10 lugares que ver en Eslovenia

Como os contaba en otro post, hace años viví durante unos meses en Ljubljana, la capital de la encantadora Eslovenia. Pinchando aquí podéis leer acerca de esta ciudad, y hoy os desvelo unos cuantos lugares que no os podéis perder de este pequeño país, muy asequible de recorrer, pues no tiene ni 300km de punta a punta.

Los motivos para visitarlo son innumerables, pero es que además, Ljubljana, en el centro del país, está realmente cerca de ciudades como Salzburgo (290km), Zagreb (150km) y no tan lejos de Milán, Budapest, Bratislava o Belgrado (a 500km de todas ellas).

En cuanto a paisajes, se dice que Eslovenia tiene lo mejor de Austria y lo mejor de Italia, es más barato que sus países vecinos del centro de Europa, pero mucho más avanzado en todos los sentidos que cualquier país del este. En ocasiones la apodan «La Suiza de los Balcanes».

Mi recomendación es que alquiléis un coche, algo bastante más asequible que en otros países, y disfrutéis de lugares tan interesantes como estos…

1. Lago Bled

A solo 45 minutos, el Bled Jezero (lago) es la joya natural de Eslovenia y uno de los lagos más atractivos y turísticos del continente. Este lago glaciar se encuentra en los Alpes Julianos, y además de un entorno idílico son 3 las cosas que lo hacen un lago único: su color (cambia de verde a azul según el tiempo que hace), su castillo y su famosa isla central: curiosamente, la única isla natural de toda Eslovenia. No es muy grande pero si suficiente para albergar una iglesia, en cuyo campanario se encuentra la famosa campana que dicen, trae buena suerte a quien la hace sonar.

Lago Bled

Del campanario de la iglesia solo os separan 99 escalones (y la remada que os tenéis que pegar en una barquita para llegar a la isla, claro), mientras que entrar al castillo cuesta 11€, y si bien las vistas son buenas, su visita no me parece imprescindible.

El lago merece la pena ser visitado durante todo el año: en primavera y otoño por sus colores, en verano porque podréis incluso bañaros y en invierno el lago porque se cubre de nieve y hielo, utilizándose en ocasiones para hacer patinaje sobre hielo.

2. Garganta de Vintgar

A solo 5km de Bled, La blejski Vintgar es un espectacular desfiladero que el río Radovna ha ido moldeando poco a poco con su precioso caudal color esmeralda, muy esmeralda en algunos puntos. Forma parte del Parque Nacional del Triglav, separa los montes Boršt y Hom y está a rebosar de vegetación, rocas cubiertas de musgo y paredes verticales que en algunos tramos llegan hasta los 100 metros de altura.

garganta de vintgar

Actualmente el desfiladero está provisto de cómodas pasarelas de madera que hacen la caminata de 1,6km (3,2 de ida y vuelta) de lo más agradable. Al final del recorrido se encuentra la cascada Šum (cascada ruidosa), un salto de agua de 13 metros que es punto obligado de foto.

cascada sum vintgar

3. El Triglav

La montaña más alta de Eslovenia no solo da nombre al Parque Nacional del Triglav (al que pertenecen casi todos los lugares que os estoy mencionando en este post), sino que también está presente en la propia bandera del país. Triglav significa tres cabezas en esloveno, y es que esta cima en realidad son 3 picos. Todo esloveno que se precie debería escalar sus 2864m de altitud al menos una vez en la vida, y es una espinita que tengo clavada porque yo no lo hice (algún día, ¡volveré!).

La ascensión hasta aquí no es sencilla en absoluto, requiere más de un día y más de uno se ha tenido que dar la vuelta a poco de terminar por culpa de su dificultad.

montaña Triglav

He encontrado esta entrada, en la que su autor explica su experiencia paso a paso. Algún día, espero ser yo quien os la cuente.

