27 de diciembre: El Cairo

Último día por El Cairo y también por tierras egipcias, curiosamente dejando lo mejor para el último día: las pirámides. Mejor forma de acabar el viaje, imposible.

Menfis

La ciudad de Menfis fue la capital del Imperio Antiguo, es decir, la primera capital del Egipto unificado por el primer rey, Menes, aunque el nombre viene de los griegos; los egipcios la llamaban Ineb-hedy. Fue fundada en el 3050 a.C. y su dios local fue Ptah.

En el momento de mayor auge, se estima que pudo tener unos 500.000 habitantes, pero su decadencia se sobrevino después del primer período oscuro del imperio, que separa las etapas Antigua y Media. Más tarde en el Imperio Nuevo, resurgió durante los reinados de Ramses II y Meremptah.

De hecho, una de las pocas cosas que se pueden visitar allí, ya que hoy es todo un puñado de ruinas, es una estatua enorme de Ramses II que se encontró rota dentro de un pozo, y actualmente la han dejado tumbada, de manera que se pueden observar desde otra perspectiva sus dimensiones.

La ciudad fue definitivamente abandonada en el 642 d.C. y sus ruinas se convirtieron en cantera de materiales para los árabes que iban llegando a la zona, incluída la construcción de El Cairo.

Aunque como emplazamiento tiene su importancia, arquitectónicamente no tiene nada. Me ha parecido una visita «para rellenar», ya que con todo lo que hemos visto en días anteriores tan espectacular, ver 4 piedras nos nos dice mucho.

Saqqara

Actualmente una ciudad lleva este nombre, pero junto a ella se encuentra lo que era la necrópolis de Menfis y que fue llamada Saqqara, y los mismos reyes de la I Dinastía fueron enterrados aquí. La tumba más antigua es probablemente del propio Menes.

Este lugar es famoso por ser el origen de las pirámides, ya que aquí se encuentra la Pirámide Escalonada de Zoser, construida por el arquitecto Imhotep (el primero conocido del mundo) para su fararón Zoser de la III Dinastía.

Hasta entonces, se había enterrado a los faraones y nobles en mastabas, y lo que hizo Imhotep fue colocar una sobre otra reduciendo el tamaño progresivamente, hasta dar lugar a una forma piramidal. La tumba de Zoser son, en definitiva, 6 mastabas superpuestas.

Tampoco dentro de las tumbas, en sus incios no había ningún tipo de inscripción, como vimos en las tumbas del Valle de los Reyes. La primera en la que se realizaron inscripciones es la de Unas, que también se puede visitar en esta necrópolis, creando el concepto de añadir conjuros mágicos en las paredes para asistir al faraón en su viaje hacia el más allá. Se cree también que dentro de dichos textos hay algunas frases de un dialecto semítico, escrito con alfabeto egipcio, que puede ser la evidencia más antigua de un lenguaje semítico escrito que se haya conocido.

Pirámides de Giza

Ese monumento que has visto en la tele cientos de veces y has imaginado cómo sería… y da igual: al llegar, nos ha dejado boquiabiertos. La primera que se ve al entrar es la más grande, la de Keops, y es inmensa. De lejos se puede ver una panorámica preciosa de las tres, pero de cerca, a sus pies, simplemente alucinas con su tamaño e inclinación.

Tras la construcción de la Pirámide Escalonada de Zoser, los faraones empezaron a imitar dicha arquitectura, hasta que tiempo después derivó definitivamente en las pirámides que todos tenemos en mente. Consttruir pirámides casi se conviritó en deporte nacional, y todos los faraones de las siguientes dinastías, hasta el fin del Imperio Antiguo, fueron enterrados en ellas, y también algunos de sus familiares. Por este motivo, hoy en Egipto hay cerca de 110 pirámides repartidas por el país, la mayor parte de ellas en la zona norta (la correspondiente al Bajo Egipto).

Con el faraón Jufu, o Keops, como se le conoce gracias a los griegos, las pirámides alcanzaron su máximo apogeo. Su pirámide, la más grande de todas con más de 130 metros de altura, fue construida hacia el 2580 a.C., precisamente un siglo después de que Imhotep lanzara la moda. Su base mide 245m por cada lado (es decir, una superficie de 5 hectáreas), y se estima que cuenta con más de 2 millones de bloques de piedra, que son de todo menos pequeños; cuando uno se coloca junto a la pirámide, los bloques inferiores miden más que la altura media de un hombre, y por su fuera poco, se dice que dichas rocas, que no se encuentran en la zona del delta, fueron traídas desde la Primera Catarata, a 950km de aquí.

Entre las rocas de granito se construyeron redes de pasajes laberínticos que conducían al ataúd del rey, su momia y sus tesoros.

Aún a día de hoy nadie se explica cómo fue construida. Según el historiador griego Herodoto, que fue quien estuvo en contacto con los sacerdotes egipcios del Imperio Nuevo, se tardaron unos 20 años en construir y se necesitaron más de 100.000 hombres.

La pirámide vecina, de Kefrén, es algo más pequeña, aunque parece lo contrario, ya que este faraón, sucesor de Keops, la construyó sobre una colina, de manera que está más elevada. Micerinos, nieto de Keops e hijo de Kefren, es la más pequeña. Ambas estuvieron recubiertas por una capa de piedra caliza que en su día las dotaba de un color más claro y majestuoso pero a día e hoy sólo queda la punta de Kefren.

En los últimos tiempos se ha rodeado a estas pirámides, sobre todo a la de Keops, de teorías místicas sobre su verdadero origen. Si os interesa el tema, tenéis infinidad de páginas en las que hablan sobre ello, pero de boca de los arqueólogos sólo ha salido que la pirámide es lo que es: una tumba enorme cuyo objetivo principal, además, no fue cumplido. Toda la estructura estaba pensada para proteger a la momia y sus tesoros, y ya en tiempos del propio imperio antiguo fue totalmente saqueada. A nuestros días sólo llego una tumba con la tapa abierta en una habitación vacía.

Para terminar el día hemos cenado en un restaurante egipcio llamado Felfela, con una gran variedad de platos típicos. Os recomiendo probar cualquier variedad de Falafel y también un postre llamado Omm Ali.

Y ahora sí, fin del ajetreadísimo viaje donde han ganado por goleada loa madrugones y los templos, y que recomiendo totalmente, aunque ya hay ganas de volver a la civilización, porque El Cairo-Caos es desesperante, jaja.

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