¿Qué ver en Gijón en un día?

El pasado verano, en nuestro último día por Asturias, decidimos visitar la ciudad de Gijón (ya que además nuestro tren de vuelta a Madrid salía de allí), y aunque con un día es suficiente, no está de más hacer una noche allí, pues se trata de un lugar realmente animado, especialmente con el buen tiempo.

Podéis optar por hacer un Free Tour, ya sabéis que siempre lo recomiendo. Es una actividad gratuita, y solo al final de ella pagas al guía lo que consideras oportuno. Por este motivo se lo suelen currar mucho y ser siempre muy majos.

  1. Playa de San Lorenzo: con sus casi 2km de longitud es una de las mejores y más grandes playas urbanas de España, a la cual le acompaña el llamado Muro de San Lorenzo, término que utilizan los autóctonos para denominar al cómodo paseo marítimo de la playa.
  2. Barrio de Cimadevilla: es el más antiguo de la ciudad y es también conocido como el barrio pesquero, aunque antes de los pescadores llegaron los romanos, de los cuales queda una interesante muestra: las interesantes Termas Romanas de Campo Valdés, que son gratis pero hay que reservar con antelación.
  3. Parque del Cerro: se trata de toda la zona alta de Cimadevilla, un peñón boscoso convertido en parque, lleno de praderas, senderos, bancos, un auditorio y las mejores vistas de Gijón y sus playas. Aquí se encuentra el Elogio del horizonte, la gran escultura de 10 metros de altura y 500 toneladas de peso del escultor vasco Eduardo Chillida que marca la cima del cerro.
  4. Plazuela del Marqués: uno de los lugares más bonitos de Gijón, que da al puerto deportivo y presidida por la estatua de Don Pelayo, primer monarca del reino de Asturias.
  5. Iglesia De San Pedro Apóstol: es una de las las estampas más conocidas de la ciudad gracias a su ubicación junto a la Playa de San Lorenzo. La que vemos hoy es relativamente reciente, pues se edificó sobre los restos de otra iglesia que fue incendiada durante la Guerra Civil.
  6. Plaza Mayor: la animada plaza que alberga el ayuntamiento de la ciudad y desde donde parte el free tour que os mencionaba.
  7. Acuario de Gijón: situado cerca de la playa de Poniente, este pequeño pero interesante acuario hace un recorrido por los fondos marinos del Cantábrico, el Caribe, el Índico, el Rojo e incluso el Ártico.
  8. La Laboral: Entre 1946 y 1956 el franquismo construyó a las afueras de Gijón el edifico más grande de España y la obra civil más ambiciosa del siglo XX: la Universidad Laboral de Gijón, un complejo de 270.000 metros cuadrados pensado originalmente como internado para huérfanos de mineros y que terminó siendo la primera Universidad “obrera” del país. Su misión como centro de formación laboral acabó en la década de los ochenta y tras muchos años cerrado el conjunto se ha rehabilitado y vio la luz en 2007 para nuevos usos culturales.
  9. Palacio de Revillagicedo: Fue construido en 1721 por el primer conde de San Esteban del Mar aprovechando una torre fortificada medieval, que actualmente es un centro cultural dedicado al arte contemporáneo y con un amplio programa de exposiciones temporales, conferencias y actividades escénicas y musicales. 

Cudillero, ¿el pueblo más bonito de Asturias?

Aprovechando nuestra estancia en Candás este verano, tuvimos que hacer la obligada visita al que dicen que es el pueblo más bonito de Asturias: Cudillero.

A media hora de Avilés en dirección hacia Galicia, esta pequeña pero abarrotada localidad se encuentra construida entre dos inclinadísimas laderas en las que ya no cabe una casa más, pero es que además con el buen tiempo y la temporada alta de turismo la población se multiplica exponencialmente y en sus estrechas calles solo hay sitio para turistas y mesas de restaurante, en los que si queréis comer, habréis de esperar un buen rato (venid pronto para pedir mesa).

No solo es su emplazamiento lo que cautiva, sino también sus pintorescas casa de colores, muy bien conservadas en su mayoría. Gracias a todo ello, de hecho, Cudillero fue galardonado hace unos años con el premio al Pueblo Ejemplar de Asturias.

