Subida a la Brecha de Rolando desde Bujaruelo (Pirineo Aragonés – Francés)

(Descarga y sigue la ruta completa en Wikiloc aquí)

¡Pasada de ruta para rematar nuestro viaje por el Pirineo Aragonés! Y no apta para todo el mundo.

⬆️Aquí puedes verla en vídeo⬆️

Subir a la Brecha de Rolando (2804m) puede hacerse desde varios sitios:

  • Desde el pueblo de Gavarnie, en Francia, comenzando a 1809m de altitud y en una ruta de unos 23km con 1000 de desnivel.
  • Desde el Valle de Ordesa, siguiendo la misma ruta que para Cola de Caballo y continuando al Refugio de Góriz, pero esta no es posible hacerla en un día, sino durmiendo una noche en el Refugio, puesto que se alarga a más de 30km con mucho desnivel.
  • La más sencilla, desde el parking de Col de Tentes: también en Francia y ya a 2208m de altitud, por lo que la ruta son unos 10km con 600 de desnivel.
  • Desde el Valle de Bujaruelo, a 1320m de altitud. Unos 18km de ruta con 1500 de desnivel, que se suben en los 9km de ida.

Nuestra elección (y la única realmente viable) fue subir desde Bujaruelo, ya que para llegar a Col de Tentes en coche habría que conducir 3h30 atravesando todo el pirineo desde España hasta Francia, y eso no era una opción.

Comenzamos la ruta a las 9 de la mañana buscando huir de la ola de calor que asola toda España estos días, y también porque la ruta se nos podía alargar hasta bien entrada la tarde. Mentalizados de que sería la hazaña más exigente de los 4 días, emprendimos la subida, y a pesar de la inclinación, 5km después y en solo 1h30 estábamos en el Puerto de Bujaruelo, a 2273m de altitud, el punto fronterizo entre España y Francia, desde donde se divisa a pocos cientos de metros el mencionado parking de Col du Tentes.

Desde ahí, unas vistas impresionantes de Bujaruelo por un lado, y Gavarnie por el otro. Comenzamos la segunda fase de la ruta, que durante un par de kilómetros discurrió por un camino de una pendiente más que asequible, lo cual agradecimos bastante.

Y un rato después llegamos a una gran cascada creada por el deshielo del Glaciar de Taillon, y dado el calor que hacía, bajaba muy cargada. Algo nada gracioso porque había que pasar de un lado a otro de ella para poder continuar la ascensión. Con cuidado, paciencia y mojándonos mucho los pies, la superamos y seguimos subiendo de roca en roca paralelos a ella, hasta llegar por fin a Col du Sarradets, desde donde se puede observar el Glaciar de Taillon, el Pico Taillon (3144m) y el Circo de Gavarnie (con la cascada más larga de Europa al fondo).

Pocos metros después, parada larga para comer en el Refugio de Sarradets (a 2588m): un lugar grande, con posibilidad de dormir allí cómodamente, pues tiene camas, cafetería, salón, servicios, fuente… un señor refugio, vaya.

Llegamos allí indecisos de si subir hasta la Brecha (pues desde el refugio se ve perfectamente y las vistas son espectaculares), pero tras haber repuesto fuerzas con nuestro bocadillo, un buen crêpe francés y café, decidimos rematar la ruta: solo sería 1km más, aunque con 250m de desnivel (y no teníamos palos para bajar, cosa que os recomiendo encarecidamente).

Si estáis en la misma situación que nosotros, ni os lo penséis: ¡tenéis que subir! Solo fueron unos 30 minutos de subida (que dependerá de lo rápido que vayáis, pero el caso es que no se hace nada larga), para coronar la brecha, otra frontera natural de Francia con España, desde donde se ve Gavarnie hacia un lado, y Ordesa hacia el otro. Y literalmente al lado de la cima de Monte Perdido. ¡Merece la pena!

En total, tardamos una 4h en subir desde Bujaruelo hasta la Brecha, sin contar las paradas, y 2h30 en bajar. Incluyendo paradas, fueron unas 8h30.

