era de 4 horas, aunque al final estuvimos más. Las primeras dos horas nos desplazamos a una zona donde ya otros barcos habían visto ballenas, y efectivamente allí estaban. Una cría, un macho y una hembra… espectaculares! Debían rondar los 15 metros de largo, y aunque no las vimos saltar, si sacaban parte del cuerpo del agua continuamente. Estuvimos siguiéndolas más de una hora hasta que las tuvimos muy cerca, fue impresionante!

La ballena macho bien cerca de nuestra barca

Parecían la «familia feliz», pero el guía nos contó que esa cría habría nacido hace poco más de dos semanas y siempre iba acompañada por su madre. Las hembras, cuando tienen crías a su cargo, no producen las hormonas que hacen que quieran reproducirse, por lo que ellos machos lo que suelen hacer es intentar matar a las crías, ya que 48 horas después de no tener una cría a su lado, la hembra empieza a producir estas hormonas y así el macho podrá aparearse.

Después de este espectáculo de la naturaleza, nos llevaron a Roca Ballena, una pequeña isla dentro del Parque, que al estar protegida no podíamos pisar, pero sí hicimos snorkel en sus alrededores (aunque ni punto de comparación con el de Bocas del Toro). Luego nos dieron un plato de fruta a cada uno para comer y nos llevaron de vuelta a tierra porque estaba empezando a diluviar.

Y vaya si diluviaba… No tuvimos más remedio que quedarnos unas cuantas horas en el hotel, hasta que por fin amainó y pudimos acercarnos a ver la Catarata Uvita, a 200m de nuestro hotel. Ya eran las 5 y pronto anochecería, así que no podíamos hacer nada más.

La catarata en situación normal es preciosa y muy apetecible para bañarse, pero con la lluvia torrencial de hoy, el agua quedó marrón y caía con demasiada fuerza…

El río que sale de la cascada

Lo bueno es que el hotel tiene muy buen ambiente, hemos hecho muchos amigos y hemos disfrutado de este lugar una tarde más.

4 de agosto: Bocas del Toro – Uvita (Costa Rica)

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Qué día más largo! En este punto hemos modificado un poco nuestro recorrido. La idea (cuando pensábamos que tendríamos coche) era hacer una noche en Boquete (Panamá) para hacer una excursión al volcán que hay en esa zona. Pero al no tener coche para desplazarnos, el viaje se hacía demasiado largo, así que hemos decidido ir directamente a Uvita (Costa Rica) que era el siguiente destino, y así solo gastar un día en desplazamientos, en vez de dos.

Las paradas de esta ruta son: Bocas del Toro – Almirante – David – Paso Canoas (la frontera) – Uvita.

Afortunadamente, Willy, el marido de Juani (la dueña de nuestro hotel) tenía que ir hoy a Almirante, así que nos ha llevado hasta allí en bote desde la puerta de nuestro hotel, y en Almirante nos ha llevado a la estación de autobuses en su coche. Nos ha ahorrado casi dos horas de viaje (el bus desde nuestro hotel hasta Bocas, bote desde Bocas hasta Almirante y el taxi desde el embarcadero hasta la estación de autobuses), así que le estamos eternamente agradecidos.

En la estación hemos cogido un bus que salía a las 9 ($8,50) y tardaba 3h30 a David, una de las ciudades más grandes del norte de Panamá. Ya en David, hemos cogido otro bus que salía de la misma estación en la que nos han dejado, y que nos llevaba a Paso Canoas ($2). En Paso Canoas nos ha tocado hacer de nuevo todo el papeleo propio de una frontera, aunque a diferencia de la vez que cruzamos por Sixaola (en el lado del Caribe) no nos han cobrado tasas ni en Panamá ni en Costa Rica… en lugar de eso, nos han registrado los equipajes.

Tras realizar todo esto (hemos tardado como 30 minutos) hemos cogido un bus en dirección a San José (10.000 colones – unos 15€, no sabemos por qué tan caro) que hacía parada en Uvita.

Y a las 4 de la tarde, desde las 7 de la mañana que habíamos salido, por fin estábamos en nuestro nuevo hotel, el Cascada Verde, llamado así porque está junto a una famosa cascada de Uvita. Lamentablemente, como lleva lloviendo toda la tarde, no hemos podido ir a verla, aunque no nos ha importado quedarnos en el hotel, y ahora veréis por qué.

Alojamiento: Cascada Verde Hostel ($25/habitación doble/noche) – el más especial de todos los que hemos estado, con mucha diferencia. Alejado del pueblo, se encuentra en medio de la selva, está hecho completamente de madera, el salón, comedor, cocina y terraza están conectados porque no hay paredes… pero tampoco hay paredes que lo separen de la jungla, sólo techo! Por todos lados hay hamacas, tumbonas, sillas y sofás donde relajarse, y el ambiente es perfecto para ello! Las habitaciones están separadas unas de otras por paredes de madera que no llegan hasta el techo, pero en la parte en que dan al exterior, solo tienen una barandilla y unas cortinas muy finas. En resumen… es como dormir en medio de la jungla! Nos parece espectacular, súper original y precioso!