Perderos por las calles de este pueblecito es lo mejor que podéis hacer para disfrutarlo, pero aquí os dejo una lista de los puntos más interesantes de él, para que no os perdáis nada:

  • El puerto: por el que necesariamente pasaréis si habéis dejado el coche en su aparcamiento, cosa que os recomiendo, pues en el pueblo el tránsito de coches no solo está limitado, sino que es una completa locura conducir por allí. Dejando el coche en el parking del puerto podréis dar un pequeño paseo por la costa para llegar a Cudillero por abajo, y disfrutar desde el momento uno de su panorámica más bonita y más fotografiada.
  • La plaza de la Marina: el lugar más amplio de Cudillero que os dará la bienvenida nada más llegar, justo a la entrada tras cruzar el pequeño puente que separa el puerto del pueblo. En uno de sus laterales hay unas escaleras de piedra que suben al mirador del Baluarte, desde donde podréis observar el bullicio desde arriba.
  • Mirador de la Atalaya: en Cudillero hay varios miradores, y el de la Atalaya es el más alto. No se me ocurre mejor plan para hacer hambre (o bajar la comida) que subir hasta allí y disfrutar de las vistas de la localidad desde lo alto.
  • Capilla del Humilladero: algo más alejado del bullicio está lo que se trata del edificio más antiguo de Cudillero, construido en el siglo XIII, un templo medieval al que acudían los marineros en busca de protección y buena suerte.

¿Dónde comer en Cudillero?

Restaurantes hay por un tubo, y pienso que si la comida en alguno de ellos no fuese buena, ya habrían tenido que cerrar con tanta competencia. Así que creo que cualquier opción es buena. Sin embargo, os recomendaré aquel en el que comimos nosotros, pues además de una riquísima comida, el trato fue cercano y atento: Casa Mari. Yo además soy vegetariana, y una de sus especialidades era el arroz con verduras. ¡Buenísimo!

¿Qué ver en los alrededores de Cudillero?

Hay dos lugares que no os podéis perder:

  • La playa del Silencio, una de las mejores playas de Asturias según muchos, y es que estos 500 metros de playa en forma de concha están rodeados de unos preciosos acantilados que la protegen.
  • El cabo Vidio, el cual es el final de una corta ruta llamada Ruta de los Acantilados cuyas vistas merece la pena visitar. Es un paseo muy agradable y podéis rematar viendo la puesta de sol desde la punta del cabo, o bien desde el mirador del Sablón, un vértice en un acantilado con un banco donde sentarse y unas vistas espectaculares.

Los Lagos y el Santuario de Covadonga (Asturias)

Sin duda uno de los spots más famosos de la Tierrina, y que tras 9 veranos subiendo al norte, ¡yo aún no había visitado!

Los Lagos de Covadonga se encuentran en el Parque Nacional de los Picos de Europa, siendo su situación totalmente privilegiada al estar rodeados de varios de los picos más altos de la cordillera.

Para llegar a ellos hay que dejar el coche en uno de los varios parkings que hay en la carretera que sube a los Lagos, ya que durante la época de mayor turismo (31 de mayo al 17 de octubre, Semana Santa y los puentes a lo largo del año) no es posible subir en coche particular a partir de las 8 de la mañana.

Tras dejar el coche en el parking, debéis comprar un ticket para el autobús que sube cada media hora desde las 8:30 (el último baja a las 20:30, excepto entre el 1 de octubre y el 11 de diciembre que lo hace a las 18:30), cuesta 9€ ida+vuelta y se venden tickets en los 4 parkings porque hay para en todos ellos. El trayecto goza de unas vistas increíbles y dura unos 30 minutos, pues la carretera es muy serpenteante y estrecha. Finaliza en el parking de los Lagos y a partir de ahí podréis caminar por los bien preparados senderos de piedras que hay en varias direcciones.