Una ruta muy exigente a nivel físico, que si estáis en forma y os gusta andar podréis hacer sin problemas pero con paciencia. Solo hay algunos tramos algo más difíciles, que son la cascada de Taillon y el kilómetro de la Brecha, con tramos de nieve y de grandes rocas, y después al bajar, algunos tramos de piedras sueltas en los últimos 3km de ruta, ya en las paredes del Valle de Bujaruelo.

Vuelvo a Madrid con muchos dientes largos de seguir haciendo montaña, y con ganas de repetir una ruta de este nivel de exigencia. ¡Se aceptan recomendaciones!

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Ibón de Piedrafita, Arco de Piedrafita y la tirolina más larga de Europa (Valle del Tena, Pirineo Aragonés)

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Para el día de hoy hemos buscado un ruta más corta y sencilla, puesto que mañana tenemos en mente hacer una bastante larga y complicada, por lo que era necesario reservar energías (mañana os cuento dónde vamos 😏).

Hemos aparcado en el parking del Parque Lacuniacha (a pocos kilómetros de Piedrafita de Jaca y que cuesta 5€), y desde allí hemos emprendido la marcha hasta el Ibón de Piedrafita, un pequeño y precioso lago de montaña de origen glaciar, a solo 3km y 300m de desnivel desde el inicio de la ruta.

Una vez aquí, si queréis dejar la ruta en un paseo, podéis volver por el mismo sitio que habéis venido. Nuestra elección (y la que os recomiendo) es seguir haciendo la ruta circular (esta perfectamente señalizada por carteles amarillos) y llegar hasta los pies del Arco de Piedrafita, una formación rocosa en forma de arco, tan perfecto que parece que lo ha construido una mano humana.

En este punto, están las opciones de subir o no hasta el arco (es lo que hemos hecho nosotros y lo que podéis ver en la ruta de Wikiloc que os comparto), una misión más compleja, pues se trata de un camino estrecho de piedras sueltas de 1km de longitud y casi 300m de desnivel. Requiere de una forma física medianamente buena, pues luego la bajada también hay que hacerla con habilidad.

Si podéis, os recomiendo subir, pues el arco (y las vistas) es impresionante.

Tras este punto, después de bajar por el mismo camino de subida al arco, la ruta continúa de forma circular (debéis seguir las indicaciones amarillas en dirección Piedrafita de Jaca, aunque los kilómetros que indica que falta no son los que faltan hasta el parking sino hasta el pueblo, que está más lejos). 5km después se llega de nuevo al parking, y fin de la ruta.

En caso de que elijáis la opción de subir al Arco, el total de la ruta asciende a 12km circulares con 500m de desnivel. Si no, serán unos 10km con 350 de desnivel.

(Descarga y sigue aquí la ruta de Wikiloc)

Nos ha encantado, porque además de las increíbles vistas (como todo por aquí en el Pirineo Aragonés) y además hemos rematado montándonos en la tirolina más larga de Europa, aquí mismo, en Hoz de Jaca, muy cerca de la ruta que acabábamos de hacer.

La tirolina mide 1km de largo, alcanza los 90km por hora y sobrevuela el color azul del Embalse de Búbal. Dura apenas 1 minuto que se queda muy corto, y aunque cuesta 20€, creo que merece la pena. Podéis ver los horarios, precios y reservar las entradas en su web.

Aquí os dejo un vídeo donde os llevo paso a paso por nuestra excursión:

Ruta por el Valle de Otal (Pirineo Aragonés)

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Después de la ruta de ayer a Cola de Caballo, hoy buscábamos algo fácil y tranquilo. Y hemos dado con el lugar perfecto: una ruta de 15km de ida y vuelta, con menos de 400m de desnivel, que discurría por un ancho camino de tierra que partía desde el Camping Valle de Bujaruelo (desde donde salen más rutas a otros lugares).

Las vistas desde el principio son espectaculares, completamente rodeados de altas montañas entre las que destacaba claramente el Pico Viñamala (a 3298m de altitud), y siempre rodeados de pinos (aunque nunca había sombra por el camino que transitábamos).