4. Lago Bohinj

A diferencia de blog, el Bohinj jezero es mucho más salvaje, y el más grande de Eslovenia. Se encuentra a 26km de Bled y el reflejo de las montañas del Parque Nacional es de postal. Se encuentra en el valle glaciar del mismo nombre, un entorno natural ideal para disfrutar de un montón de actividades al aire libre como senderismo, kayak, ciclismo o alpinismo. Además, el valle se ha mantenido fiel a sus tradiciones como la cría de ganado y la agricultura. Sigue habiendo una profunda conexión con el pasado y una vida más lenta.

lago bohinj

Sin salir de la zona del lago, podéis caminar hasta la cascada (o slap) Savica. Subiendo 500 escaleras llegaréis a la cascada, situada en la cabecera del valle glaciar.

cascada savica

Justo al lado del lago Bohinj, se encuentra la montaña Vogel, que cuenta con estación de esquí en su cima es uno de los mejores lugares para disfrutar de las vistas: desde el propio lago desde las alturas, hasta el Triglav.

lago bohinj

5. Cascada Rinka

Es una de las cascadas más bellas y famosas de Eslovenia. Las aguas del arroyo Savinja caen desde una altura de 90 metros en una sola corriente.

cascada rinka

Una caminata de 20 minutos desde el parking hasta la punta del Valle del Logar os llevará hasta manantial del precioso río Savinja, unas de las aguas más azules que he visto nunca.

6. Velika Planina

Se trata del pasto de montaña más extenso de Eslovenia y el que se encuentra a mayor altura, desde 1.400 a 1.666 metros. Al llegar a este curiosísimo lugar uno se puede preguntar: pero aquí quién vive: ¿hobbits? ¿gnomos? Pues bien: Velika Planina es uno de los pueblos de pastores más grandes de Europa, que está realmente habitado cada año desde la primavera.

Además de admirar las pintorescas construcciones, quizás tengáis suerte y algún pastor os invite a degustar sus delicias caseras.

Velika planina

Para subir hasta aquí, podéis hacer una ruta caminando de 8km, o bien elegir la opción fácil y subir en teleférico, situado a 10km de la ciudad de Kamnik.

7. Škocjanske Jame

Dejamos a un lado los paraísos verdes para toparnos con un paraíso marrón y bajo tierra para adentraros en las impresionantes cuevas de Skocjan (por cierto, os será útil saber que las j en esloveno se pronuncian como nuestras i ) se formaron por la acción del río Reka (¡reka significa río en esloveno!) que nace a 50km de ellas y es aquí donde sus aguas se sumergen bajo tierra por primera vez. Encontrarse en el curso alto y la fuerza que el agua lleva ha construido unas grutas altísimas y largas.

Hay dos rutas para visitarlas, pero la clásica es la más impresionante. Por cierto, activad bien vuestras retinas, pues no está permitido hacer fotos.

cueva scocjan

Tras unas cuantas galerías llenas de estalactitas y estalagmitas, llega lo más impresionante: el cañón subterráneo más grande de Europa y uno de los más grandes del mundo.

8. Postojna

Las cuevas de Postojna son, quizás, más conocidas que las de Skocjan (y más masificadas, en consecuencia), pero ambas son imperdibles por ser totalmente diferentes.

Las cuevas de Postojna son mucho más largas (20km), aunque sólo se recorre 1km a pie y 4km en tren. Precisamente el recorrido en tren es una de las partes más curiosas de esta visita, ya que pasa por decenas de galerías iluminadas. Conviene ir abrigado (porque hace unos 9º dentro. Los puntos clave de las cuevas son el ya mencionado tren, el vivario en el que visitar al extraño Proteus y la Sala de Conciertos (al final del recorrido) con su especial acústica.

cuevas Postojna

9. Predjama

Una visita que combina perfectamente con las cuevas de Postojna, pues el Castillo de Predjama se encuentra próximo a ellas.

Este curioso castillo abraza las paredes de roca de la montaña desde hace 700 años, construido por orden de Erasmo Lueger, un personaje noble muy querido entre los eslovenos ya que era conocido como el Robin Hood nacional: asaltaba caravanas de ricos mercaderes para repartir el botín entre los pobres.

Castillo Predjama

Entréis a visitarlo o no, merece la pena llegar hasta aquí solo por las vistas del castillo, la montaña y la cueva pegada a él, que de hecho comunica con el exterior por otra parte, un secreto que fue desvelado poco antes de la muerte de Erasmo y que lo salvaron de ser verdaderamente sitiado en su propio hogar.

10. Piran

Para cerrar esta lista de los principales lugares que ver en Eslovenia, llegamos al pueblo costero de Piran, un paisaje con aire veneciano que pocos imaginan encontrar en este país conocido por sus montañas y sus bosques.

La República de Venecia dejó su huella en la ciudad durante los casi 600 años de dominio. Su casco histórico medieval se encuentra en perfecto estado de conservación, lo que convierte Piran en una de las ciudades más bellas de la costa del Adriático y de Eslovenia. No es de extrañar que Piran sea el destino turístico por excelencia de los eslovenos (y también, para que engañarnos, porque solo tienen 46km de costa).