Las dos rutas más comunes son:

  • La ruta de los Lagos, de 5,7km, un sendero muy sencillo y circular que recorre el área pasando por el Lago Ercina y el Lago Enol. El paisaje es precioso.
  • La ruta de las minas de Buferrera se encuentra justo en medio de los dos lagos, por lo que es posible combinarlas. Aunque esta son 3km, no salen 8km de ruta total porque se acorta (esta es la que hicimos nosotros). Es súper chula, pues podéis pasar por dentro de los túneles que formaban la antigua mina.

Os recomiendo totalmente no saltaros la parada del Mirador del Príncipe de Asturias, porque es absolutamente espectacular. Una pradera inmensa de un intenso verde se extiende a lo lejos, uno de los puntos más bonitos de Asturias para mí, sin duda.

El Santuario de Covadonga

Visita también imprescindible que se encuentra en la misma carretera de los Lagos, a sus pies, y que sí se puede subir en coche pero depende cuándo vengáis, puede que no encontréis sitio para aparcar, así que una opción es, al bajar de los lagos, deteneros en la parada del Santuario y después de verlo bajar caminando al parking (el parking 3 no está muy lejos).

El santuario, dedicado a la Virgen de Covadonga, a la que llaman La Santina, conmemora la histórica Batalla de Covadonga que impidió a los árabes la conquista de Asturias gracias a Don Pelayo y sus tropas.

Además de la enorme iglesia es posible visitar la gruta donde, cuenta la leyenda, se apareció la Virgen a las tropas. Hoy en día en La Cuevona se erige una pequeña capilla con una virgen, y la entrada es gratuita. Para acceder a ella hay que recorrer una larga y empinada escalinata, en cuyo recorrido se pueden observar los sepulcros que contienen los restos de don Pelayo, su mujer y su hermana, así como el de Alfonso I.

Luanco (Asturias)

Día 2 de nuestra escapada veraniega a Asturias (este año estamos alojados en Candás) y dado que hoy no teníamos coche, hemos decidido echar a caminar bordeando los acantilados, un paseo muy chulo aunque con muchas cuestas, hasta llegar a Luanco, un pueblo a 5km de Candás (en dirección Avilés), cerca del Cabo Peñas, el punto más septentrional de Asturias. La vuelta también la hemos hecho caminando, pero existe un autobús de línea que conecta ambas localidades y que pasa cada media hora.

Esta localidad, de las más grandes y animadas de la zona, tiene el típico aire y encanto de los pueblos costeros asturianos, además de una de las mejores playas de esta parte de la costa, por lo que abundan las urbanizaciones de veraneo, además de que son muchos los que vienen en coche hasta aquí para pasar el día en la playa, que como no podía ser de otra manera en pleno agosto, está abarrotada.

¿Qué ver en Luanco?

  • Museo Marítimo de Asturias: el mar marcó la historia de Luanco, que se hizo grande gracias a la captura de ballenas y posteriormente de bonito, xarda y marisco. Hubo tanto movimiento en el puerto que comenzaron a conservar el pescado en salazón, naciendo así la época dorada de las conserveras en la región. Este museo hace homenaje a todo ello y además es uno de los primeros museos de España, abierto en 1948.
  • Playa de la Ribera: No es la playa para el ocio, ya que cuando la marea sube, desaparece, así que está más destinada a la pesca. Es aquí donde traían las ballenas tras ser capturadas.
  • Isla del Carmen: se ve justo desde la playa, una pequeña ermita que con la marea alta queda rodeada de agua. Fue construida por Santos del Río en 1701 en honor a la Virgen del Carmen, que vivió allí el resto de su vida como un ermitaño.
  • Torre del Reloj y el casco antiguo: esta torre y sus alrededores (numerosas casitas de colores) fue el epicentro de la vida en la villa desde 1705, toda una revolución al tener que dejar de orientarse p0or la posición del sol o la altura de las mareas. Durante tantos años, a parte de relo fue polvorín, almacén municipal y cárcel.
  • Iglesia de Santa María: no es la iglesia primitiva, sino que sustituye a la anterior, debido a que la población de Luanco creció tantísimo que en 1730 tuvieron que construir una más grande.
  • Playa de Luanco: esta sí es la playa para relajarse y bañarse (si no eres friolero), muy amplia y con buena arena, algo que no abunda en la costa cantábrica.
  • Puerto de Luanco: a parte de que es el lugar perfecto para dar un agradable paseo, en él hay una exposición que homenajea a las familias ancestrales y su trabajo en la villa.