La ruta primero discurre por el Valle de Bujaruelo, cuyo protagonista es el Río Ara, y después por el Valle de Otal, con el Río Otal por el centro. No tiene ninguna pérdida, pues a pesar de que no hay carteles, el camino es enorme y no hay posibilidad de desviarse sin querer.

El final de nuestra ruta ha sido la Cascada de Otal, pero el camino seguía hacia delante indefinidamente, según hemos visto en el mapa, así que si os apetece hacer una ruta más larga, es perfectamente posible y podréis llegar a lugares como el Barranco de Puerto de Tendeñera (bastante más lejos ya).

(Descarga y sigue aquí la ruta completa en Wikiloc)

Esta ruta sí es recomendable para cualquiera, de hecho había varias familias con niños haciéndola, perfecta para disfrutar de las impresionantes postales que dejan nuestros queridos Pirineos.

Aquí os dejo un vídeo donde os llevo paso a paso por nuestra excursión:

Ruta Cola de Caballo por la Senda de los Cazadores (Ordesa, Pirineo Aragonés)

(Aquí podéis ver y seguir la ruta completa en Wikiloc)

Después de mucho tiempo, ¡vuelven las Rutas al blog! Estoy pasando unos días por el Pirineo Aragonés (alojada en Biescas) y hoy ha tocado hacer la ruta más famosa y típica de las que se pueden hacer en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: la Cola de Caballo.

Peeeeero no he hecho la común que suele hacer todo el mundo, sino una variante que sube por lo que es llamado Senda de los Cazadores, modificación que hace que la ruta se convierta en una de 22km y 1300m de desnivel positivo.

La versión más sencilla (que no corta) para subir a Cola de Caballo es partiendo desde la pradera de Ordesa (a la cual debéis, si es verano, subir en un autobús que sale desde el parking de Torla (que cuesta 5€ ida y vuelta), pues está prohibido subir con coche hasta la pradera (y normal, pues son unos 5km de carretera muy estrecha que puede taponarse bastante cuando hay mucho tránsito).

Una vez en la pradera hay que seguir las indicaciones para Cola de Caballo, y recorrer un sendero muy sencillo y amplio de unos 10km de longitud y 400m de desnivel. Cómodo y asequible para cualquiera, siempre teniendo en cuenta que la ruta se alarga hasta los 20km, por lo que hay que tener la capacidad de caminar durante varias horas.

La variante complicada, que es la que hemos hecho nosotros hoy, discurre por la Senda de los Cazadores (en la pradera deberéis seguir los carteles que indican este nombre, que están perfectamente visibles): esta ruta llega también a Cola de Caballo, pero antes se sube bien arriba de las paredes verticales del Valle de Ordesa, durante un sendero estrecho y zigzagueante de 3km con 700m de desnivel. Un terreno exigente y que a veces discurre junto a caídas hacia abajo nada recomendables si tenéis vértigo.

Tras esos 3km se llega al Mirador de Calzilarruego, el punto más alto de la ruta, desde donde hay unas vistas espectaculares y un buen lugar para tomar un temtempié y recuperar la subida. Después de esto, el camino prosigue paralelo a la pared derecha ya todo en bajada (muy suave y cómoda) durante 9km más hasta llegar a la cascada Cola de Caballo (el porqué del nombre, en la foto de abajo😉).

En Cola de Caballo es donde se concentra el grueso de los excursionistas, pues al ser mitad de camino y haber agua, es el lugar perfecto para comer y descansar un rato mientras uno admira las increíbles vistas desde allí. De hecho, me parece más chulo el paisaje del valle desde abajo que desde arriba, desde esa pradera inmensa rodeada de paredes altísimas e imponentes.

Tras la parada a comer, toca emprender el camino de vuelta, del que ya solo nos quedan 400 metros de desnivel repartidos en 10km y un camino ancho y cómodo que discurre junto al río. A pesar de ser bastante distancia, se hace muy sobrellevable por este motivo. En total, he tardado unas 6h30 de excursión incluyendo las paradas a descansar (que habrán sido aproximadamente de 1 hora en total), aunque la duración dependerá mucho del ritmo que llevéis.