Deambular por sus calles es de lo más agradable, pero que no se os pasen lugares como la Plaza Tartini, la Catedral de San Jorge, el paseo marítimo, el Faro de San Clemente, las murallas, y por supuesto, la playa.

piran

Espero que hayáis disfrutado de este paseo virtual por mi país favorito, al que tengo muchas ganas de volver. Pero antes… ¡otros destinos are coming!

Liubliana, la capital de la joya escondida de Europa

En esloveno Ljubljana, esta mágica ciudad fue mi casa durante unos meses, mientras estudiaba en la universidad con una beca Erasmus. Ni grande ni pequeña, la capital de Eslovenia tiene todo lo necesario para una vida llena de comodidades y a la vez rodeada de paisajes preciosos.

El país vecino oriental de Italia fue el primero en independizarse de la antigua Yugoslavia, en una guerra que duró solo 3 días, pues tras un referéndum en el que el 91% de los habitantes del país querían salir del conjunto comunista, no hubo mucho más que hablar.

Cuenta la leyenda que la capital eslovena vivía atemorizada por un dragón, y un buen día apareció el que es uno de los personajes más conocidos de la mitología griega: Jason y los argonautas, los cuales tras un complejo desembarco en la ciudad, se enfrentaron al monstruo logrando doblegarlo. Y así es como se supone que el mito cuenta la fundación de la Liubliana actual. Precisamente por la importancia que tuvo para la mitología de la ciudad la figura del dragón, vemos la estatua de éste en algunas de sus plazas, puentes e incluso en su bandera.

¿Y qué ver en esta ciudad a la que con razón apodan «la Viena de los Balcanes»? Por suerte tuve la oportunidad de conocerla bien a fondo, así que esta lista es de las mejores que encontraréis por internet:

1. Ljubljanski Grad

En lo alto de la montaña (la única parte que no es llana) en pleno casco antiguo de la ciudad y visible desde casi cualquier parte, se divisa el Castillo de Liubliana, que ha sido a lo largo de la historia un buen lugar de asentamiento, ya que domina toda la zona. Aunque el castillo inicial se construyó en 1144, hoy lo que podemos ver es una mezcla de edificaciones que se fueron realizando a lo largo de los siglos. En la actualidad este castillo sirve para realizar todo tipo de eventos y se puede visitar libremente, tanto por fuera como por dentro; hay tours guiados, algunas exposiciones y un funicular que os subirá hasta el castillo si no queréis hacerlo andando.

2. Puente de los Dragones

Uno de los dos más famosos de la ciudad, y es que como os contaba antes, los dragones están presentes por todas partes, pero estos son posiblemente los más fotografiados y emblemáticos de la ciudad: dos dragones a cada lado de un puente que cruza el río Ljubljanica custodian sus entradas.

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3. Kongresni Trg

O en español, la Plaza del Congreso, diría que la plaza más amplia de Liubliana, la que cuenta con edificios oficiales como el congreso o la administración de la Univerza v Ljubljani y punto de encuentro de la juventud liublianesa. Que por cierto, esta ciudad es una de las más universitarias que he conocido (en muchas cosas me recuerda a Salamanca).

4. Plaza de Preseren y el Tripuente

Es la más famosa, céntrica y concurrida de la ciudad. Desde aquí empiezan todos los tours (la oficina de turismo está cruzando el río) y las fotos más conocidas de Liubliana están hechas aquí. Al estar situada junto al rí, resulta especialmente atractiva por su famoso Triple Puente, obra de Plečnik (el mismo que diseñó media ciudad más) y por la fachada barroca de la Iglesia Franciscana de la Anunciación.

Originalmente, el Tripuente era solo uno, pero la gran cantidad de vehículos y viandantes que lo cruzaban, Plečnik decidió construir dos más a los lados. Nada de esta costumbre de coche queda ya, pues todo el casco antiguo de la ciudad es peatonal, y de hecho Liubliana es una de las capitales más verdes de Europa.

La plaza está dedicada al poeta nacional France Prešeren, cuya estatua podréis contemplar en un lateral, autor del himno nacional esloveno. Esta escultura se encuentra mirando hacia la dirección de otra escultura, la de su amada, con la que nunca pudo llegar a estar, y tras su muerte lo homenajearon de esta manera.