Candás (Asturias)

Tal y como venimos haciendo desde hace años, el Paraíso Natural de España siempre merece una visita de rigor. Este verano hemos reservado unos cuantos días para venir a la parte occidental de Asturias, más concretamente a Candás, un pequeño pueblo a mitad de camino entre Gijón y Avilés, municipio que será nuestro «campamento base» y desde el que nos moveremos para ver diferentes lugares de sus alrededores.

Recorrerlo a pie es posible debido a su pequeño tamaño, ¡aunque ojo con las cuestas que se gastan aquí! Poco terreno llano hay a parte de la zona del puerto.

Hemos echado a caminar, para así ir descubriendo los lugares más emblemáticos de la localidad:

  • El ayuntamiento: alojado en una típica casa de indianos de finales del siglo XIX.
  • Iglesia de San Félix: El nombre le viene en honor de un mártir que era de Gerona, data del siglo X y fue donada por el Rey Fruela II y su esposa a la Santa Catedral de Oviedo.
  • La playa: se caracteriza por ser de los pocos tramos costeros de Asturias que no tiene protección medioambiental.
  • Museo de la Conserva de Candás: se encuentra en lo que antes fue el aljibe la fábrica de conservas y Sidra Bernardo Alfageme, y se trata de una exposición permanente de la ancestral industria conservera de Candás.
  • Parque de les conserveres: nace como homenaje a las mujeres que trabajaron en la mencionada fábrica, y se le conocer popularmente con el Parque de Ojeda. En la plaza central, podrás encontrar una enorme explanada que sirve de lugar de celebración de muchas de las fiestas que se realizan en el pueblo, y también hay un pequeño jardín botánico.
  • El faro: construido en el año 1917 para sustituir una torre de luces situada a unos metros más abajo, en la actualidad el faro es la sede de la Banda de Gaitas de Candás, a la que a veces se puede ver ensayando allí mismo.
  • Ermita de San Antonio: tiene mucha historia, pues ante los sucesivos derrumbamientos del acantilado, que se encontraba a escasos 60 centímetros del borde, se decidió en el año 2011 por desmontar piedra a piedra y trasladarla a un lugar cercano, pero separada del acantilado.

Más lugares que ver en Asturias

Valles del Oso (Asturias): más allá de la famosa senda

(Para leer sobre la Senda del Oso, pincha aquí)

En este maravilloso valle asturiano, al sur de Oviedo, hay mucho más allá de la conocida Senda del Oso. Gracias a ella se ha desarrollado la vida y el turismo alrededor, y si os apetece hacer algo más que recorrer el valle de arriba abajo de todas las formas posibles, aquí os dejo unas cuantas ideas para hacer, por orden geográfico, de norte (es decir, más cerca de Oviedo) a sur (más cerca de la provincia de León)

Desfiladero de las Xanas

La segunda atracción por excelencia del Valle, y es que se le conoce popularmente como el «mini Cares«, pues tiene un aire muy parecido con muchos menos kilómetros de recorrido. Algunos dicen que es incluso más bonito, en mi opinión, no lo es. Lo que sí es mucho mejor es la cantidad de personas en la ruta: infinitas menos. Los caminos son más estrechos, así que se agradece.

Su longitud es de unos fáciles 7km de ida + vuelta (por el mismo sitio), una excursión con muy poca pendiente (salvo el tramos final) ideal para hacer por la mañana, pues al final de la ida se encuentra el pueblo de Pedroveya, que cuenta con un restaurante con mucha y buena fama; eso sí, hay que llamar para reservar si es fin de semana, sí o sí: Casa Generosa (985783046).

Durante el recorrido se atraviesan zonas tan abruptas que a veces estaréis situados a unos 80m por encima del río de las Xanas.¿Y sabéis por que «Xanas»? Es un nombre mitológico: la Xanas es el hada asturiana por excelencia.