El «salón» del hotel. Donde estén estas vistas que se quite una televisión

3 de agosto: Isla Bastimentos

(Ver también Lo que necesitas saber si vas a viajar a Costa Rica

Hoy el día ha sido movidito. Es nuestro último día en Panamá y una de las islas que nos quedaban por descubrir era Bastimentos. Hay tours organizados que llevan a los turistas a Red Frog Beach, que es el lugar más famoso de esta isla, pero nosotros queríamos ver más cosas, así que no contratamos ninguno, simplemente cogimos un bote que nos llevaba a Old Bank, el pueblo principal de la isla.

Al llegar, fuimos las dos únicas personas que se bajaron del bote en esa parada, el resto iban a otros destinos. En este pueblo no hay casi turistas a pesar de que hay bastantes hoteles, pero estaba medio vacío, algo que nos chocó bastante.

Caminamos por las calles hasta que dimos con un camino que iba a Wizard Beach, otra de las playas de la isla. El camino empezó a estrecharse y empinarse primero hacia arriba y luego hacia abajo, hasta que unos 30 minutos después llegamos a la playa. De nuevo, completamente vacía a excepción de unos cuantos surfistas en el mar. Estuvimos un rato viendo como surfeaban y después retomamos la caminata, pues la mujer que nos había vendido los billetes hacia Bastimentos nos dijo que se podía llegar de Wizard Beach a Red Frog Beach caminando por la playa… y en qué momento la creímos!

De la playa salía un sendero que iba paralelo al mar en dirección a Red Frog. Empezamos a caminar por él y poco a poco el camino se fue haciendo más y más estrecho, hasta que a veces desaparecía y había que salir a la playa, que en un momento se transformó en rocas. Continuamos alternando entre el supuesto camino y las rocas, hasta que, no sabemos en que momento, el camino desapareció.

Como nos parecía que estábamos cerca de nuestro destino, continuamos abriéndonos paso por las rocas o la selva, según se terciase. Y por fin, después de una hora caminando, vimos la playa de Red Frog a lo lejos! Ya casi estábamos, o eso nos creímos, porque el relieve empezó a complicarse hasta que ya no podíamos ir más por las rocas sin tener que tirarnos al mar, y aparentemente tampoco había ninguna manera de avanzar por la selva. Pero teníamos que llegar, estábamos tan cerca…! Y deshacer el «camino» no era una opción.

Analizando el percal en el que nos habíamos metido

Nos armamos de valor, y utilizando nuestros brazos como machetes y las lianas que encontrábamos como cuerdas para sujetarnos, avanzamos como pudimos entre toda la la vegetación que había (y no cabía un árbol más).

En nuestra ruta hacia Red Frog, liana arriba liana abajo

Cuando ya casiiiii casi estábamos, y justo en el momento en el que en el suelo empezaron a aparecer huellas de jaguar, la espesura de la selva no nos dejo avanzar más. Por suerte, salimos a la zona del mar y encontramos arena, y aunque tuvimos que arrastrarnos porque los árboles eran muy bajos, conseguimos atravesarlos y al fin llegamos a unas rocas. Y después de esas rocas… POR FIN! Esta vez sí, llegamos a la playa de Red Frog! No sabemos cómo, pero no nos cruzamos con ninguna tarántula, ni serpiente, ni nigun otro bicho venenoso. Estamos sanos y salvos y sin más picaduras de las que ya teníamos (que no son pocas), aunque llenos de barro, nosotros, nuestra ropa y nuestras zapatillas.

Ya en Red Frog Beach, sólo nos quedaban fuerzas para pedirnos unos batidos en uno de los chiringuitos y comer nuestra fruta de todos los días.

Y por fin llegamos al oasis…

A propósito, esta playa se llama así porque en ella habitan muchas ranitas rojas, aunque a decir verdad no vimos ni una allí, pero sí las vimos en nuestra aventura por la selva. Aunque lo parezcan, no son venenosas CORRIJO ESTO: sorprendentemente, el lugareño que nos informó estaba totalmente equivocado, estas ranitas tan monas son muy venenosas! No se pueden tocar bajo ningún concepto, ya que si su veneno entra en contacto con los fluidos corporales, hay incluso riesgo de muerte.

Las famosas ranitas rojas. Esta la encontramos en la selva de camino a la playa

La playa es un lugar súper turístico lleno de restaurantes, hoteles y chiringuitos, y al estar en mar abierto, hay muchas olas y corrientes.

Tras descansar y disfrutar de la playa, nos fuimos hacia el embarcadero donde las barcas llegan para dejar y recoger a las «personas normales» que vienen a la playa sin jugarse la vida 😂.

Ay de nosotros cuando le contemos nuestra aventura a Juani…

Y mañana, nos despedimos del Caribe!