5. Nebotičnik

Aquí la primera recomendación que no encontraréis en otros blogs. Nebotičnik es un ¿rascacielos? a unas pocas manzanas del centro (aquí no hay nada lejos) que cuenta con un bar y restaurante en la parte más alta. Os lo recomiendo absolutamente, pues aunque ya podéis disfrutar de una buena panorámica de la ciudad desde el Castillo, es solo desde aquí desde donde se puede ver precisamente el Castillo al fondo dominando a la ciudad, una estampa preciosa.

6. Parque Tivoli

«El Retiro» de Liubliana. Este enorme parque público es un punto de encuentro clave en la ciudad. Su paseo central también fue proyectado por Plečnik, y en él se pueden ver, al aire libre y a cualquier hora del día, exposiciones fotográficas temporales. En este parque no solo se puede pasear, tomar el sol o hacer deporte, sino también visitar un invernadero, leer en una biblioteca al aire libre, nadar en la piscina o asistir a eventos.

7. Slovenian Gallery of Modern Art

Es el museo de arte moderno de la ciudad, y fue inaugurado allá por 1948. Alberga de forma permanente una colección de arte del siglo XX esloveno, y también de artistas extranjeros.

Una parte de su colección, que se considera arte de vanguardia, se expone en el Museo de Arte Contemporáneo (MSUM) en Metelkova desde 2010.

8. Metelkova

Otra de mis «zonas alternativas a los blogs» favoritas. Metelkova es la calle/plaza más estrambótica y alternativa de la ciudad y en las que he estado nunca. Se trata de una especie de barrio independiente justo al lado del centro (me recuerda mucho a Christiania, en Copenhague), y es un antiguo cuartel militar que hoy es considerado una de las grandes «mecas» del arte y la cultura underground. De día es posible visitar el mencionado MSUM y otros locales de arte alternativo, y de noche, sus curiosos bares con su especial gente.

La zona es inconfundible ya que, de todo Ljubljana, fue el único sitio en el que llegamos a ver graffitis por las calles. El arte urbano acampa a sus anchas por todo el lugar, mostrando en algunos edificios una imagen psicodélica y algo turbadora. Aunque de inicio pueda parecer poco seguro por su rotura con la estética del resto de la ciudad. Pero en el fondo es un lugar que acoge con gratitud a todos sus visitantes y en el que se busca justo eso, sorprender y romper moldes con respecto a lo más tradicional.

9. Narodni Muzej Slovenije

El Museo Nacional, como buen museo nacional de ciudad que se precie, alberga todo tipo de objetos representativos, en este caso, de la historia de Eslovenia, desde la prehistoria hasta nuestros días.

10. Catedral de Liubliana

También llamada Catedral de San Nicolás, no es, ni de lejos, una de las más bonitas que haya visitado, pero tiene una especial curiosidad, y es que en sus puertas lleva tallada en bronce la historia de Eslovenia desde la Edad Media (que si esto os lo cuenta un guía de, por ejemplo, un Free tour, mucho mejor).

11. Trznica

El Mercado Central (no hay quien se entere con estos nombres eslavos, ¿eh?) también fue diseñado por Plečnik, hacia 1940, bajo influencias renacentistas. Está formado por una alargada nave porticada construida en paralelo al río, entre el Puente de los Dragones y el Triple Puente. El mercado, que tiene una prolongación de tenderetes en la Plaza Vodnik, abre todos los días, salvo en domingo.

12. Ayuntamiento

A los pies del Castillo, este edificio fue construido en 1484. En el vestíbulo se pueden contemplar el antiguo escudo de armas de la ciudad y una estatua de Hércules del s.XVII. Y frente al él, en plena calle, se encuentra la Fuente de los tres ríos de Carniola, réplica de la fuente barroca del maestro Francesco Robba, que también es autor de los altares de la Catedral, de la Iglesia Franciscana, entre otras obras de la ciudad.

En cualquier época del año, Liubliana es especial: en verano por su temperatura y ambiente, en primavera y otoño por sus colores, y en invierno por su decoración navideña y, por qué no, porque tomar un buen vino caliente típico de esta zona de Europa, siempre es un gusto. Las temperaturas, además, no son muy extremas; normalmente no suele hacer menos de 2 o 3 grados negativos (lejos de los -15 de países vecinos).

Mi recomendación es que no os quedéis únicamente con Liubliana. No en vano os menciono en el título del artículo que Eslovenia es la joya escondida de Europa, y es que, en efecto, son innumerables los lugares especiales que se encuentran aquí (si quieres leer más, pincha en la categoría del blog Eslovenia).