Bermiego

Aunque parece un pueblo anclado en el tiempo, la mayoría de los visitantes que se acercan a Bermiego es para contemplar su famoso tejo, con mayúsculas: el Tejo de Bermiego, un árbol milenario (cualquiera de la zona te dirá que es el árbol más viejo de Europa) gracias al cual esta aldea recibe unas cuantas visitas cada semana.

Y pese a esto, lo de que el pueblo parece de otro siglo es literal: no hay ningún restaurante o típica tienda de souvenirs que cualquiera habría aprovechado para abrir. En su lugar, los vecinos siguen sorprendiéndose con las visitas, labrando la tierra y cuidando de sus animales.

Hay una zona para aparcar, y desde ahí, hay que caminar 1km hasta el tejo, atravesando el pueblo y, sorprendentemente, ¡los 32 hórreos que lo decoran!

Bandujo

Con 40 habitantes (y tampoco nada para turistas), éste es otro pueblo donde el tiempo se ha detenido en el interior de Asturias, y es que se trata de una aldea medieval. Está situado a aproximadamente 700 metros de altitud y su ubicación en la loma de una montaña lo convierte en una estampa difícil de olvidar.

Todo el pueblo, que data del siglo VIII, está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2009 y no es para menos ya que alberga uno de los conjuntos medievales mejor conservados de la región.

Algo que llama mucho la atención de Bandujo y de su cementerio es que las tumbas no tienen ni lápidas ni dueño, de manera que cuando alguien muere ocupa el lugar de aquella persona que lleva más tiempo enterrada allí.

Parque de la Prehistoria

Lo cierto es que me sorprendió mucho que este lugar se encunare aquí (concretamente en Teverga), preparado para albergar un montón de turistas en una zona que aparentemente no recibe demasiados.

Esta pinacoteca alberga la colección de arte rupestre de entre 10.000 y 40.000 años de antigüedad más relevante de Europa. Su arquitectura es muy especial, pues han querido impactar lo menos posible en el medio, asemejándolo así con el modo de vida de los hombres de las cavernas, de manera que los edificios están soterrados entre las colinas del recinto. En la superficie se pueden observar diferentes especies de animales, como corzos y caballos.

Hayedo de Montegrande

Al sur de Teverga, este espectacular y frondoso bosque lo es aún más si lo visitáis en otoño. ¡Vaya colores! Por el discurre un sendero de unos 4km muy fácilmente transitable y que termina en la Cascada del Xiblu. Esta combinación hace que sea una visita indispensable si estáis por la zona.

Cueva Huerta

Se encuentra en el desfiladero de Estrechura, a poca distancia del Parque de la Prehistoria y es una de las más grandes cuevas de Asturias, con 14,5km de longitud, y el acceso solo es posible mediante una visita guiada reservando previamente (web o teléfono 666 557 630).

La visita discurre por una pasarela de madera construida totalmente respetuosa e integrada en el paisaje, es de unos 50 minutos de duración y apta para la mayoría de las personas: se recorren unos 300 metros y la única dificultad que tiene es subir y bajar escaleras.

Ahora que sabéis que los Valles del Oso son algo más que la Senda del Oso… ¿os animáis a visitarlos?

Valles del Oso (Asturias): La Senda del Oso

Disfrutando estamos, por primera vez en mucho tiempo, de salir de casa un puente. Parece que la vida vuelve a la normalidad y las restricciones son historia.

Desde hace mucho tiempo, Asturias merece una visita anual, y en este 2021 también hemos cumplido. En esta ocasión, el rincón del paraíso natural elegido ha sido Villanueva, una aldea en la llamada Mancomunidad Valles del Oso (compuesta por Proaza, Quirós, Santo Adriano y Teverga) en el interior de la provincia asturiana y a unos 30km de Oviedo.

Lo cierto es que el entorno es idílico: un valle completamente verde y rodeado de altas montañas, con más senderos que personas por metro cuadrado y mucha, mucha paz.