Sin duda os recomiendo hacer esta versión de la ruta, si estáis en forma, no solo porque podréis admirar el valle desde arriba (algo que no muchos pueden disfrutar), sino porque os evitáis la aglomeración de caminantes que se da en el camino común, que tampoco es que esté extremadamente masificado, pero sí hay bastante gente. Tened en cuenta que desde las 6 de la mañana salen buses desde Torla hacia el inicio de la ruta, lo hacen cada 15-30 minutos, y en horas punta (8:30 – 9:30 de la mañana) los buses de 55 personas van completamente llenos.

(Aquí podéis ver y seguir la ruta completa en Wikiloc)

De hecho, para aseguraros un hueco en el parking de Torla, os recomiendo que madruguéis y lleguéis pronto allí (así además evitáis las horas de más calor). Yo he llegado esta mañana a las 9:30 y ya quedaban muy pocos huecos.

Sin duda una de las rutas más bonitas que he hecho nunca, que tenéis que hacer alguna vez en la vida.

Aquí os dejo mi vídeo de YouTube donde podéis ver la ruta al detalle:

Valles del Oso (Asturias): La Senda del Oso

Disfrutando estamos, por primera vez en mucho tiempo, de salir de casa un puente. Parece que la vida vuelve a la normalidad y las restricciones son historia.

Desde hace mucho tiempo, Asturias merece una visita anual, y en este 2021 también hemos cumplido. En esta ocasión, el rincón del paraíso natural elegido ha sido Villanueva, una aldea en la llamada Mancomunidad Valles del Oso (compuesta por Proaza, Quirós, Santo Adriano y Teverga) en el interior de la provincia asturiana y a unos 30km de Oviedo.

Lo cierto es que el entorno es idílico: un valle completamente verde y rodeado de altas montañas, con más senderos que personas por metro cuadrado y mucha, mucha paz.

La principal atracción aquí es la Senda del Oso, y es ahí donde hemos ido hoy (aunque hay muchas más cosas que hacer, que os iré contando en los próximos días).

Se trata de una Vía Verde (una antigua vía de ferrocarril) que recorre todo el valle. Aunque en un principio, hace años, su longitud era más reducida, con el tiempo se ha ido ampliando e incluso bifurcando, y actualmente cuenta con más de 40km lineales. El recorrido tiene forma de Y, con inicio en el pueblo de Tuñón, un extremo en Cueva Huerta (Teverga) y otro extremo de la bifurcación en Ricao (Quirós). Tuñón – Teverga son 29km, mientras que Tuñón – Ricao son 30km. Sabiendo esto, está claro que caminar es una opción no elegible para la mayoría.

La Senda del Oso a pie

La ruta, prácticamente llana, discurre paralela al río Trubia, y también a la carretera. Esto quiere decir que no hay solo un punto de entrada y salida, sino muchos de ellos cada pocos kilómetros, haciendo así que la caminata sea todo lo corta o larga que prefiráis.

Dicho esto, los lugares más interesantes, que os harán decidir dónde parar, son:

  • El cercado del oso: a la altura de Proaza, se encuentra aquello que da nombre a la senda, unos cercados en los que se encuentran dos osos pertenecientes a la Asociación del Oso de Asturias, y que viven aquí porque por circunstancias no pudieron adaptarse a la vida salvaje.
  • El desfiladero de Valdecerezales (Entrago): es la parte más llamativa del recorrido, pues allí se observan las paredes más altas y verticales de toda la ruta.
  • Embalse de Valdemurio (Las Agüeras): una zona mucho más abierta y en la parte contraria de la Y con respecto al desfiladero, pero pertenece a la comarca asturiana con más biodiversidad de fauna y de flora. Y teniendo en cuenta de la Comunidad que estamos hablando, ¡eso es mucho decir!

La mejor opción si hacéis la ruta caminando es elegir un tramo, ir avanzando con el coche hacia los diferentes pueblos, o como tercera opción, hacer toda la ruta pero por etapas, como el Camino de Santiago.

