Bruselas, la ciudad de los museos, con más de cien que poder visitar, famosa por su chocolate y su cerveza, es la sede de la Unión Europea y de la OTAN, además de la capital de Bélgica, claro. Es por ello que un gran porcentaje de las personas que vive aquí son funcionarios y extranjeros, y una amalgama de lenguas se mezcla por sus calles, aunque el idioma común es el francés.
Hay muchas cosas que hacer en Bruselas, un lugar muy cosmopolita gracias también a su proximidad a ciudades como París o Amsterdam, pero en 2 o 3 días es suficiente para exprimir bien la ciudad. Si tenéis más días, os recomiendo visitar ciudades cercanas, como Gante, Brujas, Dinant o Namur, entre otras.
Si tenéis poco tiempo, como siempre, os recomiendo ir a tiro hecho con un free tour, que nunca falla. Mi plan casi siempre es el mismo: hago el free tour (se llama así porque es gratuito y uno paga a posteriori al guía lo que considera que merece la visita que ha realizado) y una vez he descubierto los lugares más importantes y aprendido sobre su historia, vuelvo a recorrer la ciudad a mi ritmo, deteniéndome y entrando en donde me apetece.
1. Grand Place
Primera parada obligatoria, la Grand Place es una de las plazas más majestuosas del continente, tanto de día como de noche, y es que os recomiendo venir con y sin sol, pues la iluminación nocturna merece la pena ser disfrutada.
Sus edificios monumentales como el Ayuntamiento, la casa de gremios y la Casa del Rey son auténticas obras de arte.

2. Manneken Pis
El indiscutible icono de la ciudad, pero ¿habéis jugado al monopoli alguna vez? ¿os acordáis de la figurita del manneken pis? Pues bien, ¡no penséis que la escultura real es mucho más grande!
Fuera de bromas, este pequeño niño meón no llega a los 70cm de altura y se encuentra en la esquina de una de las calles que salen de la Grand Place, normalmente siempre lleno de turistas alrededor.

Hay varias leyendas que rodean a esta escultura, la más extendida dice que rinde homenaje a un niño que, durante la guerra contra los franceses, hizo pis sobre la mecha de unos explosivos de dinamita, salvando así a la ciudad de volar por los aires. ¡Quién sabe!
Lo que sí sabemos es que éste no es el único niño meón: frente a la famosa cervecería Delirium hay una Jeanneken Pis.
3. Jeanneken Pis
Es el mismo concepto pero en forma de niña, y esta si que no trae ninguna leyenda detrás: se encuentra en una estrechísima calle que además no tiene salida, y el dueño de un restaurante italiano allí ubicado tuvo la idea de construirla para así atraer turistas a ella y consecuentemente convertirlos en potenciales clientes. Lamentablemente y según cuentan, su estrategia de marketing no tuvo mucho éxito.

4. Delirium
En este mismo callejón se encuentra el Delirium: el el bar más famoso de Bruselas, que tuvo (desconozco si aún lo conserva) el Record Guiness por poseer 2004 tipos diferentes de cerveza. Ofrece cervezas de 60 países, incluyendo muchas cervezas belgas. El nombre del bar proviene de su cerveza Delirium Tremens (que a su vez es el nombre de una psicosis provocada por el alcohol), y un elefante rosa decora la entrada del su bar.
El bar dispone de varias plantas y os recomiendo visitarlo toméis cerveza o no, ya que hay muy buen ambiente, aunque suele estar bastante masificado.

5. Catedral de San Miguel
Su nombre largo es Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, y se construyó entre siglo XIII y el siglo XV en estilo gótico, con un aire que recuerda a Notre Dame en París. A parte de su imponente fachada casi recién restaurada, dentro destaca el púlpito tallado en madera de estilo barroco, las grandes vidrieras y un gran órgano.

6. Galerías Saint Hubert
Formado por 3 galerías: la Galería del Rey, la Galería de la Reina y la Galería de los Príncipes, este lugar fue la primera galería comercial de Europa y en un punto de reunión de artistas de la época en el que destacan sus magníficas bóvedas de cristal mezcladas con el hierro fundido que las sostienen y le dan un encanto único a sus más de 200 metros de recorrido repletos de tiendas de lujo, chocolaterías, alguna joyería y terrazas donde los turistas saborean un caro café.

De hecho, galerías igual de lujosas como las de Milán o Nápoles parecen estar inspirada en Saint Hubert.
7. Palacio de Justicia
Situado en el bonito barrio del Sablon, este palacio fue durante algún tiempo el edificio más grande del Europa gracias a sus 26.000 metros cuadrados y 104 metros de altura, y combina en su fachadas elementos neoclásicos y neobarrocos, mientras que el interior (que por cierto, entrar es gratis) tiene un vestíbulo de más de 100 metros de altura que quita el aliento.

8. Parque Real de Bruselas
Este parque del siglo XVIII de estilo francés tiene varios estanques, fuentes, esculturas, jardines y pequeños bosques, que se llenan de locales durante los fines de semanas.
En el lateral sur del parque se encuentra el Palacio Real, que fue durante mucho tiempo la residencia de los reyes belgas. En el interior del edificio destaca la gran escalera de mármol blanco y varias salas como la sala de Goya, la sala de los Espejos o la sala del Trono.

9. Atomium
Alejado del centro se encuentra el otro icono de Bruselas, que con sus 100 metros de altura representa un átomo de hierro ampliado 165 billones de veces, construido para la Exposición Universal de Bruselas en 1958.
En una de las esferas hay un restaurante desde el que disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes de la ciudad. Si queréis ir, ¡no olvidéis reservar!

10. Mini Europe
Para terminar la visita por Bruselas, tenéis a pocos metros del Atomium el parque Mini Europe, un recinto con representaciones a escala reducida de 1:25 de las esculturas más icónicas de las principales ciudades Europeas. Es cierto que en Madrid no tenemos nada que envidiarles, pues desde 2010 tenemos Parque Europa, en Torrejón de Ardoz, que es muy similar.
Son más de 350, entre las que destacan la Catedral de Santiago de Compostela, La Grand Place, el Big Ben o la Torre Eiffel.