La principal atracción aquí es la Senda del Oso, y es ahí donde hemos ido hoy (aunque hay muchas más cosas que hacer, que os iré contando en los próximos días).

Se trata de una Vía Verde (una antigua vía de ferrocarril) que recorre todo el valle. Aunque en un principio, hace años, su longitud era más reducida, con el tiempo se ha ido ampliando e incluso bifurcando, y actualmente cuenta con más de 40km lineales. El recorrido tiene forma de Y, con inicio en el pueblo de Tuñón, un extremo en Cueva Huerta (Teverga) y otro extremo de la bifurcación en Ricao (Quirós). Tuñón – Teverga son 29km, mientras que Tuñón – Ricao son 30km. Sabiendo esto, está claro que caminar es una opción no elegible para la mayoría.

La Senda del Oso a pie

La ruta, prácticamente llana, discurre paralela al río Trubia, y también a la carretera. Esto quiere decir que no hay solo un punto de entrada y salida, sino muchos de ellos cada pocos kilómetros, haciendo así que la caminata sea todo lo corta o larga que prefiráis.

Dicho esto, los lugares más interesantes, que os harán decidir dónde parar, son:

  • El cercado del oso: a la altura de Proaza, se encuentra aquello que da nombre a la senda, unos cercados en los que se encuentran dos osos pertenecientes a la Asociación del Oso de Asturias, y que viven aquí porque por circunstancias no pudieron adaptarse a la vida salvaje.
  • El desfiladero de Valdecerezales (Entrago): es la parte más llamativa del recorrido, pues allí se observan las paredes más altas y verticales de toda la ruta.
  • Embalse de Valdemurio (Las Agüeras): una zona mucho más abierta y en la parte contraria de la Y con respecto al desfiladero, pero pertenece a la comarca asturiana con más biodiversidad de fauna y de flora. Y teniendo en cuenta de la Comunidad que estamos hablando, ¡eso es mucho decir!

La mejor opción si hacéis la ruta caminando es elegir un tramo, ir avanzando con el coche hacia los diferentes pueblos, o como tercera opción, hacer toda la ruta pero por etapas, como el Camino de Santiago.

La Senda del Oso en bicicleta

Esta es la segunda opción, y probablemente la más popular. En muchos de los pueblos (sobre todo de los extremos de la ruta) existen empresas de alquiler de bicicletas, y dada la anchura y perfil del camino, hacer una tirada en bici es muy recomendable.

La mayoría de las empresas ofrecen llevarte de un extremo a otro en coche, para hacer solo la bajada. Es una opción, pero no la que elegiríamos nosotros 😉. Los precios oscilan entre los 15€ (alquiler normal) y los 25€ (si te recogen o te llevan a uno de los extremos.

Nosotros elegimos la opción a pie, partiendo de Tuñón, hasta llegar a los osos, que hizo un total de 11,5km muy cómodos y disfrutados, en un entorno espectacular.

¿Queréis más planes en los Valles del Oso? Echad un vistazo a esta otra entrada: Valles del Oso (Asturias): más allá de la famosa senda

15 de agosto: Valle del Naviego, Museo del Vino y Monasterio de Corias

Valle del Naviego

Último día de desconexión máxima (o conexión, según se mire) por estos lares asturianos. Para terminar nuestras andadas por aquí, y nunca mejor dicho, hemos optado por hacer una ruta sin planificar, simplemente a donde nos llevasen nuestros pies en los alrededores de nuestro alojamiento (Apartamentos Sierra, del que os hablé ayer).

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Hemos tratado de seguir el cauce del río Naviego, el denominador común de todas las aldeas de esta zona. Así que, tratando de ir lo más pegados posibles a él, misión difícil porque todo esto está lleno de campos de cultivo y tierras de pasto, hemos conseguido hacer una rutita bastante llana de unos 8km, pasando por las aldeas de Naviego, Palacio de Naviego, Regla de Naviego y Pontarás; un paseo muy agradable, sencillo y que muestra la esencia más profunda de la vida de campo.