La Senda del Oso en bicicleta

Esta es la segunda opción, y probablemente la más popular. En muchos de los pueblos (sobre todo de los extremos de la ruta) existen empresas de alquiler de bicicletas, y dada la anchura y perfil del camino, hacer una tirada en bici es muy recomendable.

La mayoría de las empresas ofrecen llevarte de un extremo a otro en coche, para hacer solo la bajada. Es una opción, pero no la que elegiríamos nosotros 😉. Los precios oscilan entre los 15€ (alquiler normal) y los 25€ (si te recogen o te llevan a uno de los extremos.

Nosotros elegimos la opción a pie, partiendo de Tuñón, hasta llegar a los osos, que hizo un total de 11,5km muy cómodos y disfrutados, en un entorno espectacular.

¿Queréis más planes en los Valles del Oso? Echad un vistazo a esta otra entrada: Valles del Oso (Asturias): más allá de la famosa senda

Parque Natural de Urkiola (País Vasco)

Situado cerca de la ciudad de Durango, el Parque Natural de Urkiola agrupa los terrenos de mayor altitud de la Sierra de Aramotz, que separa las cuencas cantábrica y mediterránea. Si os gustan los paisajes abruptos, éste os encantará.

El senderismo es muy típico aquí, y el pico por excelencia es el frecuentado Anboto, que de hecho es su cumbre más alta (1331m), con la cueva de Mari como referente mitológico. Según la leyenda, allí habita la Dama de Anboto, que es la personificación de la madre tierra.

Haciendo click aquí podéis ver las rutas de senderismo que hay por la zona.

El Parque toma su nombre del Santuario de Urkiola edificado en honor a San Antonio Abad y San Antonio de Padua. Está situado prácticamente en el centro de Euskadi y algo muy curioso es que su tejado divide las aguas de la lluvia: ¡si caen por un lado van al Cantábrico, si caen por el otro al Mediterráneo!

Delante del Santuario hay una simbólica piedra (la leyenda dice que es un meteorito) que es lugar de peregrinación para quienes desean encontrar pareja en breve tiempo. Según la leyenda tan sólo hacen falta 7 vueltas a la piedra para lograrlo. También en el exterior encontraréis 3 elementos que simbolizan la vida de Vizcaya: el ancla representa (la vida marinera); la laya (la vida agrícola) y una turbina de ferrería (la vida industrial).

Nosotros, justamente, nos alojamos en el hotel junto al santuario (Hotel Santuario Urkiola) y fue una muy grata experiencia: su dueño, Félix, una persona encantadora que nos trató de maravilla y nos contó un montón de batallitas sobre la región.

Otra de las más comunes y conocidas es la ruta hacia las Tres Cruces, que sale precisamente del santuario, un via crucis que discurre por un hayedo y llega hasta un mirador espectacular desde el que disfrutar de una panorámica de todo Urkiola.

Ruta: Pontón de la Oliva y Cárcavas (Sierra Norte Guadalajara)

El pasado fin de semana aprovechamos para hacer una ruta por los alrededores de Madrid. El lugar elegido fue el Pontón de la Oliva, muy cerca del archivisitado últimamente pueblo madrileño de Patones de Arriba, y que para nuestra sorpresa forma parte de Guadalajara y no de Madrid (así que, técnicamente nos saltamos el «confinamiento perimetral»😅).

Construido en 1857, el Pontón de la Oliva es la sexta y última presa en el curso del Lozoya, y la más antigua de todo el sistema de presas y canalizaciones del Canal de Isabel II.

El día se presentaba nublado, pero decidimos seguir en marcha con la ruta que habíamos planteado porque la temperatura era muy buena.

Aparcamos el coche justo en el Pontón (ojo si venís en época de buen tiempo, porque ya en un día como el nuestro estaba a rebosar de coches, no sé si se aparcará muy bien con otra meteorología) y nos dirigimos hacia las Cárcavas, un desconocido paisaje también perteneciente a Guadalajara de gran peculiaridad: se trata de unas Médulas de tamaño reducido. Sí! Así de espectaculares y a solo 50 minutos de la capital.

