Cambio de aires totalmente, y literalmente, porque ¡qué calor! La ruta de este fin de semana ha tocado en la provincia de Alicante, y tras investigar un poco qué es lo que había por la zona en la que estaba alojada, decidí adentrarme en el Parque Natural del Maigmó y Sierra de Sit. Depende de a qué punto vayáis, pero este lugar se encuentra a unos 30km de Alicante, y además se llega muy fácilmente porque la autovía A7 pasa al lado.

Hay varias rutas que se pueden hacer por aquí, y de hecho hay incluso una Vía Verde, que comienza en este punto, y parece bastante chula para hacer alguna ruta en bici o caminata sencilla. También encontré una ruta circular de 10km a la que llaman «Las Antenas del Maigmó«, que os dejo por aquí.
La que yo elegí fue la que más me motivaba, y es, como siempre… ¡subir a lo más alto! Así que decidí subir a la cima del Maigmó, a 1272m. Hay dos formas de subir, pero una de ellas, la de la cara norte, leí que era bastante complicada y requería material al ser casi vertical en algunos puntos, así que decidí optar por el camino de El Balcón de Alicante. En total, algo menos de 8km (ida y vuelta) con 500m de desnivel, y dificultad alta en la última parte.

Hasta este famoso punto, llamado así por las vistas magníficas que tiene, se puede llegar en coche, pero de esta forma la ruta sería demasiado corta, ya que desde aquí hasta la cima hay poco más de 1km, eso sí, con 300 de desnivel y terreno de piedras y tierra suelta, lo que la hace bastante dura. Aún así, me parecía poca cosa, y decidí dejar el coche en este punto, que cuenta con una pequeña explanada para dejarlo sin problema. Realmente no es más que la mitad de la carretera, así que si os apetece andar más, podéis dejar el coche al incio de la misma, o bien más adelante. El final es el mismo Balcón de Alicante.
Comienza la ruta: primero 2,5km de subida (de 800 a 980m aprox.) pero muy cómodos por la carretera y disfrutando de las primeras vistas del Maigmó desde abajo. Parada reglamentaria en el Balcón de Alicante, cuyas vistas dejaron mucho que desear ya que hacía tanto calor que la bruma cubría todo el horizonte y ni hablar de ver Alicante ni el mar.

Y continuamos con la segunda parte: la más divertida y complicada. Está perfectamente señalizado el inicio del camino de ascenso a la cima del Maigmó, y salvo al final, que opté por trepar por unas rocas porque no veía cómo continuaba el sendero, está siempre bastante claro. La vuelta se hace también por aquí (no me atreví a hacerla por la cara norte porque no tenía ni idea de por dónde era, allí no hay señalizaciones más allá de alguna línea verde pero nada clara), y bueno, en cierto modo… me perdí. Para la bajada, al no ser un sendero claro y marcado, sino el creado por los propios excursionistas, todo lo claro que parecía estar en la subida, no lo estaba en la bajada. No hay demasiado problema porque el Balcón de Alicante se ve a lo lejos en casi todo momento y tampoco hay demasiada maleza como para no poder avanzar, ¡pero el caso es que no fui capaz de dar con el camino! Más tarde revisando la ruta que trackeé con el Polar, comprobé que fui todo el tiempo casi paralela al camino pero unos metros más abajo. Así que ya sabéis, ¡hay que tener mucho ojo en esta parte!

En cualquier caso, mereció la pena la aventura: llegar arriba fue súper satisfactorio y las vistas de literalmente 360º (a pesar de la bruma) eran imponentes. Estas son las vistas hacia ambos lados de la montaña:

¡Una más para la colección!
[…] Tiene una altura de 778msnm., y como os decía, es el pico más elevado del Adriático. En toda la isla hay un montón de caminos perfectamente señalizados, y es que parece ser que el senderismo es una de las ofertas de turismo activo más comunes de por aquí, algo que me sorprende y me alegra a la vez. En otros lugares a los que he viajado, incluído España, me cuesta encontar senderos bien marcados y me da rabia porque la mitad e las veces acabo perdiéndome por un rato (como por ejemplo en el Maigmó de Alicante). […]
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