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Museo del Vino

Ya lo mencioné el otro día en el post sobre qué hacer en Cangas del Narcea, y hoy después de comer hemos encontrado el hueco perfecto para visitarlo. No somos muy de vino, pero sí nos encanta aprender cosas nuevas y como hay visitas guiadas en el museo, no lo hemos dudado.

Lo cierto es que ha sido muy interesante: la entrada al pequeño museo cuesta 1,30€, y con visita guiada (unos 30 minutos de duración) son 2,35€. Hay visitas cada hora, en las que una guía nos ha contado la historia del vino en esta región y la manera en que tradicionalmente lo elaboraban aquí.

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Al parecer, lo primero que se construyó en la zona fue un monasterio (el de Corias, del que os hablaré después), y como todo esto se encuentra rodeado de montañas y es bastante inaccesible, los monjes, que necesitaban vino para sus liturgias, decidieron producir su propio vino y así no depender de comprarlo a terceros. Es decir, que nunca fue con objetivo de venderlo. Poco a poco, según crecía el pueblo, sus habitantes fueron copiando el sistema de los religiosos y produciendo también vino para consumo propio, y no fue hasta casi el siglo XX cuando se empezó a comercializar el vino de Cangas.

A día de hoy, y gracias al trabajo de dar a conocer el vino de Cangas que han hecho los propietarios de varias bodegas, éste cuenta con Denominación de Origen, y además existe un concepto llamado «Viticultura Heroica«, con el que cuenta también: la orografía del viñedo, que se asienta sobre las montañas con una fuerte pendiente, hace imposible la mecanización. Por otro lado y por el mismo motivo, las parcelas son pequeñas y están muy dispersas; y por ello, junto al clima adverso de la zona, hacen de la producción de este vino un acto «heroico». Más allá del reconocimiento, los vinos catalogados con esta categoría tienen «permiso» para ser algo más caros que otros, pues su producción es más lenta, difícil y requiere más personal.

Solo hay, a parte de Cangas, tres zonas más con esta denominación: la Ribeira Sacra en Galicia, el vino de Canarias y el vino del Priorat de Cataluña.

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Monasterio de Corias

La última parada de la tarde ha sido el Monasterio San Juan Bautista de Corias, el que fue el primer asentamiento en Cangas y que actualmente es un hotel de lujo de la famosa cadena Paradores.

Conocido como «el Escorial asturiano», fue fundado en 1032 por los condes Piniolo y Aldonza, ocupado por monjes benedictinos y su mayor época de esplendor se desarrolló en los siglos XII y XIII, llegando a poseer tierras en la mayor parte del occidente de Asturias e incluso de la vecina provincia de León.

En 1773 tuvo que ser reconstruido en su mayor parte debido a que sufrió un grave incendio en el que solo quedó en pie la iglesia, y más tarde, en 1835 pasó a ser escuela y cárcel a la vez. En 1860 fue cedido a los dominicos, que lo utilizaron como colegio para formar a los misioneros. Finalmente, en 1982, fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional y no fue restaurado y convertido en parador hasta el año 2013.

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Se pueden reservar también visitas guiadas (solo en verano) de lunes a sábado a las 10:00, 11:00, y 19:00 y el domingo a las 10:00 y a las 11:00 por 4,50€. Esta no la hemos hecho, sino que hemos tomado algo en la cafetería del monasterio, en uno de sus patios interiores, y luego hemos visitado algunas de las salas abiertas al público.

 

 

14 de agosto: El Acebo

Hoy queríamos algo tranquilo y llano, ya que llevamos varios días metiéndole caña a las piernas, así que hemos investigado un poco y hemos decidido subir al Santuario de la Virgen del Acebo, en lo alto de un monte con el mismo nombre que se encuentra a unos pocos kilómetros de Cangas y al que se puede subir en coche.

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Si, al contrario que nosotros, tenéis ganas y fuerzas, podéis optar por subir caminando: la distancia desde el pueblo hasta la cima es de unos 12km, y el desnivel es de nada menos que 800m, puesto que se encuentra a una altura de 1180m. Aunque larga, es bastante cómoda, pues el camino está asfaltado. De hecho, es una subida que ha sido protagonista en muchas ocasiones de La Vuelta Ciclista a España y a Asturias, una etapa con una pendiente media del 8,7%. No obstante, también hay senderos de tierra que en ocasiones se pueden coger para acortar algunos kilómetros.