O bueno… eso creemos😫 porque la niebla, que a menor nivel no parecía tanta, tapaba absolutamente toooodo el paisaje. No se veía nada, na-da. Vaya chasco! Sobra decir que por supuesto volveremos en otra ocasión.

Esta fue la ruta que seguimos, de algo más de 12km (el inicio tuvimos que modificarlo porque el terreno estaba intratable). Optamos por la circular: la ida muy corta (2,5km) y muy empinada (y con el barro que había en el suelo, fue todo un reto, ya que el suelo es de arcilla, como las Cárcavas) y la vuelta es el doble de larga (10km) pero muy cómoda, por un sendero amplio y sin pérdida. Ya dependiendo de los gustos y niveles, podéis optar por ir y volver por el mismo sitio, y os saldrá una ruta larga y fácil, o corta y difícil (cuidado porque bajar por la parte empinada puede ser un buen reto).

En la parte larga (nuestra vuelta) el paisaje que queda a mano derecha del cañón del Lozoya es una auténtica pasada: unas paredes verticales imponentes y una explosión de verde que hipnotizaba.

Un buen descubrimiento al que habrá que volver, porque todo lo que os he contado de las Cárcavas ha sido gracias a Internet (igual que la última foto, para no dejaros con la intriga).

Ruta: Puerto del Pico – Pico La Fría (Sierra de Gredos)

Hoy me he subido al cercano Puerto del Pico, que separa el Valle del Tiétar, el el sur de Ávila, con el Valle del Alberche (en la cara norte de la Sierra de Gredos).

Tenía dos opciones: tirar a la derecha, a coronar el último dosmil del Macizo Oriental (el Torozo), o a la izquierda, adentrándome en el Macizo Central hasta La Fría y divisando las grandes cumbres a lo lejos.

Esta segunda fue la elegida. Y como prefería hacer una ruta circular, opté por subir al pico por el Risco del Duque, y luego ya bajar por la Senda de La Rubía, que es el camino más típico.

Si bien es cierto que es mucho más corto (10km frente a los 15-16 que salen haciendo todo por La Rubía), la subida es tremendamente inclinada, y no hay ningún sendero: hay que ir de piedra en piedra siguiendo los hitos que marcan la dirección (eso sí, muy bien colocados). Aquí os dejo la ruta que llevé, y si queréis hacer la opción larga y más sencilla, simplemente hay que subir y bajar por el tramo que yo hice la vuelta (aunque hay un tramo de piedra en piedra innegociable de cualquiera de las maneras).

No es un recorrido apto para todos, ya que el suelo no es cómodo y el desnivel es agresivo en ocasiones.

Las vistas ya desde el inicio son espectaculares, pues el Puerto del Pico se encuentra ya a 1395m. Desde arriba, el Pico La Fría, a 1983m, se puede observar todo el Valle del Tiétar y del Alberche, con sus muchos pueblecitos desperdigados.

También, a lo lejos, se llega a ver La Mira, uno de los picos más altos de todo Gredos, con 2343m.

El próximo destino está claro: El Torozo!

Ruta por la Serra da Freita (Portugal)

Domingo 11 de octubre, último finde por Portugal, y eso significa también que hoy ha sido también mi última salida a la montaña por estas tierras.

A diferencia del finde pasado, me ha acompañado un cielo impecable sin una sola nube, lo cual ha invitado a hacer una ruta larguita. Y el sitio que he elegido para hoy era perfecto: la Serra da Freita, que pertenece al llamado Arouca Geopark, una región en la que, como podéis ver en su web, están fomentando mucho el turismo activo (la ruta de los Passadiços do Paiva de hace unas semanas también pertenece a él). Y es que es una sierra llena de senderos súper bien señalizados y que se cruzan unos con otros, así que se pueden hacer rutas de diferente distancia, desnivel y dificultad.

