Este curioso y nada frecuentado lugar es uno de los monumentos megalíticos más relevantes del norte de la Península. Oficialmente se llama Dolmen de Cubillejo de Lara, pues se encuentra a apenas 2km de dicha localidad. Sin embargo, los vecinos de la zona reclaman el cambio de nombre a Dolmen de Mazariegos, pues junto al dolmen se encontraba el ahora despoblado Mazariegos.
Sea como fuere, este monumento fue construido hace nada menos que unos 5000 años por las primeras comunidades ganadera y agrícolas que poblaron el valle, y no fue hasta 1970 cuando fue redescubierto y excavado, encontrando dentro de él restos humanos y joyas neolíticas.

Se trata de un sepulcro de corredor, de unos 10 metros de largo pero muy bajito (tanto que nos sorprendió al llegar, pues a través de las fotos nos habíamos hecho otra idea), y lo más interesante es que está orientado de tal forma que durante el solsticio de invierno, el sol entra directamente a través de su corredor, iluminando así la cámara funeraria a través de la puerta. Y es que lo que se ve hoy es el «esqueleto» del dolmen: en su día estuvo completamente cubierto de tierra (salvo parte del corredor), y es por ello por lo que es aún más especial la entrada del sol en la cámara.
En uno de los megalitos más próximos a la cámara se pueden observar unos grabados de lo que parecen unos animales de cuatro patas y un símbolo con ramas. Este lugar no pudo ser casualidad, pues durante el solsticio de invierno, cuando el sol inunda la cámara funeraria, su luz termina justo en estos grabados. Además, el color de esta piedra es más rojizo que el de las demás.

Os dejo la ubicación del camino sin asfaltar que llega al Dolmen de Mazariegos tras 1km de recorrido, pues está prácticamente sin señalizar. La ubicación exacta del Dolmen es esta.