El Santuario construido en lo alto se debe a que en el siglo XVI, cuenta la leyenda, hubo una serie de milagros, y desde entonces este lugar es importante para los devotos y en las festividades de Cangas muchos de ellos suben caminando a modo de penitencia o en honor a la Virgen.

En nuestro caso, que ni somos devotos ni teníamos muchas ganas, hemos optado por la segunda opción: subir en coche y hacer una ruta por arriba, siendo esta bastante más llana (aunque alguna cuestecina nos hemos comido).

Las opciones son múltiples, ya que hay dispersas varias aldeas y todas ellas están comunicadas por una rudimentaria carreterilla asfaltada. Nuestra elección han sido los 8km de ida y vuelta que separan el Santuario de una aldea llamada Bornazal. Una ruta cómoda y sin pérdida que hemos elegido porque la dueña del alojamiento en el que nos encontramos, Ángela, nos ha recomendado por tener allí la chacinería de su familia. De hecho, cuando hemos llegado nos ha enseñado las instalaciones y nos ha explicado cómo elaboran los productos.

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En el mismo pueblo, y antes de volver, hemos bajado hasta este punto, un mirador donde disfrutar de las fantásticas vistas de todo el valle y las montañas de la comarca.

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Apartamentos Sierra

Y como es una pregunta que me está llegando por Instagram a todas horas, os voy a contar dónde estamos alojados: se trata de una casa rural de tan solo 3 habitaciones en una aldea súper aislada llamada Palacio de Naviego, a unos 14km de Cangas del Narcea.

Cada habitación es realmente un estudio, pues cuentan con cocina. Está dentro de una casa de pueblo antigua pero restaurada recientemente, en perfecto estado y cuidando todos los detalles, y la mejor parte es el jardín, desde donde os escribo ahora: una explanada de césped con mesas y hamacas con vistas a las montañas.

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La dueña, Ángela, es súper atenta y amable; nos explicó un montón de cosas que hacer desde el primer día, y cada mañana nos deja un regalito en la puerta: sidra, magdalenas, verduras de su huerta…

Me parece un lugar encantador más que perfecto para desconectar y tomarse unas vacaciones «de las de verdad»: sin cobertura, sin turistas y sin mucho que hacer salvo caminar entre montañas y relajarse.

13 de agosto: Ruta por el Bosque de Moal

Le estamos dando caña a las piernas estos días, y es que menos mal que nos encanta el senderismo porque aquí poco más se puede hacer.

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En la comarca de Fuentes del Narcea se encuentra la Reserva Natural Integral de Muniellos, una zona súper protegida por su alto valor de fauna y flora. De hecho, solo puede ser visitada por 20 personas al día, requiere cita previa y además con tiempo, así que no nos va a ser posible visitarla estos días. Pero una buena alternativa es la ruta que hemos hecho hoy, por el Bosque de Moal, al que de hecho llaman la puerta a Muniellos.

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Como siempre, os dejo aquí la ruta de Wikiloc para que os hagáis una idea, pero si vais a la oficina de turismo de Cangas del Narcea podéis pedir un folleto que explica la ruta parte por parte, además de una breve descripción de qué encontraréis allí. Por otro lado, el camino corresponde al PR.AS-132, y está perfectamente señalizado. El lugar de inicio y fin de la misma es el pueblo de Moal, al que se llega desde Cangas en unos 20 minutos siguiendo las señales de la Reserva de Muniellos.

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La distancia total, en un circuito circular, es de unos 9km, llegando como punto más alto a los 1007m del Mirador del Montecín (que de «-cín» no tiene nada porque vaya cuestecitas) y con un desnivel positivo total de 430m.

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La ruta discurre por senderos más o menos anchos pero siempre 100% visibles, y siempre rodeados de una explosión de verde en todas sus tonalidades. Hay tramos en los que incluso los árboles han hecho el típico túnel, y es una pasada.

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