En mi caso, he aparcado en el camping que está pasado el pueblo de Merujal. De ahí parten varias rutas, y he comenzado siguiendo el PR7, que hace una ruta circular por el estrecho valle del río Caima y a la que también llaman la Ruta del Agua (de hecho, durante todo el camino se ve o se escucha agua), puesto que discurre junto a un río y se pasa junto a varias cascadas, entre ellas, la Frecha da Mizarela, que con 60 metros de caída es la más alta del Portugal continental.

Esta parte tiene una bajada bastante pronunciada, con su correspondiente subida de la misma inclinación, y todo por senderos muy estrechos y con rocas, no aptos para todos los públicos.

Antes de terminar la PR 7, que empieza y termina en el pequeño pueblo de Cabreiros, me he desviado para seguir por un camino también señalizado pero que no tenía número, hasta llegar a las Momoas de Monte Calvo, unos túmulos prehistóricos que se calcula que son de la Edad de Bronce. En este mismo punto convergen 3 carreteras y la verdad es que estaba bastante transitado. Desde aquí he seguido por el PR 16 (que, al igual que todos los demás, está señalizado con una marca amarilla y roja en las rocas cada pocos metros), unos cuantos kilómetros hasta llegar a Albergaria da Serra, otra pequeña aldea.

Me quedaba poco para llegar al coche ya, después de 10km, pero un poco antes el sendero que subía al marco geodésico de Sao Pedro Velho se ha cruzado en mi camino… y he tenido que hacerlo! Se trata del punto más alto de la Serra da Freita, con 1014m de altitud, y solo 1km más tarde ya estaba arriba.

Es totalmente «dominguero» pues una carretera llega hasta 300m de distancia de la cima, así que me he encontrado hasta señoras en chanclas, mientras que yo llevaba 12km y 700m de desnivel en las piernas (no es la primera vez que me pasa, también es verdad).

Las vistas sin espectaculares. Hay un mirador circular desde el que ver un 360º literal de todo el paisaje, y con el día tan despejado que hacía se veía hasta el mar y Oporto a lo lejos.

El resto ya ha sido fácil, un par de kilómetros de bajada y estaba de nuevo en el coche. En total, 14,5km con 730m de desnivel por caminos perfectamente señalizados, pero en ocasiones con superficies poco fáciles (en mi ruta de Wikiloc podéis ver y seguirla al detalle). Sin problema se podrían hacer por aquí rutas preciosas desde 5km hasta… infinito🤣.

Ruta por la Serra do Marao (Portugal)

Vaya día más desapacible el de ayer! Una pena porque la ruta que hice fue una pasada, y más lo pudo ser con un poco de sol, o al menos sin tanta niebla y viento.

El recorrido fue por la Serra do Marao, entre las ciudades de Amarante y Vila Real. Es una de las cadenas montañosas más altas del Portugal continental, y por supuesto, a donde subí fue al pico Senhora de Serra, el más alto de todos con 1416m, con un vértice geodésico gigantesco que lo corona, además de un observatorio astronómico (que ni de lejos tiene el tamaño del que hice hace no mucho en Calar Alto – Almería) y una ermita… Y es que sí, de nuevo, una cima a la que se puede subir en coche!

La ruta que hice fue esta, y no tiene pérdida ninguna: se trata todo el tiempo de un camino de tierra súper ancho, que salvo un tramo de unos 600m, es una subida muy progresiva y agradable. Uno de los recorridos con mejor relación comodidad-belleza que he hecho (de ahí que sea una pena el mal tiempo que hizo). Además, en la cima las vistas parecen ser espectaculares, aunque yo no vi nada de nada (en ocasiones la niebla no me dejaba ver ni más de 50 metros del sendero), así que ojalá pueda volver algún día y repetirla.

El recorrido parte de una pequeña aldea llamada Mafómedes, lugar pequeño, aislado y poco transitado. De hecho, no me crucé con absolutamente nadie en toda la ruta, salvo un par de personas asomadas a las ventanas de sus casas en el pueblo.

Las vistas son una pasada: en otra época del año todo suele estar cubierto de nieve, pero ahora, a principios de otoño, las montañas eran un manto verde precioso.